Presencia de los movimientos insurgentes en el Ecuador

PRESENCIA DE LOS MOVIMIENTOS INSURGENTES EN EL ECUADOR


“Regresó desde los cerros, donde moríamos a la luz del frío
Desde los ríos donde moríamos en Cuadrillas.
Desde las minas, donde moríamos en rosarios
Desde la muerte donde moríamos en grano
César Dávila Andrade EL KAFIR


PRESENTACION:

Dentro de una sociedad tan dolorosamente polarizada, no puede jamás hablarse de práctica verdadera de justicia, dignidad y libertad. La historia ecuatoriana esta marcada por la constante pugna entre unos y otros en busca de esa igualdad. Y esto persiste desde tiempos coloniales inconcretos a una modificación alguna, por la enorme diferenciación del poder económico de la oligarquía y el pueblo.

En este contexto histórico, de la lucha social frente a regímenes de explotación aparecen formas y caminos distintos a tomar, como respuesta de liberación y rebeldía que busca la dignidad de un pueblo, precisamente este imaginario se trasluce en un movimiento insurgente que estas líneas tratarán de interpretar en un recorrido sucinto de los paradigmas revolucionarios que supone la fantasía, y toda esa realidad oculta de los hechos; pero también significa una reflexión por ese ideal, por el cual sacrificarse, aún esta entre nosotros.

Sebastián Sánchez
Octubre 8/2003

In memoria de Ernesto Che Guevara
El hombre nuevo.


1. De los Inicios.

Como consecuencia de los diversos factores sociales, económicos y políticos, el proceso histórico ecuatoriano toma gran significación con la Revolución Alfarista de 1895, fruto de una intensa lucha librada por montubios, indios, cholos y negros, en verdad de todo un pueblo que formaron fila en las “Montoneras Alfaristas”.

En esencia, la presencia de Eloy Alfaro, permitió la apertura del marco institucional del estado, la iglesia dejó de ser el ente ideológico y de control de las incipientes organizaciones mutuales de artesanos y gremios de aquel tiempo, que al postre serán los primeros embozis de las organizaciones de izquierda.

En este sentido, las primeras organizaciones obreras liberales se forjaron a fines del siglo 19, gracias al fervor de un ciego cubano, entrañable amigo de Alfaro llamado Miguel Albuquerque, gran organizador y activista, fundó la sociedad Hijos del Trabajo y la Confederación Obrera del Guayas.

Sin lugar a dudas, a partir del ascenso del viejo luchador, se conoce el interesante despertar de las organizaciones gremiales, que tomaron el espíritu rebelde del pueblo, pero este intento organizador se frustró luego del asesinato de Alfaro y el dominio explotador de liberalismo oligárquico.

No obstante, a la par de la crisis y pobreza de los inicios del siglo 20, cobró real importancia la corriente anarquista entre los obreros del pueblo, Guayaquil se destacó por su influencia política europea y sus ideas recorren las calles entre los ferrocarrileros, cacahueros y marinos que fueron los mejores agitadores del ideal socialista – libertario y conformaron la Federación Regional de Trabajadores del Ecuador FTRE, de vertiente libertaria; esta labor intensa de muchos hoy desconocidos, fue liquidada del 15 de noviembre de 1922 cuando miles de cadáveres fueron arrojadas al río Guayas.

Pese a tan brutal represión en 1924, se fundó en Quito el grupo socialista “Antorcha” y el grupo de Ación y propaganda “ Lenin”. La acción de este grupo de izquierda tuvo un verdadero protagonismo en la llamada Revolución Juliana en 1925. Esta coyuntura política resultó favorable para el desarrollo organizativo de la izquierda socialista, el 16 de mayo de 1926 se fundó el Partido Socialista Ecuatoriano PSE, con mucho entusiasmo de los sectores intelectuales, laborales y estudiantiles. Su declaración de principios reflejaba una clara ideología marxista al promulgar la socialización de los medios de producción y la Dictadura del Proletariado.

Sin embargo, por las propias circunstancias en que nacía el PSE, no tuvo una férrea unidad ideológica, ni política y en 1932 se dió la primera crisis partidista y el sector disidente (constituido mayoritariamente por intelectuales) se separó e inicia su proceso de formación del Partido Comunista del Ecuador (PSE) el que se constituye en 1932. Entre tanto la tendencia socialista se encaminó hacia la política colaboracionista con los gobiernos y se volvió Socialdemócratas. Esta tendencia colaboró junto con velasquistas, conservadores y liberales también formó parte de la Alianza Democrática Ecuatoriana que dirigió a la denominada revolución del 28 de mayo de 1944 que imprimió un carácter protagonista a la Constitución de 1945.

