El fallo reeleccionista de la Corte es antidemocrático y pro imperialista

EL FALLO REELECCIONISTA DE LA CORTE ES ANTIDEMOCRÁTICO Y PROIMPERIALISTA

Octubre 20 de 2005

El miércoles 19 de octubre, al aprobar la reelección inmediata de Álvaro Uribe Vélez, la Corte Constitucional dio a conocer el fallo jurídico-político más trascendental de su historia. De su tradición de defensa de los pocos elementos democráticos de la Constitución del 91, en medio del escándalo por la compra-venta de votos, pasó a la complicidad con la implantación del fascismo desde arriba con el proyecto de “Estado Comunitario”.

El fallo es contrario al creciente clamor popular expresado repetidamente en multitudinarias protestas populares en las celebraciones de los Primeros de Mayo y en las jornadas de lucha de los 12 de octubre de 2004 y 2005, realizadas luego del portentoso rechazo a la reelección de Uribe con la derrota del Referendo en octubre del 2003.

Este fujimorazo destroza el débil “control” al autoritarismo presidencialista que afianzó la Constituyente del 91. La llamada “modulación” del negativo efecto de la reelección, con argucias leguleyas sobre la aplicación del estatuto o “Ley de Garantías”, es un distractor que también merece el repudio de los amantes de la libertad política.

Por tanto, desde la orilla democrática y popular, no puede llamarse a “adaptarse a la nueva realidad”, como lo hacen apaga fuegos de la lucha por la democracia, como los camaleónicos Serpa y Mockus; o como Navarro Wolf, que respalda la “cifra repartidora”, la peregrina “Ley de garantías” y consigna en 55 puntos de continuismo neoliberal la “seguridad democrática” de Uribe con sus fumigaciones, su Ley de protección de los asesinos del Ralito y de legalización de la intimidación. Propone, como Uribe, pagar a los usureros de la banca internacional, dilapidando el ahorro de las reservas internacionales que deben invertirse productivamente. Son cartas socialdemócratas para mantener el modelo.

El fallo reeleccionista ratifica el carácter oligárquico y proimperialista del Estado y deja evidente la bancarrota de la Constitución del 91. Se abre paso el asalto de las principales instituciones del Estado por el poderoso grupo que lidera Uribe desde la jefatura del Estado, con el auspicio de los yanquis imperialistas. Está claro que con las ventajas del sistema electoral, con la estampida clientelista hacia grupos uribistas, con más lentejismo de todo color y la ayuda de los narco-paramilitares, Uribe, el presidente-candidato, quedará con la mayoría de curules parlamentarias el 12 de marzo de 2006.

La reelección inmediata aviva la polarización política y social e incrementa las larvadas contradicciones entre oligarcas. Al tiempo, favorece el fortalecimiento del movimiento de oposición al régimen que, con la combinación de todas las formas de lucha, redoblará su vocación de poder y el esfuerzo por ser gobierno alternativo al modelo de opresión y explotación. Los opositores al régimen están convencidos de que Uribe Vélez es derrotable, así sus miles de trampas le lleven a la reelección como presidente en mayo de 2006. Además, cabe dar fuerza a la lucha por un cambio de fondo a la Constitución, realzando la consigna democrática de Constituyente al servicio del pueblo y la soberanía nacional.

Comité Ejecutivo Central
Partido Comunista de Colombia (Marxista-Leninista)