El Paliacate, (Vol.1, No.7) 2do. Trimestre 2003

"EL PALIACATE" #7, ERPI

E L P A L I A C A T E

Volumen 1, Número 7, 2o trimestre de 2003

A ESCALAR NUESTRA SOLIDARIDAD REVOLUCIONARIA

- ¿Qué hacemos las organizaciones insurgentes ante las agresiones de USA?

- ¿Cómo debe de ser nuestro espíritu militante?

- ¿Cómo ir más allá del Día Internacional de la Mujer y lograr un verdadero proceso liberador?

- Entrevista a compañeros sobrevivientes del PDLP

- ¿Cuáles son las diferencias entre la cultura popular y la cultura comercial?

Dirección Nacional ERPI
Consejo Editorial: Ciro, Ramón, Ramiro, Maíz
Equipo Técnico y Gráfico: Dionisio, Marisol, Diana, Elena, Tom, Jerry, Grillo, Piolín, Maíz

Consejo de Inspiración
Política: Capitán Insurgente José, Ricardo Flores Magón, Gamal Nasser.
Estética: René Villanueva, José Guadalupe Posada, Badir Shákir al-Sayyab.

¡CON EL PODER POPULAR, EL PUEBLO UNIDO VENCERÁ!
Página: http://tierra.ucsd.edu/erpi
Correo Electrónico: erpi@tierra.ucsd.edu

NOTA: La inclusión de todos los artículos de esta publicación es exclusiva decisión del Consejo Editorial. El criterio para la publicación es la afinidad de nuestros pensamientos y no necesariamente algún compromiso político de los autores.

IMPORTANTE: Esta revista está dirigida a todos los ciudadanos de nuestro país, quienes tenemos derecho a la información, a la libre expresión y a ejercer nuestra libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia (derechos plasmados en los Artículos 6 y 7 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos), y del mundo. Advertimos: La lectura y/o posesión de esta revista no significa militancia en nuestra organización. Por lo tanto, cualquier medida represiva es estricta responsabilidad del gobierno.

POR EL MÉXICO QUE SIEMPRE SOÑARON NUESTROS HERMANOS PATRIOTAS CAÍDOS EN AGUAS BLANCAS Y EL CHARCO, PRESTOS A SEGUIR LUCHANDO

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ÍNDICE


EDITORIAL
La mujer en México y en el movimiento revolucionario
en tiempos de la dictadura universal


CÓMO LA VES DESDE 'AI
El Imperio se expande a garrotazos y el
pueblo organizado se defiende


DETRÁS DEL PALIACATE
Comunicado #29

Comunicado #5 - Comité Estatal de Guerrero


NUESTRO PENSAR
El espíritu militante

Los campos de desacuerdo nacional


HACIENDO CAMINO
El Control Militar del planeta
Samir Amín

El 11 de Septiembre, ¿Fue un trabajo interno?
Entrevista a Ralph Shoenman

Contra la desesperanza
Un compa internacionalista


TELESCOPIO
La Batalla por América del Sur
Heinz Dieterich Steffan


CONOCIENDO A...
El Baaz en perspectiva


PINCELADAS
Carta a un guerrillero

No es sino Irak

Hombres de niebla

René Villanueva y la cultura popular

Comunsentimina

Comunsentimina Fortificada I


PASEOS POR EL TIEMPO
Entrevista a compañeros sobrevivientes
del PDLP


MEGÁFONO
La carta que quise escribir a
nuestro Comandante Lucio Cabañas Barrientos

Frenando a la soberbia


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EDITORIAL
La mujer en México y en el movimiento revolucionario en tiempos de la dictadura universal

Mujeres y niñas brutalmente asesinadas en el desierto. Gobiernos cómplices e ineptos. Impunidad reinante para los perpetradores de este crimen de lesa humanidad. Voces oficiales que hablan de vacías ayudas humanitarias y jurídicas para resolver el problema. Son situaciones que se viven no solamente en Irak sino que padece aquí mismo en nuestro territorio mitad de la población mexicana. Mientras que el imperio desmenuza a mujeres iraquíes en este último capítulo de su guerra permanente, en México el neoliberalismo y los oscuros intereses que beneficia arremete implacablemente contra los más básicos derechos humanos y sociales de la mujer, especialmente las trabajadoras y campesinas.

En los últimos diez años 300 mujeres han sido asesinadas y 3000 desaparecidas en Ciudad Juárez. Muchos de sus cuerpos han sido arrojados en las mismas zonas desérticas luego del mismo y sencillo modus operandi criminal. Pero aun así las ‘investigaciones’ son ‘infructíferas’. Todo apunta a la autoría de las mafias, sean el narco, los traficantes de órganos y/o los productores y distribuidores de los video snuff (videograbaciones de la tortura, violación y muerte de mujeres). Por consecuencia, la mano de la mafia protectora mayor, el Estado, no se puede negar.

Ante esta realidad, el gobierno se queda inmóvil insistiendo en viabilizar la perpetuación de este femenicidio. Desacatando las recomendaciones de la CIDH, Fox se niega a tratarlo como asunto de jurisdicción federal, encubriendo así a los criminales que muy probablemente tienen relación con el consentido cártel del Golfo. Su desubicada esposa, la mitad más verbosa de la ‘pareja presidencial’, ni toca el tema pese a su hueco discurso del empoderamiento de ‘sus hermanas’. En el Día Internacional de la Mujer, día que conmemora los sacrificios de mujeres obreras y comunistas a quienes les daría nausea sus palabras, Marta Sahagún, con la ilustración que se ha llegado a esperar de ella, habló de “defender lo que con tanto trabajo hemos logrado en ser y el hacer... No nos confundamos, equidad de género es lograr ese gran acompañamiento entre hombres y mujeres a favor del trabajo digno, del respeto mutuo, del reconocimiento mutuo, del reconocimiento sincero a nuestro proyecto de vida, de caminar de manera conjunta.” Como Cantinflas (cuyas películas bien reflejan la visión de ‘equidad’ de género del gobierno) Sahagún deambula verbalmente para no decir, criticar o proponer nada que pudiera beneficiar a las mujeres.

Amonestar el papel activo y los vacuos pronunciamientos de Marta Sahagún no es machismo criollo como lo sugiere su vocero Vicente Fox. Este recurso, que también inescrupulosamente emplean las deshonestas dirigentes partidistas como Amalia García, Rosario Robles, Dulce María Sauri y Beatriz Paredes, entre otras, pretende desviar la atención a la verdadera misoginia que caracteriza la política social del PAN y los efectos del neoliberalismo. Además de desempeñar un papel peligrosamente anticonstitucional en la vida política del país, Sahagún encabeza una ofensiva del oscurantismo contra el estado laico y las protecciones legales que garantizan los derechos laborales, reproductivos, domésticos y civiles de las mujeres.

No hay que ir más allá de la actuación de las autoridades panistas en Guanajuato, semillero de los neocristeros, que ilegalmente le negaron a una mujer de diez años mentales el derecho a abortar el producto de un ultrajo. Castigan así a la indefensa víctima sin capacidades intelectuales para el embarazo y la maternidad y, sin embargo, no actúan en contra del agresor que por el solo hecho de tener relaciones con una mujer de diez años es culpable de violación. Igualmente sancionable es la elaboración y difusión de las Guías de Padres que la paraestatal Vamos México está logrando en colusión con la SNTE y TVAzteca. El magisterio y los medios, que deberían defender la educación laica y progresista y el derecho a la información objetiva para el bien común, respectivamente, se esfuerzan en participar en la reaccionaria embestida ideológica que en último término busca debilitar a la ciudadanía y desmantelar los deberes sociales del estado. El retroceso que representan los textos en cuanto a educación sexual, prevención del SIDA y la democratización de las relaciones familiares (predicando la abstinencia, ignorando el uso del condón y represivamente tratando a las jóvenes como borregos en vez de plenos agentes sociales) no son otra cosa que los primeros pasos de regreso a la barbarie. En este esquema, la mujer es la primera que sufre al ser despojada de lo que ha logrado con sus luchas como el “trabajo digno y el respeto mutuo”. El ‘acompañamiento’ aludido por Sahagún se reduce a la subordinación bíblica ante el hombre que manda.

Esta barbarie de los legionarios y el Opus Dei cuaja naturalmente con el capitalismo salvaje que el estado impulsa apoyándose justamente en los medios monopólicos y los sindicatos sistémicos. No hay que olvidar la responsabilidad de las mismas maquilas desreguladas en los homicidios de Juárez. Con el ultraconservador Abascal como titular de la STPS, los trabajadores se encuentran en un mercado de trabajo totalmente flexibilizado que permite a las ensambladoras desentenderse de las mínimas prestaciones sociales. Así, las administraciones de las maquiladoras, con el pretexto de bajar costos para elevar la competitividad, han podido eliminar servicios de transporte para las obreras y acentuar su vulnerabilidad. Si el proyecto neoliberal avanza aun más con la entrada en vigor del ALCA, los resultados para las mujeres, al no contar con protección laboral alguna y al desaparecer apoyos mínimos estatales (en lo que a cuidado de niños, salud, educación y alimentación se refiere), serán desastrosos.

Es evidente que el capitalismo, que por la miopía de los magnates que demandan ganancias inmediatas siempre se revierte a la crisis del salvajismo, ni es capaz de mantener la paz mundial ni puede garantizar los más mínimos derechos liberales. La mujer, por lo tanto, solo gozará sus plenos derechos cuando se trascienda esta forma de organizar la producción y las relaciones políticas. Pero si la transformación profunda es necesaria para alcanzar esta igualdad, no es suficiente. Tampoco es correcto esperar hasta entonces para intentar de efectuarla. Por estas razones la lucha revolucionaria debe 1) tener una visión estratégica y táctica que conlleve a la paridad en todos los aspectos de la vida, y 2) empezar desde ahora y desde abajo a generar relaciones de género horizontales en los gérmenes del poder popular y dentro de las organizaciones. Está claro a su vez que esto no sucederá sin la participación directa y rectora de las mujeres. Dada la insuficiente presencia femenina en nuestra organización (que sí existe pero no en las cantidades y cualidades deseadas), surgen algunas tareas fundamentales para lograr que más compañeras participen plenamente. Por un lado, se hace necesario encontrar y facilitar los mecanismos para que las compañeras asuman un proceso «liberador», conducente hacia un constante desarrollo y más allá. Por otro, los compañeros tendrían que superar lo que algunos denominan el «machismo-leninismo». También habría que reconocer y reforzar, sin agredir su autonomía y su sujetividad, los esfuerzos liderados por mujeres como las agrupaciones Ni una muerta más y Casa Amiga en Juárez. En estas tareas, las mismas mujeres, siguiendo los ejemplos de auténticas luchadoras como Rosario Ibarra, Aurora, Digna Ochoa, Erika Zamora y todas las demás que se construyen día con día el nuevo mundo, las compas tienen la palabra y a ellas les toca la iniciativa.

Cambiando de tema, la situación que se presenta actualmente en el escenario internacional es preocupante ante la abierta amenaza del imperialismo norteamericano a otros pueblos, especialmente en nuestro continente en contra del pueblo cubano y colombiano, lo cual obliga a la izquierda latinoamericana a definir su postura y decidir QUÉ HACER Y NO SOLO QUÉ DECIR O ESCRIBIR. En el caso de nuestra organización, ya hemos decidido qué hacer: escalaremos nuestro nivel de solidaridad con los pueblos del mundo y algunas organizaciones en base al caracter político, ético y revolucionario de sus planes, y estaremos en entera disposición de ir más allá en el caso de ser agredidos militarmente la nación cubana y el pueblo colombiano en lucha con sus organizaciones revolucionarias, mas claro ni el agua. La solidaridad no se regatea ni se pronuncia tímidamente, ni se enfrasca en discusiones que escuden el miedo a ser señalados por el imperio. Señores y organizaciones de izquierda, es momento de definiciones y ACCIONES, NO SOLO PALABRAS.

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CÓMO LA VES DESDE 'AI
El Imperio se expande a garrotazos y el pueblo organizado se defiende

Actualmente se corren grandes peligros. Al iniciar el siglo XXI, no solamente está en entredicho el progreso de la humanidad; más alarmante aun es la amenaza que a los amos del mundo se les ha ocurrido extender contra la misma existencia de la humanidad. El imperio vuelve a golpear. Esta vez el golpe que está dirigido a un pueblo, desgraciado pero resistente, tiene un blanco mucho más amplio: con la invasión y conquista de Irak, los Estados Unidos pretende imponer un dominio absoluto del planeta para apuntalar su economía que flaquea y su crecientemente cuestionada hegemonía...

EEUU, comandado por un mediocre alcohólico y fanático religioso que asegura conversar con un dios que le patrocina sus visiones racistas, militaristas y expansionistas, pretende, como se ha dicho sin exageración, imponer la dictadura universal. Al ya no poder asegurar su dominio por medios políticos y económicos, el imperio apela a la inédita noción de la guerra preventiva—lo que resulta en realidad en una guerra permanente. De este modo, cuando el Consenso de Washington comienza a perder fuerza, se propone quebrar las instancias multilaterales que mínimamente han defendido la legalidad internacional y atajado el poderío de las superpotencias (principalmente la ONU), y desatar una serie de intervenciones militares que reconfiguren el mapa del mundo en beneficio de los grandes cárteles corporativos. El plan imperial consiste en deshacerse de las restricciones a su expansión, acabar con las soberanías de los países en sus miras y apoderarse de sus riquezas para así reoxigenar su economía y al mismo tiempo frenar y/o dividir a potenciales bloques rivales.

La guerra ‘preventiva’ contra Irak se libra en nombre de la democracia y de los derechos humanos y en respuesta al ataque del 11 de septiembre. Pero su perpetrador es justamente el mayor estado terrorista en la historia cuyo gobierno actual se tomó el poder, al más puro estilo bananero, por medio de un golpe de estado con la ayuda de una mafia contrarrevolucionaria y narcotraficante. Es el estado que por más de una década, según expertos como Ramsey Clark (ex funcionario de gobierno) y Scott Ritter (ex inspector de la ONU y declarado conservador republicano) ha instrumentado un verdadero genocidio, justificándolo con el argumento de armas de destrucción masiva que llanamente no existen. Es además el estado que más armas vende al mundo, el que surte de armamento nuclear y químico-biológico y apoya incondicionalmente al estado más peligroso de la región, y el estado que envenena a sus víctimas (y a sus propias tropas) con residuos tóxicos como el uranio empobrecido. En esta guerra, se ha empecinado en quebrantar cuanto convenio internacional ha podido. Los peores casos son los deliberados ataques a la población civil (con mísiles tomahawk y bombas de racimo—armamento expresamente prohibido por las normas bélicas).

¿Pero cuáles, entonces, son las verdaderas razones?

El modelo neoliberal ha conducido la economía mundial cerca del precipicio: las economías del Sur son desmanteladas (algunas hasta sufren implosiones) mientras que el motor yanqui se encuentra en una crisis de estancamiento productivo. Solo hay que voltearse hacia Argentina para apreciar los dramáticos estragos de este modelo desarticulador. La economía gringa tampoco se ha librado. A pesar de las milagrosas tasas de crecimiento de los 90 ingeniadas por Clinton y el gurú de su banco central Greenspan (alquimia financiera finalmente alcanzada por la imperdonable realidad), la salud de su sistema productivo no está nada de bien. Actualmente EEUU presenta un doble déficit, comercial por 500 mil millones y fiscal por un billón y medio de dólares. Sencillamente, la burbuja financiera, que promovía un supuesto crecimiento sin fundamentos concretos e insostenible, tronó, dejando al descubierto los agujeros del ‘milagro’ de los noventa. Un dólar debilitado frente al euro, el colapso de la nueva economía basada en tecnologías como el internet y los escándalos de las gigantes enérgicos y de comunicaciones (como Enron y Worldcom—las gaseras y eléctricas deben casi 500 mil millones de dólares) son sólo algunos de los resultados de haberle apostado a la especulación financiera en detrimento del crecimiento productivo real.

Para obviar la crisis (es decir para prolongar la etapa de colapso o más bien de decadencia imperialista), EEUU se propone desatar una abiertamente militar intervención permanente contra muchos países, posesionándose así de sus recursos e intentando artificialmente restablecer su hegemonía. Esta campaña contiene señales claras del neo-mercantilismo imperial. La primera agresión contra Afganistán fue bastante demostrativa y no debe sorprendernos su relación con la pútrida Enron. Esta empresa, una de las mayores contribuyentes tanto al partido Republicano como al igualmente imperialista Demócrata, es la quintaesencia de la piratería del capitalismo salvaje gringo. Además de presionar por y provocar el derrumbe del sector eléctrico de California (inventando escasez para justificar absurdos aumentos de tarifa—nos suena ¿no?), desfalcó, con asistencia de los grandes bancos y contadoras, a sus trabajadores y accionistas para enriquecer a sus parasitarios ejecutivos. Encontrándose en serios apuros (con repercusiones catastróficas para la economía gringa, debido a las dimensiones del robo), se apoyó en la presión de su (el elemento posesivo es literal) gobierno para ganarse un multimillonario contrato para una planta generadora en la India.

El combustible para la generación de luz sería gas natural del Cáucaso. Pero Enron, para que se materializara su rescate, necesitaba mover el gas de la región del Caspio hasta su destino final—es decir, requería un gaseoducto que atravesará Afganistán y Pakistán. Entra en escena la infame e igualmente influyente petroconstructora Halliburton (cuyo jefe efectivo sigue siendo el vicemperador Cheney y cuya filial, Kellogg, Brown and Root, se ha ‘ganado’ lucrativos contratos para la reconstrucción de Irak). Para Halliburton, el proyecto enfrentaba un solo obstáculo—el gobierno afgano ‘anti Occidental’ de lo Talibanes que los yanquis habían apoyado por años. La primera táctica empleada por los gringos fue la de intentar continuar con la amistad (convertirlos en ‘sus’ hijos de perra); en el 1997, cuando los Talibanes tomaron pleno control de Afganistán, lo primero que hizo la Secretaría de Comercio gringa fue invitar a una delegación a Houston, sede de Enron, Halliburton y los Bush, para endulzar a los nuevos dirigentes fundamentalistas con mujeres, vinos y hoteles lujosos. Para el 2001, sin embargo, era claro que no se obtendría la aprobación para el megaducto salvador de Enron. Se sabe que en agosto de ese año, un mes antes del 11 de septiembre, la administración Bush amenazaba con atacar la empobrecida nación para conseguir el permiso. Se optaba por el recurso de los tanques Abrams y los helicópteros Apaches para conseguir lo que no pudieron con prostitutas, prebendas y préstamos. Fue el estreno de la nueva guerra permanente por medio de la cual el imperio utiliza groseramente su fuerza para resguardar los intereses de las grandes empresas energéticas y armamentistas y para realzar su posición hegemónica al detrimento de las soberanías de los pueblos y de sus rivales.

La actual agresión es contra Irak que tiene la segunda (y hasta la primera piensan algunos especialistas) reserva de petróleo del mundo. La conquista de Irak representa una renta para las petroleras angloestadunidenses, las mayores fuentes de financiamiento del binomio republicano/demócrata. Hablamos sobre todo de BP Amoco, Exxon Mobil y Chevron Texaco. El hecho de que esta última empresa es la patrona de Condeleeza Rica (Consejera de Seguridad Nacional de EEUU y una de las artífices de la actual guerra) y que haya suspendido sus operaciones en Irak, con todo y armas de destrucción masiva y tiranía baazista, sólo un par de semanas antes de la invasión exhibe los verdaderos intereses de Washington y la intimidad que existe entre los halcones del Pentágono y las multinacionales. Asimismo, el hecho de que el Ministerio de Petróleo Iraquí haya sido el único que se libró de los bombardeos y los saqueos es una cruda y negra señal del planeado pillaje. En todo caso, la invasión tiene designios más amplios. Despojando y privatizando el petróleo iraquí, el imperio dominará las reservas y el mercado mundial de crudo. De paso revienta a la OPEP, impidiendo el evidente ascenso comercial del euro frente al dólar e inflando artificialmente la incontestablemente insalubre economía gringa con nuevas rentas petroleras. Además, la guerra implanta al imperio más sólidamente en las regiones medioriental, cáucasa y pérsica, ricas todas en cruciales materias primas. Aprovechan para asestarle un golpe mortal al nacionalismo árabe (mensaje con dedicatoria especial al pueblo palestino), reafirmando definitivamente al sionismo y a Israel como estado policial de la región. El golpe mortal a Irak soberano también doblegó a sus principales estados rivales, Rusia, la UE y China. Finalmente, fue una exhibición de su capacidad asesina a los pueblos que aun resisten y de su decisión sin recato de emplearla. Es un escaparate del nuevo armamento de alta tecnología aterrorizando al pueblo iraquí le enseñó al mundo entero lo que tendrá que enfrentar en este nuevo capítulo de agresión permanente imperialista.. En suma, la invasión de Irak es la segunda (después de Afganistán) en una serie de agresiones, de ahora en adelante constantes, contra los pueblos del mundo por parte de un imperialismo en decadencia pero altamente destructor que impone su hegemonía con fuerza cruda.

Al tiempo que la recolonización de la región le entrega el control de los recursos (petróleo, agua, recursos genéticos, etcétera) a manos de trasnacionales con casa matriz en el norte, la guerra posiciona a EEUU como amo del mundo. Tal como el ‘libre’ comercio neoliberal es una guerra económica, esta guerra es la continuación lógica de la política colonizadora neoliberal. Por lo mismo, no sorprende que un mes después de ‘concluida’ la ‘guerra’, Bush anunciará su plan paralelo para la región: crear un área de libre comercio para Medio Oriente. El plan neocolonizador no es nuevo. Hace doce años, inmediatamente después de primera guerra del golfo, los zionistas neonazis Lewis Libby (jefe del Gabinete de la vicepresidencia gringa) y Paul Wolfowitz (corrupto jefe de los asesores del Pentágono), concibieron la “balcanización del Medio Oriente a partir de la fragmentación de Irak con los fines antes expuestos. Al mismo tiempo, la guerra será larga; es la guerra permanente. O como lo dijo el mismo Bush “la guerra contra el terrorismo será eterna”[1]

Pero sus oscuros planes de continuas guerras ‘preventivas’ contiene en su seno el germen de su propio fracaso. Como se ha dicho, la locura yanqui es de hecho la inexorable dinámica de la fuga hacia delante.

Primero, las guerras no son financiables. De entrada, se calculó el costo de esta campaña en 200 mil millones de dólares. A esto hay que agregarle los 75 mil millones adicionales que Bush le robará al pueblo estadounidense y los adicionales costos de una problemática administración colonial. Estos gastos adicionales coinciden con reducciones del impuesto a la renta y otros aumentos fiscales. El resultado es el crecimiento del déficit y un dólar más debilitado aun. Tomando en cuenta la fragilidad de la economía gringa y la recesión que la misma guerra generará, el estado fiscal de EEUU sencillamente no soportará las invasiones. Segundo, la búsqueda de rentas conquistadas en lugar de la creación de más infraestructura productiva que genere crecimiento verdadero sólo profundiza el espiral hacia abajo. Así, el imperio, bajo el pretexto de la amenaza terrorista, se ve obligado a planear más invasiones; vendrán otros ataques contra Siría, Irán, Corea del Norte y otros estados canallas. Por último, y como consecuencia, la desbocada estrategia militarista sólo produce una creciente oposición, es decir que un creciente cuestionamiento y hasta enfrentamiento a la bruta imposición de la hegemonía imperialista.

Ante el devastador terror desatado por el nuevo fascismo (dirigido por dementes, multiplicando así el peligro que representa) que subordina a todos y que pone en juego la mismo supervivencia de la tierra, es interesante estudiar las reacciones de los gobiernos y de sus pueblos. Lo que algunos vieron como una oposición de otros gobiernos poderosos y la base para una alternativa al imperialismo yanqui terminó siendo un oportunismo cómplice y una voluntaria subordinación. La verdadera oposición vino de una rebelión popular y cívica, en ascenso desde abajo.

Las esperanzas derivadas de la oposición de Francia, Rusia y China a una resolución hispano-anglo-gringa en el Consejo de Seguridad de la ONU que autorizara una intervención resultaron falsas. Se vislumbraba que esta posición (apoyada también por Alemania) manase, en el peor de los casos, del juicio geoestratégico del jaque a su desarrollo que la maniobra imperialista implicaba, y en el mejor de los casos, de una visión alternativa y más civilizada de las relaciones internacionales. Era lógico que Rusia, China y el bloque europeo comprendieran que el expansionismo belicista de EEUU minara sus proyectos histórico-nacionales, bloqueándoles recursos esenciales y sometiéndolos dentro de la reconfigurada jerarquía mundial, y que plantearan un nuevo orden multipolar, una alternativa al neoliberalismo imperante que le permitiera a los países pobres espacios independientes. (Con el control yanqui de sus clientes de Europa Oriental, de la región pérsica, de las ex-repúblicas cáucasas y de Pakistán, Rusia, por ejemplo, se queda sin posibilidad de desarrollo autónomo. Asimismo, China tiene que entender que una próxima agresión a Corea es más que nada un ataque contra ella misma.)

Sin embargo, como era de esperarse de países controlados por mafias neoliberales, no se produjo tal lúcida oposición. Las tímidas reservas y luego las cómplices congratulaciones que le siguieron a la invasión, demostraron que a las élites europeas y rusas les preocupaba más las posibles ‘violaciones’ a sus contratos de exploración y transportación del crudo iraquí que las violaciones a los derechos humanos. La invasión anglo-yanqui y la reorganización del país amenazaban la vigencia de estos contratos. Afortunadamente para (el falso eje que optimistas esperaban que se materializara) Francia-Alemania-Rusia, la resistencia iraquí le abrió una oportunidad. Temiendo enfrascarse en un nuevo Vietnam, EEUU accedió a un arreglo mediado especialmente por el gobierno ruso. Sencillamente se dio la orden de levantar la resistencia (testimonios de incrédulos soldados iraquíes dan cuenta de que las brigadas de la Guardia Republicana fueron enviadas a casa justo antes de enfrentarse a los marines quienes entraron sin problemas a Bagdad), de permitir que Hussein se esfumara (recordemos que la captura de este ¿ex? aliado jamás fue un objetivo real) y de no desmantelar el reciclable aparato burocrático del Baaz a cambio de unas tajaditas del botín para los ‘pacifistas’ Europeos. Si bien los ocupantes se han adjudicado la mayoría y lo sustancioso de los contratos petroleros y de reconstrucción, no ha de sorprender que anuncien subcontratos para firmas europeas, que los contratos preexistentes con Rusia se respetarán y que por ejemplo Alemania esté pidiendo, junto a EEUU, el levantamiento del bloqueo contra lo que era Irak.

Es crítico examinar el papel en todo este embrollo del gobierno de México, estratégico país petrolero que tiene justo encima unas bototas tejanas cuyas pisadas obedecen a los capitales de Wall Street.

Recordemos que después de 70 años de estabilidad antipopular priista, el modelo neoliberal diseñado por los businessmen del norte y sus amigos de Fox (que son aun más cuates de Cargill, Monsanto, Dupont, Coca Cola, PepsiCo., Nestlé, Enrón, Boeing, Exxon, Texaco, Halliburton, etc.) optaron por romper los esquemas. Llegó el gobierno del cambio y cambió... de retórica: abiertamente nos advirtió que ahora se gobernaba para y por los capitalistas aliados a las transnacionales a las que había que abrir terminalmente nuestra economía para que saqueen sin barreras.

Y no se conformaron con arrasar con nuestros recursos y destruir nuestra cultura (fines que generalmente van de la mano—véase sino el saqueo del patrimonio histórico de la antigua Babilonia). También pervirtieron nuestras tradiciones en asuntos internacionales. El primer paso fue buscar un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Desde allí se podía proyectar nuevas actitudes injerencistas y medidas anti-pacifistas en el ámbito mundial. Y esto siempre con tal de lubricarle el camino a la maquinaria imperialista. Al parecer, el deseo de ocupar tal asiento no era sólo afán castañedista de protagonizar; obedecía a la necesidad de EEUU de tener su lugarteniente en esta entidad previendo las pruebas diplomáticas que sus planes de dominio generarían. Más que los intentos de contrarreformar el sector energético (entregar nuestros recursos naturales a las petroleras gringas), el código laboral (desnudar al trabajador ante la maquila), el presupuesto (garantizar el pago de la perniciosa deuda y el fraude bancario), y del Plan Puebla Panamá (terminar de convertirnos en patio trasero de EEUU), la política exterior actual de Fox es la más irrefutable evidencia de la sumisión ante el imperio.

