República Mexicana, 26 de agosto de 2005

AL PUEBLO DE MÉXICO.
AL PUEBLO DE GUERRERO.
A LAS FUERZAS DE IZQUIERDA Y PROGRESISTAS DEL PAÌS.
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO.
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÒN NACIONAL E INTERNACIONAL.

HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS.


La aprobación ilegal de la construcción de la presa la Parota no es más que autoritaria, es seguir imponiendo el plan privatizador de la oligarquía nacional, es continuar con el despojo de los pocos bienes que aun poseen los campesinos. Las comuneras y comuneros tendrán que defender sus tierras por medio de la resistencia, no cejar ante la imposición del Gobierno estatal y federal, no permitir que la ilegalidad gubernamental sea la causante del robo y la represión, o como dicen ustedes: Primero nuestras vidas que ceder nuestras tierras.

En estos tiempos las decisiones políticas de Zeferino Torreblanca han estado más al lado de los poderosos que de nuestro pueblo. La libertad de los presos políticos se ha prolongado y no hay visos de solución, tal es el caso de Felipe Arriaga y de los presos de Acapulco, quienes han demostrado su inocencia y todavía permanecen injustamente en la cárcel. Este gobierno con su incapacidad política, falta de oficio político y voluntad política está llevando a que la inconformidad social se agudice.

El error sexenal de Torreblanca es que no ha podido ni ha querido limpiar la estructura caciquil del figueroísmo, en ella ha sentado su administración y por lo tanto el poder de Rubén Figueroa continúa intacto.

Detrás de los últimos acontecimientos violentos en Acapulco y Zihuatanejo está el figueroísmo. Figueroa con la ayuda del ejército y la delincuencia han generado la violencia en las calles de nuestro estado. Como en los años 70’s, parte del control del Ejército Mexicano en Guerrero estaba en manos de Rubén Figueroa padre, por medio de Arturo Acosta Chaparro. Hoy no es la excepción, este manejo no se ha perdido, al contrario los hilos del poder figueroísta trabajan para crear la zozobra y la inestabilidad. Pero no sólo eso, tampoco han cesado en hostigar e intentar asesinar a líderes sociales que en su momento cuestionaron y denunciaron a nivel nacional e internacional la impunidad y el fascismo de Figueroa.

En este contexto, el Yunque también no se detiene en su actuar, ya que también en los últimos meses en ciudades importantes del país el asesinato, secuestro y asaltos han sido parte de su estrategia, buscando en este fin de sexenio foxista la negociación con el próximo Ejecutivo Federal. Ante la visible pérdida panista de la Presidencia de la República, han iniciado junto con este grupo de ultraderecha la escalada violenta institucional, para poder chantajear su impunidad y defender a la familia presidencial de los casos de corrupción con el inmediato Gobierno.

Hoy el fracaso de Vicente Fox es evidente, la ineficacia del neoliberalismo es palpable, la ignorancia de este presidente es inacabable, en sí, la agonía del foxismo no tiene regreso. Prueba de ello será el 5° Informe Presidencial, en donde este se convertirá en un informe esquizofrénico producto de un personaje enfermo. Por esto, en el inicio de sexenio nuestro partido y ejército no le dimos ni el beneficio de la duda a este presidente.

En las últimas semanas se han dado una serie de discusiones en torno al qué hacer de la izquierda en México y su papel dentro del proceso electoral del 2006, por lo que damos nuestra postura al respecto:

Primero.- Que es necesaria la unidad de la izquierda y las fuerzas progresistas en estos momentos.

Segundo.- Que es necesario la creación de un Frente Amplio Nacional en donde la izquierda, las y los progresistas y todos los sectores del pueblo sean los actores principales de esta gran fuerza.

Tercero.- Que esta unidad no debe ser coyuntural, sino que vaya más allá del 2006 y del apoyo a una candidatura.

