Puka Inti (Junio de 2006)

PUKA INTI - Órgano de Difusión del Partido Comunista del Ecuador "Sol Rojo"

Junio 2006

EL DIA DE LA HEROICIDAD

El 19 de Junio de 1986, en el Perú y bajo la égida de uno de los más grandes criminales de guerra que haya conocido la historia del Perú y de América entera: Alan García Pérez, se daría paso al más aberrante plan de aniquilamiento de prisioneros de guerra que se haya conocido después de la alevosa, criminal y sanguinaria matanza nazi en los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial.

El 19 de Junio, los comunistas del mundo conmemoramos El DIA DE LA HEROICIDAD, día en el que las páginas de la historia de la lucha de clases en el Perú y del planeta se llenaron de gloria cuando prisioneros de Guerra militantes del Partido Comunista del Perú detenidos en las Luminosas Trincheras de Combate armados de palos, ballestas, lanzas, y armas rudimentarias haciendo honor a sus condición de comunistas y de prevalecer la consigna de “Dar la vida por el Partido y la revolución” opusieron tenaz y estoica resistencia a miembros de la represión peruana que armados de tanquetas, cohetes, helicópteros, armas automáticas, literalmente tuvieron que destruir los centros de reclusión para poder cumplir con su oscuro cometido de hacer aniquilamientos selectivos en filas comunistas del Frontón, Lurigancho y El Callao.

Obviamente para las hienas de la represión fue una tarea sanguinaria y compleja porque se enfrentaron a combatientes rojos que a pesar de su desventaja numérica y de armamento lograron aniquilar en combate a muchísimos represivos sedientos de sangre antes de entregar sus vidas luchando y legando a los combatientes comunistas del mundo el más hermoso ejemplo de entrega, combatividad y conciencia ideológica.

En su memoria, un sencillo homenaje que hiciera el Partido Comunista del Ecuador a esos valiosos y ejemplares combatientes años después y que hoy lo reeditamos como una muestra de respeto y reconocimiento a nuestros hermanos caídos en combate.

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A LOS HÉROES DE CANTO GRANDE

Kayoriti Apu
Huascarán Apu
Reciban el alma de sus hijos
En el mejor huerto de su rojo cielo,
Entre cóndores y siemprevivas.

Rompió la madrugada en Canto Grande
El cobarde sinchi genocida
Interrumpió a balazos
Los sueños despiertos de la esperanza,
Quebró el vuelo firme de los colibríes guerrilleros
Y sus huainos de combate enamorados de la libertad.
Amarilla arena sangrienta amaneció.

Es el mismo tanque asesino
Del Frontón, Lurigancho y el Callao,
Que quiso pisotear a traición
Las más hermosas esteras y banderas
Tejidas de colores por los hermanos de Canto Grande,
Tejidas de amor a su pueblo,
Tejidas de caminos y alegrías,
Tejidas de Gloria y Eternidad.

Pero no pudieron ni podrán.

Porque los héroes de Canto Grande
Jamás murieron.

Desde el Rucu Pichincha,
Desde la ira y el silencio,
Desde las lágrimas y los yaravíes,
Camaradas de Canto Grande,

Esta oración……..


¡¡BREGUEMOS DECIDIDAMENTE POR EL CIERRE DE LA CÁRCEL EN LA BASE NAVAL DEL CALLAO!!

¡¡POR EL ENJUICIAMIENTO A ALAN GARCÍA PÉREZ COMO CRIMINAL DE GUERRA!!

¡¡POR LA LIBERACION DE TODOS LOS COMBATIENTES DEL PCP PRISIONEROS EN LAS MASMORRAS DEL VIEJO ESTADO PERUANO!!

¡¡GLORIA ETERNA A LOS COMBATIENTES DE LAS LUMINOSAS TRINCHERAS DE COMBATE!!

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¿DIFICIL DE ENTENDER?

¿Quién puede negar la crítica situación por la que atraviesa nuestro país producto de la depredadora y criminal acción imperialista que busca mantenernos de rodillas, sujetos de la esclavitud económica-política y que permanentemente renova sus estrategias geopolíticas que apuntan a defenestrar definitivamente nuestra condición de estado-nación?

