República Mexicana, 28 de abril de 2005

A LA CLASE OBRERA.
AL PUEBLO DE MÈXICO.
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO.
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÒN NACIONAL E INTERNACIONAL.
A LOS ORGANISMOS DEFENSORES DEL DERECHOS HUMANOS.

HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS.


En todos los confines de nuestro México, el 1° de mayo es una fecha doblemente festiva para la militancia del Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario, PDPR-EPR, ya que en este día conmemoramos los derechos laborales conquistados por los trabajadores del mundo y reafirmamos que el capitalismo como modo de producción en continua metamorfosis de sobrevivencia, permite cíclicamente mejoras a los obreros para arrebatarlas en seguida y tratar de hacer sentir que es mejor lograr un pequeño cambio que nada, constatando así que un nuevo modo de producción sigue siendo un imperativo en México y el mundo y que a nuestro modo de ver no podría ser otro más que el socialismo, una vez aprendidas las lecciones que nos ha dejado el derrumbe de una parte del campo socialista y el valioso ejemplo de la nación de Cuba.

Conmemoramos también, un año más en que cambiáramos el nombre y las siglas de nuestro proyecto revolucionario, el Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo-Partido de los Pobres PROCUP-PDLP, por el de Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular revolucionario, PDPR-EPR, después de un balance de nuestro desarrollo y crecimiento, la reelaboración y enriquecimiento de nuestros documentos y el análisis político, económico y social del país en ese momento histórico, producto del trabajo colectivo de todos los que participamos.

En esa Asamblea general, refrendamos la lucha por el socialismo, la estrategia de guerra popular prolongada y con ella todas las formas de lucha y asumimos la instrumentación de nuestro programa mínimo que posteriormente daríamos a conocer a nuestro pueblo como nuestro Programa Político en el Manifiesto de la Sierra Madre Oriental el 17 de agosto de 1996. Y hoy a nueve años de distancia de este hecho y a 41 del surgimiento de nuestro proyecto revolucionario, conmemoraremos esta fecha como todos los años con una parada militar o un programa político cultural, entonando nuestros himnos y un saludo militar a nuestro lábaro patrio y a las banderas del partido.

Pero, ¿las condiciones de hoy son las mismas que en ese año? A decir verdad, han cambiado: por fin al PRI no le funcionaron sus trapacerías porque el pueblo ejerció el voto de castigo en su contra, otros el voto útil a favor de sus contrincantes, además de que el porcentaje de ciudadanos que ejercieron este derecho no llegó a 60%, como consecuencia a la presidencia arribó Fox y con él el PAN, el gobierno del cambio con un séquito de funcionarios ineptos y corruptos que no lograron remplazar a los prisitas que han permanecido pegados a la ubre en franco contubernio y complicidad, con un lenguaje que engatusó a más de uno y que se ha ido desgastando por su incongruencia, revelando al pueblo de México sus verdaderas intenciones y refrescando la memoria de quienes habían olvidado convenientemente lo que es la ultraderecha, misma que ha logrado agudizar las condiciones de miseria de los ya de por sí pobres, arrasando el campo y arrojando a sus pobladores en los brazos de la border patrol o ahora de los minuteman; al darle continuidad al TLC e impulsar el PPP en detrimento de productores, empresarios y sobre todo de los pueblos originarios que hoy están en lucha por preservar sus tierras y su cultura; se recrudeció la persecución, encarcelamiento y tortura hasta llegar al asesinato de luchadores sociales, ecologistas, defensores de derechos humanos; cooptaron a través del subsidio directo o como operadoras de programas de beneficencia a organizaciones no gubernamentales perdiendo éstas su independencia real; escaló la crisis política de Estado agudizando las contradicciones no antagónicas de las fuerzas políticas de la burguesía y ha sentado un negro precedente al encarcelar injustamente gracias a un irregular proceso jurídico a hijos de luchadores sociales.

La ultraderecha ha llegado al poder y con ella una involución en todos los aspectos, social, cultural, político y económico, la GBI se ha acentuado y la guerra sucia ha retornado. Nuevos grupos paramilitares se van formando en el campo y la ciudad, el espionaje y el acoso están siendo legalizados a modo, así como han legalizado el despojo de tierras con las reformas al artículo 27 constitucional. El procede y la reforma laboral ya opera impuesta desde la Secretaría del trabajo. Cada vez son más los pueblos desplazados en Chiapas y más los pueblos fantasmas en todo el país debido a la emigración por falta de empleos y la hambruna que sienta sus reales.

La política neoliberal del imperialismo confirma las tesis marxistas al crear las condiciones objetivas para luchar por un nuevo sistema, y ¿las condiciones subjetivas? Eh ahí el problema, porque nos enfrentamos a la desilusión por incomprensión o ignorancia de una gran mayoría que reivindicaba el socialismo; al desconocimiento de la teoría marxista de las nuevas generaciones porque ya no figura dentro de los planes de estudio, la materia; al predominio de la ideología única que tiene como resultado la unipolaridad bajo el dominio del imperialismo yanqui y al avance de la tecnología y técnicas de comunicación que con su influjo globalizador, arremete contra las culturas nacionales, intentando desaparecer de la faz de la tierra todo vestigio de comunalidad de los pueblos, de soberanía de las naciones, de derecho a disentir con su estrategia contra el terrorismo y el narcotráfico, valga un ejemplo reciente:

