Que algo cambie para que todo siga como está

QUE ALGO CAMBIE PARA QUE TODO SIGA COMO ESTÁ

Las FAL 22 de agosto votamos el 11 de marzo al FREJULI entendiendo que su triunfo crearía mejores condiciones para profundizar la lucha y organización popular.

Varios años de resistencia del pueblo, sus sindicatos clasistas y combativos, sus organizaciones revolucionarias, habían convencido a la dictadura que perdía menos enfrentándose con las urnas que con las armas guerrilleras y las barricadas populares.

El viejo sueño de Lanusse y los monopolios de unir a todos los patrones tras el mando del imperialismo, no había podido lograrse. Sin embargo, suficientes "representantes" de este proyecto llamado GAN dentro del FREJULI, mostraban a las claras que no todas las cartas estaban jugadas.

El 25 de mayo participamos al pueblo en la alegría de la batalla ganada frente a la dictadura y en el rescate de los combatientes encarcelados. A partir de ese momento , la movilización popular comenzó a transformarse en un importante factor de presión, en el cual se apoyaron los sectores progresistas del gobierno para conquistar importantes medidas democráticas.

Los que habían conciliado con la dictadura, sus viejos cómplices de adentro y de afuera del peronismo, preparan entonces su ofensiva, concentrando sus fuerzas en la imposición del llamado "Pacto Social" Rucci-Gelbard, a espaldas y contra los intereses del pueblo trabajador.

El acuerdo "entre caballeros" de los traidores sindicales con los representantes de la patronal, es el primer paso para embarcar al pueblo en una "Reconstrucción Nacional" basada en el sacrificio de los trabajadores (congelamiento de salarios, aumento de los servicios públicos,' etc.) y el bienestar y estabilidad de los empresarios nacionales y extranjeros (Créditos, inversiones, franquicias, etc.).

El 20 de junio los sectores más reaccionarios del peronismo inician su escalada para retomar la totalidad del poder político en el país y desandar el camino de expectativas que debieron conceder durante la campaña electoral.

La masacre de Ezeiza intenta frenar la combatividad del pueblo, y no casualmente, sus ejecutores han contado y cuentan con el aval oficial, que institucionaliza el fusilamiento y la tortura.

El discurso del Gral. Perón del día 21 sirve a estos sectores para profundizar su ofensiva desmovilizadora y represiva. Los ataques contra los sindicatos combativos, el desconocimiento a los compañeros revolucionarios de la J.P., la amenaza a las organizaciones revolucionarias, se asientan sistemáticamente en conceptos y frases de este discurso.

"De casa al trabajo y del trabajo a casa". Es la consigna predilecta de los que no quieren que los trabajadores protagonicen su destino a través de la lucha, de los que quieren que sigan confiando, no en sus , propias fuerzas y si en las habilidades de algún "genio" que salve al pueblo. "Sólo el pueblo salvará al pueblo".

Ningún cambio revolucionario se ha producido jamás sin la participación activa del pueblo en lucha. Y aún nada de fondo ha cambiado en el país.

¿Acaso cesó la entrega de nuestra patria al imperialismo?
¿Acaso cesó la explotación a nuestros trabajadores?
¿Acaso cesó la injusticia del hambre y la miseria para la mayoría y el lujo y la riqueza para unos pocos?
Ni siquiera la represión ha cesado, como lo comprobamos en Ezeiza, o en la concentración de los lisiados, o en San Francisco.

El 13 de julio, los viejos aliados de Lanusse consolidaron su poder mediante un golpe palaciego. Tras el demagógico objetivo de "Perón Presidente", deseado por la mayor parte del pueblo, ocultaron la defenestración de los sectores progresistas del gobierno, únicos representantes electos del programa popular.

La existencia de corrientes combativas y revolucionarias en el partido oficialista y el gobierno, era intolerable para los reaccionarios de nuestro país y para los monopolios extranjeros. En esas condiciones no existían, suficientes garantías de "paz social y estabilidad", como para planificar sin interferencias su proyecto de opresión y explotación para nuestro pueblo y nuestra patria.

La contraofensiva popular, expresada a través de decenas de conflictos, los sindicatos clasistas y las organizaciones revolucionarias, comienzan a marcar a fuego a los personeros más visibles de la nueva represión.

Los acuerdos políticos y económicos que se están tejiendo a espaldas del pueblo nos hacen recordar mucho al repudiado GAN de Lanusse, modernizado y retocado: trabajo y sacrificio para el pueblo - Ganancia y estabilidad para los patrones y el imperialismo.