El mismo papel de Fox en el preludio a la invasión se caracterizó por el cambio. Se permutan principios y posturas de la forma más cobarde y prostituyente.

En febrero y desde Europa ‘nuestro’ pusilánime presidente no pudo más que compartir las posiciones más razonables y ‘multilaterales’ de sus anfitriones. No se atrevió a expresar su servilismo proyanqui. Además aprovechaba para no echarse encima la firmemente antibelicista opinión pública que ya le reclamaba lo del TLC, el Amigate y tantas reivindicaciones más. Por la crucial tarea que le había asignado Bush (reiterado posteriormente por el Tío Tom Colin Powell del ghetto negro en el Bronx, siervo del Tío Sam de la casa Blanca en Washington; Tony el coco—café por fuera y blanco por dentro—Garza; el terrorista Otto ‘Tercer’ Reich y Bush padre, antes jefe de la CIA y por tanto de Bin Laden y Hussein y todavía jefe de empresas petroleras) tenía que contener la tormenta civil en casa. No tardó mucho, sin embargo, en matizar lo de la promoción de la paz; la paz se garantizaría eliminando ‘la amenaza a la paz mundial’ que ese señor tirano Hussein representa, nos dijo. Así de fácil y así de desfachatado, el vuelco estaba dado. Si bien Fox se salvó de tener que votar en el Consejo de Seguridad y aprovechó la declaración de conquista unilateral para presumir de una postura multilateral y ‘por la paz’, su sumisión a EEUU quedó manifiesta.

Hay que decir que jamás denunció la agresión y que ligerito se disciplinó, convirtiendo a PEMEX en el primer proveedor gringo durante la invasión, entregando a Washington la vigilancia y eventual defensa de la frontera y puertos y abocarse al suministro de ayuda humanitaria (que de hecho fue utilizada como arma chantajista por los invasores). Resulta importante mencionar que esta vigilancia draconiana se viene intensificando desde el 11S. Últimamente, el gobierno mexicano ha estado aumentando sus operativos antiinmigrantes contra indocumentados en su paso hacia EEUU. De por sí, ya dentro de la estrategia de los gringos para protegerse de futuros ataques en su territorio, se violan los derechos humanos de cientos de miles de ciudadanos mexicanos, centroamericanos, asiáticos y especialmente aquellos de procedencia árabe. El gobierno derechista foxista pone de su parte, cumpliendo con la tarea de velador de patio a los gringos de la forma más inhumana y zalamera posible.


De esta manera, la diplomacia antijuarista se subordina a la política xenófoba de seguridad interna de EEUU. En el caso de Irak, la verdad es que el gobierno contribuyó al programa imperial y prueba de ello fue la obediencia ante el decreto emitido por el embajador sin ambages Negroponte de que los demás países ya no tenían nada que hacer salvo tareas humanitarias, avaladoras de la agresión. Más disciplinado aun fue el patético papel en el Consejo de Seguridad de Aguilar Zinser quien se encargó de que la invasión no sólo no fuera condenada sino que ni si quiera fuera puesta a discusión. Así, con una calcomanía de una nube-hongo en la frente, Fox ahora se jacta de haber embarrado por siempre nuestra selectivamente honorable tradición diplomática, sumiendo la patria en el descrédito. Si los Chirac y Schroeder tuvieran ellos mismos vergüenza, se asombrarían ante este patético charlatán.

Para las autoridades faltaba lo más difícil (aunque lo más prescindible para los insospechosos de arriba que cuentan con el yugo de la pantalla de CNN y localmente con las de Televisa y TVAzteca): convencer a la gente de a pie. Los argumentos proferidos por Fox, (junto a los huecos votos de trabajar por nuestra esperanza de su Martita—la pareja presidencial pretende lavar cerebros además de lana), demuestran su desdén por nuestra capacidad intelectual. Como siempre, humildes ante el extranjero pero soberbios con el pueblo. Fijémonos.

Primero, por medio de Canales, el gobierno intentó utilizar el argumento con el que Castañeda ya quiso humillar al país: hay que aliarse con los gringos porque son nuestros principales socios y la ética no tiene cabida en los negocios. Es decir, trataron de justificar tan grave sumisión con la reedición del axioma dicharachero que invoca a votar por el ricachón por la chamba y las prebendas que otorga. Y qué más repugnante cobardía que la declaración conjunta con el delegado chileno a la ONU: que los permanentes patrones se pongan de acuerdo, no nos presionen a nosotros para que nos pronunciemos, revirtieron aventando la papa caliente de su responsabilidad diplomática. Ya que en México no somos más que unos chiquillos de la liga menor, pareció decir Derbez, dejen que los adultos de la liga mayor decidan. Lo que muchos aceptaron como resistencia a los países poderosos no fue más que la admisión de la subordinación de países tercermundistas que debieron de ejercer el ideal de la igualdad entre naciones. Más deshonroso todavía fue el último argumento de Fox antes de que lo salvara la campana azoriana: el ataque es inminente; al oponernos no detendremos la guerra y sobre todo no ganamos nada. Si nos disciplinamos, en cambio, allí sí que ganamos algo. ¡Y cómo ganaremos! Si hasta más recursos para el campo derrochará el alza del precio del crudo. ¡Vaya estadista que, peor que en la Merced, hace cuentas alegres y nos oferta canjear migajas por vidas de infantes y soberanías de naciones! ¡Guárdese, Mr. Fox... sus morbosas gangas!

Y es que un grandilocuente Fox encaramado en un nopal no es lo mismo que un zorrillo postrado ante un Bush. Tal vez piensa el zorro que parapetándose detrás de un expansionista arbusto se asegura la vida y un abundante porvenir. Pero le recordamos que con esa actitud de entrega, no se garantiza nada. Al contrario, todo se pierde, desde nuestras riquezas hasta nuestra soberanía, pasando por nuestra dignidad. El estúpido y amnésico oportunismo de Fox que busca espurios beneficios inmediatos no hace más que anclarnos en una secular y patológica dependencia. Tarde o temprano, el imperio, por las buenas o por la fuerza, vendrá por lo suyo. Cuando dijo Bush “He hablado con Vicente Fox... para tener petróleo que enviar a Estados Unidos [y] así no dependemos del petróleo extranjero”, no se trataba de sus típicos tropiezos semánticos. Era más bien la admisión de un componente del proyecto de dominación mundial. Ahora Bush se esfuerza por conquistar la segunda reserva mundial de petróleo, por dominar la rica región del Asia Central, por dividir a Europa y cercar a China para así cimentar la supremacía de EEUU. Pero el proyecto imperial no se limita a estas locuras belicistas que de paso truenan muy premeditadamente a la ONU. La intervención imperialista en Venezuela es evidente. También lo es el plan por desatar una crisis, que lleve a un camino sin retorno, con Cuba. Las intenciones de anexar a México fueron expresadas por los congresistas gringos al exigir el trueque de PEMEX por un acuerdo migratorio.[2] Es imperativo comprender que este chantaje, que oportunistamente denunciaron Fox, Martens, Derbez, Creel y toda la clase política mexicana, no es solo una ocurrencia de las perversas mentes gringas. Va entablada dentro del proyecto compartido por la oligarquía mexicana y sus representantes. Como nos recuerda Saxe-Fernández, lo que quieren los capitales de EEUU no es necesariamente apropiarse de todo PEMEX; buscan acceso a inversiones y además asegurar la riqueza de nuestro subsuelo, lo mismo que pretende Fox. Además, recordemos que la Comisión de Relaciones Exteriores de donde salió la denigrante propuesta es camada de amigos de Mr. Castañeda. Lo que se pretendía (tanto allá y acá) era sacar el tema de la manera más burda para después abordarlo más ‘razonable, sutil e inocentemente’ como lo hizo de inmediato el ministro Martens quien recordó que sí efectivamente requerimos de inversiones privadas en PEMEX.

Mientras que Fox le abre paso a la invasión norteamericana de Irak, aquí en México le abre la puerta a sus capitales para que se apoderen de nuestros mercados, nuestra mano de obra, nuestros recursos naturales y nuestras sistemas productivos. Y en la medida que desmantelan nuestra economía, van desmantelando nuestra democracia. Porque, como advierte Arudhati Roy, el imperialismo, “para llevar a buen término los negocios de más cercanos a su corazón, para corporatizar los cultivos que cultivamos, el agua que tomamos, el aire que respiramos, los sueños que soñamos... requiere de una confederación internacional de gobiernos leales, corruptos, autoritarios en países más pobres, para que pongan en práctica reformas antipopulares y sofoquen los motines.” Ese precisamente es el papel de Fox que lleva la delantera en esa confederación de subordinados. Es difícil pensar en un gobierno más leal al de EEUU, más corrupto, que se empeñe en implantar o resguardar más ‘reformas’ antipopulares y que presida un país más empobrecido. Y para sofocar motines, no se encuentra en el mundo quien lo haga con más delicadeza. Las guerras imperialistas de conquista son primas hermanas del neoliberalismo que hoy nos estrangula. Ambos monstruos amenazan la existencia del planeta.

Como en Irak, en México los daños colaterales se multiplican. Así, mientras que en la ONU el gobierno cambia de bando para demostrar su lealtad al imperio, en el México de cada día, se da el cambio para que la Fundación Vamos México, a cargo de la otra sonsa mitad de la pareja presidencial, despedace poco a poco la educación laica y pública y convierta las obligaciones sociales del Estado en limosnas caritativas. Para que el Big Brother y las guías de (poca) madre y padre terminen con nuestro pensamiento independiente y crítico. Se da el cambio para que la negociación con los campesinos para reestructurar las relaciones agrarias no sea más que un intento de desinflar lo que podría convertirse en una gran fuerza autónoma por el cambio y terminar de una vez de entregar nuestro sistema alimentario a los consorcios agroindustriales y biotecnológicos de EEUU. Se da el cambio para que, deteniendo a una pieza clave en el desfalco más escandaloso de la historia, se consagre y legalice la piratería sepulturera del capital financiero en el IPAB. Se da el cambio para que se siga militarizando al país y desprotegiendo los derechos de los pueblos indígenas para proteger los suculentos megaproyectos para los inversores del norte. En fin, se da el cambio para que el gobierno le repague a las transnacionales lo que les debe por financiar su campaña: nuestra soberanía.

Sumamente preocupante es el hecho de que todas las estructuras del estado y la clase política enterita colabora, por omisión o comisión, en esta subordinación. Un ejemplo, ya mencionado, es la integración del país a la visión de seguridad nacional y ‘antiterrorista’ de EEUU. Nuestros puertos, aduanas, hospitales, etc. se organizan para caber dentro de este plan imperialista. Además, se vuelcan las fuerzas represivas al ataque de los luchadores sociales y las organizaciones populares y rebeldes, insertando la política contrainsurgente en la estrategia antiterrorista mundial. Es decir, de ahora en adelante, las luchas populares se equipararán a los atentados de Al Qaeda que por definición involucran al policía mundial. La nueva embestida de los aparatos represivos tendrá detrás de sí la fuerza de la guerra permanente imperialista. Entonces, detrás del manto de la apertura, la negociación y las elecciones libres, hay que saber leer las nuevas amenazas. Cuando Creel, después de firmado el acuerdo agrario, declaro que “ya nadie tendrá justificación para quebrantar la ley”, en realidad decía que quien se inconformara y protestara no es más que un terrorista cuyas acciones serán duramente castigadas.

La venta del padrón electoral a Choicepoint es parte de lo mismo. Esta firma, que fue instrumental en el fraude electoral de Bush en la Florida, es un rama privada de la inteligencia norteamericana cuyas operaciones son sancionadas por la nueva Ley de Seguridad Interna (Homeland Security Act). Que el padrón haya terminado en las manos de la empresa que le conduce legalmente el espionaje interno al estado yanqui no es coincidencia. El padrón fue entregado con la anuencia del gobierno mexicano para facilitar la vigilancia, gran parte electrónica, de nuestra ciudadanía por parte de la inteligencia gringa que va integrando sus monstruosas bases de datos con información de todos los individuos del mundo. No solamente es el gobierno incapaz de asegurar nuestros derechos y privacidad, los entrega a los nuevos esquemas orwellianos de control directo. El cada vez más abierto y comprensivo trabajo del FBI y la CIA en asuntos de inteligencia y seguridad es una inobjetable violación a nuestra soberanía avalada por el estado contrainsurgente. Es claro y evidente que no hay documentos gubernamentales a los que las corporaciones de inteligencia gringas no tengan acceso a pesar de las leyes que debieran proteger la información. Se han dado varios casos, ya denunciados por compañeros que han sido interrogados bajo tortura, donde les han mostrado las fotos del padrón electoral para que identifiquen y delaten a otros compañeros. Los señores del IFE, los guardianes de esta información en teoría, tendrán nuevamente que darnos una respuesta: ¿quién les dio a los torturadores esta información que debiera ser confidencial?

Frente a estos hechos, la clase política no hace nada. Mientras que se congratulan por la nueva imparcialidad e independencia del IFE, los partidos políticos no retan de modo alguno el proceso de extranjerización que se lleva a cabo en las áreas económica, diplomáticas y de seguridad. Los partidos de oposición ya no ocultan su naturaleza sistémica. El PRI sigue siendo pilar fundamental del modelo que en los hechos cogobierna. Juega el papel de interlocutor siempre dispuesto a negociar y cooptar. Sus organizaciones campesinas, el SNTE (con Gordillo a su cabeza) y el CT controlan a las bases para que el gobierno pueda profundizar el neoliberalismo excluyente a cambio de puestos e impunidad. Con el PRI siempre está presente la posibilidad de un pacto legislativo que autorice las reformas laborales y energéticas. El PRD no se queda atrás. Su alejamiento de las bases ya concluyó; no es más que un partido que se busca un mejor posicionamiento parlamentario con el cual no cuestiona en lo más mínimo las reglas del juego. En vez de salir a las calles a estimular la lucha de masas, se contenta en aplaudir las simulaciones nacionalistas de Fox y en excluir su base militante de los procesos de elecciones internas.

El resultado es el previsible. Cada día, los mexicanos creemos menos en las luchas parlamentarias e institucionales. Las elecciones del estado de México es una radiografía de este fenómeno. Mientras que la correlación de las fuerzas electorales casi no cambió (no importa, porque no hay nada de fondo en juego), la gente sencillamente no acudió a las urnas. El abstencionismo fue de 60%, una mayoría aplastante. Y el PRI y PRD festejaban sus reconquistadores triunfos; es natural, porque las fuerzas sistémicas ganan cuando el pueblo se desanima, se desactiva y se desarticula, dejándoles el manejo político del país. Se prevé lo mismo para las elecciones de julio y las presidenciales del 2006. Es revelador que el PRD finca sus esperanzas en la popularidad de dos pisos de López Obrador, reduciendo su ‘programa’ a lemas simplones y cancioncitas pegajosas.

La gente se va dando cuenta (¿cómo ignorarlo?) que la lucha parlamentaria e institucional, condicionada ineludiblemente por el neoliberalismo/imperialismo, no ofrece soluciones. Las multitudes que renuncian a estas formas crecerán progresivamente con cada bofetada que les propine el modelo—los próximos en indignarse serán los campesinos honestos que creyeron en la palabra del ejecutivo y de sus dirigentes). A este pueblo utilizado, desmovilizado, desilusionado y denigrado hay que ofrecerle un espacio de participación y un programa coherente y viable. No se trata de conducirlo desde arriba sino de acompañarlo, desde sus realidades, con ideas, tácticas y métodos democráticos y horizontales. Hay que procurar que las energías populares no desemboquen en pequeñas guerras fratricidas, de ejidatarios contra comuneros, de oaxaqueños contra chiapanecos, de antorchistas contra larcistas, etc. Hay que liberarlos de la influencia de sus dirigentes (instrumentos del ‘divide y vencerás’) y canalizar sus anhelos por la justicia.

La experiencia se reproduce por doquier. El caso Brasileño (junto al Ecuatoriano) es paradigmático. En ambos casos, políticos de ‘izquierda’ y ‘populistas’ ganaron fácilmente las elecciones presidenciales en que la gente se pronunciaba por cambios profundos que se tradujeran en el fin del modelo neoliberal. En ambos casos, sin embargo, los nuevos gobiernos pactaron con los organismos financieros internacionales y con Washington, redujeron el gasto social para garantizar el pago de la deuda a cuesta del sacrificio popular y persiguieron/silenciaron/enajenaron los elementos más críticos de sus partidos o coaliciones. Lula, por ejemplo, al estilo más autoritario (al que su predecesor ultraneoliberal, Cardoso, jamás llegó), reprime a los sin tierra que exigen que cumpla con la prometida reforma agraria y purga al PT de los militantes críticos. Entre su elección y su inauguración, los personeros de Lula le aseguraron al EEUU que negociaría dentro del ALCA; poco después, el representante de asuntos comerciales Peter Allgeier asentó: “podremos trabajar con la nueva administración...” Aun antes, durante su campaña, Lula repudió el referéndum que el MST organizó y en el que 95% rechazo el tratado, llamando a negociar un perfeccionamiento del ACLA. El PT firmó un acuerdo de ajuste estructural con el FMI al punto que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) en su reunión conjunta de abril volvieron a elogiar a Brasil, a Lula y a su gobierno por su política económica y a exigir que lo antes posible el país reforme el sistema de seguridad social y otorgue independencia al Banco Central (siendo su presidente, nombrado por Lula, nada menos que el ex ejecutivo en jefe del transnacional Bank of Boston). Una gran diferencia entre esas dos experiencias y otras es que los impulsores más importantes de los presidentes fueron movimientos populares y radicales (la CONAIE en Ecuador y el MST en Brasil) que lejos de desactivarse (o dejarse desactivar) siguen, masivamente, en pie de lucha. La polarización entre las cúpulas partidistas y las bases movilizadas se acentúa y los resultados serán aleccionadores.

También hay que estudiar la experiencia argentina. A un año y medio de que el pueblo en las calles y desde las asambleas depusiera enfáticamente al entonces presidente De la Rua, se sabe que Kirchner, correligionario de Menem, será el presidente. Si bien es acérrimo enemigo de este último, fue una pieza clave del sistema político que llevó al país a la ruina socioeconómica. Es justicialista ‘progresista’ pero no piensa modificar las reglas del modelo. Por muchas razones, las fuerzas populares no pudieron conducir el proceso, abdicando, en cierto sentido, a la iniciativa que les perteneció en su momento. Sobre todo, hubo falta de unidad. Los grupos (grupúsculos algunos) de la izquierda revolucionaria se adueñaron de las discusiones y deliberaciones de los piqueteros y los colonos. Al perder su floreciente protagonismo ante los estériles debates de las vanguardias, la gente se fue a sus casas. Como programa que aglutinara y avanzara, no se pudo ofrecer, entonces, nada. De esta forma, el sano y combativo “¡que se vayan todos!” no se pudo suplir con un proyecto de cambio que viniera desde abajo y que respetara las iniciativas autónomas del pueblo (que por cierto, aun existen, como la autogestión productiva de los trabajadores que se tomaron muchas fábricas, y jugarán un papel fundamental en el desenlace de la crisis).

Se puede volver a Irak para ilustrar la importancia de un proyecto de poder popular que no esté supeditado a las dinámicas parlamentarias y cupulares. El desplome de la resistencia iraquí, que sí fue heroica y antiimperialista, demuestra la debilidad que producen en los pueblos los regímenes o partidos vanguardistas y totalitarios. El impulso de defender al país no pudo sostenerse independientemente cuando el régimen pactó con el agresor. Era tanto el odio a Hussein y/o la falta de autonomía de la ciudadanía que ésta no pudo, por sus propias fuerzas, mantener su resistencia ante el agresor. Es interesante que donde más efectiva fue la resistencia fue en las áreas chiítas, ahí donde más endeble era el dominio del Baaz. Si bien es cierto que la oposición chiíta está muy vinculada al estado iraní y que tiene estructuras político-religiosas muy verticales, también es verdad que la organización de las bases desde abajo es muy fuerte. La historia reciente de Irak, además de ser un degradante capítulo del imperialismo yanqui, nos subraya que las vanguardias y los regímenes autoritarios (con todo y sus asquerosos cultos a la personalidad) no producen los movimientos y las bases revolucionarios que puedan realmente construir el nuevo hombre y la nueva sociedad y que sepan defenderse del imperialismo y la contrarrevolución.

Se oye decir que al imperio y a las oligarquías ya no los para nadie. Que se lo digan a los 30 millones que se pronunciaron el las calles contra sus guerras de conquista, aquellos (nosotros todos, pues) que rechazan la lógica albrightiana de que el petróleo vale los millones de sacrificados iraquíes y que se rehusan a aceptar la destrucción de la posibilidad que los pueblos determinen sus destinos y la muerte de nuestra madre tierra. Como ellos, los compas del ERPI, por más que nos alarme la realidad, no creemos que el imperio y las élites se saldrán con la suya. Probablemente desoirán a sus ciudadanos y se impondrán en Irak, pero no llevarán al término sus diseños. Y es que, mientras se levantan la indignada voz colectiva de los pueblos, también estos se van dando cuenta de la necesidad de pelearles el poder a los administradores del imperio centímetro por centímetro, comunidad por comunidad y país por país.

La lucha contra el imperialismo y por la justicia para todos los seres comienza en casa. En el esfuerzo por cambiar el mundo, los pueblos tienen que arrebatarle el poder a la minoría que lo detenta dentro de sus fronteras en beneficio de los amos mayores. Si bien es verdad que hay que alzar más y más voces contra la guerra, estrecharlas, diversificarlas y subir su volumen, no es menos cierto que con los gobiernos entreguistas que predominan mundialmente difícilmente conoceremos la justicia global. Ahora más que nunca tenemos que combatir efectiva y coordinadamente las sucursales del modelo antihumano y excluyente funcional al imperio. En México, como en otros países latinoamericanos acechados por el imperio (Colombia, Ecuador, Venezuela, Brasil, Bolivia, Argentina) llegó el momento de oponerle el poder del pueblo al poder de las oligarquías neoporfiristas. No podremos frenar al imperialismo a escala mundial si no lo resistimos primero dentro de nuestras fronteras. No es que vayamos a apagar las amplificadas voces solidarias e internacionalistas. Es que, para que estas resuenen más fuertes y además sean escuchadas, tenemos que convertir la voluntad del pueblo en nuestra política oficial. Sencillamente, tenemos que luchar por una auténtica democracia, en lo político y lo social, donde los campesinos, las indígenas, los estudiantes, las amas de casa, los trabajadores y las ancianas determinen, directa y participativamente, el destino de la nación.

El imperialismo se reproduce gracias a sus bombas por un lado y sus compadrazgos con los gobiernos y oligarquías locales por otro. Por tanto, si no recobramos nuestra soberanía no frenaremos el imperialismo. Y para volver a tomar las riendas de nuestros asuntos, doméstica e internacionalmente, es imprescindible construir un nuevo poder, en manos de todos, desde ahora y desde abajo. Un poder autónomo erigido por un amplio frente, democrático y revolucionario, sustentado por las fértiles luchas horizontales que se coordinan en calles y no supeditado a los mezquinos intereses partidistas que siguen las reglas del juego en los parlamentos. Quizá, cuando construyamos este bloque antiimperialista y antineoliberal, y cuando este comienza a ganar batallas, habremos construido también una potente plataforma para transformar el mundo. Y entonces, comenzaremos a conocer un mundo más civilizado y más justo.

NOTAS AL FINAL:
1. Lo del terrorismo islámico es perversamente interesante. Primero, porque el concepto refuerza la noción sin bases del choque de civilizaciones cuando la gran mayoría de los musulmanes repudia el terrorismo y es el ‘occidente’ (y los EEUU en especial), a su vez, el perpetrador y exportador más grande del terror. Segundo, porque el ‘fundamentalismo’ es una herramienta muy útil para el imperialismo. Se sabe que, tal como lo hizo Israel al financiar un grupo extremista que sirviera de rival a la OLP, EEUU creó, armó y respaldó económicamente a Bin Laden y sus mujaidines desde los 70. Ahora, a la medida que el imperialismo golpea al nacionalismo árabe y las fuerzas populares, crece el prestigio de los ‘terroristas’. Pero, aun con la nueva y altamente tecnificada ‘cruzada’ en su contra, estos siempre volverán a golpear, como en Arabia Saudita y Marruecos (aunque los ataques en Riad bien podrían haber sido perpetrados por los servicios de inteligencia saudíes para subrayar que el país también es ‘víctima’ y está al lado del imperialismo). Como el comunismo, y luego el narcotráfico, el terrorismo es el nuevo pretexto para las nuevas guerras de expansión. El imperialismo crea, promueve y se beneficia del terrorismo. Tienen, pues, una relación simbiótica.

2. Es interesante la manipulación del problema migratorio. Al ‘ofrecer’ este arreglo, los diputados dijeron claramente que era para mejorar la economía gringa, que de paso arrastraría a nuestra economía dependiente, eliminando a los factores que expulsan a nuestra raza. En Cuba también usan el tema migratorio. Por un lado, las autoridades yanquis niegan las visas legales que según un acuerdo con el gobierno cubano deberían otorgar anualmente, y por otro reciben como héroes y con residencia garantizada a los cubanos que logren pisar tierra firme, incentivando de hecho métodos de emigración ilícitos y hasta terroristas que al mismo tiempo definen como amenazas a la seguridad nacional. De este modo crean un problema que aprovechan para chantajear y amenazar a Cuba. Todo esto demuestra la diversidad de recursos (muchas veces disfrazados de humanitarios) que emplean los gringos en su estratégica imperial.


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DETRÁS DEL PALIACATE

EJÉRCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO INSURGENTE
COMUNICADO NÚMERO 29

AL PUEBLO DE MÉXICO:
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO:
Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar
a América [y el mundo] de miserias en nombre de la libertad
-Simón Bolívar

Un NO al imperialismo genocida y un SÍ a la rebelión ética de los pueblos

El coloso del norte anda desbocado. Los zarpazos de las garras del águila exportadora del american way of terror se extienden a todos los rincones del mundo, sobre todo los más jugosos. En este último capitulo de agresión imperialista, le tocó al pueblo iraquí ser invadido y destripado. Esta supuesta guerra preventiva contra el terrorismo y la proliferación de las armas de destrucción masiva, apoyada por uno que otro ruin gobierno faldero, no es más que la última modalidad imperialista en aras de la supremacía planetaria absoluta y el aplastamiento de los pueblos. Es la guerra permanente que ahora, más que con la presión económica, con una maquinaria bélica cuyo nivel tecnológico es proporcional a su capacidad destructiva, aniquila soberanías e impone una dictadura universal para apoderarse de preciosos recursos naturales y de paso levantar una economía en serios problemas y bloquear el crecimiento de otras potencias mundiales. Al mismo tiempo, es una guerra que se ha topado con barricadas que gritan ¡NO PASARÁN!

El genocidio, que ni los grandes conglomerados mediáticos, con su grotesca autocensura y sus bien encamaditos periodistas pudieron ocultar, fue y sigue siendo repudiado por las amplias mayorías de los pueblos del mundo. Inclusive dentro de sus propios países, los gobiernos agresores y sus numerosos cómplices encontraron una cada vez más nutrida oposición. En el campo de batalla, "las fuerzas aliadas" chocaron, con todo y su superioridad militar y tecnológica, con la resistencia del valiente pueblo iraquí, que pese a haber sido abandonado por los mandamases de la dictadura baazista, dieron importantes lecciones en cómo enfrentar al Cuarto Reich. De hecho, antes de la traición, entre más resistía este digno pueblo, aprovechando las taras estratégicas de las fuerzas invasoras, más fueron castigadas con misiles brutos, venenos nucleares y bombas de racimo diseñadas como juguetitos multicolores para atraer a niños y luego desmenuzarlos.