En el noticiero de Víctor Trujillo, El cristal con que se mira, en la mesa de los periodistas, el viernes 15 de los corrientes fue invitada Ana María Salazar, (ex asesora en el gobierno de William Clinton), quien dijo (palabras más o menos) que la necesidad de los grupos revolucionarios de adquirir armas hace que se relacionen con el narcotráfico como en Colombia; lo que equivale a que nosotros dijéramos usando la misma lógica de la que hace gala, que como ella es México-norteamericana, ex asesora del gobierno yanqui y ya tiene la nariz metida en todo lo relacionado a nuestro país, es espía de la CIA. Cuando que en todo país la lucha en contra del capitalismo-neoliberalismo reviste características particulares y el concepto que ella vierte es propio de la estrategia de Guerra de Baja Intensidad que Estados Unidos aplica para desprestigiar a los grupos revolucionarios y en concreto a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, por lo que insistimos en declarar que nosotros no tenemos ni tendremos relación alguna con el narcotráfico, porque nos guía el principio de la autosuficiencia y nuestro sustento radica en el pueblo, sus exiguos medios pero su inagotable creatividad.

La lucha contra el comunismo (como ya está acabado, según los ideólogos del neoliberalismo) como eje de sus estrategias de guerra se ha convertido en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, luego si quien disiente no está involucrado con el narcotráfico lo está con el terrorismo, llegando al ridículo y lo tragicómico de declarar hasta hoy que han confirmado que en Irak no había el armamento nuclear que el gobierno yanqui afirmó que existía como justificación a su ilegítima e ilegal invasión en su ambición por el petróleo de ese pueblo.

Nos enfrentamos también al reto de la educación política de las masas que han empezado a retomar las calles dando lugar a la movilización contra la delincuencia y el domingo 24 de Abril, la movilización más grande de los últimos tiempos contra una injusticia más, el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, que se ha hecho evidente e inocultable porque recae en el Jefe de gobierno de la Ciudad de México, con una repercusión política mayor en la muy incipiente democracia y un golpe al corazón del pueblo mexicano que ha visto en su gestión “un rayito de esperanza”, porque el pueblo ama la paz, pero cada día siente crecer más su indignación ante el desprecio y la subestimación del gobierno y las instituciones foxistas hacia su voluntad popular, ante su soberanía, ante el derecho a elegir a quien consideren conveniente y el derecho a equivocarse, como ya lo hicieron los que votaron en el 2000 por Vicente Fox.

La responsabilidad de Fox no desaparece con el simple hecho de llamar a un acuerdo nacional, su responsabilidad es la de meter a un conflicto político al país, dejando de lado la solución a los grandes problemas de la nación. No podemos creer en su hipocresía, porque lo que hoy sucede es el reacomodo y las pugnas en la ultraderecha yunquista. Por lo que si tuviera un poco de vergüenza debería de presentar ante el pueblo su renuncia, ya que su personalidad, sus intereses y su patología no garantiza que en unos cuantos días cometa más torpezas, y con esto, darle continuidad a los conflictos que él genera.

Hoy, los diputados y senadores progresistas tienen la exigencia de luchar por sentar las bases jurídicas para que no se repita la misma situación que con los inculpados del 68, para garantizar que los funcionarios que hoy quebrantan el exiguo estado de derecho no queden impunes y sean juzgados por las mismas instituciones que hoy los protegen y los cobijan y con las mismas leyes que cada día infringen, para que cuando sea el caso no se escuden y acusen que es una revancha política o venganza personal, como es el caso de Rafael Macedo del Concha, Vega Memije o Santiago Vasconcelos.

Por nuestra parte hemos incorporado y movilizado a sectores de masas en contra de esta injusticia y estamos redoblando nuestro esfuerzo porque la educación política se generalice en la escuela viva de la lucha social y política, por lo que invitamos a todas las organizaciones, partidos y grupos revolucionarios con responsabilidad a convencer y persuadir a quienes aún no lo están de lo importante que es la lucha por la soberanía popular y el conocimiento de los caminos a elegir, cuando en la acción se va desarrollando la unidad por la base tomando conciencia de su importancia, ya que para nosotros la lucha por la democracia es parte de la lucha por el socialismo, en la que hemos invertido como proyecto revolucionario 41 años, la lucha contra la injusticia, la lucha por el reconocimiento de la existencia de presos políticos y de conciencia en el país y la lucha por su libertad así como la lucha contra las políticas neoliberales utilizando como nosotros decimos todas las formas, de lucha conocidas y las que surjan de la creatividad de nuestro pueblo.

Con lo que no estamos de acuerdo es con la falta de planteamientos serios y concretos, (el cómo) contra la hambruna existente, por mencionar un ejemplo, no queremos más demagogia de campaña electoral, sino un real alivio a las necesidades de nuestro pueblo y un efectivo avance del país en todos sus aspectos, sin dejar pasar que estamos claros que los proyectos existentes sólo liman las aristas más agudas del imperialismo tratando de humanizarlo, como si esto fuera posible, pero también estando claros que la correlación de fuerzas nacional e internacional no nos favorecen y aún nos queda mucho por hacer para demostrar y convencer en México de la justeza y nobleza del socialismo.

Por lo pronto, seguiremos desarrollando nuestra estrategia, y tratando de hacer realidad nuestro programa político, al mismo tiempo que continuaremos construyendo la unidad de las fuerzas revolucionarias y de izquierda en nuestro país.


¡POR UN PRIMERO DE MAYO COMBATIVO Y PROLETARIO!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!

COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO.
COMANDANCIA GENERAL DEL EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO.
PDPR-EPR

República mexicana a 28 de abril de 2005.