República Mexicana, 1 de mayo de 2006

Al Pueblo de México
A los Pueblos de América Latina
A Los Pueblos del Mundo
A las Organizaciones Revolucionarias y Democráticas


Ahora que por todos lados se escuchan diferentes voces anunciando buenas nuevas (las de los candidatos, candiditos, candidotes, partidos políticos, medios de desinformación masiva –prensa, radio y las televisoras monopolizadas—e ideólogos del status quo).

En este ambiente históricamente convulso, confuso y crítico, envuelto con discursos que pretenden penetrar nuestras conciencias para desviar de su curso nuestros horizontes políticos, ideológicos y éticos; para alienar nuestro pensamiento y alejarlo de la realidad que a diario nos lastima; para desviarnos de los sucesos que a diario muestran el verdadero rostro y la esencia y naturaleza efectiva del Modelo de "Desarrollo" que empobrece a nuestro pueblo hasta los límites de la existencia humana, que diariamente reprime, persigue, oprime, encarcela y asesina a nuestra mujeres, a nuestros ecologistas, a nuestros obreros, a los mineros, a nuestros migrantes, a nuestros pueblos originarios y campesinos; que cotidianamente arroja a los brazos del desempleo, subempleo, lumpenaje, prostitución y delincuencia menor a los jóvenes de nuestra patria…

En esta hora en la cual palabras ajenas, cual puñales asesinos pretenden cercenar nuestra historia, nuestros valores, nuestra existencia histórica, nuestra memoria, nuestras razones y la verdad.

En este preciso momento levantamos nuestra voz para decir nuestra palabra, para compartir nuestros pensamientos, sentimientos y emociones, y así hermanarnos, y acercarnos a participar de la necesaria transformación radical –de raíz-- de la realidad social que ya se muestra insostenible, inaceptable e inviable, y generar de esta manera las condiciones que nos aproximen a una nueva nación, con una nueva política económica, con una diferente práctica de vida democrática, y con una posibilidad real de constituirnos en diferentes seres humanos, con otra visión del mundo, con otros valores humanos, ética y políticamente deseables, admisibles y sustentables.

Hoy, hoy, hoy, más allá de los gritos de la "Chachalaca Mayor", más allá de las tepocatas y víboras prietas, mucho más lejos de los bichos patógenos y los sospechosistas, así como bastante lejos de quienes, con necedad y torpeza, se niegan a detener la estéril colisión entre organizaciones del éxodo eperrista para intentar denigrar, provocar y seguir condenando a quienes -según ellos- se han desviado del "método correcto" (el suyo propio); hoy, hoy, hoy, extendemos nuestra voz y hacemos llegar nuestra reflexión.

Contra el neoliberalismo, el Poder Popular .

Y creyeron que sin más ni más les sería demasiado fácil aprobar una Ley Migratoria que les permitiera explotar, aún más, a quienes desde diferentes naciones de nuestra América Latina han buscado una forma de sobrevivir al "desarrollo del subdesarrollo" y han partido, solamente con su fuerza de trabajo y su voluntad de sobrevivencia, al propio corazón del Imperio Neoliberal Fascista, entregando su trabajo, su vida misma y sus sueños al desarrollo de la nación que también se ha erigido en el país número uno como enemigo de la humanidad.

Y creyeron que sin más ni más les sería demasiado fácil aprobar dicha Ley Migratoria, puesto que los gobiernos de nuestras naciones "expulsoras" de su población hacia la "emigración externa", gracias a su espíritu de sumisión, subordinación, acatamiento, obediencia, dependencia y sujeción lacayuna, eran incapaces de defender los derechos y los intereses de los trabajadores latinoamericanos migrantes.

Y creyeron que aprobar tal Ley Migratoria era cuestión de táctica y estrategia sencillas para subordinar aún más a los patiños que dicen gobernar nuestros países y para sangrar, aún más, a los trabajadores latinoamericanos migrantes en el territorio que alguna vez de nuestra historia nos fue usurpado y robado por los filibusteros y yankees aventureros.

Y creyeron que sería demasiado cómodo aprobar una Ley Migratoria fascista y criminal porque los propios trabajadores latinoamericanos migrantes carecían, según ellos, de memoria histórica, de conciencia y dignidad, de capacidad política, ideológica, organizativa y de identidad sociocultural, y solamente acatarían, como sus gobernantes lacayunos, la decisión tomada por los jefes natos del "Eje del mal".

Soberbiamente negaron a los propios trabajadores latinoamericanos migrantes; nunca pensaron que estos serían capaces de comprender que la unidad de acción, que la conciencia e identidad latinoamericanas, que la acción política multitudinaria, que la determinación de asumir en sus propias manos la responsabilidad de luchas contra las políticas del gran capital, que el deseo vehemente de recuperar el poder de actuación e influencia para echar abajo tal política racista y fascista, sería el verdadero eje, la columna vertebral de la organización y movilización contra el Imperio, en sus propias entrañas.