Así, el nuevo fascismo yanqui respondió a la creciente crítica mundial alimentando aun más su locura con decenas de miles de tropas adicionales, 80 mil millones de dólares más, y (vaya cinismo) un reabastecido arsenal de armas de destrucción masiva. Y es que no podía ser de otra forma; sus planes, muchos de los que se elaboraron hace 12 años, los tenían clarísimos. Después de una década de diezmar al país pérsico mediante un bloqueo que mató a millones y de desmantelar sus defensas militares, ambas acciones con la vergonzosa colusión de la ONU, había llegado el momento. Sin ocultar su racismo y arrogancia, menospreciando aun más la vida iraquí y las múltiples y multiplicadas voces que clamaban no en nuestro nombre, desató la barbarie.

No esconden sus objetivos. Así lo declaró dos años antes del 11-S uno de los voceros más prominentes del neoconservadurismo neoliberal armamentista, Thomas Friedman. "Para que la globalización funcione, (Norte)América no debe temer actuar como lo que es, la todopoderosa superpotencia... la mano invisible del mercado jamás funcionará sin el puño oculto-McDonald's no puede florecer sin McDonnell Douglas, fabricante del F-15. Y el puño oculto que mantiene la seguridad mundial para el Silicon Valley se llama Ejército, Fuerza Aérea y Marines de los Estados Unidos."

Leal a su credo, el imperialismo reveló sus puños en Irak. Los devastadores puñetazos pretenden, primero, despojar y privatizar el petróleo iraquí y así dominar las reservas y el mercado mundial de crudo. De paso revientan a la OPEP, impidiendo el evidente ascenso comercial del euro frente al dólar e inflando artificialmente la incontestablemente insalubre economía gringa con nuevas rentas petroleras. Segundo, permiten dominar más sólidamente las regiones medioriental, cáucasa y pérsica, ricas todas en cruciales materias primas. Aprovechan para asestarle un golpe mortal al nacionalismo árabe (mensaje con dedicatoria especial al pueblo palestino), reafirmando definitivamente al sionismo y a Israel como estado policial de la región. El golpe de nocaut en Irak también doblegó a sus principales estados rivales, Rusia, la UE y China. Finalmente, fue una exhibición de su capacidad asesina para los pueblos que aun resisten y de su decisión sin recato de emplearla. En suma, la invasión de Irak es la segunda (después de Afganistán) en una serie de agresiones, de ahora en adelante constantes, contra los pueblos del mundo por parte de un imperialismo en decadencia pero altamente destructor que impone su hegemonía con fuerza cruda.

Los aterradores resultados, sin embargo, revelan nuevos caminos. Ilustrativamente, la guerra ha evidenciado algo que muchos ya entendían: de dónde nacerá la verdadera alternativa al salvajismo y piratería corporativa del capitalismo neomercantil del siglo XXI. No será de los gobiernos, de las clases políticas mundiales, cuyas 'resistencias' se desvanecieron tan rápidamente como las 'temibles' guardias republicanas que defendían Bagdad. Anuente como siempre ante la intransigencia imperialista, la ONU, impotente, terminó de enterrarse, abriéndole el camino a los tanques Abrams y ratificando su histórica ineficacia. Las alardeadas amenazas de vetos franco-rusas se transformaron en beneplácito por la invasión y tajaditas de la reconstrucción. Sin comprender que la misma continuidad de sus proyectos histórico-nacionales pasaba por la promoción de una alternativa al modelo imperialista gringo, aceptaron, junto con Alemania y China, marchar bien formaditos y bien detrasito de EEUU en su nueva cruzada expansionista. Ni los gobiernos de los países miembros de la Liga Árabe, artilugios que en algunos casos son, más que países, gasolineras del Occidente, se atrevieron a pronunciar una efectiva defensa de sus hermanos iraquíes.

La actuación de los gobiernos latinoamericanos no fue mejor. Del gobierno del cambio, ni hablar. Que el 'gran' estadista Fox y el 'fino' diplomático Derbez (tan temeroso de 'atragantarse' con lo que le ordenan sus verdaderos jefes) decidieran convertir a PEMEX en el primer proveedor gringo durante la invasión, entregar a Washington la vigilancia y eventual defensa de la frontera y abocarse al suministro de ayuda humanitaria (que de hecho fue utilizada como arma chantajista por los invasores) demuestran la falsedad de la oposición oficial a la guerra. La verdad es que contribuyeron al programa imperial y prueba de ello fue la obediencia ante el decreto emitido por el embajador sin ambages Negroponte de que los demás países ya no tenían nada que hacer salvo tareas humanitarias, avaladoras de la agresión. Más disciplinado aun fue el patético papel en el Consejo de Seguridad de Aguilar Zinser quien se encargó de que la invasión no sólo no fuera condenada sino que ni siquiera fuera puesta a discusión. La ubicua simulación foxista deja en claro que la posición oficial se aproxima mucho más a las inhumanamente oportunistas exigencias del empresariado mexicano, que con un discurso prostituyente, confirmó su papel como escoria de nuestra sociedad.

La posición (postrada) del gobierno y sus amigos oligárquicos, entonces, está evidentemente detrás del imperio. Y ¿cómo no? si es un gobierno de los empresarios y para los empresarios que se benefician por medio de sus alianzas con el gran capital norteamericano. La oligarquía aplaude con ganas los TLCAN, PPP y ALCA, esquemas que trituran nuestra soberanía y desmantelan nuestra base productiva, porque estos representan también formidables negocios para ella. Pero aun con la sumisión de las élites comerciales y financieras, el imperio le apuesta cada vez más a las intervenciones militares directas en su belicoso afán de no perder su hegemonía. Vuelan las intimidantes diatribas contra Siria, Irán y Corea del Norte. Más cerca, Venezuela (otro importante miembro de la OPEP que estudia la posibilidad de comercializar su crudo en euros-una de las 'peligrosas acciones terroristas' de Hussein) y Colombia (que de hecho ya está intervenida militarmente) están en las miras del Pentágono. Y mientras a México el imperio parece hacerle gestos de desprecio, se relame los bigotes en espera de adueñarse formalmente de nuestros petróleo y recursos naturales.

Ahora, envalentonado por su 'fácil victoria' y la 'falta de reacción', Bush contempla además la concreción de la petición de la mafia/contra en Miami de ahora Irak, mañana Cuba, la ejemplarmente anómala nación, única del hemisferio que ha sabido defender su soberanía. Y ¿quién defenderá los logros revolucionarios de los hijos de Martí y a los demás pueblos amenazados? ¿Acaso los pasmados y oportunistas gobiernos, los Hussein, los Aznar, los Putin y los Fox? Después de lo sucedido, la mera idea es risible para quienes se movilizan por la autodeterminación de los pueblos. Y es que en los hechos, la victoria de los nuevos fascistas no será fácil y sí provoca respuesta. La nueva ofensiva imperial ha polarizado al mundo como nunca antes. Mientras que en los estériles parlamentos y en nulos organismos mundiales se vacila entre resignarse y sacar tajada, desde abajo crecen las voces y la solidez popular que sí sabe oponerse a la dictadura universal. Este cuerpo y su canto ya no son subterráneos. Se han erigido en un actor que ya no podrán ningunear. Desde la resistencia indígena, campesina, callejera, piquetera, guerrillera y asambleísta, florecen las nuevas fuerzas rebeldes.

Los compas del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente somos una de estas fuerzas. Junto con ellas, sangramos con rabia y con anhelos de justicia al ver al mutilado pueblo iraquí y nos unimos al ¡NO! de repudio, al ¡NO! a la barbarie, al ¡NO! en nuestro nombre. No sólo aplaudimos las acciones de las fuerzas democráticas y antiimperialistas, las alentamos y las nutrimos. En nuestro contexto nacional, entendiendo que en el esfuerzo por cambiar el mundo los pueblos tienen que arrebatarle el poder a la minoría que lo detenta dentro de sus fronteras en beneficio de los neocolonizadores, nos esforzamos por construir un bloque que le pelee el poder a los administradores del imperio centímetro por centímetro, idea por idea y comunidad por comunidad. Llegó el momento, creemos, de oponerle el poder del pueblo al poder de las oligarquías. Sabemos que no podremos frenar al imperialismo a escala mundial si no lo arrancamos primero de nuestras fronteras. AL PLAN HEGEMÓNICO DEL IMPERIALISMO, OPONEMOS UN ESFUERZO COORDINADO Y HORIZONTAL CON LAS DEMÁS FUERZAS DEMOCRÁTICAS Y REVOLUCIONARIAS, RESPETANDO LAS AUTONOMÍAS Y LA PLURALIDAD DE LAS FORMAS DE LUCHA.

No quiere esto decir, sin embargo, que nos olvidamos de nuestro compromiso internacionalista. DESDE AHORA, TOMAMOS LA FIRME DECISIÓN DE ESCALAR EL NIVEL DE SOLIDARIDAD CON LOS PUEBLOS Y LAS ORGANIZACIONES QUE, ASPIRANDO DESDE ABAJO A LA SOBERANÍA POPULAR CON JUSTICIA, COMBATEN EL NEOCOLONIALISMO. Por tanto, si el imperialismo opta por agredir más directamente a Cuba o al pueblo colombiano, tendrá de nuestra parte una respuesta. Apoyaremos a todas las acciones guiadas por la ETICA revolucionaria que contrasta vívidamente con el terrorismo de Estado yanqui. Nuestra coordinación con demás fuerzas antiimperialistas seguirán el espíritu de Bolívar, de Martí, de Flores Magón y del Che.

Las conspicuas sogas que se tejen entre el proyecto neoliberal de Washington y la guerra permanente quieren estrangularnos. Pero crece la rebelión organizada y la unidad nacional contra este excluyente modelo antidemocrático. Para volver a tomar las riendas de nuestros asuntos, doméstica e internacionalmente, el pueblo comienza a construir un nuevo poder, en manos de todos, desde ahora y desde abajo. Un poder autónomo erigido por un amplio frente, democrático y revolucionario, sustentado por las fértiles luchas horizontales que se coordinan en las calles y no supeditado a los mezquinos intereses partidistas que siguen las reglas del juego en los parlamentos. Quizá, cuando se consolide este bloque antiimperialista y antineoliberal, y cuando este comience a ganar batallas, habremos construido también una potente plataforma para transformar el mundo. Y entonces, comenzaremos a conocer un mundo más civilizado y más justo.

Para acabar con la exclusión y levantar la verdadera democracia de y para todos los mexicanos,
Para fundar una auténtica fraternidad entre los pueblos y defender la plena vida universal ,
Los compas del ERPI bregamos juntos a nuestros hermanos por el poder en manos del Pueblo.

EJÉRCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO INSURGENTE
Dirección Nacional
8 de mayo del 2003


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COMUNICADO NO. 5 DEL COMITÉ ESTATAL DE GUERRERO DEL ERPI

AL PUEBLO DE MÉXICO:
A LAS ORGANIZACIONES DEFENSORAS DE LOS DERECHOS HUMANOS:
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN:

En diversos medios de comunicación, aparecieron notas donde se vinculan a seis ciudadanos -José Guadalupe Hernández Arizmendi, Eudocio Suástegui García, Bardomiano Ríos, Doroteo Marín, Inés Jimenés Silva y Concepción Ramírez Ramírez- con nuestro Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente.

Ante las falsedades publicadas que intentan culpar a estos ciudadanos de pertenecer a nuestras filas y criminalizar al ERPI, se hace necesaria una aclaración de nuestra parte. Declaramos lo siguiente:

1. Negamos rotundamente la participación de estos costa chiquenses en nuestra organización. Las presuntas declaraciones hechas por éstos vinculándolos a nuestra organización y al secuestro evidentemente fueron arrancadas bajo la siempre presente práctica de la tortura. ¿Cómo es posible que los centros de inteligencia piensen que ancianos de 70 y 80 años se dediquen al secuestro? Es muy probable que todos los detenidos sean chivos expiatorios para que Fox y la AFI -- un proyecto del Sr. Rafael Macedo de la Concha (responsable de sentenciar injustamente a los campesinos ecologistas en 1999 y cuando menos un avalador de la tortura) y su procuraduría militarizada -- reporten “resultados” a sus respectivos "big brothers", Bush y el FBI.

2. Cuestionamos seriamente la veracidad de las evidencias que presenta la PGR. ¿Una biblia con anotaciones? ¿Un comunicado nuestro? A ver si entendemos: estudiar la Biblia (cosa que no hacemos como organización) y leer nuestros documentos públicos que son disponibles a todo mundo, ¿es delito?. Por lo que respecta al 'hallazgo' de nuestros uniformes, esto es imposible ya que no guardamos nuestros uniformes militares en casas. Por tanto, lo más probable es que todas estas evidencias hayan sido sembradas.

3. Los recientes cateos, incursiones y detenciones ilegales ocurridos en los municipios de Tecoanapa, La Unión, Chacalapa y Ayutla de Los Libres, con el pretexto de investigar secuestros, muestran el criminal modus operandi de las fuerzas policiacas. Primero, causan zozobra, incursionando violentamente y con dispositivos aparatosos en comunidades campesinas. Segundo, detienen a estas seis personas sin órdenes de aprehensión. Tercero, los mantienen incomunicados y escondidos por más de tres días. No satisfechos con estas graves violaciones a los derechos humanos, elementos de la AFI y otras fuerzas policiacas proceden a golpear inhumanamente a los detenidos, quienes en diversas imágenes publicadas presentan irrefutables huellas de tortura.

4. El 'armamento' presuntamente decomisado no es nuestro. Unidades nuestras ya han confirmado que esas armas no nos pertenecen. Por ejemplo, nosotros no usamos el fusil Galil. Es más, parece ser que esta presentación espectacular de petrechos de guerra es un montaje. Según varios compañeros, buena parte de ese armamento ya fue presentada después del hallazgo de armas en el Cerro del Guajolote en 1997.

5. Denunciamos el continuo intento de las autoridades de criminalizar a nuestra organización. El ERPI es una organización político-militar, seria, disciplinada, combativa pero también humanista y popular; luchamos, junto con otras fuerzas insurgentes, por la transformación de nuestra sociedad, construyendo y defendiendo el poder popular desde abajo y hasta las últimas consecuencias. No nos consideramos delincuentes por participar aquí. Más bien, los represores de las fuerzas policiacas y sus jefes necesitan verse en el espejo.

Todo mexicano, trátese de militante nuestro o no, tiene el derecho a no ser torturado o ser desaparecido; de hecho, estos son derechos universales básicos de todos los seres humanos. Sin embargo, el gobierno todavía practica estos crímenes de lesa humanidad. En las fotos de los detenidos que pasaron por la tele, estos campesinos aparecen con el rostro hinchado -- señal de que fueron brutalmente torturados.

Lo que el Estado pretende hacer a través de la fabricación de culpables, la tortura y la criminalización de luchadores sociales y trabajadores campesinos es crear un clima de zozobra. De nueva cuenta, se están realizando operaciones e investigaciones extremadamente irregulares (cateos ilegales, detenciones ilegales, tortura física y psicológica, intimidaciones), propias de un Estado policiaco, a lo largo de la Costa Chica. Así, se prepara el terreno para una escalada represiva en el estado de Guerrero. Ya varias organizaciones sociales -que no tienen relación alguna con el ERPI- han denunciado un recrudecimiento de violencia policiaca y militar en la región. Ante la intensificación de la represión, llamamos a la sociedad civil a organizarse y denunciar cualquier atropello que sufran por parte del gobierno. Hasta hoy, la impunidad y los crímenes de lesa humanidad prevalecen y son prácticas comunes del foxismo. Pero tarde o temprano, se hará justicia y habrá un pleno respeto por los derechos humanos.

Atentamente,
El Comité Estatal de Guerrero
Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente
República Mexicana a 27 de mayo de 2003

¡CON EL PODER POPULAR, EL PUEBLO UNIDO VENCERÁ!


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NUESTRO PENSAR
El espíritu militante
José

Podemos resumir con tres palabras las características del espíritu militante que debe distinguir a los integrantes de nuestra organización: combativo, indoblegable, tenaz...

La primera virtud que debe tener un revolucionario es la de ser honrado. Esto junto con el ideal de justicia, son piedras angulares de su ética y forman parte del anhelo de perfeccionamiento humano.

La dignidad es también un valor precioso del revolucionario, quien debe a su vez despertarlo y desarrollarlo en el pueblo, a través de su accionar.

La actitud de un genuino revolucionario no es el teoricismo ni el academicismo, ni mucho menos las posiciones intelectualistas alejadas de la vida real. La unidad estrecha entre su formación ideológica, política y cultural junto con su capacidad de promover nuevos procesos debe ser parte esencial de su vida. Debe haber un equilibrio entre los aspectos materiales y espirituales, los cuales forjarán al hombre y la sociedad nuevos a que aspiramos y debemos construir desde hoy.


CARACTERÍSTICAS DEL ESPIRITU MILITANTE

Podemos resumir con tres palabras las características del espíritu militante que debe distinguir a los integrantes de nuestra organización: combativo, indoblegable, tenaz.

Espíritu combativo

En la práctica de los mejores militantes revolucionarios, la combatividad encuentra una de sus expresiones en la decisión para enfrentar las dificultades que se le presentan. Esto es válido tanto para las que sabemos que existen, como para las que puedan sobrevenir y que, incluso, de momento ni imaginamos. Cuando se tiene decisión de enfrentar una dificultad y esa decisión es suficientemente firme y determinada, podemos estar seguros que esa actitud nos garantiza de entrada por lo menos la mitad de la solución del problema que tengamos por delante.

El espíritu combativo nos hace perder el miedo a las dificultades. Por supuesto que no debemos buscarlas, pero estas necesariamente se nos presentarán. En lugar de convertirse en una traba o un inconveniente, las transformamos en fuente de estímulo y fortaleza.

Será nuestra manera de pensar y actuar una especie de gimnasia mental constante para prepararnos y estar siempre en condiciones óptimas, a fin de cumplir con las tareas que estén bajo nuestra responsabilidad.

Espíritu indoblegable

Somos indoblegables cuando nos forjamos la convicción de que las dificultades no pueden más que nosotros. El límite para solucionar una dificultad es puesto por nosotros mismos.

Si conseguimos desarrollar un temple de calidad en nuestra conciencia y en nuestra actitud ante la vida a semejanza del mejor acero, podemos reaccionar siempre con la fuerza e impulso de una hoja de este material: regresar siempre y con fuerza a su posición original. Porque esa fuerza nos permite barrer las dificultades, quitarlas de nuestro camino, en lugar de que ellas lo hagan con nosotros.

Espíritu tenaz

La tenacidad es la actitud de insistir incansablemente, ya sea para desarrollar un trabajo o para buscar la solución de una dificultad. Porque muy rara vez encontramos que algo se impulsa, se desarrolla o se resuelve con el impulso inicial o solo con el deseo intenso y sincero de hacerlo.

Si insistimos y persistimos en nuestro esfuerzo, podremos realizar lo que deseamos. Lo característico del revolucionario verdadero es que, conciente de su responsabilidad, está todos los días, todas las horas pendiente de sus tareas y compromisos. Las llamaradas de petate no tienen cabida en nuestra lucha.

El acomodamiento es algo que debemos desterrar por completo de nuestros hábitos militantes. Nuestro trabajo requiere esfuerzo. La pereza se combate con entusiasmo, con entrega creciente en el trabajo, con un esfuerzo constante y consciente


ACTIVIDAD MILITANTE

La militancia, como la debemos entender y practicar, se caracteriza por la entrega y decisión para la realización de las tareas en el tiempo y con la calidad necesarias.

Un buen sentido y práctica militante no se adquieren de un día para otro. Pero se pueden desarrollar rápidamente si nos lo proponemos, si actuamos consecuentemente y si obramos con rigor y honestidad con nosotros mismos y con nuestro pueblo.

Encaminamos nuestra militancia a desarrollar la capacidad de esfuerzo, trabajo y sacrificio. Esto solo se consigue con la autoexigencia constante y la entrega cada día mayor a la causa, afrontando todo el trabajo que hay que realizar. Pero haciéndolo hoy, cuando es necesario, no dejándolo para mañana. Es claro que no es fácil el camino de la libertad. Exige: esfuerzo, sacrificio permanente y creciente.

Nutrientes de nuestra militancia

La experiencia de cada día demuestra la necesidad de alimentar constantemente nuestra militancia. La formación política e ideológica es la principal responsabilidad de un revolucionario. Esta tiene como primer fin ir forjando la conciencia del militante.

Conciencia revolucionaria quiere decir tener bien claras en nuestra mente las ideas revolucionarias. Mantener en nuestro corazón la fe de que el único remedio para los males de nuestro pueblo es la transformación de la sociedad. Es vivir entregados por completo a la lucha, manteniendo siempre una conducta limpia y ejemplar.

La conciencia revolucionaria tiene siempre que estar unida a la lucha diaria. No es como una piedra, sino algo vivo, como un árbol, como un ser humano que necesita alimentarse para poder crecer y desarrollarse.

Nosotros, como los médicos, vamos a curar las enfermedades y sufrimientos de nuestro país. Un médico para poder curar necesita estudiar mucho, saber cómo es el cuerpo humano, qué partes tiene y cómo funciona, qué enfermedades se pueden presentar en el organismo y con qué medicinas puede combatirlas.

Un revolucionario debe estudiar cuáles son las dificultades, grandes y pequeñas, que enfrenta el pueblo para poder realizar un mejor diagnóstico. Por otra parte, también debe tener confianza en el pueblo y en su sabiduría. El pueblo comprende perfectamente los distintos momentos de la lucha. Sabe cuando las fuerzas del enemigo son mayores y se hace necesario como objetivo principal la sobrevivencia de la organización. El pueblo sabe también cuando es posible avanzar y causar grandes y continuas derrotas al enemigo y cuando es el momento del asalto definitivo.


Nuestra participación desde dentro

La total confianza en nuestro pueblo estimula nuestra participación no en forma periférica o desde afuera. Participar desde dentro es hacer cada uno suya la causa popular, adentrarse cada vez más en los laberintos y problemas que ésta tiene con la intención de afrontarlos, de colaborar en su solución.

Quizá la clave de la participación desde dentro esté dada en la determinación de afrontar la responsabilidad de la lucha, responsabilidad que es inherente a todos.

Esta lucha exige paciencia cotidiana y trabajo constante. Se construye con cada esfuerzo, con cada tarea bien cumplida, con el espíritu de inconformidad con uno mismo, con la determinación de dar y de aportar cada vez más.

Lo importante es el sacrificio silencioso y constante, pequeño si se quiere, pero que garantiza la cadena de trabajos revolucionarios. Es el sacrificio constructivo, para definirlo mejor. Si alguien no tiene esta moral, no podemos confiar en sus palabras de estar dispuesto a dar la vida por la causa del pueblo.


Disciplina fuerte y firme

El espíritu de militancia activa se traduce en una disciplina fuerte, firme y rigurosa que nos permite desarrollar y movilizar al máximo todas las posibilidades políticas y organizativas de cada militante, en forma orgánica.

La disciplina es una forma de ser que invade y norma la actividad y la vida misma del militante. Empieza por lo individual. Quien no es capaz de actuar disciplinadamente, es muy difícil que pueda actuar disciplinadamente en la vida orgánica.

Toda la organización necesita actuar de manera disciplinada y en todos sus aspectos. Es la disciplina, la calidad en la acción y el comportamiento de sus militantes lo que le da una enorme fortaleza.


Disciplina en lo ideológico y en lo político

La disciplina abarca también los aspectos ideológicos y políticos. Un militante que en un determinado lugar y momento tenga que defender una posición, tenga que llevar la línea y la orientación que ha dado la organización, no puede expresar una interpretación personal. Tiene que defender la posición de la organización. Debe hacerlo así aunque sea un dirigente del movimiento de masas. De otra manera, nos encontraríamos con tantas líneas como militantes existieran.


Disciplina racional y voluntaria

Lejos de pensar en una disciplina carcelaria, la nuestra tiene que ser absolutamente racional y voluntaria, donde sea uno mismo el que exige su cumplimiento. Aceptamos esa disciplina como fruto del desarrollo ideológico y político, del compromiso con nuestro pueblo y su causa.

El grado de disciplina está muy relacionado con el grado de desarrollo ideológico y político. Eso no quiere decir que haya que esperar a tener un alto desarrollo en estos sentidos para tener disciplina. La disciplina también es una meta de carácter inmediato y una exigencia que plantea la organización a todos sus militantes desde su incorporación. El mismo desarrollo de la disciplina va a permitir consolidar el desarrollo ideológico y político.

A nadie se le puede imponer una disciplina. Voluntariamente se asumen las tareas y responsabilidades, voluntariamente se está en la organización y voluntariamente se asume la disciplina.

Entendemos que un criterio muy serio que puede adoptar la organización respecto a un militante, es no encargarle ninguna tarea mientras no tenga el deseo o la decisión de cumplirlo.

En el trabajo abierto estamos sometidos a mil presiones y limitaciones en nuestro accionar. Hay una serie de marañas en la vida cotidiana, un bombardeo constante de comodidades, de gustos, de compromisos y de costumbres que actúan directamente en contra de la disciplina del militante. Debemos tener cuidado con esto.


Autodisciplina

Somos nosotros mismos los que debemos ser exigentes para el cumplimiento de nuestra propia disciplina. Y aquí es dable pensar en hacer un balance diario sobre nuestra disciplina, sobre lo que hemos realizado, lo que no hemos cumplido y por qué lo hemos dejado de hacer.

Por ejemplo, si no tenemos autodisciplina para observar las normas de seguridad, nadie nos lo va a estar exigiendo constantemente. Pero puede suceder que por no guardar disciplinadamente esos aspectos, el día menos pensado tengamos un problema grave.

Otro aspecto donde también juega un papel importante la autodisciplina es en la compartimentación. Fácilmente se puede romper o relajar la compartimentación haciendo confidencias o compartiendo cosas indebidamente. La autodisciplina es necesaria para estar vigilantes en todas estas cuestiones y eso también supone un esfuerzo de nuestra parte.

Finalmente podríamos decir que la autodisciplina, aunque es algo individual, debe ser una de las preocupaciones más profundas de carácter colectivo. Nuestra disciplina como actitud es un ejemplo utilísimo y determinante para el cultivo y el desarrollo de la disciplina en otros militantes.


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LOS CAMPOS DE DESACUERDO NACIONAL Gavroche

El gran problema es que ninguno de los asuntos esenciales se resolverá con lo pactado en el Acuerdo Nacional. Los logros del movimiento campesino, que sí los hubo, no resultaron en un auténtico camino hacia la reestructuración. Las organizaciones firmantes exigieron grandes cambios pero se conformaron con una alteración, en el mejor de los casos, cosmética. Veamos...

El 28 de abril El campo no aguanta más, la Confederación Nacional Campesina (CNC), El Barzón y el Consejo Agrario Permanente (CAP) suscribieron el Acuerdo Nacional para el campo con el poder ejecutivo federal. La profundidad y la amplitud del acuerdo, grandilocuentemente anunciado como la solución a la crisis por la que atraviesa el agro nacional, son severamente cuestionadas por todos menos el gobierno. Indudablemente, el movimiento campesino tuvo importantes logros. Sin embargo, al cabo de las negociaciones y para el descontento de algunos partícipes, las organizaciones optaron por firmar un pacto que no resolvía ninguno de los problemas originalmente planteados. Su contenido no modifica en absoluto la mortífera dinámica neoliberal que rige las relaciones sociales agrarias; ahonda el asistencialismo en lugar de implantar una reforma estructural; no ofrece significativas protecciones a la producción campesina ni fortalece el sistema alimentario nacional; siguen sin cancelarse las 300 órdenes de aprehensión contra agricultores; se olvida completamente de las comunidades indígenas y revigoriza el clientelismo social. Considerando estas circunstancias claramente adversas, vale ponderar las motivaciones de las dirigencias, los resultados que puedan suscitarse y lo que le falta al movimiento para que se convierta en un verdadero esfuerzo, democrático y autónomo, de transformación.