¿Quién puede atreverse a negar la colusión existente entre la gran burguesía y el imperialismo quienes sin miramiento y escrúpulo alguno, sin ir mas allá de su voraz esencia explotadora hacia la clase obrera, pretenden de la manera más criminal, más aberrante arrastrar al país a la firma de un Tratado de Libre Comercio que sin lugar a dudas los enriquecerá más mientras las condiciones de subsistencia de nuestro pueblo se pauperizará de manera crítica?

¿Quién puede negar el comportamiento feudal de los terratenientes, quiénes preponderantemente están estableciendo lazos con la burguesía financiera que sin haberse despojado de un modo de producción propio de la Edad Media también pregonan la idea de entregar a la muerte a cientos de miles de campesinos pobres que con yunta, machete y azadón que a lo mejor productivamente podrán competir con hermanos pueblos como los de Somalia, Etiopia y jamás con la monstruosa maquinaria agrícola estadounidense?

¿Quién puede atreverse si quiera a dudar de la ruin, cobarde, oportunista, entreguista y criminal actitud de la izquierda ecuatoriana que en la comparsita del mes pasado (1 de Mayo) salieron unos vestidos de payasos, otros con “trajes” de revolucionarios, en fin, todos disfrazados a “tomarse” una histórica fecha que fue acuñada con la sangre del proletariado para levantar estúpida, ambigua y oportunistamente consignas que únicamente buscaban sembrar en el seno de nuestro pueblo la intencionalidad electoral que hace ya muchos años terminó por embrutecer cualquier esfuerzo o vocación de cambio?

¡Pues definitivamente nadie!, desde luego, nadie que se identifique con nuestro pueblo, nadie que elementalmente mantenga un sentido de honor, de dignidad y consecuente rebeldía.

Sobre esto y lo anteriormente citado es necesario manifestar lo siguiente: Hay que entender que el imperialismo hace lo que cree debe hacer. Veamos: entender no quiere decir aceptar, definitivamente. Ellos, desde su perspectiva tienen derecho a oprimir a los pueblos del mundo. Tienen derecho a generar todas sus estrategias para atarnos al circuito productivo de las transnacionales. Las vías para conseguir sus propósitos son múltiples, la coerción política, la desestabilización del orden “democrático”, el estimulo y patrocinio a fuerzas políticas afables con sus intereses, la firma de convenios de cooperación militar, económica (TLC) o sencillamente la fuerza criminal, cruenta y directa como son el caso en la actualidad de Afganistán, Irak, Colombia, etc.

De igual manera, ya al interior del país la burguesía, cuya naturaleza primaria es la explotación de la clase obrera en la medida de que son dueños de los medios de producción hacen lo suyo. Al poseer los instrumentos, las máquinas, el capital y sobre todo el Estado, pueden explotar a los obreros, trabajadores, a la final es su condición e interés de clase usufructuar del excedente de trabajo del obrero en la producción (plusvalía) con la finalidad de enriquecerse haciendo uso de la esclavitud asalariada. ¿Podemos acaso negarles ese derecho? No, no podemos hacerlo, insistimos, menos aun cuando el Estado les pertenece al igual que el ordenamiento jurídico administrativo, el Parlamento, el sistema de gobierno (elecciones, régimen presidencial, democracia). Si a esto le sumamos que cuentan con un Ejército, policía y demás aparatos represivos resulta evidente que gozan de todas las condiciones para explotar, para enriquecerse, para fomentar el contexto y hacer con el país lo que se les venga en gana. Esa es sin lugar a dudas la razón de ser de la dictadura burgués terrateniente.

Pero por otro lado también están los terratenientes quienes de la misma manera tienen todo el derecho de seguir explotando en circunstancias feudales a los campesinos, a los indígenas, a la final la tierra es de ellos, ahora les pertenece legalmente y aquí no tiene cabida si la expropiaron o no, la heredaron o si el estado -sobre todo en las dictaduras militares- se las otorgó sin costo alguno. A estas alturas no tiene sentido de quién fue la tierra hace siglos o antes de la conquista española o cosas por el estilo porque con toda seguridad mucho tiempo atrás otros eran los verdugos de los desposeídos. Ellos, los terratenientes, los grandes terratenientes tienen latifundios, tienen “peones”, tienen siervos uno que otro obreros agrícolas trabajando a su servicio a cambio de un mísero salario o relaciones de producción que se entiende deberían haber sido enterradas hace por lo menos un par de siglos.