Cuarto- Que la unidad deberá ser con base a la discusión política y fraterna, para unificar criterios y llegar acuerdos, que permitan establecer un Proyecto de Nación y un Programa Mínimo, es decir luchar por las demandas más sentidas de nuestro pueblo en estos momentos como: La defensa de nuestros recursos naturales, el aumento salarial, respeto a las prestaciones sociales, la creación de empleos, la libertad de los presos políticos, por democracia sindical, por la defensa de la educación pública, por el derecho a la salud, por la defensa de nuestra cultura, por la defensa de la tierra, por el castigo a los culpables de las masacres en Aguas Blancas, Acteal, El Bosque y el Charco, por el castigo a los culpables de los asesinatos a las mujeres en Cd. Juárez, por la defensa de nuestra soberanía, por el respeto a los derechos de nuestros hermanos indígenas, por el respeto a las libertades políticas y por la defensa de la voluntad popular.

Quinto.- Que es necesario que los que voten en el 2006 defiendan su voto, que los que no lo hagan sean parte del frente amplio nacional demandando el cumplimiento del programa mínimo. Y en caso de que el pueblo por decisión mayoritaria elija a quién considere la garantía del cambio, este candidato tiene que asumir el compromiso de defender la voluntad del pueblo hasta sus últimas consecuencias, e impedir que vuelva al poder la derecha o la ultraderecha.

Sexto.- Que el objetivo a largo plazo del Frente Amplio Nacional será el de sustituir el capitalismo por una sociedad socialista, pero no ese “socialismo del pasado” sino esa propuesta socialista que tiene su origen en la historia y en la actualidad de nuestro México.

Séptimo.- Que no se puede hacer la unidad si algunos se creen dueños de la verdad y por ello definen quién es de izquierda o no, si algunos demócratas, rebeldes o “revolucionarios”, parecen representar instituciones con feligresías donde pontifican y deciden quién es y quién no lo es.

Octavo.- Que la izquierda en México es aquella que lucha contra el capitalismo, contra el neoliberalismo, contra el imperialismo, contra el capital financiero, y lucha también por una sociedad más justa y por el socialismo.

Noveno.- Sabemos que en México ningún partido político representa a la izquierda, pero eso no quiere decir que al interior de algunos no existan mujeres y hombres progresistas y de izquierda.

Décimo.- Que es urgente desterrar los lastres de la izquierda que por décadas han destruido los esfuerzos de organización y de coordinación, que es necesario hacer de la congruencia política la herramienta principal para la unidad, hacer a un lado los intereses mezquinos de estar siempre pugnando por liderazgos que de un momento a otro se convierten en cacicazgos políticos, dejar de lado el paternalismo como forma de encabezar algún sector social, llegando incluso a que la voz de ellos sea callada, imponiendo así la discriminación con sus propios compañeros, dejando ver una gran incoherencia en lo que se dice y lo que se hace.

Sabemos que no es nada fácil lograr la unidad, pero es importante hacer el esfuerzo por crear las condiciones para hacerla, en nuestra experiencia de 41 años de lucha, nos ha tocado ver un sinnúmero de propuestas que han fracasado, ya que siempre se anteponen los intereses de grupos a los de la mayoría. Para la unidad se requiere el compromiso de todos, y lo fundamental es aprender que el destino histórico de México está en las manos de nuestro pueblo y no de algunos personajes.

Asimismo, a 9 años recordamos y reiteramos nuestro compromiso con la lucha de nuestro pueblo. El 28 de Agosto de 1996 se determinó una ofensiva militar histórica a nivel nacional, ante un estado represor, autoritario y violador de los derechos humanos. A 9 años de nuestro accionar político-militar seguimos de pie y dispuestos a seguir dando la vida por defender los derechos que nos corresponden. Seguiremos impulsando la lucha armada revolucionaria y todas las formas de lucha, en tanto no logremos el bienestar y la justicia para los mexicanos.

¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!

COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO.
COMANDANCIA GENERAL DEL EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO.
PDPR-EPR.


REPÚBLICA MEXICANA, A 26 DE AGOSTO DE 2005.