Es preciso mencionar que el acuerdo, con todo y sus limitaciones, responde a las movilizaciones masivas del campo, no así a un repentino deseo de parte del gobierno por mejorar las condiciones de vida del campesinado. En este último intento colectivo que se viene formando desde el 2002, el movimiento campesino multiplicó sus esfuerzos por llegar a un consenso e involucrar a numerosas organizaciones. Una expresión de dicho consenso fue la misma conformacion del movimiento/coordinadora El campo no aguanta más. Este nuevo actor aglutinó a diversas agrupaciones campesinas, doce en total. Organizaciones democráticas, de corte asambleísta -como la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA) y el Frente Democrático Campesino de Chihuahua (FDCCH)- se integraron a este movimiento. Pero también es cierto que viejos actores corporativos, como el CAP (Congreso Agrario Permanente, organismo creado por el salinismo en 1989 para apoyar las reformas neoliberales al Artículo 27), se resucitaron oportunistamente. En esta misma línea, los dirigentes de la CNC (Confederación Nacional Campesina), liderados por el contrainsurgente Diódoro Carrasco, representaron las tendencias clientares y corporativistas del ‘neo’prianismo.

No obstante las divergencias entre las agrupaciones y las prácticas ‘apaciguadoras’ de los bomberos del CAP y la CNC, hubo grandes movilizaciones y un esfuerzo coordinado. En este sentido, el movimiento El campo no aguanta más supo actuar con medida al andar por un camino sinuoso y resbaloso. Entre desacuerdos e insultos, la nueva oposición campesina, algo ligada al PRD, pudo abrir un espacio de convergencia lo suficientemente robusto para negociar con el Estado a nivel nacional. Después de este proceso inicial, ¿cuál sería el balance?

Logros, sin duda, ha habido. Las organizaciones campesinas, por primera vez quizá desde la reforma agraria cardenista, pudieron conjugar un movimiento coordinado que sentó al gobierno a negociar sobre un pliego básico de demandas. Si bien no se ‘habló con una sola voz’ y el gobierno pudo a veces proceder con pláticas ‘multilaterales’, las organizaciones mantuvieron un grado importante de cohesión. Se arrastró a los sectores más renuentes, la CNC y el CAP, se consensó una plataforma bastante integral y finalmente se reunió a 100,000 campesinos para una magna protesta. Todo estos esfuerzos desembocaron en la nada despreciable identificación y proyección al debate nacional de los temas indispensables para la reestructuración agraria. Esto aportó a la creciente crisis de la hegemonía ideológica del neoliberalismo. En contraste, por razones que ahora se examinarán, estos logros no resultaron en una auténtica reestructuración.

El gran problema es que ninguno de los asuntos esenciales se resolverá con lo pactado. Exigieron grandes cambios pero las organizaciones firmantes se conformaron con una alteración, en el mejor de los casos, cosmética. Tampoco se generaron las bases, como algunos optimistas insisten, que permitirán el crecimiento del movimiento y el fortalecimiento de sus demandas.

En primer lugar, la reorientación estructural que todas las organizaciones claramente pedían se abandonó. En su lugar se obtuvieron barullo de dádivas que en los hechos no son más que un disfrazado agregado de los programas existentes, más el pequeño goteo de petrodólares extraordinarios cuyo reparto depende de la voluntad de los gobernadores. (Estos recursos pueden ascender a los 7 mil millones de PESOS cuando al IPAB se le destina 4 mil millones de DOLARES en una sola transacción y al rescate carretero se le inyecta 14 mil millones de los billetes verdes.) El gran fondo de emergencia para el campo alcanza generosamente los 2 mil 800 millones de pesos cuando la demanda original era de los 20 mil millones. Pese al alarde gubernamental, la mayoría de los puntos sólo reitera la aplicación de programas operativos anuales de 2003 ya aprobados en diversas dependencias. Es decir que los $67 mil millones para desarrollo rural que se ‘redistribuirán’ ya estaban presupuestados-¡NO FUERON GANADOS! Sin embargo, si bien demuestra la falta de voluntad y transparencia del gobierno, la cantidad de lana a repartir no es lo medular.

El acuerdo sencillamente no plantea una forma más equitativa de organizar el campo que beneficie a los pequeños y medianos productores o a los trabajadores agrícolas. No estimula la producción independiente, basada en nuestras tradicionales cadenas alimentarias, para el mercado domestico. Al contrario, reafirma los parámetros neoliberales con un discurso de competitividad, creación de pequeñas unidades eficientes y acceso sin trabas a los mercados. No se compromete a renegociar el componente agrícola del TLC; ni siquiera adopta medidas explícitas para excluir el frijol y el maíz blanco, los rubros más vulnerables del tratado. Peor aun quedó la demanda de revocar la contrarreforma al Artículo 27, sepulturera del reparto de tierras y de la protección estatal de la propiedad ejidal y comunal. Esta, al igual que la exigencia de uniformar los subsidios con respecto a los que benefician a los productores de EEUU, ni se menciona.

Lo pactado, en efecto, sigue favoreciendo a los grandes capitales de la agroindustria vinculados a las transnacionales agrícolas, agroquímicas y las industrias del alimento basadas en EEUU. Sin modificaciones estructurales, es imposible que los pequeños propietarios y ejidatarios, la mayoría de los cuales combinan una producción de subsistencia basado en la hiper-autoexplotación con trabajo asalariado, compitan exitosamente. Es probable que los pequeños apoyos prolonguen la agonía colectiva de los minifundistas semiproletarios, pero inexorablemente conduce a que sean tragados o desechados por los socios y/o rivales reyes del agro como Usabiaga. La situación de los subsidios ilustra las inherentes desventajas productivas y comerciales del modelo neoliberal, ratificadas por el acuerdo: mientras que cada agricultor gringo recibe un subsidio anual de 21,000 dólares, el gobierno de Fox entrega en promedio 3.3% de esa cantidad. Nada de esto se alterará.

Un innegable resultado del acuerdo es cimentar el asistencialismo estatal hacia el campo. El texto en sí es una enumeración incoherente de acciones de “Política Social para Desarrollo Rural” que se alejan de una amplia reforma en cuestiones productivas. Sencillamente no es una nueva orientación: se trata de programas sociales que no reforman las desiguales bases productivas. De forma que contempla apoyo en cuestiones de salud, educación y (vaya insulto, como confirmando que no tienen lugar en el mundo agrícola) conversión laboral, eludiendo el problema toral. Se sigue la línea emprendida por Salinas quien aceleró el desmantelamiento de la producción nacional para preparar el camino para la entrada al TLC y terminó con el tratamiento estratégico de la producción agraria. Según esta lógica, se disgregaba la atención al sector social del campo, canalizando asistencia cada vez más mermada a unidades y familias individuales. Así nacieron el Procampo y el Pronasol. De 6º% de los ejidatarios que recibían asistencia técnica se pasó a 8.6% en 1994. El Acuerdo Nacional, al seguir los mismos pasos, no hace nada para revertir esta pena de muerte al campesinado.

Tampoco aborda el problema de la soberanía alimentaria. Más bien se escuda truculentamente detrás del concepto de seguridad alimentaria con el cual reafirma la entreguista e inviable práctica de las ventajas competitivas. Así, pretenden seguir permitiendo la entrada de cultivos y productos elaborados de EEUU, con el argumento de que se producen más eficientemente y son más económicos para el productor. Naturalmente, es una bofetada a la estrategia de producción autosuficiente y autosustentable por la que se lucha. Es, al mismo tiempo, una muestra más de que el gobierno no intenta en absoluto abogar por una revisión del TLC. La soberanía alimentaria es parte del modelo de desarrollo más justo, democrático y racional que implica un vuelco de 180 grados en las políticas económicas y sociales, giro que por sus compromisos con las trasnacionales Fox no es capaz de dar. En vez de crear la base biológico-material para nuestro desarrollo independiente y justo, el gobierno permite que persista y crezca el desmantelamiento de las cadenas agro-alimenticias. Estas rupturas representan además un ataque más a nuestra cultura ya que facilita aun más la invasión de las comidas chatarras y artificiales y los organismos genéticamente modificados que no sólo atentan contra nuestras tradiciones sino también contra nuestra salud. ¿Cómo pueden considerar nuestra metamorfosis de un pueblo de maíz a un pueblo de comida rápida, con altos índices de desnutrición, obesidad y diabetes (y el altísimo costo en salud pública que conlleva) una ‘ventaja competitiva?

Finalmente, el acuerdo sufre por su carácter excluyente, simbolizado por el hecho de que las pláticas se llevaron a cabo con más de 300 activistas rurales detenidos o bajo la amenaza de orden de captura (mucho de los cuales siguen sin ver sus casos resueltos). Se puede afirmar que una vez comenzada la negociación, se fue perdiendo la solidaridad campesina. Esta tacha es todavía más evidente en lo que a derechos indígenas se refiere. La cuestión indígena no puede abstraerse de la problemática rural, por razones tanto cuantitativas como cualitativas. La población indígena es un componente crucial en el mundo rural; además, la visión de desarrollo que han planteado las comunidades indígenas, plasmadas en los Acuerdos de San Andrés, por sus formas alternativas de organizar las relaciones productivas (tanto intercomunitarias como entre las comunidades y los actores nacionales y trasnacionales), tienen que tomarse en cuenta. El acuerdo se limita a contemplar una vaga revisión de la legislación relativa a comunidades indígenas, sin que estas fueran siquiera invitadas a las pláticas. Es lógico, por tanto, que el movimiento indígena independiente rechazara enfáticamente el acuerdo. Es sencillo: sin la participación de las voces indígenas, que han avanzado más que ningún otro sector en la definición de una alternativa al modelo agrario, la crisis no se resolverá. Los indígenas, por lo demás, no fueron los únicos excluidos. A través del territorio nacional, hay comunidades enteras golpeadas por la precariedad productiva y la emigración. Son entes sin nexos con las grandes agrupaciones pero que representan una fuerza latente tremenda.

Los que sí fueron incluidos, y además muy beneficiados, fueron los dirigentes de estas coordinadoras. Estos rápidamente aprovecharon la energía del movimiento y se catapultaron como los nuevos (bueno, algunos no tan nuevos) interlocutores ante las autoridades. Así, montándose en la cresta del movimiento y blandiéndolo como artículo de trueque, ganaron influencia y mejoraron sus posiciones personales e institucionales. Además de colocarse en posibilidades de ganar candidaturas y puestos no/gubernamentales (veremos que pronto aparecerán en las listas). Su condición cupular y patrimonialista (que a su vez condicionó la evolución vertical de las pláticas) se vio fuertemente reforzada por las sumas de dinero que manejaran a la cabeza de sus organizaciones. Si bien hubo procedimientos consultivos con la participación de las bases, no fue extensiva y además no recogió cabalmente el sentir desde abajo. Es por esta razón, por cierto, que organizaciones enteras integrantes de El Campo no aguanta más como el Frente Nacional en Defensa del Campo Mexicano, la Unión Nacional de Organizaciones de Forestería Comunal, la Unión Nacional de Organizaciones Regionales y Campesinas Autónomas y el Frente Democrático Campesino de Chihuahua se inconformaron y se negaron a firmar.

El manejo de los recursos por parte de la dirigencia cupular reproducirá sus relaciones clientelares hacia abajo y por ende se transformará en mecanismo de control social. Si se añade a esto el pervertido concepto de ‘corresponsabilidad’ que impera en el texto, la arremetida contra la construcción autogestiva de un nuevo modelo agrario se hace más evidente. Con la ‘corresponsabilidad’ el estado pretende, además de desprenderse de su responsabilidad rectora, que los campesinos se ‘eficienticen’ por medio de sus propios esfuerzos. En la práctica, esto los ata más a una relación corporativista con sus dirigentes. Con el acuerdo, por tanto, se pasa a una estructura corporativa de estado a una corporativa particular. En este sentido, representa un retroceso aun comparado con el capitalismo paraestatal del priato.

Los analistas que concluyeron que la firma del acuerdo avala una política agraria oficial y neoliberal que favorece a la agroindustria exportadora, mina la autosuficiencia alimentaria (cediendo nuestras cadenas alimenticias a los conglomerados yanquis) y subvierte nuestra independencia cultural tienen razón. Todos sabemos en qué quedarán las consultas con los amos/socios del TLC en cuanto a su fantasiosa revisión: el imperialismo que impuso con ayuda de sus gerentes mexicanos el tratado para dominarnos no dará concesión alguna. Es más, días después de firmado el acuerdo, llegó una delegación de Iowa (estado productor excedente de maíz) para reclamar una tajada del mercado nacional. También entendemos como conciben el ‘desarrollo rural’ los grandes agrobusinessmen, reyes del campo. El acuerdo no representa ni la ‘solidez’, ni los ‘avances’, ni la base para ‘impulsar la verdadera transformación del campo’, ni la ‘resolución del tema ‘’innegociable’’ de excluir del TLCAN al frijol y al maíz blanco’ que perciben los agraciados firmantes dirigentes.

Si el acuerdo se puede tirar por entero a la basura, entonces el movimiento sí tiene elementos rescatables. Es necesario identificar cuáles de sus aspectos pueden contribuir a un movimiento más ‘sólido, que avance hacia la verdadera transformación del campo.’ Aquí es importante distinguir conceptualmente entre una exitosa movilización opositora y un verdadero movimiento transformador. El primer caso puede lograr el tratamiento de problemas puntuales y hasta puede llegar a ejercer algún papel administrativo en la política agraria. Sin embargo, siempre depende de las autoridades estatales y de la interlocución negociadora de los dirigentes de oposición, dentro del contexto del modelo oficial. El segundo plantea un nuevo esquema que fundamentalmente rompa, que trascienda el modelo imperante y lo hace con sus propias fuerzas, arrancándole, en sus propios términos, concesiones al estado y ejerciendo una autonomía dentro del contexto de un esfuerzo más general por la transformación social. Entonces, hay que rescatar la plataforma original del movimiento y fortalecerla como rechazo constructivo al sistema neoliberal y neocolonizador. Hay que recoger las energías combativas de las bases, incluyendo las correctas disposiciones de las organizaciones como la UNORCA. Y hay que retomar el impulso unitario que caracterizó a muchos elementos del movimiento. Pero, todo esto hay que hacerlo rechazando el papel oportunista, desactivador y vertical de los dirigentes deshonestos y corporativistas. Hay que hacerlo con la participación desde las bases de todos los actores excluidos por el sistema que tomen las riendas de sus asuntos y que los integren respetuosamente al clamor más amplio por la reestructuración radical del campo. Sólo de esta forma será posible terminar con la subordinación agraria nacional y construir un mundo rural democrático, independiente, plural, autosuficiente y autosustentable. Este es el reto del movimiento campesino y de las fuerzas revolucionarias que se ponen a su disposición.


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HACIENDO CAMINO

EL CONTROL MILITAR DEL PLANETA
Samir Amín

Desde los años 80, cuando se anuncia el desmoronamiento del sistema soviético, se diseña una opción hegemónica que se granjea al conjunto de la clase dirigente estadunidense (a sus establishment demócrata y republicano). Llevado por el éxito de su potencia armada, que ya no tiene ningún rival capaz de templar sus fantasmas, Estados Unidos elige afirmar su dominio, en primer lugar, por medio del despliegue de una estrategia estrictamente militar de «control del planeta». Una primera serie de intervenciones ¿Golfo, Yugoslavia, Asia Central, Palestina, Irak? inaugura a partir de los 90 la puesta en marcha de este plan de guerras made in USA, guerras sin fin, planificadas y decididas unilateralmente...

La estrategia política que acompaña al proyecto prepara sus pretextos: terrorismo, lucha contra el narcotráfico o la acusación de producción de armas de destrucción masiva. Pretextos evidentes cuando se conocen las complicidades que permitieron a la CIA fabricar un adversario «terrorista» a medida (los talibanes, Bin Laden, aunque los hechos del 11 de septiembre nunca han sido clarificados) o desarrollar el Plan Colombia dirigido contra Brasil. Respecto a las acusaciones de posible producción de armas peligrosas lanzada contra Irak, Corea del Norte, y en el futuro contra cualquier país, no son nada comparadas con el uso efectivo de estas armas por parte de Estados Unidos (las bombas de Hiroshima y Nagasaky, el empleo de armas químicas en Vietnam, la amenaza reconocida de utilización de armas nucleares en futuros conflictos). Así pues, se trata sólo de medios que son muestra de la propaganda en el sentido que Goebbels daba al término, eficaces quizá para convencer a la ingenua opinión pública estadunidense, pero cada vez menos creíbles en otros lugares.

La guerra preventiva formulada desde ahora como un «derecho» que Washington se reserva de invocar, supone de entrada la abolición de todo derecho internacional. La Carta de Naciones Unidas prohíbe recurrir a la guerra, excepto en caso de legítima defensa, y somete esta posible intervención militar propia a condiciones severas, además de establecer que la respuesta debe ser mesurada y provisional. Todos los juristas saben que las guerras emprendidas desde 1990 son absolutamente ilegítimas y que, por lo tanto, sus responsables son, en principio, criminales de guerra. Naciones Unidas ya es tratada por Estados Unidos, aunque con la complicidad de terceros, como antaño lo fuera la Sociedad de Naciones por los estados fascistas.


II.

La abolición del derecho de los pueblos, ya consumada, sustituye el principio de su igualdad por el de la distinción entre un Herrenvolk (el pueblo de Estados Unidos, accesoriamente el de Israel) que tiene el derecho de conquistar el «espacio vital» que considere necesario y los demás, cuya existencia misma sólo es tolerable si no constituye una «amenaza» para el despliegue de los proyectos de aquellos que están llamados a ser los «amos del mundo».

¿Cuáles son, por lo tanto, estos intereses «nacionales» que la clase dirigente de Estados Unidos se reserva el derecho de invocar como le viene en gana?

A decir verdad, esta clase se reconoce sólo en un objetivo -»hacer dinero»- y el Estado estadunidense se ha puesto abiertamente al servicio prioritario de la satisfacción de las exigencias del segmento dominante del capital constituido por las multinacionales de Estados Unidos.

Así pues, a los ojos del establishment de Washington todos nos hemos convertido en pieles rojas, es decir, pueblos que sólo tienen derecho a existir en la medida en que no interfieran en la expansión del capital multinacional de Estados Unidos. Cualquier resistencia será reducida por todos los medios, incluso hasta el exterminio si fuera necesario, como nos asegura Estados Unidos. Quince millones de dólares de beneficios suplementarios para las multinacionales estadunidenses y, en contrapartida, 300 millones de víctimas, sin duda alguna. Estados Unidos es el Estado canalla por excelencia, por retomar la terminología de los presidentes Bush padre, Clinton y Bush hijo.

Este proyecto es claramente imperialista en el sentido más brutal, pero no es «imperial» en el sentido que Negri da a este término, porque no se trata de controlar al conjunto de las sociedades del planeta para integrarlas en un sistema capitalista coherente, sino sólo de apoderarse de sus recursos. La reducción del pensamiento social a los axiomas de base de la economía vulgar, la atención unilateral dada a la maximización de la rentabilidad financiera a corto plazo del capital dominante, reforzada por la puesta a disposición de éste de medios militares conocidos por todos, son los responsables de esta bárbara deriva que el capitalismo lleva consigo, puesto que se ha desecho de cualquier sistema de valores humanos que ha sido sustituido por las exigencias exclusivas de la sumisión a las supuestas leyes del mercado. Por la historia de su formación, el capitalismo estadunidense se prestaba a esta reducción mejor aún que el de las sociedades europeas, porque el Estado estadunidense y su visión política han sido formados para servir exclusivamente a la economía, aboliendo con ello la relación contradictoria y dialéctica economía-política. El genocidio de los indios, la esclavitud de los negros, la sucesión de oleadas de emigraciones que sustituían la maduración de la conciencia de clase por la confrontación de los grupos que compartían supuestas identidades comunitarias (manipuladas por la clase dirigente), han producido una gestión política de la sociedad por parte de un partido único del capital, cuyos dos segmentos comparten las mismas visiones estratégicas globales, ya que se comparten la tarea por medio de sus retóricas aptas para controlar cada una de las constituencies, circunscripciones electorales, de la mitad escasa de la sociedad que cree lo bastante en el sistema como para tomarse la molestia de ir a votar. Privada de la tradición por medio de la cual los partidos obreros socialdemócratas y comunistas marcaron la formación de la cultura política europea moderna, la sociedad estadunidense no dispone de los instrumentos ideológicos que le permitirían resistir a la dictadura sin contrapeso del capital. Por el contrario, es éste el que labra unilateralmente el modo de pensar de la sociedad en todas sus dimensiones y, en especial, produce, reforzándolo, su fundamental racismo que le permite verse como Herrenfolk. El eslogan Play boy Clinton, Cow boy Bush same policy (playboy Clinton, cowboy Bush: misma política), expresado en «lenguaje indio», pone con toda justicia el énfasis en la naturaleza del partido único que gobierna la supuesta democracia estadunidense.

Debido a ello el proyecto estadunidense no es un proyecto hegemónico banal que compartiría con otros que se han ido sucediendo a lo largo de la historia moderna y antigua las virtudes de una visión de conjunto de los problemas que permite darles respuestas coherentes estabilizadoras, aunque estén fundadas en la explotación económica y en la desigualdad política. Es infinitamente más brutal por su concepción unilateral, extremadamente simple, y desde ese punto de vista se acerca más al proyecto nazi, fundado también en el principio exclusivo del Herrenfolk. Este proyecto no tiene nada que ver con lo que afirman los universitarios liberales estadunidenses, que califican a esta hegemonía de «benigna» («indolora»).

Si este proyecto se sigue desarrollando durante cierto tiempo, sólo traerá un caos cada vez mayor que apele a una gestión cada vez más brutal por medio de acciones puntuales, sin una visión estratégica a largo plazo. En última instancia, Washington ya no tratará de reforzar verdaderos aliados, lo que siempre impone saber hacer concesiones. Unos gobiernos títere, como el de Karzai en Afganistán, son más útiles mientras el delirio del poderío militar permite creer la «invencibilidad» de Estados Unidos. Lo mismo que pensaba Hitler.


III

El examen de las relaciones de este proyecto criminal con las realidades del capitalismo dominante constituido por el conjunto de países de la tríada (Estados Unidos, Europa, Japón) permitirá medir sus fuerzas y debilidades. La opinión general más extendida, dirigida por aquellos media que no llaman a la reflexión, es que el poderío militar estadunidense no constituye más que la punta del iceberg, que prolonga la superioridad de este país en todos los dominios, especialmente económicos, pero también políticos y culturales. Debido a ello la sumisión a la hegemonía que pretende sería inevitable.

El examen de las realidades económicas invalida esta opinión. El sistema productivo de Estados Unidos está lejos de ser el «más eficaz del mundo». Por el contrario, casi ninguno de sus segmentos estaría seguro de superar a sus competidores en un mercado verdaderamente abierto como imaginan los economistas liberales. Prueba de ello es su déficit comercial que se agrava cada año: de 100 mil millones de dólares en 1989 ha pasado a 450 mil millones en 2000. Además, este déficit concierne a prácticamente todos los segmentos del sistema productivo. Incluso el excedente del que se beneficiaba en el terreno de los bienes de la alta tecnología, que era de 35 mil millones de dólares en 1990, se ha convertido actualmente en déficit. La competencia entre Ariane y los cohetes de la NASA, Airbus y Boeing son testimonio de la vulnerabilidad de la ventaja estadunidense. Frente a Europa y Japón para los productos de alta tecnología a China, Corea y otros países industrializados de Asia y de América del Sur para los productos manufacturados corrientes, a Europa y al Cono Sur para la agricultura, Estados Unidos probablemente no los superaría sin recurrir a los medios «extraeconómicos» que violan los principios del liberalismo impuestos a sus competidores.

De hecho Estados Unidos sólo se beneficia de las ventajas comparativas establecidas en el sector del armamento, precisamente porque escapa ampliamente a las reglas del mercado y se beneficia del apoyo del Estado. Sin duda esta ventaja implica algunas consecuencias para la vida civil (el ejemplo más conocido es Internet), pero también está en el origen de las importantes distorsiones que constituyen desventajas para muchos de los sectores productivos.

La economía estadunidense es parásita en detrimento de sus socios en el sistema mundial. «Estados Unidos depende para el 10 por ciento de su consumo industrial de bienes, cuya importación no está cubierta por exportaciones de los productos nacionales». (E. Todd, Après l’empire, p. 80).

El crecimiento en los años de Clinton, alabado por ser producto del «liberalismo» al que Europa, desgraciadamente, se había resistido demasiado, es de hecho muy facticio y, en todo caso, no generalizable, porque descansa en transferencias de capital que implican el estancamiento de los socios. Para todos los segmentos del sistema productivo real, el crecimiento de Estados Unidos no ha sido mejor que el de Europa. El «milagro estadunidense» se ha alimentado exclusivamente del crecimiento de los gastos producidos por el agravamiento de las desigualdades sociales (servicios financieros y personales, legiones de abogados y de policías privados, etcétera). En ese sentido, el liberalismo de Clinton preparó claramente las condiciones que permitieron el desarrollo reaccionario y la ulterior victoria de Bush hijo. Además, como escribe Todd (p. 84), «inflado por los fraudes, el PNB estadunidense empieza a parecerse, por la fiabilidad estadística, al de la Unión Soviética».

El mundo produce, Estados Unidos (cuyo ahorro nacional es prácticamente nulo) consume. Su «ventaja» es la de un depredador cuyo déficit está cubierto por el aporte, consentido o forzado, de terceros. Los medios puestos en marcha por Washington para compensar sus deficiencias son de distintas naturalezas: repetidas violaciones unilaterales de los principios del liberalismo, exportaciones de armamento (60 por ciento del mercado mundial) ampliamente impuestas a aliados subalternos (que, además, como ocurre en los países del Golfo, ¡nunca utilizarán ese armamento!), búsqueda de subrentas petrolíferas (que suponen poner a los productores bajo su autoridad de forma regulada, motivo real de las guerras en Asia Central e Irak). En todo caso, lo esencial del déficit estadunidense se cubre por las aportaciones en capital procedentes de Europa y de Japón, del sur (países petrolíferos ricos y clases compradoras[1] de todos los países del tercer mundo, incluidos los más pobres), al que se añadirá la sangría ejercida a título del servicio de la deuda impuesta a la casi totalidad de los países de la periferia del sistema mundial.

Las razones que dan cuenta de la persistencia de los flujos de capital que alimenta el parasitismo de la economía y de la sociedad estadunidense, y permiten a esta superpotencia vivir al día son indudablemente complejas. Pero en absoluto son resultado de las supuestas «leyes del mercado», que son a la vez racionales e ineludibles.

La solidaridad de los segmentos dominantes del capital multinacionalizado de todos los socios de la tríada es real y se expresa mediante su adhesión al neoliberalismo globalizado. En esta perspectiva Estados Unidos es visto como el defensor (militar, si es necesario) de estos «intereses comunes». En todo caso, Washington no pretende «repartir equitativamente» los beneficios de su liderazgo. Por el contrario, se esfuerza por avasallar a sus aliados, y en ese espíritu sólo está dispuesto a consentir concesiones menores a sus aliados subalternos de la tríada. ¿Acaso este conflicto de intereses del capital dominante está llamado a acentuarse hasta el punto de acarrear una ruptura en la alianza atlántica? No es imposible, aunque sí poco probable.

El conflicto prometedor se sitúa en otro terreno: las culturas políticas. En Europa sigue siendo posible una alternativa de izquierda que impondría simultáneamente una ruptura tanto con el neoliberalismo (y el abandono de la vana esperanza de someter a Estados Unidos a sus exigencias, permitiendo así al capital europeo librar una batalla sobre el terreno no minado de la competición económica), como con alineamiento a las estrategias políticas estadunidenses. El excedente de capitales, que por el momento Europa se contenta con «situar» en Estados Unidos, podría entonces destinarse a una recuperación económica y social, sin lo cual ésta seguiría siendo imposible. Pero cuando Europa eligiera por ese medio dar prioridad a su desarrollo económico y social, la artificial salud de la economía estadunidense se desmoronaría y su clase dirigente se enfrentaría a sus propios problemas económicos y sociales. Ese es el sentido que doy a mi conclusión: «Europa será de izquierdas o no será».