Enceguecidos y ensordecidos, aquí, allá y acullá, no se dieron cuenta de que un fantasma recorre el mundo, el fantasma del poder popular, y no les permite, como ellos quisieran, instrumentar sus decisiones políticas; tienen entonces que detener la marcha, tienen que reducir el paso y la velocidad, y tienen que recular para detener o contener la marcha de los pueblo que avanzan en la constitución del verdadero poder de actuación e influencia, el poder popular.

Ahora pretenden instrumentar estrategias de represión y control del movimiento popular para acallar las movilizaciones y protesta contra el Imperialismo Neoliberal Fascista y sus políticas dentro de su nación, que atentan contra los derechos fundamentales y laborales de los trabajadores latinoamericanos migrantes.

Sin embargo, a pesar de ello, el propio movimiento de los trabajadores crece y se agiganta para recuperar, en toda su extensión ideológica y política, el día 1° de mayo, como el día internacional de los trabajadores, de su capacidad de trabajo y su trabajo efectivo, y así dedicar dicha fecha no a la holganza y fiesta falsa, sino

Contra el neoliberalismo, el Poder Popular .

Y creyeron que sería sumamente fácil instrumentar la decisión política de imponer una Ley que violentaba los derechos laborales de los trabajadores de primera vez en Francia.

Dominique de Villepin supuso que bastaría con decretar que les hacía un favor a los trabajadores jóvenes y que por tal razón estos deberían obedecer el mandato que determinaba la pérdida irremediable de los derechos laborales de quienes con su fuerza de trabajo producen la riqueza social que se expropia privada o particularmente.

Pese a ello, los trabajadores mismos, los jóvenes de los diferentes sectores sociales, la población migrante que de los países árabes y africanos llegan a Europa para, lo mismo que nuestros trabajadores latinoamericanos migrantes en EE.UU., producir con su fuerza de trabajo la riqueza de la legendaria Francia, pensaron y actuaron de otro modo.

Sin embargo, los trabajadores mismos, los jóvenes universitarios y la población en general no supusieron que bastaría con emitir un voto el día de las elecciones para elegir a "sus representantes" y después callar y obedecer; tomaron conciencia de que era imprescindible organizarse, impulsar acciones políticas multitudinarias, tomar las calles, tomar en sus manos el poder de actuación efectiva e influencia, y luchar contra las decisiones políticas antiobreras del gobierno francés, del gran capital y de quienes detentan el poder económico-político de la Francia.

Estos últimos, enceguecidos y ensordecidos, no se percataron de que un fantasma recorre el mundo, el fantasma del poder popular. Y creyeron entonces que no habría resistencia, que si la hubiese sería sofocada rápidamente, y todo seguiría el curso de sus decisiones.

De Villepin y sus operadores pensaron que su poder era hegemónico, supusieron que dicho poder dominaba el bloque histórico que suponen atraviesa esta época, y no se dieron cuenta de que el poder popular avanzaba organizando, discutiendo, movilizando y determinando acciones políticas multitudinarias, sustentadas en una unidad de acción, y orientadas hacia la destrucción de las políticas antipopulares y antiobreras de los gobiernos decadentes de la derecha en todas partes del mundo.

Cuando despertaron, el monstruo seguía allí; entonces decidieron, una vez más, la represión, y el monstruo siguió allí; era un fantasma que recorre el mundo, el fantasma del poder popular.

Contra el neoliberalismo, el Poder Popular .

Antes, muy poco antes de la movilización de resistencia y de lucha contra la "Ley De Villepin" el mismo fantasma rondaba las calles de París y de otras ciudades francesas y europeas, la población migrante de los países del Medio Oriente y de los países africanos, se organizaba y tomaban en sus manos la lucha contra otra ley antiemigrante de De Villepin; tomaron las calles y efectuaron movilizaciones que sacudieron no sólo la Francia y algunos países de Europa, estas movilizaciones sacudieron las conciencias que mostraban su no enmudecimiento, que evidenciaban el verdadero poder de actuación e influencia, el poder popular como instrumento de lucha y organización de los trabajadores y de los pueblos.

De Villepin y sus operadores imaginaban, desde ese entonces, que su poder era hegemónico y no se dieron cuenta, como no lo harían después, de que el poder popular avanzaba organizando, discutiendo, movilizando y determinando acciones políticas multitudinarias, sustentadas en una unidad de acción, y orientadas hacia la destrucción de las políticas antipopulares y antiobreras de los gobiernos decadentes de la derecha en todas partes del mundo.

Cuando despertaron, cuando se dieron cuenta, el fantasma que recorre el mundo, el fantasma del poder popular, tomaba nuevamente las calles para echar abajo las políticas del gobierno francés.

Contra el neoliberalismo, el Poder Popular .