Tras una larga lucha interna entre las tendencias revolucionarias del Partido; en 1953, fue electo Secretario General del PSE, el Doctor Manuel Agustín Aguirre que marcó una diferencia en la conducción y fue el inicio de la formación del Partido Socialista Revolucionario PSRE en 1963; como partido marxista antiimperialista, antioligárquico y antifeudal, y con un orden táctico que abogaba por la lucha revolucionaria y la insurrección armada.

2. De la euforia revolucionaria

Un fenómeno, a primera vista se observa, el triunfo del Movimiento 26 de Julio en Cuba a comienzos de 1959 esto influye hondamente en América Latina y sobre todo en los movimientos de izquierda.

En este contexto, las simpatías por la Revolución Cubana, fue un fenómeno amplio en el Ecuador de los años 60s, desde lo ideológico y lo político, hasta lo cultural, así una joven intelectualidad impugna virulentamente “El tzantzismo”, critica el orden, en busca de las auténticas raíces. En medio de este clima de rebelión todos los sectores adherentes y simpatizantes, formándose un movimiento político significante, nutrido de estudiantes secundarios y universitarios; aparece la Unión Revolucionaria de las Juventudes Ecuatorianas URJE, con apego a la lucha armada y al Fidelismo Cubano como paradigma revolucionario

Estos hechos históricos hacen que los partidos políticos de izquierda se distancien en cuanto influencia de esa nueva práctica revolucionaria de Fidel Castro y Ernesto Che Guevara así el Partido Comunista criticó el foquismo como táctico sin embargo la URJE, el PSRE y algunos miembros del PC de Pichincha, deciden establecer el Proyecto Revolucionario fracasando en el primer momento, capturados y detenidos y su principal Líder Jorge Rivadeneira expulsado del partido comunista. Las situaciones antes mencionadas, partió el interior del Partido Comunista, en 1964, luego de una cruenta lucha ideológica, aparece el Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador PCMLE de clara tendencia Marxista, precisamente en medio de una desatada represión de la Dictadura Militar de tinte fascista que incurre en la violencia contra los movimientos de izquierda oficiales, obligándoles a ir a la clandestinidad.

A pesar de la fuerte arremetida, la lucha social continua en el campo, y se implantó una Reforma Agraria para aliviar la efervescencia revolucionaria, al parecer desarticulada la URJE, en 1965 se reorganiza un nuevo movimiento “Vencer o Morir” VM con dirección del incansable revolucionario Jaime Galarza, “el negro” que se basó en trabajo en el campo, su poco grado de organización y el clásico infiltramiento desarticularon este proyecto de finales de los 60s.

En efecto, los años de euforia revolucionaria, trajo consigo el aumento significativo de la movilización política y el aparecimiento de grupos insurgentes cronológicamente: URJE, la guerrilla del Toachi 1962, VM, vencer o morir 1965; en el mismo año se crea un grupo poco conocido DOS, Destacamento de la Organización Secreta, que diera origen al MIR, movimiento de izquierda revolucionaria y para finalizar esta etapa 1969 aparece un grupo denominado AU – shyris “Pueblo en Guerra” que se presenta con una actividad importante al secuestrar dos aviones de TAME y van rumbo a Cuba.

Por supuesto, todos estos hechos, expresaron la inmensa afinidad política de jóvenes con la lucha armada y la crítica interna que se realizaba a los partidos de izquierda, por lo demás, la magnitud de cada una de las acciones o la poca relevancia de otras, son iniciativas insurgentes que no de las puede desconocer y se inscribe en el eje histórico de proceso revolucionario ecuatoriano.

3. De la urgencia revolucionaria.

De la sustancial etapa de lucha antiimperialista que va desde la revolución Cubana, hasta la experiencia Chilena y el derrocamiento de gobierno socialista del Salvador allende, surge en Latinoamérica Régimes dictatoriales y militaristas de tipo violento. Con esta coyuntura política de terrorismo estatal, urge una respuesta insurgente con otra forma de accionar: redes urbanas clandestinas.

Uruguay experimentó un interesante proceso El Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, guerrilla urbana que adopto a las realidades técnicas, materiales, políticas y sociales del país y sobretodo de Montevideo y aplicándose conscientemente a estrategias de la guerrilla urbana.

A propósito un ex comunista Brasileño Marighella contribuye enormemente con el manual de Guerrilla Urbana y su accionar acorde al espacio citadino en base pequeñas células guerrilleras orientadas a objetivos concretos, con tácticas psicológicas de intervención y progresiva desestabilización del gobierno en el poder.

Ciertamente, Marighella fundó el grupo luchador Acao Libertadora Nacional ALN en Brasil, que a pesar de ser diezmada varias veces, sin carga ideológica y táctica, fue un paradigma del guerrillismo urbano y referente en Brasil para otras formaciones insurgentes.