Para lograrlo hay que librarse de la ilusión de que la carta del neoliberalismo debería ?y podría? jugarse «honestamente» por todos y que, en ese caso, todo iría mejor. Estados Unidos no puede renunciar a su opción en favor de una práctica asimétrica del liberalismo, porque es el único medio que tiene de compensar sus propias deficiencias. El precio de la «prosperidad» estadunidense es el estancamiento de los demás. ¿Por qué, entonces, a pesar de estas evidencias, continúa el flujo de capitales en su beneficio? Sin duda para muchos el motivo radica en que Estados Unidos es «un Estado para los ricos», el refugio más seguro. Este es el caso de las inversiones de las burguesías compradoras del tercer mundo. Pero, ¿en el de los europeos? El virus liberal ?y la creencia ingenua de que Estados Unidos acabará por aceptar el «juego de los mercados»? opera aquí con una fuerza evidente entre las grandes opiniones públicas. En este espíritu el FMI ha consagrado el principio de la «libre circulación de capitales», de hecho simplemente para permitirle cubrir su déficit por medio del bombeo de los excedentes financieros generados en otros lugares por las políticas neoliberales, a las que Estados Unidos sólo se somete selectivamente. Sin embargo, para el gran capital dominante la ventaja del sistema prevalece sobre sus inconvenientes: el tributo que hay que pagar a Washington para asegurar su permanencia.

Existen países calificados de «países pobres endeudados» que están obligados a pagar. Pero también existe un «país poderoso endeudado», del que debería saberse que nunca va a devolver sus deudas. Debido a este hecho, el verdadero tributo impuesto por el chantaje político de Estados Unidos sigue siendo frágil.

IV

La opción militarista del establishment de Estados Unidos se sitúa en esta perspectiva. No es otra cosa que el reconocimiento de que no dispone de otros medios para imponer su hegemonía económica.

Las causas que están en el origen del debilitamiento de su sistema productivo son complejas, No son, desde luego, coyunturales, y que por ello se podrían corregir, por ejemplo, por medio de la adopción de una tasa de cambio correcta, o mediante la construcción de relaciones más favorables salario-productividad. Son estructurales. La mediocridad de los sistemas de enseñanza general y de formación, producto de un prejuicio tenaz que favorece sistemáticamente lo «privado» en detrimento del servicio público, es una de las principales razones de la profunda crisis que atraviesa la sociedad de Estados Unidos.

Así pues, deberíamos sorprendernos de que los europeos, lejos de sacar las conclusiones que impone la constatación de las insuficiencias de la economía estadunidense, se apresuren, por el contrario, a imitarlas. A este respecto tampoco el virus neoliberal lo explica todo, aunque sí satisfaga algunas funciones útiles para el sistema, paralizando a la izquierda. La privatización a ultranza, el desmantelamiento de los servicios públicos sólo podrán reducir las ventajas comparativas de las que aún se beneficia la «vieja Europa» (como la llama Bush). Pero sean cuales sean los daños que ocasionen a largo plazo, estas medidas ofrecen al capital dominante, que vive en el corto plazo, la ocasión de beneficios suplementarios.

La opción militarista de Estados Unidos amenaza a todos los pueblos. Procede de la misma lógica que antaño fue la de Adolfo Hitler: modificar por medio de la violencia militar las relaciones económicas y sociales en favor del Herrenvolk del momento. Esta opción, imponiéndose por delante del escenario mundial, sobredetermina todas las coyunturas políticas, porque la prosecución del despliegue de este proyecto debilitaría extremadamente todos los avances que los pueblos podrían obtener por medio de sus luchas sociales y democráticas. Por consiguiente, hacer fracasar el proyecto militarista estadunidense se convierte entonces para todos en la tarea primordial, en nuestra principal responsabilidad.

La lucha para hacer fracasar el proyecto de Estados Unidos es ciertamente multiforme. Comporta aspectos diplomáticos (defensa del derecho internacional), militares (se impone el rearme de todos los países del mundo para hacer frente a las agresiones planeadas por Washington no hay que olvidar nunca que Estados Unidos ha utilizado armas nucleares cuando tenía su monopolio y que ha renunciado a ello cuando no lo tenía) y políticas (especialmente en lo que concierne a la construcción europea y a la reconstrucción del bloque de los países no alineados).

El éxito de este combate dependerá de la capacidad de los espíritus para liberarse de las ilusiones liberales. Porque nunca existirá una economía globalizada «auténticamente liberal». Y, sin embargo, se intenta y se seguirá intentando por todos los medios hacerlo creer. Los discursos del Banco Mundial, que opera como una especie de ministerio de propaganda de Washington, concernientes a la «democracia» y al «buen gobierno», o la «reducción de la pobreza», tienen esta única función, como el ruido mediático organizado en torno a Joseph Stiglitz, al descubrir algunas verdades elementales, afirmadas con autoridad arrogante, sin sacar, sin embargo, la menor conclusión que cuestione los prejuicios tenaces de la economía vulgar.

La reconstrucción de un frente del sur, capaz de dar a la solidaridad de los pueblos de Asia y Africa, y a la tricontinental, una capacidad de actuar en el plano mundial pasa también por la liberación de las ilusiones de un sistema liberal globalizado «no asimétrico» que permitiría a las naciones del tercer mundo superar sus «retrasos». ¿No es acaso ridículo ver a los países del tercer mundo reclamar la «puesta en marcha de los principios del neoliberalismo, pero sin discriminación alguna», y beneficiarse entonces de los nutridos aplausos del Banco Mundial? ¿Desde cuándo el Banco Mundial ha defendido al tercer mundo frente a Estados Unidos?

La lucha contra el imperialismo estadunidense y su opción militarista es la lucha de todos los pueblos, de sus víctimas principales de Asia, Africa y América del Sur, de los pueblos europeos y japonés condenados a la subordinación, pero también del pueblo estadunidense. Saludemos desde aquí el valor de todos aquellos que en el «corazón de la bestia» se niegan a someterse igual que sus predecesores se negaron a ceder al macartismo de los años 50. Igual que quienes osaron resistirse a Hitler han conquistado cuantos títulos de nobleza puede otorgar la historia. ¿Será capaz la clase dominante de Estados Unidos de volver sobre el proyecto criminal al que se ha adscrito? Pregunta difícil de responder. Poco, si no nada, en la formación histórica de la sociedad estadunidense dispone a ello. El partido único del capital, cuyo poder no se discute a Estados Unidos, no ha renunciado hasta el momento a la aventura militar. En este sentido no se puede atenuar la responsabilidad que esta clase tomó en conjunto. El poder de Bush hijo no es el de una «camarilla» [integrada por] los petroleros y las industrias de armamento. Como en toda la historia moderna de Estados Unidos, el poder dominante nunca ha sido otro que el de una coalición de intereses segmentarios del capital (mal calificados de lobbies). Pero esta coalición sólo puede gobernar si lo aceptan los demás segmentos del capital. En su defecto, todo sucede en este país tanto menos respetuoso de hecho del derecho de lo que parece serlo en principio. Desde luego, algunos fracasos políticos, diplomáticos y quizá hasta militares podrían animar a las minorías que en el seno del establishment aceptarían renunciar a las aventuras militares en las que su país está embarcado. ¡Esperar más me parece tan ingenuo como podía serlo la esperanza de que Adolfo Hitler entrara en razón!

Si los europeos hubieran reaccionado en 1935 o en 1937 habrían logrado detener el delirio hitleriano. Al reaccionar solamente en 1939, se infligieron decenas de millones de víctimas. Actuemos para que la respuesta sea más temprana frente al desafío de los neonazis de Washington.


Samir Amín es economista egipcio y director del Foro del Tercer Mundo en Senegal.

Traducción: Beatriz Morales


NOTA AL FINAL:
1. Clases no productivas que sirven de enlace con el capitalismo exterior

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El 11 de septiembre, ¿fue un trabajo interno?

Las teorías de la conspiración siempre han existido y siempre han generado controversia. En el orden capitalista, pensamos, muchas veces son exageradas e infundadas ya que las clases política y económica dominantes, al disponer de grandes recursos para lograr su dominio, no siempre necesitan tramar clandestinamente. Sin embargo, las conspiraciones se han dado a lo largo de la historia de Estados Unidos como superpotencia. Sólo hay que recordar los derrocamientos de Arbenz en Guatemala y Allende en Chile y el escándalo Irán-Contra de los ‘80. Es lógico pensar entonces que las siniestras maquinaciones se multipliquen cuando el imperialismo entre en una fase de potencial declive y comience a perder su hegemonía.

En la entrevista que sigue, ignorada por los grandes consorcios mediáticos, Ralph Shoenman ofrece evidencia ‘dura’ para sostener la idea de que los ataques del 11 de septiembre ‘fueron un trabajo interno’. La ofrecemos en este número, meses después de su primera aparición, no sólo para que los compañeros se formen una idea de los oscuros y revueltos intereses detrás del poder de EEUU, sino además para señalar hasta qué extremos es capaz el imperio de llegar para defender los mismos, aniquilando a su propios ciudadanos. También sirve para contextualizar la agresión actual a Irak.

No es difícil aceptar lo relatado por Shoenman dada la historia reciente del monstruo del norte, la cual puede leerse como toda una fase conspirativa. No sería nada descabellado propugnar que desde los años 90, cuando Clinton preparaba el terreno doméstico de EEUU con la peligrosa ilusión de la prosperidad (que no era más que una frágil burbuja) y con numerosos ataques unilaterales en el mundo, se hacía evidente la necesidad de medidas drásticas. El neoliberalismo fracasaba y la burbuja estaba a punto de reventar. Se necesitaba una nueva camarilla en Washington, más agresiva y con una renovada ideología de dominio, para llevar a cabo un plan formulado desde 1997 en el documento “Reconstruyendo las Defensas de Estados Unidos” elaborado por la organización con fuertes nexos al Pentágono, las petroleras y el Sionismo, Proyecto por un Nuevo Siglo Americano (PNAC, por sus siglas en inglés) y cuyos integrantes hoy se encuentran en puestos importantísimos en el gobierno de Bush. Entre otros objetivos, este documento habla de la invasión de Irak y del debilitamiento y la contención de posibles rivales para mantener la supremacía yanqui. Llegó lo requerido en la forma del golpe de estado del 2000 en el que el hermano de Bush le abrió camino a la Casa Blanca, primero encargándole a Choicepoint (¡!) la eliminación de decenas de miles de votantes afroamericanos (que en su mayoría vota por el partido demócrata) del padrón electoral y luego ingeniando un fraudulento cómputo de los votos. Una vez en el poder, los nuevos administradores del imperio sólo necesitaban el pretexto para desenvainar sus nuevas agresiones. El mismo documento mencionado (ver www.newamericancentury.org/RebuildingAmericasDefenses.pdf) advierte sobre la necesidad de un ‘algún evento catastrófico y catalizador, como un nuevo Pearl Harbor’ (capítulo5): el 11 de septiembre...

Ralph Shoenman es, sin duda, una de las personalidades más fascinantes y carismáticas en la izquierda estadounidense. El escritor, analista y secretario personal de Bertrand Russell entre 1961 y 1968, que ha dedicado su vida a la defensa de los derechos humanos, tanto al lado de Malcolm X como del fiscal Jim Garrison, o al denunciar las atrocidades cometidas por su gobierno en Vietnam, se ha tornado tras los eventos del 11 de septiembre pasado en una de las voces más poderosas de la disidencia de la versión oficial. Con devastadora elocuencia ha desnudado, y sigue haciéndolo, las inconsistencias y mentiras que saturan las explicaciones que el gobierno y los grandes medios han dado al respecto de los ataques. Lo siguiente es una entrevista que Shoenman concedió a Naief Yehya.


I El 11 de septiembre fue un
trabajo interno

-¿Qué pasó realmente el 11 de septiembre del 2001?

-Los eventos del 11 de septiembre reflejan una operación que fue anticipada y prevenida por agencias de inteligencia de distintas partes del mundo. La agencia de inteligencia rusa y Putin ya habían dado señales al gobierno estadunidense de los ataques planeados para esa fecha.

Reportes similares fueron recibidos de otras agencias, como la hindú y la Mossad. Asimismo, hubo reportes en periódicos como el Allgemeine Zeitung en Frankfurt, entre otros. Parecería que todo mundo estaba al tanto de lo que ocurriría menos los servicios de inteligencia estadunidenses. De hecho, las circunstancias del 11 de septiembre reflejan claramente lo que se denomina un stand down (es decir que deliberadamente se bajó la guardia) de la fuerza aérea, porque los edificios fueron atacados en Nueva York una hora y quince minutos antes del ataque al Pentágono. Es un procedimiento estándar que cuando el espacio aéreo prohibido como el de Washington o el del World Trade Center es violado, o cuando los radiofaros de los aviones no responden, inmediatamente salen aviones a interceptar .

Hay ensayos rutinarios diarios, desde hace décadas, en los que los F-16 son enviados a interceptar aviones en áreas prohibidas. Además, la gente acusada de secuestrar los aviones estaba en listas de sospechosos que debían ser vigilados del FBI y la FAA (Administración de Aviación Federal), pero las líneas aéreas no estaban informadas. Esta gente estaba viajando y comprando boletos con sus propios nombres sin ningún problema. Al analizarlo de cerca, tenemos que los acusados como Mohammed Atta y quince o más de los supuestamente involucrados en el secuestro, que estaban en Florida, fueron entrenados en bases de la fuerza aérea estadunidense como Maxwell, en Alabama, y Brooks, en Texas, así como en el Defense Language Institute de Monterey, California. Y también, Atta y su equipo se hospedaron en la residencia de una persona involucrada con la CIA en el asunto Irán-contra.

Otra cosa: la pequeña ciudad de Venecia, en el sur de Florida, era la base de operaciones de Jackson Stevens, de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional), quien tiene una larga historia de operaciones secretas y lavado de dinero con el BCCI [http://www.fas.org/irp/congress/1992_rpt/bcci/ ]. La operación del 11 de septiembre tuvo por objetivo asegurar el control de billones de dólares en gas natural y petróleo en las repúblicas del Asia Central.

Desde hace muchos años las compañías petroleras, las agencias de inteligencia, el Instituto de Energía de América, la Fundación Afganistán, el Concejo de Relaciones Extranjeras y el Congreso han recibido documentación de los planes de Estados Unidos para apoderarse de los recursos de las ex repúblicas centroasiáticas de la extinta Unión Soviética. La guerra en contra del pueblo afgano fue preparada, según la agencia de inteligencia india y reportes de la BBC, desde junio del año pasado. Y sabemos que el aparato terrorista de Al Qaeda fue creado por la CIA. Bin Laden y Gulbudin Hekmatyar recibieron seis mil millones de dólares de la CIA para establecer una organización que era armada, controlada y operada por el ISI (Servicio de Inteligencia Pakistaní), que también se encargó de llevar al talibán al poder, con el dinero y la bendición de la CIA. El objeto era facilitar la creación de un oleoducto a través de Afganistán, que llevara el petróleo y el gas de las repúblicas de Asia Central.

Debemos recordar que en 1993 tuvo lugar el primer atentado del WTC, organizado por un oficial de alto rango de la inteligencia egipcia e informante del FBI, quien propuso la operación, reclutó a los participantes y grabó en secreto todas las reuniones de preparación. Las transcripciones fueron depositadas en las oficinas del FBI. Esta dependencia tuvo cincuenta cajas de información acerca del atentado con seis meses de antelación. Y la gente que se encargó de obtener un departamento, proveer los fondos y rentar la camioneta resultó ser la Mossad. Ese atentado fue una operación del FBI y la Mossad y este es el fondo de la operación del 11 de septiembre.


II El origen del terrorismo está en el Pentágono

En la entrega anterior el activista y autor estadunidense Ralph Shoenman comienza a describir el intrincado tejido conspiratorio de los atentados del 11 de septiembre del año pasado. Para Shoenman es fundamental explicar que existen antecedentes que dan credibilidad a la hipótesis de que la CIA y otras organizaciones de inteligencia estuvieron involucradas en los actos del 11 de septiembre. Lo siguiente es una breve enumeración de algunos de los crímenes planeados o cometidos por estas agencias.Shoenman: Sus lectores deben de estar informados de algo que se llamó Operación Northwoods, cuya documentación fue desclasificada recientemente. Esta operación fue planeada por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y el Estado mayor estadunidense en 1962, bajo la dirección del general Lemnitzer, y fue aprobada por todos los altos mandos militares. Ésta proponía, entre otras cosas, secuestrar aviones para estrellarlos en ciudades estadunidenses, matando civiles, así como destruir el cohete que llevaba como pasajero al astronauta John Glenn [citado por James Bamford en su libro sobre la NSA, ‘Body of Secrets’, páginas 82-91]. Esto lo llevaría a cabo el ejército estadunidense y se atribuiría a Fidel Castro y la revolución cubana para dar pretexto a la invasión de Cuba.

Los atentados provocarían histeria masiva en EU, como la que se produjo después del 11 de septiembre. Este no era un plan vano, sino que fue preparado cuidadosamente y fue propuesto al presidente y al secretario de la defensa. McNamara y Kennedy decidieron esperar porque no querían que EU se involucrara en Cuba de manera abierta, sino que preferían llevar a cabo una operación secreta. No hubo objeción moral alguna. Entonces el Estado mayor propuso un segundo plan que sería un ataque a la base de Guantánamo por personal militar estadunidense que sería atribuido al ejército cubano y se usaría como pretexto para una invasión. Esto tampoco fue aprobado por la presidencia, por lo que propusieron informar a la inteligencia cubana las coordenadas de vuelo sobre Cuba del avión espía U2, ocultando las fuentes de esta información, con la esperanza de que lo derribaran y que eso diera causa para invadir. Estaban preparados a matar ciudadanos estadounidenses y a Glenn para engañar al público y culpar a Cuba. Actos así no se pueden definir de otra manera que como traición.

La resolución del Golfo de Tonkin en el tiempo de la guerra de Vietnam lleva la misma huella y cuando examinamos las circunstancias de los eventos que rodean al 11 de septiembre encontramos un patrón familiar. Fue una operación destinada a proveer el pretexto y las bases para lo que el gobierno estadunidense define como una guerra ilimitada, la cual según Bush puede durar hasta cincuenta años, como una nueva guerra fría. De ninguna otra forma los dirigentes del país hubieran podido obtener el consentimiento popular y enormes aumentos en el presupuesto militar. El virtual agotamiento del excedente presupuestal, la eliminación de servicios sociales y la concesión a las diecisiete corporaciones más grandes del país de descuentos fiscales por diez años de 150 mil millones de dólares, son algunas de las cosas que no hubieran sido concebibles sin las circunstancias creadas el 11 de septiembre, las cuales también han permitido establecer condiciones de virtual ley marcial, con la suspensión de libertades civiles y planes para ocupar hospitales, confiscar provisiones alimenticias e imponer vacunas obligatorias.

Además tenemos el supuesto ataque terrorista con ántrax. Ha habido más de tres mil trescientos incidentes de distribución de ántrax desde el primero de octubre pasado. Y ahora tenemos evidencia de que este ántrax tiene la huella digital inconfundible del ántrax militar producido en laboratorios del ejército estadunidenses, el aditivo squaline. La gente ha sido aterrorizada con la posibilidad de una guerra biológica, cuando los antecedentes son muy claros. En el libro Clouds of Secrecy, Leonard Cole, quien trabajó en [la base militar] Fort Dietrick, Maryland, describe cuarenta años de experimentación con agentes biológicos por el Pentágono en varias ciudades de Estados Unidos: en el sistema de transporte subterráneo de Nueva York, en el sistema escolar de Minneapolis y alrededor de San Francisco. Fueron lanzadas billones de esporas de agentes patógenos comprometiendo la salud de la población en 239 blancos civiles en el país, como lo ha reconocido The New York Times. Más de diez millones de personas fueron afectadas por este programa clandestino. El verdadero origen del terrorismo en contra del pueblo estadounidense puede encontrarse en el Pentágono y la clase gobernante, ese dos por ciento de la población que es dueña del noventa por ciento de la riqueza nacional.

III Los intereses de los Bush

Continuamos aquí la conversación con el controvertido activista Ralph Shoenman, quien afirma que los atentados del 11 de septiembre fueron una operación destinada a servir como pretexto a una guerra ilimitada para nutrir la vorágine del complejo industrial militar estadounidense.

-¿Qué piensa usted de la reacción del presidente Bush el día del ataque?

-Cuando ocurrieron los eventos del 11 de septiembre es claro que el presidente fue informado del ataque al WTC pero permaneció en la escuela en la que estaba hablando a un grupo de niños. Después se lo llevaron a una base estratégica de la fuerza aérea en Louisiana y de ahí a otra base en Nebraska y no lo llevaron a Washington sino hasta mucho después. El columnista conservador de The New York Times, William Safire, escribió que lo que le perturbaba de la explicación del gobierno para mantener a Bush en esas bases era que supuestamente los secuestradores se habían comunicado con el avión presidencial para amenazarlo. Safire se preguntaba por qué los secuestradores previnieron al presidente si realmente pensaban atacarlo, pero además cómo habían conseguido los secuestradores los códigos secretos para comunicarse con ese avión y determinar su posición.

Safire escribió que seguramente había un espía en la Casa Blanca, la NSA, la CIA y el FBI: ‘Lo primero que necesita esta guerra contra el terrorismo es una operación de inteligencia para localizar a los espías.’

Hay un aspecto particular de la relación de Bush con los eventos. En 1992 el Houston Chronicle publicó un reportaje acerca de una investigación criminal realizada por la división de fraudes financieros del Departamento del Tesoro y el FBI, acerca del lavado de dinero y del pago de enormes cantidades de dinero a corporaciones estadounidenses con la intención de manipular e influir en políticas gubernamentales. Los fondos en cuestión eran nada menos que de la familia Bin Laden y quien los recibía era George W. Bush, a través de sus compañías Hurricane Energy y una entidad llamada Arbusto (por Bush en español), las cuales recibieron cantidades enormes de dinero. Esta información la retomaron el Wall Street Journal y Judicial Watch, quienes hicieron un análisis de Bush, sus compañías y la red Bin Laden. Los fondos en cuestión fueron mediados por James R. Bath, un socio del BCCI (un banco que lavaba dinero del tráfico de drogas para operaciones secretas de la CIA a una escala enorme y que fue objeto de uno de los peores escándalos bancarios de la historia) involucrado con Jalid Bin Mahfouz, quien se dedicaba a transferir los fondos de Bin Laden a las compañías de George W. Bush. Y de aquí salió el grupo Carlyle, una institución de inversión valuada en catorce mil millones de dólares, en cuya junta directiva están Bus padre, el ex secretario de estado George Shultz y Frank Carlucci, ex secretario de la defensa y compañero de dormitorio en la Universidad de Donald Rumsfeld; un verdadero who’s who del Partido Republicano.

Esta compañía, con su enorme capital y relaciones con 240 jefes de gobierno, es un vehículo para comprar empresas que tengan cualquier relación con la industria de la defensa y después conseguirles contratos maravillosos que inflen sus acciones de manera gigantesca dejando ganancias de miles de millones de dólares. El Carlyle Group [ver la revista Red Herring, diciembre de 2001] no solamente controla contratos militares, sino que tiene enormes subsidiarias como United Defence y está profundamente involucrado con la industria farmacéutica: Carter Wallace, Endo, Kelso, Unilab y Eli Lilly. ¿Qué tiene que ver esto con las circunstancias del 11 de septiembre? El grupo Carlyle está tan asociado con los fondos de Bin Laden [http://www.guardian.co.uk/wtccrash/story/0,1300,583869,00.html ] que prácticamente existe gracias a ellos; además está relacionado directamente con la compañía que tiene el monopolio para producir la vacuna en contra del ántrax, Bioport. Esta supuesta vacuna fue dada a quinientos mil soldados y trataron de dársela a la fuerza a 2.6 millones de miembros de las fuerzas armadas estadunidenses. La Asociación de Veteranos de la Guerra del Golfo ha establecido que la supuesta vacuna es tan sólo un experimento y es totalmente inútil. Más de cien mil soldados padecen enfermedades neurológicas, deficiencias del hígado y una plétora de enfermedades relacionadas con la vacunación obligatoria de Bioport. El director de Bioport es William J. Crowe, ex director del Estado Mayor, quien fue embajador en Londres durante el gobierno de Clinton. En Londres, Crowe colaboraba con Fouad al Jibri, quien junto con Ibrahim al Jibri son los principales accionistas de Bioport. Fouad era asociado de Jalid bin Mahfouz y estuvo involucrado en la privatización de Porton Down, la base donde el gobierno británico producía armas biológicas y fabricaba ántrax.

IV Terrorismo y especulación
financiera

Aquí, Ralph Shoenman analiza los vínculos entre Wall Street y los eventos del 11 septiembre, despertando aún más dudas al respecto del supuesto origen de los atentados. Asimismo, habla de varios personajes que pudieron tener conocimiento interno de lo que estaba en preparación. Lo siguiente son sus palabras.

-Al día siguiente del ataque la cadena ABC reportó que los terroristas no sólo habían causado inmensa destrucción sino que además habían aprovechado la oportunidad para lucrar al utilizar una herramienta financiera llamada ‘puts y calls’ para especular con las acciones de las compañías perjudicadas, como American Airlines y United, entre otras.

-En efecto, esto lo reportó ABC y el reportero Frank Viviano en el San Francisco Chronicle. Los mercados financieros vieron un poco antes del 11 de septiembre un extraordinario incremento en la venta de órdenes de compra de acciones de aerolíneas. ‘Buzzy’ Krongard, ex director ejecutivo de la CIA, estuvo involucrado en muchas de estas ventas [http://www.hereinreality.com/insidertrading.html ], con las que se obtuvieron millones de dólares en ganancias al anticipar la caída de estas acciones. Cuando se ponen ‘put options’ uno está especulando en el colapso o la caída del precio de la acción. En pocas palabras, esto consiste en que se establece un contrato que permite al comprador vender en una fecha futura a un precio establecido en el contrato sin importar el precio de mercado en ese momento. Los reportes en los medios han rastreado estas transacciones, que han sido enormes y estado todas en manos de gente relacionada con la CIA y sus compañías subsidiarias. Esa documentación es una prueba de que la CIA tenía conocimiento previo de los eventos del 11 de septiembre. También hay que señalar que el director de FEMA, que es la Agencia de Emergencias Federales, en una entrevista para CBS el 12 de septiembre, respondió a la pregunta de qué tan pronto habían estado listos para entrar en acción en Nueva York, diciendo que estaban muy bien preparados desde el 10 de septiembre.

-¿Cómo puede ser? Eso sería reconocer que estaban enterados de la operación.

-Es una pregunta interesante. Hay dos explicaciones, dado que lo dijo y que lo dijo con autoridad por el puesto que ocupa: que tenemos una revelación honesta o bien fue un terrible lapsus. Pero lo que importa es que lo dijo y que nunca fue corregido. Y de hecho también en CBS entrevistaron al agente de la CIA que controlaba a Osama Bin Laden y declaró: ‘Si no tuviéramos a Bin Laden, tendríamos que inventarlo.’ No hay que olvidar que los miembros más prominentes del grupo Carlyle estaban todos reunidos en el Hotel Ritz Carlton, de Washington, viendo la televisión el 11 de septiembre. Lo cual es una extraordinaria coincidencia, si quieres llamarlo así. Pero más allá de esto el general Mahmoud, que era el director del ISI, el Servicio de Inteligencia Pakistaní, que ha sido el gobierno de facto de ese país desde 1948, estaba en Washington, en la NSA y el Departamento de Estado desde la semana anterior al 11 de septiembre. Él hizo una transferencia electrónica de cien mil dólares a la cuenta de Mohammed Atta [el supuesto líder de la operación y el piloto de uno de los aviones]. Esto fue revelado por la agencia de inteligencia india y publicado en el Hindustani Times y después retomado por la Associated Press. Mahmoud fue obligado a renunciar a su puesto pero las circunstancias de esta transferencia de dinero a Atta no fueron exploradas.