Tienen el apoyo irrestricto de una fuerza ideo espiritual arcaica, mojigata que les colabora en mantener la espiritualidad rebelde de las masas indígena campesinas estacionadas, nos referimos a la iglesia católica y ahora a otras expresiones como la evangélica.

¿Y qué podemos decir del revisionismo y la izquierda electorera? También tienen sus derechos. Tienen derecho a vivir como parásitos de las ONG´s y del aparato burocrático del viejo Estado.

Tienen derecho a vivir enquistados en las universidades y en los sindicatos traficando con las luchas de los estudiantes y de los obreros.

También tienen toda la facultad para sostener su discurso indigenista y cuentear con aquello de Pachakutic y su advenimiento.

Tienen derecho a calumniar, a conspirar contra la revolución, por último esa es su esencia, el papel que le ha otorgado la burguesía para que puedan sobrevivir como un purulento apéndice.

¿Quién puede dudar de esto? ¡Nadie!, ¡absolutamente nadie! Todos ellos tienen sus derechos amparados en sus propias leyes y en su condición de clase. ¿O acaso pretendemos que en una sociedad de clases no existan contradicciones antagónicas?, desde luego, a menos que andemos rebuznando con aquello del “capitalismo popular” que resulta ser una artimaña más de nuestros verdugos, o la no existencia de las clases y la posibilidad de convivencia pacifica entre “moros y cristianos” como lo pregonaba Nikita Jrushov. ¿Quién sabe?

Hoy en día es el marco de la producción y sus distintos actores, de la cultura, de la política y aun de la ideología que ceñidos a la correlación de fuerzas entre explotadores y explotados están ahí, Esto es así ahora y lo seguirá siendo mañana y todo el tiempo mientras ellos quieren y puedan. Pero por supuesto hay que entender que la contraparte al derecho del imperialismo, de la gran burguesía, de terratenientes y de sus aliados, la izquierda rastrera oportunista electorera son las grandes mayorías, todos aquellos que directa o indirectamente, que de una u otra manera somos sujetos de explotación y opresión por cualquiera de nuestros verdugos anteriormente citados.

Hay que entender que las masas, que nuestro pueblo y fundamentalmente el proletariado también tienen sus derechos y quizá el más supremo, el más sagrado y que dialécticamente se ha consagrado en los alcances sociales como es la rebelión, la revolución y consiguientemente la captura del poder para el erigimiento de un nuevo estado, un estado que responda a sus intereses del cual pueda echar mano y le sirva para la manutención, cuidado y desarrollo de sus intereses de clase, un estado desde donde la alianza estratégica obrera-campesina-popular pueda ejercitar dictadura contra todo remanente o expresión burguesa. Esa también es una condición objetiva a la que no podemos, no queremos, no vamos a renunciar jamás.

Entonces las leyes dialécticas están sobre la mesa. Ellos pueden, quieren y tienen el Poder. Es su voluntad, es su derecho. Nosotros bajo la premisa de no querer y sobre todo no poder seguir viviendo oprimidos y explotados dictamos también nuestra voluntad y derecho a no tolerar más este oprobio. Consecutivamente está en nuestras manos, en nuestra fuerza, en nuestro todopoderosa ideología marxista leninista maoísta generar las condiciones para poner fin el derecho de aquellos y hacer prevalecer el nuestro, aquel que en el presente nos puede ligar al futuro y ese es el de la tormenta revolucionaria, el de la tempestad obrero campesino que ahogue la explotación de raíz.