Con esta misma forma, vale el caso mencionar la fugaz actividad revolucionaria del grupo Montoneros Comandado José Valle de Argentina que hace su presencia con esta línea urbana de desestabilización al secuestrar a un ex presidente de Argentina

Por lo demás la línea de acción urbana, es referente de importancia a posteriori en el caso de las organizaciones político militar de Ecuador que junto con la coyuntura centroamericana de los años 70s, lucha decisiva que se cristaliza con la victoria Sandinista de 1979,son puntos claves que gravita en los procesos insurgentes latinoamericanos, necesidad insurgente por el lapso dictatorial de regímenes fascistas, como el caso Chileno de Augusto Pinochet, dictadura de corte violenta que asesina y persigue a movimientos estudiantiles, y partidistas, la lucha emerge desde el Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR y posterior el comando Manuel Rodríguez que dio dura lucha al régimen militar en el poder.


Un punto aparte, constituye el escenario Colombiano herederos de la violencia política partidista entre liberales y conservadores, de entre este conflicto emergen diferentes organizaciones insurgentes que por los años se han caracterizado. Una de ellas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC, dirigidas por las por el legendario Manuel Marulanda “tiro fijo”; de corte marxista comunista; por otro lado el Ejercito de Liberación Nacional; fruto de liderazgo del cura Revolucionario Camilo Torres, de ideología Guevarista y con real fuerza del padre español Manuel Pérez; A posterior hace presencia una formación guerrillera de corte reinvindicadora nacional que fue el movimiento 19 de Abril M-19 de mucha influencia en la formación de organizaciones ecuatorianas.

No concluimos estas referencias, sin olvidar a Perú. El accionar y el intento troskista del líder Hugo Blanco, permanecen en la Historia de los movimientos insurgentes peruanos, junto con la presencia de organizaciones de Liberación Nacional que lucharon juntos al Che Guevara en Bolivia.

Estos referentes históricos hacen desembocar en la principal formación guerrillera ha inicios de los 80s, Sendero Luminoso movimiento ideológico maoísta, bajo el mando de Abimael Guzmán. Así mismo aparece el Movimiento Revolucionario Tupac Amaro MRTA, que recoge el ideal Guevarista de Liberación Nacional.

Al final, esta fuera de toda duda, las formaciones insurgentes latinoamericanas serán un referente en la constitución o reagrupamiento de los movimientos insurgentes ecuatorianos.

4. De las experiencias últimas.

Ecuador, se reinserta primero en el proceso de democratización de América Latina, en este escenario político, inicios de años 80s las diversas organizaciones de izquierda se identifican con la fresca revolución Sandinista, con este referente se van agrupando jóvenes con el interés de buscar la autenticidad del accionar revolucionario y en esa búsqueda, libre del tradicional dogmatismo marxista, se encausa el ideal histórico de la patria y como guía ideológica de características similares a Sandino encuentra en el Viejo luchador Eloy Alfaro, el símbolo de la lucha armada en el Ecuador.

La primera fase de formación y adoctrinamiento va hasta mediados de los 80s, donde ya la naciente organización esta estructurada en ciudades de Quito, Guayaquil, Cuenca y Esmeraldas; con rasgos tipológicos-organizativos que recuerda a los Tupamaros uruguayos, (líneas atrás mencionados). Confluyen varios núcleos rebeldes, en lo que se llama Frente Revolucionario del Pueblo Eloy Alfaro FRPEA; uno de sus comandos arengan y pintan paredes con la consigna de Alfaro Vive Carajo, que luego se le conoce como AVC, agrupación política - militar, de tipo urbano y de características juveniles por su extracción medio y estudiantil

Ahora bien; AVC sin duda marcó un hito en el desarrollo de los acontecimientos del país, con la consigna;¡ derrotar a la oligarquía o moriremos en el intento! Corrió mucha sangre y principalmente de sus lideres, entre ellos Arturo Jarrín. El gobierno funesto de Febres Cordero dio al traste con el proyecto Revolucionario y todo lo que fue su propósito, en virtud ,AVC fue una guerrilla inconclusa, a pesar que su accionar denotó valentía y heroísmo que le permitió atraer a la opinión pública, incluso por acciones conjuntas con el M- 19 Colombiano de mucha trascendencia internacionalista.

Al parecer, de los núcleos fundadores del Frente Revolucionario del Pueblo Eloy Alfaro FRPEA y por cuestiones tácticas, se agrupan revolucionarios bajo el ideal reivindicativo del proceso histórico del pueblo, esto incide en la formación de “Montoneras Patria Libre” MPL, con una clara disposición de acumulación clandestina de fuerzas y la construcción progresiva del poder.

Con el propósito de lucha prolongada MPL, continúa luego de su aparecimiento simbólico en el templo de la libertad 1886, y su accionar asume el compromiso y la mística del carácter histórico de la lucha y del proyecto insurgente.