El jefe anterior del ISI, General Gul Hameed, dio una entrevista Extraordinaria

[http://freemasonwatch.freepress-freespeech.com/hameedgul.html ] a Arnaud de Borchgrave, el editor de UPI. Gul Hameed fue el agente del ISI que participó en la organización de Al Qaida, el financiamiento de Bin Laden y del talibán. Gul Hameed dice que los acontecimientos del 11 de septiembre fueron obra de la fuerza aérea estadunidense y la Mossad israelí. Dijo: ‘Yo conozco la situación desde adentro, ustedes me entrenaron.’ Lo que pasó ese día fue un stand down, que es un procedimiento estándar, lo entrenamos en Pakistán y en EU. No puedes tener aviones civiles entrando en espacio aéreo prohibido, como el Pentágono, la Casa Blanca o el WTC en Nueva York y no tomar medidas. No puedes tener una situación en la que fallen los radiofaros de un avión por más de una hora sin una respuesta.

‘Mire, seamos serios, esta es una operación de una sofisticación enorme.

¿En serio cree que fue coordinada desde cuevas en Afganistán?’ Es ridículo. Además, de que Gul Hameed asegura que el propio Bin Laden le juró sobre el Corán que él no había tenido nada que ver. Estas evidencias coinciden con otras pruebas que están emergiendo de muchas otras partes.


V El pueblo es un gigante dormido

-Desviándome un poco del tema, ¿tiene alguna teoría acerca del otro avión que cayó sobre Nueva York el año pasado, el vuelo 587 con dirección a Santo Domingo?

-Creo que cayó debido a que utilizaron materiales que comprometieron su seguridad. Parece que todo mundo está de acuerdo en esto. Entiendo por dónde va la pregunta pero no estoy un una posicisón de dar otra explicación. Aunque todos tenemos dudas. De hecho, hablando de aviones podemos mencionar otras inquietudes. Por ejemplo, en los manifiestos de los pasajeros de los aviones que fueron secuestrados el 11 de septiembre no aparecen los nombres de los supuestos secuestradores; es más, no hay un solo nombre árabe.

-Sí, sabía esto. ¿Qué pasó ahí, las purgaron?

-No tiene sentido. Más tarde dirán que el FBI no quería que estos nombres se hicieran públicos. Pero es un procedimiento estándar, cuando tienes el manifiesto de pasajeros de un avión tienes que enumerar todos los asientos pagados. A menos de que sepas por adelantado que vas a quitar algunos. También ha habido expertos que han ofrecido evidencias de la tecnología que permite controlar aviones a control remoto y dejar a los pilotos sin comando alguno. No sabemos realmente cómo se estrellaron estos aviones en los edificios. Esa es un área en la que hay muchas evidencias contradictorias. Y hay bastantes reportes de ingenieros, incluyendo algunos que trabajaron en la construcción de las torres, que no pueden entender cómo éstas se cayeron. Esos dos edificios cayeron sobre sí mismos como sucedería en una operación de demolición. Cuando se demuele un edificio en medio de una ciudad lo haces caer en sus propios cimientos y eso es una ciencia que requiere de la disposición de explosivos en distintos lugares estratégicos de su estructura, lo cual no es compatible con un avión que se estrella contra la parte superior de un edificio, aun si el combustible arde. Hay muchas preguntas y mucha evidencia científica que no es compatible con la versión oficial de lo que sucedió el 11 de septiembre.

-¿Cree usted que quien hizo esto no se preocupó mucho por ocultar sus huellas?

-No es la ausencia de evidencias lo que nos ha impedido entender estos eventos. Lo mismo puede decirse de los asesinatos de los hermanos Kennedy, de Martín Luther King, de Malcolm X, o las circunstancias del atentado en contra del WTC de 1993. Después de todo, Los Angeles Times, así como otros medios, publicaron la información de que todos los planes del primer atentado contra el WTC estaban en manos del FBI. Uno puede ir ensamblando la información de aquí y de allá, pero el problema es que en su mayoría los medios de comunicación estadunidenses pertenecen y son controlados por grandes corporaciones.

-¿Qué piensa del ambiente belicoso y la mentalidad guerrera que dominan hoy en EU?

-Por supuesto, hay un chauvinismo y belicosidad orquestados. Pero entre los trabajadores hay un gran cinismo y escepticismo al respecto de lo que dice el gobierno. La gente no puede entender que las agencias de inteligencia no pudieran anticipar lo que sucedió. Yo le doy mucho crédito a la sabiduría del pueblo y pienso que es un gigante dormido.-Para terminar, por ahora. ¿No tiene usted miedo de represalias en estos tiempos en que es casi peligroso ir en contra del dogma oficial?-Yo era muy cercano a Jim Garrison, el ex fiscal de distrito de Nueva Orleans, el único funcionario gubernamental que se atrevió a acusar al gobierno y a la CIA de haber participado en la ejecución de John F. Kennedy. A Jim le solían preguntar esto muy a menudo, y él solía decir: ‘Lo dices todo en cuanto lo sabes y eso es lo único que puedes hacer. Lo que quieres hacer es que paguen un precio político por las represalias que lleguen a tomar, y que de hacerlo sus actos queden asociados con la diseminación de la información.’ Lo peor que puedes hacer es tener este tipo de conocimiento y quedarte callado, así aseguras que te desaparezcan. Lo mejor es movilizarse, sacar la información y alertar a la gente.

Naturalmente, todo régimen represivo trata de silenciar a sus críticos, eso es cierto en toda sociedad en la que la gente expone los crímenes de los poderosos. En 1965 estaba con Malcolm X en Londres. Él había sido envenenado en Acra y en Cairo y sobrevivió. Un amigo mío de Ghana, Kojo Amoo Gottfried, y yo, llevamos a Malcolm X alaeropuerto y en el camino le rogamos que usara un chaleco antibalas. Él respondió:

‘Un chaleco no serviría, la tarea es movilizar a la población, crear la organización necesaria para que no sea posible decapitar un movimiento al deshacerse de sus líderes.’ Malcolm fue asesinado en Nueva York. La verdad es que solamente al construir un movimiento y al organizar a la gente se puede hacer que las represalias sirvan para enseñar a la gente la verdadera naturaleza de sus gobiernos. No hay otra manera de resistir que hablar tan claro y tan fuerte como sea posible.

Es posible escuchar a Ralph Shoenman los viernes a las 9:00 a.m. en WBAI-Pacifica Radio [http://www.wbai.org ], marcando la opción Listen.
Fuente: La Jornada-Argenpress


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Contra la desesperanza
Un compa internacionalista

Me pidieron aportar un artículo para este periódico. Me pregunté si era posible escribir un artículo en estos tiempos tan dificiles y en caso afirmativo acerca de qué. En todos lados se habla de la guerra, algunos analistas políticos opinan que esta guerra tiene motivos económicos, otros que tiene fines geopolíticos. Sin duda los dos tienen razon, sin embargo hay otro blanco.

Más en esta guerra: ¡nuestra columna vertebral! ¡Quiere quebrar nuestra columna vertebral! Si, aparte de sus fines económicos y geopolíticos, además quiere quebrar nuestra columna vertebral. Mejor dicho, quiere paralizarnos. Quiere que ya no podamos concentrarnos, ni trabajar. Quiere que nos veamos pequeños, débiles, y que nos callemos frente a sus ruidos. Quiere cortar nuestra cabeza en el corazón…, así que - antes de pensar - perdamos el valor para pensar.

En esta situación parece mejor convertirse en “topo”, actuando como si no pasara nada, como si no viéramos sus tanques y ametralladoras, como si no doliera aunque sus bombas de 10 toneladas caigan en nuestra cabeza. A lo mejor hay que actuar como si dominara una situacion normal, y uno sigue como siempre y la esperanza de mejorar la situación siguiera siendo la moda.

¿Una fuga hacia adelante?
Sí, una fuga hacia adelante.

Hoy día hay que acompañar a los héroes estadunidenses, quienes a pesar de los ataques y disparos policiacos en Los Angeles, Washington, Chicago y otras múltiples ciudades salen a las calles y dicen NO A LA GUERRA DE OCUPACION DE IRAQ y NO A LA GUERRA CONTRA LA HUMANIDAD; a los rebeldes italianos quienes resisten a Berlusconi y su maquinaria de lavado de cerebro; a los colonos argentinos quienes convierten el bloqueo de carreteras en armas contra la explotacion; a los niños de Basora quienes apenas unos días después de la ocupación de sus ciudades lanzan piedras contra tanques ingleses y asi dan la buena noticia de otra Intifada; a toda la gente honesta - del color que sean y pensamientos que tengan; y decir con una voz gigante: ¡NO!, ¡NO A ESTA GUERRA DE EXPANSIÓN DEL PODER MILITAR ESTADUNIDENSE!,
¡NO A LA EXPANSIÓN ECONÓMICA DEL CAPITAL MULTINACIONAL!,
¡NO AL CONTROL GEOGRÁFICO DE “LOS OTROS”!, ¡NO A UNA NUEVA DISTRIBUCION DEL MUNDO ENTRE LOS PAÍSES PODEROSOS!,
¡NO A LA HOMOGENIZACION DE MUCHOS PUEBLOS PARA CONVERTIRLES EN UN PUEBLO DE MAC DONALDS Y MICKEY MOUSE!

Hoy dia, aparte de la lucha cotidiana contra la guerra yanqui de ocupación del Medio Oriente, contra el robo de los salarios de los obreros, contra la destrucción del medio ambiente, contra la importación de productos transgénicos, contra el robo de la niñez de los niños obligados a trabajar en las maquiladoras, contra el robo de la riqueza natural, contra la homofobia, contra las desapariciones forzadas, contra la explotación del hombre al hombre – es decir aparte de todas las luchas frente a la GUERRA CONTRA LA HUMANIDAD hay que participar en otra lucha mas: la lucha para unificar a los que luchan…

Si esta lucha antes se llevó a cabo como la lucha de un partido unitario con ideología unitaria, hoy día puede llevarse a cabo unicamente en un espacio donde participen todas las personas que quieren un cambio verdadero. Un espacio donde la posibilidad de debatir para todos sea igual, donde la única condición de participación sea la no-pertenencia al Estado y sus partidos corruptos y opresores.

La participación en tal espacio es independiente del color, del idioma, nacionalidad y religión. Sólo tiene que ver con la dignidad humana que busca la justicia e igualdad.
En tal espacio pueden debatir los sueños y buscar el camino para caminar, sin que este definido ya su rumbo.
Este camino se construye caminando.

¡Para fortalecer las bases(colar el fundamento) de este camino solamente hay que superar el miedo y tener pasos firmes.

Tenemos que colocar piedra por piedra y construir este espacio.
Entonces:

¡NO A LA GUERRA DE OCUPACION ESTADUNIDENSE!

¡NO A LA GUERRA CONTRA LA HUMANIDAD!

¡NO A LA RENDICION!


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TELESCOPIO
La batalla por América del Sur
Heinz Dieterich Steffan

América del Sur ha entrado en una coyuntura histórica que puede llevarla a su liberación definitiva. Por los laberínticos caminos de lo real maravilloso y por debajo de los radares de la arrogante potencia del Norte, el «pequeño género humano» de la Patria Grande (Simón Bolívar) se ha acercado a posiciones estratégicas, desde las cuales podría avanzar hacia la ofensiva final de su segunda independencia.

Los ejércitos populares, subestimados por los altivos militares de la Academia, rodean lentamente las bastiones del poder imperial, administradas por procónsules. Están «camuflados» por el simple hecho de no vestir uniforme de combate, de no portar armas, de no estar organizados en unidades militares, de no disponer de un Comando Central y de no actuar conforme a un plan de operaciones subcontinental.

Son ejércitos de trabajadores, campesinos, desempleados, estudiantes, indígenas y afroamericanos, clases populares y medias, que erosionan la plataforma de dominación de Washington en Nuestra América. El poder popular aumenta gradualmente en diferentes partes del sistema hasta acumular la masa critica necesaria para alcanzar la nueva calidad: la liberación antiimperial.

Durante el ultimo año, el patrón del proceso se ha hecho inteligible y, como en una pintura pointilista, los acontecimientos puntuales empiezan a revelar la configuración superior de un proceso hemisférico de liberación.

La derrota del golpe militar en Venezuela, en abril del año pasado, fue un acontecimiento trascendental en la construcción de este proceso y la derrota del golpe de Estado petrolero de diciembre 2002 y enero-febrero 2003, fortaleció la naciente configuración del poder hemisférico latinoamericanista de los movimientos populares.

La reciente decisión del presidente Hugo Chavez, de construir con Brasil una gran refinería de petróleo en Pernambuco, de comprar aviones de combate a la empresa brasileña Embraer, y no a la competencia imperialista de Estados Unidos y Europa, y de integrarse antes del 31 de diciembre de este año en el MERCOSUR, culminan esa dinámica que debilita a Washington y a la oligarquía venezolana.

El triunfo electoral de Inacio «Lula» da Silva en Brasil, a su vez, cambio la correlación de fuerzas en América Latina, incluyendo la psicología colectiva de los sujetos sociales que se enfrentan al proyecto anexionista del Area de Libre Comercio (ALCA) y al Plan Colombia de Washington. El apoyo material, político y psicológico, dado por «Lula» al gobierno de Hugo Chavez en uno de los momentos más críticos del golpe petrolero, demostró el enorme potencial de incidencia integracionista sobre la región, que significó el triunfo de Lula.

La relativa derrota de los candidatos de la oligarquía y de Washington en la primera vuelta de las elecciones en Argentina, fue otro paso importante en el avance de las fuerzas populares. La trampa electoral de la oligarquía y sus patrocinadores internacionales consistía en hacer pasar a la segunda vuelta (ballotage) a Carlos Saúl Menem y a Murphy.

Si este plan hubiera fructificado, el pueblo argentino hubiera tenido que escoger entre «el Turco» Menem y «el bulldog» Murphy, en una elección equivalente a escoger libremente entre el cáncer y el SIDA. La exclusión de Murphy de la segunda vuelta electoral abrio la posibilidad de derrotar a Menem y ganar mas tiempo, con el triunfo de Kirchner, para la construcción de un proyecto nacional antiimperialista que podría lograr un bloque de poder capaz de derrotar posteriormente a las opciones de la burguesía.

El triunfo de Menem seria el fin del MERCOSUR, porque «el Turco» es el verdugo de la integración latinoamericana, que actua al servicio de la doctrina Monroe. Menem significa la entrega incondicional de la Patria Grande a Washington que convertiría a América del Sur en una gigantesca Palestina, porque llevaría hacia una guerra a muerte por la preservación de su identidad y de su condición de sujeto de la historia mundial.

La victoria de Kirchner, quien presumiblemente continuaría la línea política de Duhalde, desembocaría, probablemente, en un gobierno menos represivo en el interior, de mayor resistencia a los dictados del Fondo Monetario Internacional y de Washington, de menor hostilidad frente a Cuba —tal como se manifestó en la abstención argentina en el voto de la Comisión de Derechos Humanos de la UNESCO— y de mayor voluntad de avanzar a través del MERCOSUR en la integración latinoamericana.

La decisión de la Confederación de pueblos indígenas de la nacionalidad Quechua, del Ecuador, de decretar la movilización general en rechazo a la «política neoliberal» del presidente Lucio Gutiérrez, por su «sometimiento a los intereses norteamericanos», su vinculación a «los banqueros corruptos» y su «política divisionista y asistencialista», demandando la renuncia inmediata del equipo económico del Presidente, fue otro avance hacia la construcción del Bloque Regional de Poder latinoamericanista en Sudamérica.

El levantamiento policiaco-popular en Bolivia, el 12 y 13 de febrero del año en curso, debilitó en ese país andino los proyectos proimperialistas del presidente empresarial Gonzalo Sánchez de Losada, y abrió los cauces para la integración de un movimiento nacional cohesionado, que podría convertirse en alternativa real de poder.

Cuba, a su vez, ha logrado detectar y desbaratar a tiempo una conspiración estadounidense, organizada por la Casa Blanca y la Central de Inteligencia (CIA), con la finalidad de producir un conflicto migratorio —mediante una ola de 29 secuestros de embarcaciones y aviones con empleo de la fuerza— que desembocaría en un éxodo migratorio masivo desde la isla, que daría el pretexto para un bloqueo naval.

A ese triunfo de previsión y neutralización preventiva de una operación de guerra sucia de la Casa Blanca, se unen buenas perspectivas de avance económico. El turismo está creciendo y es posible un crecimiento entre el quince y el veinte por ciento para este año, con tasas de eficiencia superiores a las del año pasado. El precio del níquel se está recuperando y la electrificación de la agricultura progresa, hecho por el cual se esperan aumentos de producción considerables en algunos rubros de la producción de alimentos.

La revolución de la cultura sigue avanzando, con la apertura de un nuevo canal de televisión educativo planeado para el inicio del próximo año. Avances importantes en diversas areas de investigación del complejo médico-biotecnológico, incluyendo la medicina humana, terminarán en un futuro no muy lejano en productos comerciables importantes.

La dictadura colombiana de Alvaro Velazco Uribe, finalmente, está lejos de cumplir con sus promesas electorales triunfalistas, de erradicar pronto a las guerrillas del país. Varios mercenarios estadounidenses han caído en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y la última bravuconada militar de Velazco, de recuperar por la fuerza a unos prisioneros de guerra de
las FARC, terminó en un fracaso redondo, con la muerte de un ex gobernador y un ex ministro de defensa.

Si Venezuela, Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Ecuador se unen en un Bloque Regional de Poder, con una política económica de desarrollismo, con un mercado regional integrado y protegido por aranceles proteccionistas, con una Cuba fortalecida y asociada a ese bloque, Bolivia con un gobierno mas progresista que sustituya al de Sánchez de Losada y Colombia capaz de hacer fracasar la ofensiva estrategica de Vázquez Uribe-Bush, se abrirán las puertas de la segunda independencia.

Este Bloque de Poder Regional (BPR) no podría ser destruido por Washington. Se constituiría en un nuevo sujeto de la política mundial y debilitaría sustancialmente a la potencia neofascista del norte.

Mayor servicio a la humanidad es inimaginable.

(Fuente: www.rebelion.org, 12/V/2003)



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CONOCIENDO A...
El Baaz en Perspectiva

Presentación
En un intento de conocer más a fondo la reciente historia política de Irak, se presenta aquí un estudio sobre el Partido Socialista Árabe Baaz. Para darnos una idea sobre la complejidad y la dinámica de los acontecimientos sociales en Irak, también se mencionan, siquiera brevemente, otros actores e influencias políticos importantes.

Para efecto de este ensayo, se centrará en el Partido Socialista Árabe Baaz iraquí (PSAB-I), aunque también se toma en cuenta la relación de éste con dos[1] estructuras importantes del mismo Baaz: la rama del partido iraquí en Siria (RS, baazistas iraquíes en el exilio y algunos sirios opositores a Hussein), y el Baaz sirio (PSAB-S). Como se verá, el Partido Baaz no es un partido homogéneo, su dinámica partidista es bastante complicada. Además de estudiar las relaciones del PSAB-I con otras fuerzas políticas en el mundo árabe, este artículo repasará el contexto histórico en que surge el Baaz. De allí, se pasará a conocer -de manera sucinta- su historia y estructura partidistas y sus orígines ideológicos. Finalmente, se procederá a analizar el papel de Sadam Hussein y la evolución del PSAB-I y extraer algunas conclusiones sobre la experiencia baazista.


El contexto histórico anticolonial en Irak y el Baaz

A mediados del siglo XX, surge un efervesciente movimiento de renovación y modernización en el mundo árabe . Este movimiento encuentra su razón de ser en su lucha contra las constantes intervenciónes colonialistas por parte las grandes potencias capitalistas, fundamentalmente los países de Europa Occidental y Estados Unidos.

Para patrióticos como Gamal Abd al-Nasser (Egipto) y los líderes de partidos panárabes como el Baaz iraquí y el Baaz sirio, los objetivos principales en esta coyuntura histórica son la modernización autóctona después de tantos años de sometimiento a los poderes coloniales, el desarrollo económico en sus respectivos países y la creación de la gran nación árabe.

Vale la pena recorrer brevemente los antecedentes de la actual coyuntura en Irak. Al término de la Primera Guerra Mundial, Irak pasa de manos de Turquía y su desmembrado imperio otomano al dominio británico por medio del Tratado de Sévres (1920). Avalada esta transacción por mandato de la Sociedad de Naciones, se constituye un Consejo de Estado de Irak y la administración recae en el rey Faisal, hijo del rey Faisal del Hejaz, gobernante de La Meca (Arabia).[2] De este mandato colonial británico el pueblo iraquí se libera parcialmente en 1932. La independencia lograda tiene muchas limitaciones pues Inglaterra mantiene “privilegios”, entre ellos el derecho a tener tropas en todo el territorio iraquí y el control sobre los yacimientos petroleros.[3]

Después de la conclusión de la Segunda Guerra Mundial – otra ocasión en la que los poderes del Primer Mundo juegan ajedrez geopolítico en el Medio Oriente, asi como en otras regiones del planeta — el pueblo iraquí vive otros momentos determinantes de su historia. Un indicador de ello es que los movimientos populares antimonárquicos y antiimperialistas recobran fuerza. El levantamiento de Wathbah en 1948 y las protestas de 1952 y 1956 reflejan el sentimiento popular. Así, el clima que se vive en el país como a lo largo de la regíon es de rechazo al colonialismo británico y francés.

Así, ya para finales de los años 50, en abierto desafío a la monarquía –sistema político absolutista y totalitario— surgen múltiples movimientos republicanos. Entre estos movimientos independentistas surge regionalmente el PSAB. Un buen número de cuadros solidarios con la causa nacionalista árabe se incorporan a este partido.

El movimiento anticolonial engendra un cambio importante cuando Abd al-Karim Kassem, un militar nacionalista, con el apoyo del partido comunista, encabeza un golpe de estado que pone fin a la monarquía hachemita de Faisal II (el rey y su familia son ejecutados) y se establece como el primer ministro de la República de Irak en 1958. Esta ruptura histórica altera radicalmente la estructura social iraquí. Las clases monárquicas y pro-monárquicas son depuestas del poder, al tiempo que otras clases sociales -- los campesinos, los trabajadores urbanos, las clase media -- logran ampliar su influencia.


La Ideología del Baaz

Como producto de esta energía independentista en Irak y el Medio Oriente, los movimientos populares árabes adoptan ideologías unificadoras y antiimperialistas. El nombre completo del Baaz, como se menciona arriba, es el Partido Socialista Árabe Baaz (PSAB); es un partido de ideales nacionalistas y progresistas.[4] La influencia intelectual principal del Baaz proviene de dos líneas de pensamiento: las del período clásico árabe y del socialismo. Interesantemente, la misma palabra baaz, que significa resurgimiento, refleja un ánimo de reivindicación cultural y de autogestión. Para algunos historiadores, la idea sintetizadora de estas líneas para el baazismo se encuentra en el pensamiento de Sati al-Husri.[5]

Uno de los ejes ideológicos básicos que maneja el Baaz es el panarabismo. En principio, se concibe el mundo árabe como una unidad política y económica indivisible y se postula el socialismo como el camino hacia la autogestión del pueblo árabe y una necesidad para la construcción del nacionalismo árabe.[6] En un primer momento, esta posición encuentra su expresión política en su proyecto de unificar a Irak, Siria y Egipto.

En términos religiosos, la postura del Baaz es tolerante y laica. El partido permite la integración de religiones minoritarias. Curiosamente, uno de sus fundadores es Michel Aflak, un cristiano sirio. Tanto en Aflak como en Nasser, la esencia de la nación árabe deviene de su herencia histórico-cultural. Desde esta óptica, el Islam representa una moral decisiva y experiencia espiritual de los árabes. El Islam, colocado en este plano, se subordina al nacionalismo árabe. Esta postura es diferente al islamismo político que, en la mayoría de los casos, conduce a un estado teocrático.[7]

Sus principios laicos y progresistas logran rápidamente una buena acogida en el medio estudiantil, en los sectores de pequeños comerciantes y en algunos sectores patrióticos del ejército. Como se verá más abajo, la ideología unitaria árabe promovida por el Partido Baaz, desgraciadamente, se queda en la retórica.


El ascenso accidentado del Partido Baaz al poder

El PSAB-I tiene la intención de llegar al poder para implantar su modelo panárabe de desarrollo en Irak. Con el golpe de 1958 y el ajuste resultante en la correlación de fuerzas, su oportunidad se aproxima cada vez más. Por un lado, al cambiar bruscamente la antigua estructura de poder, el grupo militar de Kassem enfrenta latentes conflictos étnicos. Por otro lado, su coalición está plagada de disensiones internas. Una intensa lucha se desarrolla entre Kassem y Abd al-Salaam Arif, un simpatizante de Nasser. Arif consigue la ayuda del Baaz y Kassem recibe el apoyo del partido comunista y otros grupos que adoptan una posición antiunionista con Siria y Egipto. Kassem resulta victorioso por el momento; Arif es condenado a muerte pero perdonado en 1962.

Aparece Sadam Hussein en el escenario en estos años. Él se entera del PSAB-I y su proyecto por medio de su tío materno, Khairallah Tulfa, maestro de escuela y musulmán sunni devoto. En 1955, Hussein se traslada del municipio de Tikrit a Bagdad y estudia en la secundaria Al Khark, foco del radicalismo estudiantil.[8] Luego de ser rechazado su ingreso a una academia militar en 1957, Hussein se incorpora al Baaz. Ya militante del partido, Hussein es seleccionado para formar parte de un comando que debió ultimar a Kassem en 1959. El atentado, sin embargo, fracasa y Hussein se fuga a Siria. No obstante el fracaso, crece el prestigio de Hussein como hombre duro y valiente y no solo en su país; el presidente egipcio Nasser, al enterarse de la situación de Hussein, lo invita a estudiar derecho en la Universidad de Cairo. De 1959 a 1963, Hussein permanece exiliado en Egipto.

Mientras tanto, crece la antipatía de Washington hacia Kassem. De acuerdo con el historiador David Wise, una autoridad sobre la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), Kassem es “tolerado” de 1958 hasta 1960 porque actúa como un contrapeso árabe vis-à-vis Nasser (recuérdese la lucha interna entre Kassem y Arif).[9] Pero en 1961, Kassem se vuelve más audaz frente a los ojos imperialistas y más bien se acerca a la postura árabe-nacionalista de Nasser. Busca aumentar el arsenal iraquí rivalizando a Israel; reanuda la vieja disputa de Irak con Kuwait; habla más abiertamente de desafiar el poder norteamericano en el Medio Oriente; amenaza los intereses petroleros de los EEUU y Europa.

Siendo estos gestos patrióticos de Kassem contrarios a los intereses de EEUU, éste país, con el apoyo de Gran Bretaña e Israel, busca derrocar al primer ministro e instalar un régimen más fiel a sus metas geopolíticas. Pese a la oposición de Francia y Alemania a estos planes, el gobierno estadunidense de John Kennedy (al igual que el régimen bushiano actualmente) sigue adelante. Los agentes estadunidenses proceden a reunir a los opositores (entre ellos PSAB-I) a Kassem en las ciudades de Damasco, Teherán, Cairo y Bagdad[10] con el fin de planear la destitución del primer ministro. Para desestabilizar al régimen de Kassem y tener un contrapeso militar, Estados Unidos también arma a los insurgentes kurdos en Irak sin un auténtico interés por el bienestar del pueblo kurdo, claro está.

Finalmente, el 8 de febrero de 1963, el PSAB-I –relativente pequeño en aquellos tiempos—, con la ayuda de la CIA, consigue el derrocamiento de Kassem, fusilándolo después de su rendición y de un juicio sumario. De hecho, un ex secretario general del Baaz, Ali Sale Sa’adi, admite “llegamos al poder en un tren de la CIA”. Evidentemente, empiezan a concretarse las graves contradicciones entre los planteamientos políticos y el accionar del partido.

En una coalición encabezada por el PSAB-I, el todavía simpatizante baazista Abd al-Sallam Arif llega a ser primer ministro a través de este golpe de estado. Poco después, la CIA entrega al PSAB-I una lista de comunistas y otros “incómodos” de la élite educada (médicos, maestros, abogados y otros profesionistas) pidiendo la ejecución de estos. En ese entonces los ‘nuevos’ aliados de Washington, también motivados por intereses propios de permanecer en el poder, el PSAB-I y su coalición cumplen con esta tarea de “limpieza”. Con el visto bueno del imperio gracias a esta represión sistemática, los baazistas reciben armas de EEUU para utilizar contra los insurgentes kurdos, inceremoniosamente abandonados por Washington.