Pero ¿cómo hacerlo? Pues es complejo, sin embargo hay una sola vía, y esa no es precisamente levantando proyectos subjetivos contra el imperialismo olvidándonos que la matriz, la placenta es el capitalismo. El enfoque de una lucha linealmente antiimperialista nos ponme de frente a un proceso de Liberación Nacional. Pero si luchamos contra el imperialismo soslayando la lucha contra el capitalismo, contra la feudalidad y el revisionismo ¿podemos acaso sostener firmemente que la tarea del pueblo y de la clase es la correcta? ¿Le ayudamos a la burguesía nacional a desembarazarse del imperialismo porque lo constriñe, pero quién nos salva de esa burguesía y de los terratenientes?

Hay que tener claro el enfoque de las contradicciones existentes en el país: Nación – imperialismo. Desde luego, la guerra de Liberación Nacional y todo su marco de alianzas posibilita ese esfuerzo. Pero hay que considerar que quedarían intocadas las contradicciones entre masas – capitalismo burocrático y obviamente, campesinado pobres – terratenientes semi feudales. Entonces gritar a los cuatro vientos ¡Revolución de Liberación Nacional! Suena pomposo, pero parecería que no entendimos o lo peor de todo, no quisimos aprender con la experiencia nicaragüense.

Los comunistas no le tememos a la crítica y tenemos la suficiente razón moral para cuestionar y combatir todo aquello que mina, limita o distorsiona el verdadero camino de la revolución. La única vía a la toma del poder y con ello sepultar el oprobio imperialista, la explotación de clase es la violencia revolucionaria.

Tener una lectura correcta de la caracterización socio económica del país nos pone de frente a tareas especificas coherentes con los objetivos estratégicos del proletariado.

No vamos a sumar esfuerzos fantaseando con la revolución como púberes jóvenes desencantados desenvolviendo una guerra solo en nuestras cabezas, como una ilusión, lanzando amenazas de guerra o arrogándonos la representación coordinada de organizaciones que por lo menos verbalmente plantean el tema de las armas como alternativa de lucha

La revolución clama organización. La revolución clama programa. La revolución clama proyecto. La revolución clama una vía para su concreción. Nuestro pueblo clama revolución, por consiguiente trabajemos por ella y en función de ella. Rechacemos y combatamos todo lo que atente contra este sagrado propósito aun si tenemos que irnos contra aquellos que trafican y viven en su nombre.

Hay que entenderlo bien. Hay que decirlo sin ambages. La revolución Popular en el Ecuador no podrá estar ligada jamás al esnobismo que petulantemente nos arrastra en la inmundicia de despersonificar la lucha de nuestra valoración histórica, de la concreción de nuestra realidad y contradicciones para seguir el camino Zapatista, Bolivarianista y mañana quién sabe, pero que de todas maneras sirve para la subsistencia política de esos mercaderes de la ideología que viven en medio de la inmundicia conspirativa en contra de quienes sin temor y sin sutilezas decimos, sí, somos comunistas, sí, creemos en la dictadura del proletariado, sí, creemos que la única vía para la conquista del poder es la Guerra Popular, sí, somos de aquellos que renegamos de la vía electoral o las supuestas “vías alternativas” para la revolución.

La revolución es un acto histórico, estratégico, tremendamente complejo, sobre todo en sociedades como la ecuatoriana donde la izquierda ha jugado un papel redentor de la burguesía en filas de la organización popular.

La revolución es un estadio histórico duro, cruento, que no amerita debilidades y subjetividades. La revolución es una gran minguería donde una clase desplaza a otra del Poder. Eso hay que entenderlo y sostenerlo vehementemente. La revolución es un acto donde la suma de esfuerzos cohesionados firmemente por la ideología nos conduce a un solo objetivo central: el Poder.

Mariátegui sostenía que el Poder se conquista con violencia y se lo defiende con dictadura. ¿No es eso acaso lo que ha hecho la burguesía, los terratenientes bajo el amparo imperialista? Conquistaron el Poder y lo defienden con dictadura burgués-terrateniente. Pues bien, para nosotros no es diferente. Ellos hicieron la guerra a su manera, nosotros a la nuestra, esto es Guerra Popular. Ellos tienen su dictadura, pues nosotros levantaremos sobre las ruinas de su Estado la nuestra, la dictadura del proletariado cuya primera manifestación en la etapa de Revolución Democrática de Nuevo tipo es la dictadura conjunta obrero-campesina.