Como una dislexia política les impide leer adecuadamente la historia que se escribe a diario en las ciudades y en el campo, en los territorios ocupados y usurpados por los sionistas; como una ceguera y sordera les imposibilita percibir adecuadamente que quienes escriben dicha historia son los pueblos que toman en sus manos el poder de organización, de actuación y de influencia; como una debilidad mental no les permite comprender el significado del poder popular, simplemente no lo toman en cuenta, lo niegan, lo deforman y lo transforman en un enemigo que ahora denominan "Terrorismo". En Palestina, dicen que son terroristas quienes toman en sus manos la lucha contra la ocupación y usurpación del territorio, son terroristas, quienes fueron elegidos democráticamente por el pueblo como sus representantes legítimos, son terroristas los niños que con piedras se enfrentan a los tanques del ejército sionista y a los terroristas del Mosaad, en fin, son ahora, hoy, hoy, hoy, terroristas quienes determinaron expulsar al invasor y ya no son comunistas.

Los palestinos dicen otra cosa. Los palestinos se organizan y luchan, promueven las intifadas (con efe) y asumen el poder de influencia y actuación en sus manos y sus organizaciones y, como fantasmas, vagan por todo el mundo haciendo estallar las conciencias que no enmudecen y que gritan a los cuatro vientos, los vientos del norte y del sur y los vientos del este y del oeste, que la única arma que poseen contra el sionismo, el imperialismo neoliberal fascista, el apartheid y el racismo es el poder popular.

Desde hace más de media centuria el fantasma del poder popular ronda el Medio Oriente; contra dicho fantasma el Imperialismo Neoliberal Fascista, el Sionismo, el Falangismo del Partido Popular Español que gobernó con Rebuaznar y el lordismo (de Lord) o sirismo (de Sir) de Reino Unido o Gran Bretaña, concentran sus fuerzas.

El fantasma les impone un terror que no pueden ocultar y por eso dicen que su lucha es contra el terrorismo. Entonces organizan una política militar en contra del Poder Popular; sin embargo, los pueblos, nuestros pueblos, se organizan y luchan y resisten. Nuestros pueblos oponen el poder popular y, el pueblo palestino opone el poder popular mediante las intifadas.

Contra el neoliberalismo, el Poder Popular .

Y también acá se cuecen las habas. Nuestros próceres de la estupidez y la estulticia orquestan, desde Pasta de Conchos, Coahuila, a Lázaro Cárdenas (no Batel), Michoacán, la represión al movimiento popular organizado de los mineros y su sindicato; donde el Lázaro Cárdenas (si Batel), Gobernador del Estado michoacano, y el dizque Secretario del Trabajo del gobierno Foxista, prominente miembro del Yunque, propician el asesinato artero de dos obreros de la actividad minera, que sumados a los muertos de Pasta de Conchos, rondan la "friolera" de siete decenas de muertos.

El propósito era desalojar a los mineros de su centro de trabajo porque lo tenían en sus manos para exigir que el gobierno federal no se entrometa en los asuntos sindicales y laborales.

La determinación de organizarse, de realizar el ejercicio pleno del derecho de huelga, de repeler con la autodefensa organizada la represión orquestada, derrotar la intentona golpista y de esquirolaje, rechazar la intromisión del gobierno y los patrones en la vida y organización sindical, repudiar la parcialidad del poder judicial, reagruparse y mantener el espíritu y la lucha después de la represión judicial y paramilitar es la muestra viva de que únicamente con el poder popular (y en esta ocasión, armados con 'pelets' y resorteras) es posible enfrentar los embates de los gobiernos neoliberales y de los que se dicen de "izquierda", como lo es el de Michoacán de Ocampo.

Los patrones, el gobierno federal y sus voceros, torpes y tarados –de tara—, gritan y vociferan: Son terrorista los mineros y como tales deben ser atacados con todo el peso de la Ley.

Llenos de terror, califican de populistas y terroristas a quienes recorren el mundo como fantasmas que cada vez más toman en sus manos el poder de influencia, organización y actuación política efectiva, para resistir a las políticas neoliberales y defender, con rebeldía y tenacidad, algunos de los derechos fundamentales del ser humano: El derecho al trabajo, el derecho al ejercicio de la organización sindical, el derecho a la huelga, el derecho y la libertad de pensamiento, influencia y actuación, el derecho a la memoria histórica y el respeto a la dignidad humana.

Si estos derechos son atacados por los neoliberales y fascistas que dicen gobernar nuestra nación maltrecha, como lo demostraron en Lázaro Cárdenas, Michoacán, los mineros, como lo evidenciaron en el corazón del imperio nuestros trabajadores latinoamericanos migrantes, como lo hacen los jóvenes y migrantes franceses, como lo hace el pueblo palestino, y como se seguirá haciendo, opondremos el poder popular.

Este 1° de Mayo, recordemos y conmemoremos las gestas heroicas de los trabajadores del mundo, construyendo y oponiendo poder popular.


¡¡¡DESPIERTA PROLETARIO!!!
¡¡¡CONTRA EL NEOLIBERALISMO, EL PODER POPULAR!!!
¡¡¡POR EL SOCIALISMO, VIVIR, LUCHA, VENCER!!!
¡¡¡SER PUEBLO, HACER PUEBLO, ESTAR CON EL PUEBLO!!!

TENDENCIA DEMOCRÁTICA REVOLUCIONARIA-EJÉRCITO DEL PUEBLO
TDR-EP

República Mexicana, 1º de Mayo de 2006.