Ese mismo año, sin embargo, un sector conservador del ejército lleva a cabo otro golpe de estado; el PSAB-I es expulsado del poder aunque Arif sigue en su cargo. La caída temporal del PSAB-I lleva a muchos militantes a la cárcel. Inclusive Hussein es encarcelado en octubre de 1964 pero logra escapar a principios de 1966.

Después de múltiples intentos, el PSAB-I obtiene el poder a través de un golpe militar el 17 de julio de 1968 y comienza su era gobernante que duraría, sin interrupciones, hasta la invasión militar angloestadunidense en 2003. Consumado el golpe, Ahmad Hasan al-Bakr, militar expulsado del ejército antes de 1958 por su activismo contra la monarquía y miembro del Baaz, es nombrado el jefe del Consejo del Comando Revolucionario y primer ministro; su primo Sadam Hussein se convierte en diputado del Consejo.


La evolución del PSAB-I

Instalado en un puesto que le otorga un poder considerable, Hussein escala posiciones y el partido sufre divisiones y surgen facciones del PSAB-I. El debate dentro de la organización sobre la unión árabe, entre otros asuntos políticos, es prácticamente defenestrada. Descontentos con el camino autoritario que estaba tomando Hussein, muchos cuadros empiezan a trabajar en la clandestinidad y algunos se van a Siria para organizar lo que aquí se denomina la rama siria (RS) del Baaz Iraquí (PSAB-I).

Mientras Hussein se afianza en el poder como vice primer ministro en 1973, su aparato de contrainteligencia ubica a disidentes de la RS. En este contexto de persecución es asesinado en Damasco (capital de Siria) Ahmed al-Azzawi, representante encargado del trabajo secreto del partido en Irak y antiguo miembro de la dirección panárabe del Baaz en Siria.[11]

En Siria, país vecino de Irak, el PSAB-S llega al poder en circunstancias similares (golpe de Estado) en 1962. Las relaciones interbaazistas pasan por un espinoso camino desde los años 70 hasta finales de los años 90. En 1979, las relaciones entre el gobierno iraquí y el gobierno sirio se rompen y sus respectivos partidos en el poder, el PSAB-I y el PSAB-S toman distintos rumbos. Aunque semejantes por sus estilos personalistas, el PSAB-I (Hussein) y el PSAB-S (Hafez al-Asad) mantienen su distancia hasta que Bagdad y Damasco se vuelven a relacionar en el contexto del programa de la ONU, Petróleo por alimentos.

Volviendo a Irak, al-Bakr renuncia por razones de salud en 1979. Sadam Hussein asume el poder ejecutivo como presidente el 16 de julio de aquel año y días después, manda a asesinar a 22 líderes políticos del Baaz y a miembros del Consejo Revolucionario que presuntamente participaban en un complot sirio.

Paralelamente, la RS del Baaz iraquí se contacta con todos los grupos de la oposición iraquí, tanto árabes como kurdos, y participa en la formación en Damasco del Frente Patriótico Democrático Nacional (FPDN). El FPDN une a todos los partidos opositores iraquíes; cada partido elige su representante a la secretaría general.[12]

Para entonces, el PSAB-I se consolida en el poder. En gran parte, Hussein, por cierto un estudioso y admirador de los métodos estalinistas de gobernar, determina el rumbo tanto del partido como del Estado. Ya como presidente, Hussein, lejos de instaurar un socialismo democrático, implanta una dictadura unipersonal, apoyado por sus paisanos de Tikrit. Ilustrativo de esta política de nepotismo es el nombramiento de su tío/mentor Tulfah como el alcalde de Bagdad; su tío, a fin de cuentas, tiene que dejar el cargo porque roba demasiado. Al tiempo, sin embargo, el partido trata de perfilarse con respecto al panarabismo. Adicionalmente, su política de Estado promueve el bienestar social y el trabajo partidista, si bien de modo corporativista y paternalista, satisface muchas necesidades sociales.

De alguna manera, el PSAB-I, pese a su política represiva, logra avances considerables en la modernización postcolonial de Irak. Inclusive, la UNESCO premia a Hussein en estos años. Se realiza una fuerta campaña de alfabetización y de construcción de escuelas, carreteras, vivienda y hospitales. Entre otros logros, Irak, reafirmando su imagen de país próspero y centro cultural árabe, robustece sus universidades y crea uno de los mejores sistemas de salud pública en el Medio Oriente.[13]

Tomando en cuenta todo lo anterior, la estrategia baazista para consolidarse en el poder y obtener una hegemonía adquiere un carácter multifacético. Hay asesinatos de disidentes comunistas pero también construcción de escuelas. Hay una política interna que reprime al pueblo kurdo pero también una política exterior que promueve el panarabismo y apoya la lucha del pueblo palestino –no sin contradicciones. Hay una estructura partidista que elogia a Sadam como figura omnipotente pero que también realiza muchas tareas sociales benéficas para la población. Examinemos más de cerca su estructura.


La Estructura del PSAB-I

La organización del partido se basa en una estructura jerarquizada y arborescente, con muchas ramas. La revista francesa Le Monde sacó recientemente un detallado perfil[14], del cual se saca mucha de la información sobre la estructura baazista iraquí que se presenta a continuación.

Empezando por la base, el Baaz está organizado en células o alcobas. Estas células se reúnen semanalmente y participa en ellas más o menos una decena de militantes de una misma calle o de un mismo servicio. En estas reuniones, se conversa sobre la actualidad pero también se informa sobre los objetivos esperados, según la doctrina del partido y las orientaciones del régimen; además, se imparten instrucciones. Las eventuales anomalías observadas durante la semana son reportadas al jefe de célula y consignadas en informes rituales.

En el nivel superior a la célula, se encuentra la división, que agrupa a las células de un barrio, de una pequeña repartición o de una fábrica. De allí, la sección y la rama engloban la totalidad de una gran ciudad o de una provincia.

Las secciones y las ramas, a diferencia de las células, gozan de algunas prerrogativas. Por ejemplo, están legalmente autorizadas a encarcelar a sospechosos, por medio de procedimientos que eluden el sistema judicial. En la práctica, éstas cumplen funciones policiacas y de inteligencia, en especial fuera de Bagdad. En otros ámbitos, se ocupan de los asuntos culturales, agrícolas, etc. por lo que cuentan con diversas oficinas especiales. En cada provincia, el “comando de las organizaciones” encabeza el conjunto de las organizaciones y representa la autoridad suprema, pese a la existencia de una administración local. De esta manera, el Baaz duplica un aparato estatal.

En la cima de esta estructura arborescente se encuentra el “comando regional”, dirección elegida en forma democrática, teóricamente, durante un congreso (en los hechos, el voto ratificaba los nombramientos decretados por Hussein). Este “comando regional” cuenta con “oficinas” que son casi ministerios, encargados de los asuntos militares o culturales y de la administración de grandes poblaciones como los campesinos, los obreros y los jóvenes. El ejército, cuyos soldados son obligatoriamente baazistas, está conformado por una red de células dependientes de la oficina militar.

Ahora, la red del partido está sostenida enteramente por la propia población. El nivel de compromiso de los reclutas se organiza en grados. Uno se integra al PSAB-I como un simpatizante que simplemente atiende las reuniones semanales realizadas por las células y absorbe la información y la ideología partidistas. Los grados superiores de “partidario” y “ partidario avanzado” implican una disposición a tomar las armas para defender los intereses del partido. El tránsito de un nivel a otro requiere de un período de preparación y la aprobación de un examen de doctrina. Se necesitan alrededor de seis años, en principio, para aspirar a “candidato-miembro”, antes de convertirse en miembro de pleno derecho.

Pero como en la mayoría de partidos políticos burocráticos, el ascenso y sus privilegios no solo se obtienen por el “camino recto”. En algunas ocasiones, los jefes de células compran reclutas para ascender rápidamente. No pocos militantes buscan ascender por motivos pragmáticos pues los beneficios y privilegios sociales de ser del Baaz resultan atractivos en tiempos del genocida embargo estadunidense. Un secretario general de rama puede recibir, aparte de un cómodo salario, un carro lujoso. Para los baazistas padres de familia, un beneficio es la obtención de cinco puntos extra para sus hijos bachilleres, puntos decisivos para poder acceder a competitivas carreras universitarias. La adhesión a otras estructuras vinculadas al partido como la Federación Nacional de Estudiantes también ayuda a obtener más puntos. En este sentido, la lógica corporativista no es muy diferente a la ejercida por el PRI cuando regía una sistema unipartidista burgués en México.


El PSAB-I y la geopolítica en el Medio Oriente

En los años 80, el PSAB-I intensifica sus relaciones con los EEUU, a lo mejor intentando sacar provecho de esta “amistad” para avanzar su modelo panárabe y, así, su influencia en la región.

El conflicto bélico entre Irak e Irán en los años 80 sirve a los intereses del imperialismo y a los designios de Hussein. Irak, amigo de EEUU en aquellos años, debía contener la revolución islámica iraní (de pensamiento panislamista) y demostrar su propio poderío regional. El gobierno estadunidense, siempre pragmático, les suministra armas químicas tanto a Hussein como al régimen iraní. En términos humanos y económicos, la guerra irano-iraquí, que termina en un virtual empate, es bastante costosa para ambos países. Reveladora de la opinión estadunidense sobre esta guerra está la declaración emitida por Henry Kissinger, ex secretario de Estado de EEUU y todavía influyente personaje en la política exterior de los EEUU, al inicio del conflicto: «espero que se maten entre ellos.»[15]

Como consecuencia de la guerra entre Irán e Irak, la RS y el PSAB-S se distancian todavía más. La RS, junto con el FPDN, condenan los intentos de Iran de atacar a territorio iraquí (ya habían condenado la entrada del ejército iraquí a Irán); el PSAB-S (en el poder) se opone abiertamente a la agresión iraquí y es el único país árabe que apoya a Irán. No sorprendentemente, muchos militantes de la RS, junto con otros integrantes de la oposición iraquí, empiezan a dejar Siria. Había ya una relación diplomática entre Siria e Irán por la situación en Líbano. En este caso, los intereses geopolíticos de ambos países coinciden. Siria e Irán apoyan a la resistencia libanesa, conducida por Hezbollah, contra la ocupación israelí del sur de Líbano de 1978 a 2000.[16]

El 2 de agosto de 1990, Irak invade Kuwait.[17] La decisión de Hussein causa aún más división entre los gobiernos árabes. Jordania, Yemen, Sudán y la OLP apoyan a Irak mientras que Arabia Saudita, Egipto y Siria se oponen y se unen a la “alianza” occidental encabezada por los EEUU; empieza la guerra el 15 de enero de 1991. Tras el final de esta Guerra del Golfo (Irak, Kuwait, EEUU) que duró cinco semanas, el PSAB-I se encuentra políticamente debilitado y relativamente aislado mientras que Washington e Israel se reposicionan.

Emblemático de los nuevos tiempos, el PSAB-S acepta participar en negociaciones bilaterales con Israel. Las negociaciones fracasan en 1996 cuando el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu relanza la colonización del territorio sirio de los Altos de Golán.

Nuevamente, muchos opositores al PSAB-I se van de Siria y se desplazan a Europa y se conforma la Alianza Nacional Iraquí (ANI). De acuerdo con Abd al-Yabbar al-Kubaisí, ex dirigente de la RS del PSAB-I e integrante de la ANI, esta instancia trabaja

sobre la base de una condena contra el embargo a Irak y la exigencia de extender las libertades en el país. Los grupos que participan en la ANI son: la otra rama del del PSAB (Partido Socialista Árabe Baaz [aquí denominada RS]); el Partido de la Unidad Socialista (PUS, de orientación naserista); el Partido del Trabajo Árabe (PTA, nacionalista árabe y marxista); el Movimiento Socialista Árabe (MSA, lo que quedaba del Movimiento Nacionalista Árabe, mayoritariamente inclinado al marxismo); el Ejército Islámico Kurdo (EIC), el Partido Kurdo por la Paz (integrado por una élite de intelectuales y periodistas kurdo-iraquíes); los patriotas del Partido Comunista Iraquí (PCI) y un grupo de figuras políticas e intelectuales independientes.[18]

Como era de esperarase, EEUU nunca intenta hacer contacto con la ANI pues su postura antiimperalista resulta incompatible con los deseos de Washington de tener un gobierno títere en Bagdad.

En cuanto al PCI y sus relaciones con la RS, parece haber un acercamiento paciente. No hay que olvidar que el PCI tiene razones por desconfiar del Baaz en general pues Hussein ha reprimido a este partido a lo largo de su gestión. Según al-Kubaisí, han surgido dos bloques patrióticos dentro del PCI. Uno forma parte de la ANI (de la cual también forma parte la RS) y el otro bloque es el Cuadro Avanzado. Ahora, el PCI oficial está bajo la influencia del Movimiento Nacional de Kurdistán, en el cual también se encuentran militantes patrióticos. Muchos de los dirigentes del PCI oficial, sin embargo, son sobornados por EEUU y se ahogan en el lujo.[19]

El ahora ex gobierno de Hussein había declarado que todo opositor, menos aquellos que hayan tomado parte en los planes de intelegiencia estadunidense o sionista, podía volver sin ser sometido a interrogatorios o persecusiones. Ya no sabremos cuán cerca de una reconciliación estaban la ANI, el Cuadro Avanzado, y el PSAB-I, aunque el constante flujo de combatientes iraquíes fuera del país hacia dentro durante los días más intensivos de los bombardeos angloestadunidenses nos da una idea de su disposición de llegar a un entendimiento para defender a su patria.


Conclusión

La distancia entre los principios baazistas como el socialismo y el panarabismo y su práctica ha sido un grave problema. Si bien algunas políticas del PSAB-I intentaron satisfacer parcialmente las necesidades sociales del pueblo iraquí, su programa político una vez en el poder más bien condujo a un modelo estatal capitalista monopólico. El bloqueo imperialista a la nación árabe acentuó estas contradicciones, ampliando las diferencias materiales y culturales entre la clase gobernante (la élite baazista), la base social del partido y el pueblo en general.

El panarabismo, tal como lo plantea el PSAB-I, ha encontrado poco eco. En marzo y abril de 2002, durante el recrudecimiento de las invasiones militares israelíes (el sitio a Ramala, la masacre de refugiados en Jenin, etc.) a los territorios palestinos autónomos, Hussein hizo un llamado a todos los países árabes para que dejaran de exportar petróleo a Israel como una medida de presión; ningún país respondió. En teoría, se debería utilizar el petróleo como arma política y económica contra el imperialismo y el sionismo. El bloqueo y las relaciones poco fructíferas con otras naciones árabes, sin embargo, neutralizaron esta política. Actualmente, los gobiernos árabes se encuentran muy divididos, situación que hace más dificil articular una política panárabe coherente. Aun más, muchos gobiernos árabes (Arabia Saudita, Kuwait, Jordania, entre otros) están en consonancia con las directrices del imperio, aunque no lo digan públicamente por su temor a levantamientos populares.

Internamente, el ahora ex presidente Sadam Hussein subordinó el Baaz a sus deseos personales. Él desnaturalizó al partido progresivamente, sólo para convertirlo en un mero instrumento de poder, maleable a su arbitrio. Al transformarse el PSAB-I en un partido burgués y burocrático, eliminando a sectores izquierdistas en el camino, su ideología se quedó oportunistamente en el discurso y el pragmatismo prevaleció. Ello podría explicar el patrocinio oficial a las conmemoraciones del nacimiento del profeta Mahoma pese a la secularidad proclamada por el partido.

Adicionalmente, a través de tácticas corporativistas y monolíticas de reclutamiento, el PSAB-I fabricó una unidad artificial, basada en privilegios políticos, sociales y económicos. La estructura, altamente verticalista, sirvió como correa de transmisión para fortalecer a Hussein. En lugar de centrarse en el mejoramiento integral del pueblo iraquí, el PSAB-I se centró en su propio fortalecimiento. El mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo, aunque un objetivo visible en muchos de sus proyectos sociales, pasó a un segundo plano, en función de los intereses de la cada vez más enajenada dirigencia partidista. En pocas palabras, es el pueblo al servicio del Baaz (sobre todo de Hussein) y no al revés. Se trató finalmente de una dictadura con el control, casi unipersonal y paranoico, de parte de Hussein y algunos miembros más de su familia.

Con todo, hay lecciones para partidos que se plantean un proyecto alternativo al capitalismo. Primero, desde arriba, es extremadamente dificil construir el socialismo. La instrumentación de estructuras populares, el corporativismo y el culto a la personalidad, a la larga, crean una falsa unidad y conducen a la desmovilización social y el poco compromiso con los objetivos socialistas del partido. Segundo, a un partido anticapitalista no le sirve de nada aliarse al imperialismo para tratar de avanzar su proyecto. A medida de que el PSAB-I se fue acercando al gobierno norteamericano, el régimen se fue deteriorando y desnaturalizando. La CIA, como en muchos otros casos en el Medio Oriente y en el mundo, fomentó la represión, la división, la corrupción y la formación de una dictadura. El PSAB-I aprendió a acomodarse a esta dinámica. Cuando el PSAB-I se desvía casi totalmente de sus principios, el imperialismo lo abandona porque ya había conseguido lo que buscaba. En este sentido, resulta fundamental recordar que EEUU no tiene amigos permantes sino intereses permanentes. Un día, te regala una pistolita y el siguiente, te bombardea.

Futuros y actuales proyectos anticapitalistas deben asimilar todo esto. Naturalmente, las metas originales del Baaz siguen siendo válidas en un Irak ocupado. La agresión imperialista a Irak hace pensar que, tarde o temprano, iniciará un nuevo ciclo de luchas antiimperialistas. Estaremos atentos a un resurgimiento de la lucha del pueblo iraquí por su autodeterminación.

NOTAS AL FINAL:
1. Cabe mencionar que el Baaz tiene oficinas a lo largo del Medio Oriente.
2. Winston Churchill, primer ministro británico en aquellos años, le entregó Bagdad al rey Faisal después de que éste fuera expulsado de Damasco por los franceses. Algunos datos históricos: el hermano del rey Faisal I (de la tribu hachemita) de Irak, Abdalá, fue el primer rey de Jordania. Abdalá fue el padre del rey Hussein (siempre de Jordania) y abuelo del actual monarca, Abdalá II. Un sinnúmero de documentos y cartas originales que dan testimonio directo de esta historia del pueblo iraquí y de los pueblos árabes en general fueron destruidos, con el beneplácito de los invasores angloestadounidenses, por los incendios en el edificio de los Archivos Nacionales, las bibliotecas y otros centros culturales en Bagdad. Robert Fisk, “La herencia histórica de Irak quedó reducida ayer a cenizas”, La Jornada, 15/IV/2003.
3. John Saxe-Fernández, “Irak y la pax americana”, La Jornada, 17/IV/2003. En este artículo, Saxe-Fernández agudamente observa cómo la actual ocupación estadunidense de Irak se asemeja a este designio colonial-imperial británico.
4. Alonso Godoy, Historia de un conflicto, http://www.libreopinion.com/members/mds/historia.htm
5. Xavier de Planhol, “Islam y Nación”, Revista Mundo Islámico, núm. 126, 31/V/2001.
6. Godoy, op cit.
7. Vale la pena mencionar que últimamente el partido Baaz ha transitado hacia una posición pro-islámica, sobre todo por razones políticas. Esta utilización de la religión por parte del gobierno iraquí le ha producido enemigos. Bin Laden, como la mayoría de fundamentalistas islámicos, por ejemplo, “siempre ha detestado a Sadam Hussein: odia su conducta tan poco islámica, su secularidad, su uso de la religión para estimular la lealtad a un partido Baaz que fue cofundado por un cristiano” (Robert Fisk, “Bin Laden sigue entre los vivos”, The Independent, traducción en La Jornada, 14/XI/2002) . Por lo anterior, resulta ridículo el intento estadunidense de ligar a Al Qaeda con Hussein.
8. Godoy, op cit.
9. Roger Morris, “Un Tirano Que Se Formó a Través de 40 Años”, New York Times. Tomado de http://www.nci.org.uy/RecibimosPublicamos.htm - “La guerra a favor y en contra.”
10. Ibid.
11. “La Situación Política Iraquí”, Free Arab Voice, Traducción al español en página del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe, CSCAweb, http://www.nodo50.org/caum/dossieres/iraqe2003/iraq11.htm, 2/I/2003. Entrevista a Abd al-Yabbar al-Kubaisí, ex dirigente de la rama siria del Partido Baaz. Antes de la reciente invasión militar angloestadunidense y según reporta el diario jordano Al-Arab al-Yawm el 22 de octubre de 2002, el gobierno iraquí había contactado a ciertas figuras de la oposición iraquí — entre ellas al-Kubaisí, Baquir Ibrahim (ex miembro del buro político del Partido Comunista de Irak, Salah Umar al-Ali (ex miembro del mando regional de Baaz) y Awni al-Kalamji (figura histórica iraquí de orientación naserista) – para hacer frente a la entonces inminente agresión imperialista de EEUU y conducir al pluralismo y a la apertura política dentro del país.
12. Ibid.
13. Mark Bowden, “Tales of the Tyrant”, Atlantic Monthly, mayo de 2002.
14. “¿Qué es el Partido Baaz?”, http://www.mundoarabe.org/que_es_el_partido_baaz.htm , crónica de Le Monde.
15. Entrevista a Ramsey Clark por Rasha Saad, Al Ahram Weekly, núm. 618, diciembre de 2002.
16. Marta Tawil, “¿Por qué Siria?”, La Jornada, 20/IV/2003. En esta nota, Tawil da una breve historiografía sobre el Baaz sirio, aquí denominado PSAB-S. Tawil también menciona que durante la guerra civil en Líbano (1975-1990), el ejército sirio, con la aprobación de EEUU, intervino en Líbano para impedir el avance y una posible victoria de la coalición integrada por los palestinos.
17. Kuwait era una provincia de Irak hasta la separación impuesta por el colonialismo inglés tras la Primera Guerra Mundial. En 1968, Kuwait, una pequeña peninsula con costas al Golfo Pérsico, fue independizada. Su sistema de gobierno es una monarquía absolutista.
18. “La Situación Política Iraquí”. op. cit.
19. Ibid. Al emitir el Departamento de Estado estadunidense una lista de 17 organizaciones iraquíes recibiendo financiación, se supo que este listado incluía, aparte de las organizaciones miembros del Congreso Nacional Iraquí (CNI), un club de intelectuales iraquíes comunistas asentados en Londres. Por cierto, la ANI no se encuentra en esta lista.
Aparte de la ANI, las otras organizaciones opositoras importantes mantienen una posición que dificilmente pudiera considerarse progresista. El CNI, conformado por varias figuras que fueron parte del régimen de Hussein y creada por la CIA es lo suficientemente servil para los intereses del gobierno estadunidense.
Por otro lado, el Consejo Supremo de la Revolución Islámica de Irak, si bien mantiene su autonomía, está influenciado por Irán y conducido por Baqir al Hakim (originario de Irán); según al-Kubaisí, entre sus bases se encuentran algunos presos capturados en la guerra Iran-Irak y la Guardia Revolucionaria de Irán.


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PINCELADAS
Carta para el guerrllero
Joaquín

Te vi llegar cautelosamente sin que te vieran,
solo tu sonrisa sentí, te mire;

Y no eras quien me han contado.

Hablaste, caminaste y te volví a ver,
cruzando la calle hablamos;

Y no eras quien me han contado.

tus ojos serenos cautelosos
y sin embargo a veces cabeceando.
Me fui acercándote mas a ti, me saludaste;

Y no eras quien me han contado.

caminamos juntos, sudamos juntos,
me contaste tus aventuras;
tan humilde como la montaña,
callada, silenciosa, cautelosa;
a veces húmeda y cubierta de hojas por doquier;
y a veces gritas con coraje protestando
contra la injusticia;
y acompañando mi temor están las lluvias, los relámpagos,
y vuelvo a escuchar el tableteo de tus fusiles;
y viene la calma, sigues caminando, sigues sudando,
se siente calor y a veces frió,
pero tu vas por agua, por comida,
por vida, luchando contra la muerte;

Y no eras quien me han contado.

vuelvo a mirar tus ojos
y veo a un hombre tan pequeño, moreno
y tan joven, casi un niño;
veo una niña haciéndose mujer
al lado de su compañero;
acarreando aquí, allá,
corriendo aquí, allá,
llevando en sus manos
la miseria de un pueblo,
para cambiarla por justicia para todos.
Y a veces me cuentas que te gusta
la música de Juan Gabriel,
así como de Pedro Infante,
también la de los Tigres del Norte,
pero también la de Carlos Mejía Godoy,
la de Victor Jara;
te veo reír, te veo renegar,
hasta por ir a traer agua;
aquí sigues soportando
y no es por soportar,
sino protestas desde adentro,
donde se encuentran tus antepasados
que han luchado por que tengas comida,
vivienda, educación,
¡si!, justicia para todos;
Y sin embargo ahí no termina
porque aun no ha llegado el amor para todos,
y por amor tu también has tomado el fusil;

Y no eras quien me han contado.

Igual a todos te miro, caminas,
tienes deseos, debilidades,
te cansas, te enojas,
también amas, a veces "campaneas",
pero sabes morir.
Y si hoy te he visto caer,
que solo quiero pensar que te has extraviado,
que aun tu conciencia esta encendida
aquí en las conciencias de tus compañeros,
que cargando todos aciertos y errores,
también cargan el fusil.

Y no eras quien me han contado,

porque solo en video, fotos,
canciones, narraciones,
solo así te conocía;
y ahora que vivo contigo,
que frío he sentido contigo,
dolor he sentido contigo,
calor he sentido contigo,
cansancio he sentido contigo,
amor he sentido contigo;
y hoy veo a un ser sencillo, humilde,
que hasta se pierde entre la gente,
como entre la selva,
así como entre el bosque,
pero tiene una luz tan grande
que quien la quiera mirar,
solo basta abrir los ojos de la conciencia
y sentirlo, amarlo,
y luchar codo a codo
porque nuestra América sea libre,
y haya justicia para todos.

Y no eras quien me han contado,

me engañaron, no me dijeron todo,
solo un poquito de tu grandeza
me habían contado;

Y sin embargo no eras quien me habían contado.


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No es sino Irak
Mahmud Darwish

Mahmud Darwish, poeta palestino, dedica este poema a Iraq invocando la figura del gran poeta iraquí Badr Shákir al-Sayyab (1926-64), uno de los mayores representantes de la poesía árabe moderna y autor del conocido "El canto de la lluvia".

Recuerdo a al-Sayyab en el golfo gritando en vano:
"¡No es sino Iraq!";
sólo el eco le dio respuesta.
Recuerdo a al-Sayyab: en este cielo sumerio
una hembra se impuso a la nebulosa estéril
para dejarnos en herencia la tierra y el destierro
a la vez.
Sí, recuerdo a al-Sayyab: como la poesía nació en Iraq,
sé iraquí si quieres ser poeta, amigo mío.
Ay, al-Sayyab: la vida no resultó como él imaginara,
entre el Tigris y el Éufrates. Por ello, no llegó a pensar,
como Gilgamesh,
en pócimas de eternidad ni en resurrecciones.
Recuerdo a al-Sayyab aprehendiendo leyes de Hamurabi
para cubrir vergüenzas y caminar hacia su sepulcro.
De al-Sayyab me acuerdo cuando enfermo y deliro de fiebre:
mis hermanos le preparaban la comida al ejército de Hulagu
porque no tenían más siervos que...¡mis hermanos!
Recuerdo a al-Sayyab: nunca soñamos con néctares
que la abeja no mereciera ni con otra cosa que dos manos
dispuestas a estrechar nuestra ausencia.
Recuerdo a al-Sayyab: herreros muertos se alzan de sus tumbas
para forjar nuestras cadenas.
Si, al-Sayyab me hace recordar que la poesía es
experiencia y destierro, dos hermanos gemelos.
Sólo soñábamos con tener una vida que fuese como
vida misma; con morir a nuestra manera:
"Iraq, Iraq, no es sino Iraq".