Los proyectos actuales del gobierno cuentan, sospechosamente, con el total apoyo de los entes empresariales, los grandes industriales y financistas, y la totalidad de los partidos y hombres que se sucedieron durante los últimos 18 años en el poder; años de miserias e injusticias.

Estos proyectos no pueden por lo tanto representar a los intereses populares.
Frondizi, Balbín, Guido, Onganía, Levingston, Manrique, Alsogaray, Rucci, Gelbard, Carcagno, Betty, etc., todos acuerdan con el actual plan de gobierno.

¿Es que se han vuelto de pronto populares?

Y aunque Lanusse no haya hecho declaraciones, tememos que esté sonriente, ya que su "original proyecto está en marcha: la mayoría de los viejos partidos unidos a las Fuerzas Armadas, preparan una nueva estafa al pueblo.

Por respeto y cariño a los trabajadores y revolucionarios peronistas quisiéramos creer que el Gral. Perón está "cercado", "secuestrado", "engañado", impedido de ver la realidad de nuestro pueblo. Un pueblo largamente explotado, oprimido y asesinado por los mismos que el General hoy tiene como aliados.

Para nosotros, este nuevo GAN que intentan orquestar partidos y Fuerzas Armadas, con el beneplácito y apoyo de los monopolios, debe hacernos reflexionar sobre quiénes están con el pueblo y quiénes en su contra, en la hora actual.

En nuestra sociedad dividida en clases, los patrones "trabajan" para mantener a sangre y fuego este sistema que los beneficia y enriquece y los explotados y oprimidos luchan por su liberación y la grandeza de todo el pueblo.

Los duros años de gobiernos patronales han enseñado muchas cosas al pueblo y a las organizaciones revolucionarias. La lucha contra la dictadura, ha contribuido a demostrar quiénes somos los que hemos luchado consecuentemente junto al pueblo contra los explotadores e imperialistas y quiénes los que no han hecho más que negociar la sangre y el salario de quienes dicen "representar".

Porque no empezamos a luchar ayer.
Porque muchas veces nuestro pueblo ha sido traicionado por los viejos políticos y los delincuentes sindicales.
Porque la lucha del pueblo la hemos llevado desde adentro del mismo.
Porque jamás nos pudieron apartar de los objetivos del pueblo ni mediante la coima, ni mediante la represión.

Nadie puede acusar a los revolucionarios ni directa ni indirectamente de otra cosa que no sea haber dado nuestra vida y nuestra libertad, para terminar de una vez por todas y de la manera más rápida posible con la explotación, el hambre, la miseria y la entrega de nuestra patria.

Sí en cambio podemos acusar nosotros a aquellos que han aprovechado las necesidades del pueblo para ponerse al servicio de los explotadores y vender a buen precio su traición, como lo han hecho los sindicalistas de escritorio y los políticos de palabra.

Con ellos, y no con el pueblo que lo considera su líder y ha luchado incansablemente para traerlo a la patria, se reúne hoy Perón.

Con ellos ha resuelto planificar la política para el país desde el gobierno.

En su agenda política están los RUCCI, FRONDIZI, CARCAGNO, LÓPEZ REGA, MANRIQUE, BALBÍN.
EL PUEBLO SIGUE SIENDO EL GRAN AUSENTE EN EL DIÁLOGO.

En sus últimos discursos, el General Perón no habla de las necesidades del pueblo, sino de sus obligaciones.

Estamos seguros que esta no es la hora de seguir "persuadiendo" a nuestro pueblo trabajador sobre cómo debe comportarse.

El pueblo sabe muy bien lo que hace cuando lucha: la olla de los pobres no se llena con discursos, mientras el patrón paga sus lujos con nuestro sudor y nuestras privaciones.

Esta no es la hora de dejarnos explotar mansamente para "atraer" a los capitales extranjeros

Sólo terminando con la explotación pondremos el producto del trabajo al servicio del pueblo.

Sólo expulsando al imperialismo y expropiando sus empresas lograremos la liberación de la patria.

Sólo organizando nuestra propia lucha
sólo confiando en nuestra propia fuerza
ganaremos la patria socialista
sin explotadores ni explotados.

SI AHORA
NO LES DAMOS DURO...
¿CUANDO...?

F.A.L.
FUERZAS ARGENTINAS DE LIBERACIÓN - 22 DE AGOSTO

Agosto de 1973
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FUENTE: "MILITANCIA PERONISTA PARA LA LIBERACIÓN", Nº 12