Eximiéndose al momento, en el Ecuador de estos tiempos con la crisis más aguda de la historia Nacional, suma de dificultades económicas Sociales y políticas de toda una década, fueron fugases los agrupamientos contestarios por su intermitencia han pasado por desapercibido; es el caso del grupo “Sol Rojo”. Puka Inti, de clara tendencia Maoísta – Partido Comunista Marxista Leninista Maoísta supuestamente de ideología Senderista Peruano pretendió surgir, sin rebasar ninguna expectativa entrega las armas en un hecho inédito y hasta dudoso.

Al parecer bajo líneas similares aparece, el grupo de Combatientes populares 1997, como agitador de la lucha urbana y de combate callejero en protestas Populares, con participación juvenil especialmente reclutados de la Juventud Revolucionaria Ecuatoriana. JRE, ligado al Partido Comunista Marxista Leninista PCML.

En esta geometría política, no se descarta el surgimiento de poderosos movimientos sociales, como el indígena y su capacidad de afectar propuestas políticas coherentes, no obstante hasta ahora no lo han logrado la confianza por una visión ambiciosa, llena de misterios y vericuetos sectaristas.

Con este punto aparte muy necesario sobre los movimientos indígenas se inicia un nuevo milenio con un latente sentir de movimientos insurgentes ecuatorianos GCP, MRP, de reciente aparición en la ciudad de Guayaquil, con perspectivas también maoístas y disidente de los mismos GCP , y por último , una iniciativa continuadora dela tendencia política-militar del Alfarismo revolucionario, la Alfarada Montonera, bajo la consigna PATRIA ALFARO LIBERACION , que pretende sintetizar los ideales de liberación de Bolívar , Alfaro y el Che ,formaciones revolucionarias tanto distintas en cuanto disposición y comportamiento funcional como la posibilidad de ser un elemento constructor del proceso revolucionario del Ecuador.

5. De la fractura del tiempo. Reflexiones finales.

Es eminente los cambios de paradigma en estos tiempos vertiginosos, transformaciones tecnológicas, económicas, políticas y culturales hacen más pragmática las formas de vida. Precisamente este carácter complejo de la actualidad, también imprime rasgos sustanciales al interior de los movimientos insurgentes. El Zapatismo mexicano lo entiende y desde su insurgencia en la lucha política de México, nace como un cuestionamiento a la vieja forma de accionar de los partidos políticos y demás movimientos. El Ejercito Zapatista de Liberación Nacional FZLN, recoge el sueño libertario de los Hermanos Flores Magón ideólogos de la Revolución Agrarista y su líder Emiliano Zapata y los revitaliza con los valores étnicos del pueblo indígena del sur de México, en una posición crítica al dogmatismo del izquierda, “no somos marxistas ni capitalistas” lanza como poema el subcomandante Marcos, con la razón vital de producir un nuevo liderazgo revolucionario, al reencarnar la utopía rebelde del Hombre nuevo Ernesto Che Guevara.

En suma, gracias a la fractura del tiempo, hoy se vive una nueva dimensión, más allá del silencio que impone el poder, aún existe la inspiración de lo nuestro, aquel “ethos generacional” que busca una tierra sin capataces, ni amos, signo implacable de la liberación del pueblo.

Porque aún no es demasiado tarde, a esta altura es vital, la reflexión, después del grito y silencio, del hueso y la lágrima que se ha descrito alrededor de estas páginas, como muestra lógica de las experiencias insurgentes en Ecuador y Latinoamérica.

Los cambios políticos significativos durante las décadas de los 60s y 70s fueron resultado del accionar de movimientos insurgentes que enfrentaron a la estrategia violenta de los regímenes dictatoriales y militares.

El hecho más sorprendente de la política revolucionaria en Latinoamérica, consiste en que las únicas revoluciones socialistas, no fueron organizadas, ni apoyadas por partidos políticos de izquierda, sino por el contrario, formaciones políticas y movimientos insurgentes. Ni el partido Comunista de Cuba, tampoco el de Nicaragua, jugaron papel preponderante en el avance del proceso revolucionario.

Se asiste a un nuevo período histórico donde los proyectos político revolucionarios recoge las experiencias pasadas y los transforma en pragmáticas “in act” despojándolo de todo dogmatismo, que garantice a la nueva vanguardia la construcción objetiva y subjetiva del auténtico poder del pueblo.

Por todo eso, no quiero finalizar sin recordarles las palabras que abrieron estas líneas, porque el volver es alegre, como aquellas ovejillas regocjantes en el campo cuando sombrea la tarde.

Sí, ahora hemos vuelto para ser millones, lo anunció un día, Tupac Amaru Apostémolo, así se lo hará.

Patria, Alfaro, Liberación...

ELA - ECUADOR