No debemos temer la crítica, los comunistas la enfrentamos y la aceptamos en la medida de que coincida con los intereses de la clase y la revolución. Debemos asimilarla correctamente reorientando nuestros esfuerzos y no fomentando la dispersión. “Que se abran cien flores y compitan cien escuelas del pensamiento” esa debe ser la consigna de momento que nos permita a los distintos actores populares a buscar en base a la confrontación política e ideológica a la suma de voluntades bajo una correcta guía ideológica, caso contrario con la dispersión seguiremos aportando a que esa larga noche que envuelve a la clase y a nuestro pueblo se mantenga inmutable. El enemigo es claro, palpable, está a la vista: Imperialismo, gran burguesía, terratenientes y desde luego el revisionismo, ¿acaso está muy difícil entender esto?

ELLOS TIENEN LA TIERRA. PUES VAMOS A RECUPERARLA Y/O CONQUISTARLA Y ENTREGARLA AL SERVICIO DE LAS MASAS.

ELLOS TIENEN LOS MEDIOS DE PRODUCCION, PUES VAMOS A ARREBATARLES Y PONERLOS AL SERVICIO DEL PUEBLO.

ELLOS TIENEN SU ESTADO. PUES BIEN, DESTRUYÁMOSLO Y CONSTRUYAMOS SOBRE SUS RUINAS UN ESTADO OBRERO-CAMPESINO-POPULAR QUE SEA TRANSITO AL SOCIALISMO.

ELLOS TIENEN EL PODER. CONSTRUYASMOS EL NUESTRO CONFORME ANIQUILAMOS EL DE ELLOS.

ELLOS TIENEN UNA IDEOLOGIA TRASNOCHADA Y REACCIONARIA. NOSOTROS TENEMOS LA TOPODEROSA IDEOLOGIA DEL PROLETARIADO, EL MARXISMO LENINISMO MAOISMO. CON ESO, NOSOTROS, SIN LUGAR A DUDA ¡LO TENEMOS TODO!

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Abú Musab al Zarcawi

En reiteradas ocasiones hemos sostenido que todo aquello que el enemigo persigue, ataca o destruye es porque elementalmente atenta contra sus intereses o en definitiva es un potencial peligro para su subsistencia como clase. Por otro lado todo aquello que el enemigo aplaude, consiente o tolera es porque de una u otra manera favorece a sus intereses y lo cobija aun sobrellevando ciertas desavenencias que no se tornan en contradicciones antagónicas.

Esto hay que considerarlo en el ámbito económico político e ideológico.

Si los EEUU estimulan en América un tratado de Libre Comercio, la presencia criminal de Álvaro Uribe en el régimen representativo de Colombia. La del carnicero de Lurigancho, El Frontón, Canto Grande, nos referimos a Alan García en el Perú pues resulta obvio que para los pueblos de Latinoamérica y el mundo son factores negativos para su elemental sobrevivencia económica, política e histórica.

Pero si los mismos EEUU atacan Palestina, Cuba, Colombia, Venezuela, Irak, pues evidentemente que entenderemos que las masas de esos y tantos más países están en lo correcto, que su figura histórica tiene sentido de frente a la responsabilidad mundial de los pueblos de luchar por su emancipación.

Han matado a Abú Musab al Zarcawi y no podemos mantenernos pusilánimes ante un acto tan lamentable sin levantar nuestra voz y espiritualidad de lucha por reconocer en él a un representante digno del pueblo irakí como grandes combatientes antiimperialistas que yendo más allá de sus fundamentos religiosos y políticos sus propósitos de lucha tenían y tienen mucha concordancia con la voluntad antiimperialista de los pueblos del mundo.

Seguramente la resistencia irakí en la actualidad es un símbolo de lucha contra el imperialismo, no solo norteamericano sino europeo y sin temor a equivocarnos los maoístas lo reconocemos de esa manera pues el sacrificio de un pueblo entero entregado a expulsar al invasor se ajusta a la brega cotidiana que debemos emprender los combatientes del mundo por golpear en cualquier lugar del planeta toda expresión imperialista.

¡Abú Musab Zarcawi AKBAR!
¡FUERA TROPAS INVASORAS DE IRAK!