Traducción del árabe: Iñaki Gutiérrez de Terán para CSCAweb (Comité de Solidaridad con la Causa Árabe)


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Hombres de niebla
Juan Venidero

Caminamos larga la noche
bajo su manto oscuro,
dejando heridas en la niebla
Ramas sobre la frente,
trenzados en las raíces.

Avisamos al fin la aurora
y el eterno arrastre de la víbora.

Muchos de nosotros temblábamos
y nos asíamos a la sombra
del que pisaba primero
y del tope unísono con el suelo
con sus piedras como montañas
con sus huecos abismales.

(Algunos se perdieron en la hora más incierta,
cuando el vuelo de la lechuza
anunciaba, engañoso,
algún puerto, una salida del monte.

Un práctico fue por ellos
y a las cuatro horas volvió al punto
con la sal escurriéndole hasta la suela
pero con ellos sonrientes, despiertos.
Las estrellas nos alumbraban los dientes

Alguien silbó Jesusita en Chihuahua
suave y alegre como los labios de aquella
por la que me puse de pie de nuevo
y caminamos...)

Y aquí nos tocó a nosotros,
estamos apostados sin movernos.
Somos cinco en abanico.

Apenas hace aire y del silencio
más espeso aparece
al frente y debajo de nosotros
el convoy de los guachos.

Dos camiones y un jeep al frente
con la tartamuda alzada
de la mano de su Juan, tan serio.

Y les llueve y se agachan
y el que se repone primero,
parapetado nos tira, eso dijo Demetrio
quien siempre se queda un segundo
a medir sus respuestas,
y es que sabe contar historias
más exageradas que ésta.

Pero ya volamos
hace casi siete horas de aquello,
y qué dulce me sabe esta carne seca
y el buche de agua,
pero más mirar esa hojita de luna serena,
vestida de niebla, que nos acoge en su seno.


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René Villanueva y la cultura popular

Hace poco más de dos años, se nos fue una de las mayores figuras de la cultura popular mexicana y latinoamericana. Opacada por los hechos políticos de febrero del 2001, la muerte, después de años de padecimiento de una dolorosa enfermedad, de René Villanueva, fundador y director de los Folkloristas, pasó sin que casi nadie reflexionara sobre su vida, su obra y la pérdida que representa . Los compañeros del ERPI, asiduos seguidores del folklore y la Nueva Canción, hemos querido desde entonces rendirle homenaje a quien fue incansable luchador por la producción cultural autónoma del pueblo y reconocer las lecciones que nos cantó. Pensamos que la mejor forma de hacerlo es reproduciendo sus propias palabras e ideas.

Lo que sigue son extractos de su biografía, Cantares de la Memoria (Planeta, 1994), donde analiza y reflexiona sobre algunos problemas de la cultura popular. Este libro, que además hace un recorrido de la música popular de México y la Patria Grande también, contrasta la cultura auténticamente popular con el distorsionado concepto de lo popular impuesto por la masificación y degradación comercial. Expone cómo, más allá de las políticas explícitas estatales, la dinámica de los medios de comunicación suprime la libertad y la independencia de los artistas. La comercialización de la cultura, tan preponderante hoy en día, nos explica, fabrica gustos vulgares y somete el pensamiento. Deja claro que el poder de los consorcios comunicacionales es una herramienta esencial de control social y, si bien no habla de la democracia de baja intensidad en sí, advierte sobre la intención de manipular y pacificar a la gran masa acrítica. Al mismo tiempo y más optimista, el trabajo entero es evidencia de la resistencia cultural del pueblo y de su potencial creador y liberador. René, tus lecciones siguen vigentes como siguen sonando las notas de tu quena. René, en nuestro pueblo no se ha acabado tu fandango y los compas del ERPI estamos bailando.

Los detractores del movimiento folklórico y de la Nueva Canción lo explican como imitación de la «canción protesta» norteamericana de los 60 o venido de París como niños del siglo pasado. Son opiniones interesadas, por conservadoras, en disminuir su importancia, adoptando la óptica de los nuevos colonialistas, cerrados a entender que los pueblos del subdesarrollo seamos capaces de inventar o crear algo y sólo copiamos los modelos de la metrópoli que por todos los medios y con abundancia de recursos se nos imponen.

Basta conocer las circunstancias y biografía mínima de la mayor parte de los que somos actores de dicho movimiento para comprobarlo. Este movimiento cultural se inscribe por naturaleza y origen, como genuinamente popular, y por lo mismo, con un sentido de clase extraído de la vida cotidiana y no de un manual de marxismo, como alguno podría suponer.

El folklore es la expresión de una comunidad, de un grupo humano, un pueblo y expresa y recoge la vida de la historia de ese grupo, su cultura, su forma de vida y trabajo. El modo de producción de sus satisfactores es artesanal, característica que les confiere no sólo su belleza sino su diferenciación con los productos industriales. La memoria de esos grupos se transmite en diversas formas y una fundamental es a través de su canto y su música. Por ser memoria de clase es menospreciada tanto por las élites del poder, como de la «cultura del poder».

Todo poder busca justificarse y sustentarse a través de una «cultura oficial» que determina las políticas en ese terreno. Se rodea de intelectuales y artistas cortesanos que le brindan el ropaje ideológico que lo hagan trascender y escriba su historia, la que refleja los intereses de su grupo y maquilla su imagen frente a generaciones futuras.

En nuestro país, la Revolución de 1910 produjo cambios fundamentales en la vida del país, no obstante las claudicaciones y desviaciones de todos conocidas. La cultura surgida como resultado de la misma, no tiene parangón en todos los terrenos, por encima de la historia oficial, el nacionalismo surgido contra la dictadura porfiriana resultaba del rechazo popular al modelo europeizante y entreguista que esta proponía. Era un nacionalismo sustentado en reivindicaciones populares y no como los que en Europa condujeron al nacional-socialismo de Hitler basado en superioridades de raza y clase. El muralismo, la novela, la música, encontraron cauce en su identificación con la cultura popular y ésta se reconoció en las obras de sus más grandes artistas. El folklore comienza a valorarse por los más sensibles en esos tiempos con pioneros como Higinio Vásquez Santana, Ernesto Elorduy, Rubén M. Campos, Vicente T. Mendoza, Gerónimo Baquiero Foster, Nabor Hurtado, Francisco Domínguez y muchos otros.

Resulta absurdo desconocer al corrido mexicano, revitalizado por la Revolución y sus luchas posteriores, como antecedente de la canción crítica o de protesta mexicana, en vez de atribuírselo a Joan Baez o Bob Dylan*, por importantes que sean y cuya influencia es más clara en el rock de producción local que en la Nueva Canción.

Judith Reyes, José de Molina, Oscar Chávez, continúan una tradición arraigada en sucesos y luchas, componiendo corridos y canciones de denuncia o relatos para guardar memoria. La década de los sesentas marca un punto de ascenso en las luchas populares en México y América Latina con la Revolución Cubana, que se manifiesta también en la reivindicación de sus valores culturales. Hablar y cantar con voz propia para hacerse escuchar sobre la muralla de ninguneo y silencio que los medios masivos del comercialismo imponente.

La primera rebeldía del folklore y la Nueva Canción es frente al comercialismo en los medios y su discriminación clasista, a sus canciones prefabricadas, bobas y huecas, a su frivolidad y superficialidad, a su ofensiva falta de calidad, a su costumbre de juzgarnos estúpidos. Antes que el boicot y la censura de los políticos al contenido de las canciones, el comercialismo ha sido la barrera infranqueable a estas dos expresiones de la cultura popular. Ha sido la gran coartada del silencio. Si por la televisión, la radio y las disqueras comerciales fuera, ninguno de nosotros existiría. Sólo hasta que el desarrollo del movimiento y la respuesta masiva del público fue evidente, accedieron a considerar presentable nuestro trabajo pero debidamente filtrado de contenidos críticos o propuestas. Pueden tolerar la rebeldía, pero jamás la independencia. Prefieren la vulgaridad que vende a lo popular cuando cuestiona.

Entiendo por comercialismo la manipulación que hacen los medios sobre los artistas, forzándolos por la necesidad a aceptar su regla de oro: el que paga manda y que coarta la libertad de expresión temática o de calidad, determinándole qué debe cantar y cómo hacerlo sin tomar interés alguno en las demandas que el auditorio plantea. La aceptación dócil por parte del artista significará su claudicación a la libertad e independencia, la proyección de una imagen vendible a cambio de la comodidad que el éxito prometido por los medios ofrece. Por el contrario, su independencia se la harán pagar caro ignorándolo a través de sus canales, congelando toda difusión o siquiera información sobre su trabajo.

El que el artista busque la mayor difusión en los medios y viva decorosamente del desempeño de su talento y creatividad, es una conquista y un derecho legítimo y ello en sí no significa comercializarse por ampliar su radio de acción, sino ser más eficaz en divulgar su obra. Esto es lo sano y deseable. Lo lamentable es cuando por necesidad o comodidad renuncia al principio de la libertad e independencia, mirando en los medios un fin y no lo que deben ser: medios de comunicación y difusión.

Folklore y Nueva Canción se hermanan por tener común origen y mismo destinatario. Por otro lado, el concepto de «lo popular» que campea en los medios masivos comerciales está ligado a las categorias despectivas de la filosofía del señor y del esclavo y nada tiene que ver con lo que realmente es. Popular para ellos es todo lo que es aceptado y adoptado por los grandes sectores de una manera acrítica, pasiva, como resultado de la difusión masiva, sin evaluar si responde a sus necesidades e intereses, o si su aceptación es debida a la carencia de opciones o alternativas diferentes.

Opuesto a lo anterior, popular es lo que representa, expresa y manifiesta características, usos y costumbres comunes, surgidos de la necesidad e historia que esos sectores han vivido y producido por sí y para sí. Considerando la adoptación de elementos ajenos como parte de esa necesidad de apropiarse todo aquello que complementa su sentido de identidad.

El objetivo de los medios de es la masificación, es decir, la estandarización para su control, de los grandes sectores y no la difusión de los valores y costumbres populares.

El folklore en los medios ha sido ignorado, reflejando la ideología discriminatoria de los dueños o detentadores de los mismos que niegan sus valores. Sólo lo muestran en forma distorsionada, desnaturalizada y con objetivos promocionales de venta hacia el turismo, consumidor de exotismos y rarezas. Hacen rentable la imagen del indio. En nuestros países donde lo folklórico es inseparable de la miseria, injusticia y despojo históricos, la televisión con impúdica alquimia lo arranca del marco de la realidad y con reflectores y maquillaje lo adapta a los gustos consumistas de un público cada vez más pasivo...



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Comunsentimina

COMUNSENTIMINA: REMEDIO CONTRA EL SUEÑO, EL OLVIDO, LA PARANOIA, LA PASIVIDAD Y LA CONFORMIDAD. (DOSIS: AL MENOS UNA AL DIA. SI NOTA MEJORAMIENTO, INCREMENTE LA DOSIS. EN CASO DE PERDER O ACABAR PASTILLAS, NOTIFICARSE A SÍ MISMO Y CREAR PROPIAS. IMPOSIBILIDAD DE SOBREDOSIS. PELIGRO: UN EXCESO PUEDE RESULTAR DAÑINO PARA LA SALUD DE LA OLIGARQUÍA.)

UNA LECCIÓN EN SABIDURÍA INFANTIL

Parece que el gobierno al fin sí escuchó el exhorto del pueblo y decidió enviar apoyo a los niños mexicanos. Y es que los instruidos de la SEP han decidido entregar materiales didácticos para orientar a los confundidos menores que nada entienden de la guerra. Estos tontos chiquillos, nuestro futuro, que se preocupan cuando ven imágenes de la destrucción en Irak, no comprenden cómo los gringos pueden matar a sus pares por petróleo y cómo es que los otros países no hacen nada para frenar la invasión.

Y CÓMO NO ENTENDER LA LÓGICA INVASORA TAN (NEO)LIBERALMENTE INTERPRETADA...

Y es que en el fondo no entienden nuestros ‘irrealistas’ chamacos que sufren la doble condición de jóvenes y subdesarrollados. La lógica de la guerra es bien sencilla, sólo hay que ponerse en el lugar adulto del racismo, imperialismo y cinismo. Aprendan, escuintles, a pasarse de listos. Oigan nomás al nuevo MacArthur, Jay Garner:

-el pueblo iraquí tiene derecho a controlar y beneficiarse de sus petróleo, por eso nuestras tropas se han posesionado de los pozos.

-Todos los asuntos serán dirigidos por iraquíes, por eso pondremos a un coordinador nuestro en cada uno de los ministerios

Pero esta lógica invasora abre un interesante resquicio. Según los gringos que vienen a otorgar democracia y derechos humanos, los contratos petroleros con los rusos no son válidos ya que fueron concedidos por un tirano ilegítimo. El pueblo iraquí se regocija, entonces, al concluir que la deuda de que los expertos y nada transas contadores gringos calculan en 380 mi millones de dólares en la que incurrió el dictador sin aval popular tampoco la tendrán que pagar a los organismos financieros internacionales, pilares de la democracia liberal occidental.

GUERRA AL LENGUAJE

Las técnicas de distorsión semántica orwelliana utilizada por los medios incrustados hasta las masas en los oscuros intereses imperiales llegan al punto de lo absurdo, porque ¡decirle a la agresión imperialista guerra entre Irak y EEUU es como decirle duelo a la ejecución con tiro de gracia!
CONVENCER CON EJEMPLOS

Pero los gobernantes gringos y sus falderos anglo-españoles no monopolizan la idiotez semántica. Las campañas actuales dicen mucho de la creatividad de los estrategas electorales de la clase política de México. La lerda mediocridad de los lemas del PRD es proporcional al nivel chatarra de la propaganda -onda Coca Cola y cigarros Boots- del PAN. En todo caso la alianza PRI-PVEM se lleva el primer lugar. A ver si entendemos, ¿los priistas nos llaman a votar por ellos y no por el gobierno del “cambio” (con chacotero tono escolar) porque éste no ha producido la necesaria transformación luego de las embarradas que ellos mismos nos dejaron?

LA CIENCIA DE CONFUNDIR CAUSAS CON SÍNTOMAS Y CRIMINALES CON VÍCTIMAS

Hace unos días el siempre incisivo BID informó que la violencia en América Latina es cinco veces mayor que el resto del mundo. En su intento por entender por qué cada segundo una familia del continente es objeto de robo o hurto, explicó lacerantemente que se debía el mayor consumo de alcohol y la creciente portación de armas entre hombres jóvenes. A esos tecnócratas bien formados, aquí les va un tip (y ni les cobraré la asesoría). Si quieren saber cómo detener la violencia, fíjense nada más en el siguiente dato: las transferencias de recursos entre víctimas y criminales alcanzan 2.1% del PIB regional, porcentaje superior al efecto distributivo de todas las finanzas públicas. ¡Suéltense las corbatas y pónganse a pensar!

¡YO SOY MEXICANO, Y NI ME PELAN!

Sabíamos, por la forma en que el gobierno se somete a las recetas de Washington y el FMI y les entrega las riendas de nuestro destino, que nuestra ilustremente patriótica clase política no confía en la capacidad de los mexicanos de conducir sus propios asuntos. Pues ahora, al enterarnos de que la Cancipillería contrató a la empresa gringa, Hewitt Associates para evaluar la labor de los diplomáticos, sabemos que tampoco somos capaces de determinar si nos representan bien o mal.

LLORAMOS POR TI, DAMITA PEDO-ANTE

Oye Martita, ya bájale. ¡Que ni con un pedo de la Evita te mides!

Y NOS DESPEDIMOS, PARA DEJAR BIEN FINCADO NUESTRO LAICISMO, BLASFEMAMANDO

Si al puesto que ocupa el papa y el período que ejerce como jefe máximo de la iglesia se le dice papado ¿pues entonces qué es la mamada?

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COMUNSENTIMINA FORTIFICADA I
COMUNSENTIMINA FORTIFICADA: SUPLEMENTO CONTRA LA DESESPERACIÓN Y LA CONFORMIDAD. TÓMESE DE INMEDIATO PARA AUMENTAR SU REBELDÍA. (DOSIS: AL MENOS UNA AL DÍA EN CASO QUE LA COMUNSENTIMINA NO SEA SUFICIENTE PARA COMBATIR EL VIRUS SAI (SINDROME AGUDO IMPERIALISTA). COMO CON LA COMUNSENTIMINA, IMPOSIBILIDAD DE SOBREDOSIS. PELIGRO: UN EXCESO PUEDE RESULTAR DAÑINO PARA LA SALUD NO SOLO DE LA OLIGARQUÍA LOCAL SINO TAMBIÉN LA DE SUS JEFES DEL IMPERIO.)

TRADUCCIÓN

En su discurso anual sobre el estado de la yanquinación cuya meta era preparar a la opinión pública para la guerra, Bush balbuceó algunas ideas que por sus notorias discapacidades verbales nos vemos obligados a traducir: «Sea cual sea la acción requerida, la acción necesaria, defenderé la libertad y la seguridad del pueblo estadunidense (A huevo voy a asegurar las ganancias de las petroleras y los armamentistas gringos). La amenaza no es nueva, el deber de Estados Unidos es familiar (Siempre hay que inventar una nueva amenaza y esta vez el deber del imperio es matar a familias iraquíes)... Las ambiciones del hitlerismo, militarismo y comunismo fueron derrotadas por la voluntad de un pueblo libre (La insaciabilidad de nuestro capitalismo salvaje -- a veces lo denomino hitlerismo, a veces militarismo pero nunca comunismo -- siempre ha derrotado a la libre voluntad de los pueblos), por la fuerza de grandes alianzas (por la fuerza y simulando alianzas) y por el poderío de Estados Unidos (traducción innecesaria)».

ADOLFO W. BUSH

El gobierno de Bush y los orwellianos medios gringos comparan al régimen y los arsenales de Hussein a la amenaza Nazi de los 30. En esa década Berlín se quejaba de que su país se veía amenazado por una conspiración mundial y se armaba hasta los dientes para asegurar el espacio vital para su pueblo maestro. Hoy, Washington gasta 380 mil millones de dolares anuales (más la propina de 75 mil millones) para proveerse de misiles que combatirán el siniestro y anti-USA Eje del Mal y de paso protegen los intereses económicos del país bendecido por dios. En 1937, Alemania se robó parte de Checoslovaquia y después invadió a Austria, como hace un año lo hiciera EEUU en Afganistán, sin que nadie protestara. Luego, el Tercer Reich puso fin a la Sociedad de Naciones como los bandidos internacionales de la Casa Blanca lo hicieron con la ONU hace un mes. Entonces, el jefe de propaganda nazi, Goebbels, controlaba las mentes de los alemanes con mentiras repetidas al infinito como hoy lo hacen CNN y la cadena FOX con su censura y desinformación oficialistas. Finalmente, el poderoso ejército nazi arrasó con Polonia con su estrategia de blitzkrieg (guerra de relámpago) como actualmente lo hace el Pentágono con su nueva y mejorada versión, shock and awe (conmocion y pavor), en Irak. ¿Quién es el Hitler del siglo XXI?

EN LA GUERRA PREVENTIVA HUMANITARIA POR LA JUSTICIA, LOS DERECHOS HUMANOS Y LA VERDAD

-se procede a eliminar la ayuda alimentaria de la que depende 60% de la población
-se elimina con estudiada precisión nunca antes vista a las terroristas iraquíes que se abastecen a diario de los peligrosos pertrechos gastrobiológicos en los mercados de la periferie de Bagdad
-se bombardea a países terceros para provocar anticipadamente las próximas guerras preventivas
-se destruye con inteligentes bombas censuradoras de los masivamente peligrosos y tóxicamente independientes medios y periodistas que informan sobre la aprehensión de la pobre, negra y latina carne de cañon del Tio Sam
-se toman, en un día, mil 311 prisioneros, en una ciudad en que no se prevía fuerte resistencia, San Francisco.
-y, ya muy honesto, el comando central reconoce que es más prioritario controlar los reprimidos pozos petroleros que atender a los poco rentables refugiados colaterales

¡EL BÁRBARO MENSAJE EMITIDO POR EL IMPERIO!

... y así los civilizadores regresarán a la edad de piedra la cuna de la civilización...

ES UN MENSAJE QUE EL PUEBLO IRAQUÍ
JAMÁS OLVIDARÁ

Los poderosos, adictos tanto a la guerra como al petróleo, quieren reproducir la técnica de control tan exitosa en su país sin memoria. El pueblo gringo ni sabe del ataque con armas de destrucción masiva al que es sometido. La tele es un arco iris radioactivo que se fragmenta y masivamente vuela cada neurona de sus cerebros. Por esta misma opiata letal, ni se percatan de la destrucción. Pero ojo, señores invasores, los iraquíes jamás se olvidarán de las bombas de racimo que destriparon a sus hijos ni del roció de uranio empobrecido que les seguirán cobrando vidas por generaciones.

DEL WILD WEST AL MEDIO ORIENTE EN
CHALUPA HUMANITARIA

El mismo día que el sheriff de mirada idiota anunció su nueva cabalgata contra los actuales pieles rojas, su deputy Negroponte, se paró con las piernas semiabiertas en el umbral y con una mirada asesina sentenció que la ONU ya no tenía nada que hacer y que se enfocara en enviar ayuda humanitaria a los últimos pacificados y civilizados. Obediente, el dócil gobernante del poblado frijolero en las cercanías del territorio tejano, con mirada siempre optimista, anunció una campaña por la paz (financiera de los cowboys, of course) que empezaría justamente con... ayuda humanitaria.
¡¿Ayuda humanitaria?! Se preguntan los abandonados de su comarca que empiezan a perder la paciencia. ¡Si en nuestros propios rancheríos pasamos hambre y tenemos altísimas tasas de mortalidad infantil!
No, no, responde el bigotudo obsequioso que antes ya le trabajó a los gabachos. Es el momento de unidad de nuestro pueblo y tenemos que remar juntos y en la misma dirección.
¡¿Remar?! Se indignan los peones cuyos pies jamás han pisado fuera de las firmes tierras de la pobreza. ¡Oye cabrón, acaso no te das cuenta de que, salvo unos cuantos ricachones que están a la deriva, los demás ya nos estamos hundiendo!


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PASEOS POR EL TIEMPO
Entrevista a compañeros sobrevivientes del PDLP

Es importante decir que estas entrevistas se han realizado con compañeros sobrevivientes del PDLP. Cada uno de ellos se ha visto rodeado de circunstancias diferentes y a la fecha se encuentran aún luchando en busca de los mismos ideales de justicia, respeto e igualdad.

P.- ¿Cómo conoció usted al compañero Lucio Cabañas?

R.- Lo conocí cuando pasó a mi pueblo. A nosotros nos invitó pues, que si queríamos por aquí participar con él y como a mí siempre me han gustado las armas, así que tuve que irme con él pues. Y anduve verdad, no tardé, pero sí estuve como un mes. Para qué mentir, ¿verdad?. Pero de lo que yo conocí , que ora sí que él nos decía que luchaba por los pobres, por los campesinos y ahí anduvimos con él verdad.

P.- ¿Por qué lugares anduvieron, qué tanto recorrieron en el mes que anduvieron por ahí?

R.- Pues no recorrimos mucho. Como se tardaba uno mucho en los caminos, no caminaba uno tanto. Ora sí que hasta que el día se ocultara, sino que caminaba uno y descansaba. Se quedaba uno ratos a descansar y así donde llegábamos hacíamos campamento y nos quedábamos, no mucho pues, tres o cuatro días. Se llegaba a los pueblos y bajaba el maestro Lucio a invitar a la gente y sí se fueron algunos compañeros y compañeras.

P.- ¿Cómo cuántos compañeros había, cómo cuántos andarían?

R.- Bueno, los que yo vi. Lo que sí recuerdo es que éramos como cien gentes que anduvimos con él. Entre hombres y mujeres pues, así es.

P.- ¿Y de ahí qué más hicieron, qué les enseñaba él?

De Compuerta nos trasladamos a San Cristóbal, no al pueblo, sino retirado. Y lo que él nos enseñaba era a campamentarse. Él sabía lo que hacía, también traía su radio de comunicaciones. Como ya había pasado el Ejército por ahí, supo que el gobierno había tratado mal a la gente allí y tuvimos que regresarnos otra vez al punto de partido a ver qué había verdad. El gobierno cargaba mucha gente agarrada nomás porque sí, sin culpa, y ahí se les puso una emboscada.

P.- ¿Usted sabe cuánta gente cayó en la emboscada, si cayeron de una parte u otra?

R.- Pues no. De la de Lucio yo no me doy cuenta, la verdad - como cada quien estaba en su puesto. Pero que hayan caído de los de Lucio no recuerdo pero del gobierno sí. Lo que se contaron fueron dos pelotones. Y de allí para allá, como no hubo un acuerdo de dónde juntarse, pues cada quien le dio para donde pudo. No hubo contacto después de ese combate y nos despertamos todos y de él ya no supe yo..

P.- ¿Cómo qué tipos de armas usaban cuando andaban con Lucio?

R.- Pues lo que cargábamos era el R-15, Fal y otros que no conocí, había uno que le decían “Gaviota”. Esas eran las armas que yo conocí. No cargábamos escopetas, nada de eso.

P.-¿Entonces de ahí ya no se dieron cuenta, de ahí se separaron y no se volvieron a ver?

R.- Sí de ahí fue todo, ya no nos juntamos. Pero yo pienso que la lucha debe seguir; que a mi alcance, las cosas no pueden seguir como hasta hoy. Porque la muerte del compañero y la de los demás compañeros no puede quedar así. Para conmemorar su muerte hay que seguir luchando.


ENTREVISTA A OTRO COMPAÑERO.

P.- ¿Cómo se formó el PDLP y su Brigada Campesina?

R.- Bueno, eso es a partir de todo un proceso. Vamos a decir de los años 67, a partir de que Lucio por necesidad se va a la sierra, ahora sí que obligado por la oligarquía, el poder en ese tiempo que imperaba aquí en el estado de Guerrero. No vamos a decir que las condiciones hayan cambiado pero en aquel tiempo el caciquismo era mas acérrimo, más violento.

Entonces fue a partir del 18 de mayo de 1967, cuando se dio la masacre donde cayeron cinco ciudadanos civiles que se encontraban en un mitin exigiendo la destitución de la directora de una escuela y un maestro.

En el momento que Lucio llega, el estado ya le tenía preparada una emboscada. Vamos a decir en ese término porque ya tenía tiempo que la judicial del estado, muy raro en esa entidad, aguardaba el momento para accionar porque la intención del estado era quitarlo de en medio. Entonces, buscaron el momento propicio y creyeron, como no lo conocían, que en el mitin habría alguien que lo iba a señalar; y ese alguien cuando Lucio toma el micrófono sí lo señala y el estado hace el intento de llegarle para agarrarlo y llevárselo y dejarlo fuera. Pero el escudo que él tenía de personas a su alrededor impidió que la judicial cumpliera su comisión y es cuando se da la masacre de civiles aunque también muere casi el mismo número de judiciales, por la población que en una forma valiente respondió no con arma de fuego sino por cuchillitos, puntas, picahielos. Y, Lucio, al ver eso, se les escapa, alcanza a librarse por medio de la misma población que lo protege y lo saca del lugar. Sobre todo ahí destaca el valor de las mujeres que participaban, fueron las que lo sacaron en bola y lo lleva a un pueblo vecino donde lo protegen. Lo lleva un señor que era muy popular en ese tiempo.

A partir de ese momento en él hay un cambio, un giro de 180 grados en la forma de lucha porque él luchaba a nivel abierto en el magisterio y además por las demandas sociales que eran muchas en esa zona de Atoyac. Pero al ver que el Estado ya no hacía caso y buscaba la vía violenta para acabar con él, no hubo más alternativa que subirse a la sierra y empezar a trabajar en la lucha clandestina.

Para eso, cuando él llegó a ese lugar, en el año 65, cuando termina su carrera de maestro, su servicio social lo hace en la sierra de Atoyac y ahí es donde se tiene la relación con él.

A partir de ahí se empieza la relación con él y a la vez con la familia y empieza una relación más que de amistad, de política, de orientación, de preparación porque en ese tiempo (ya en los años 65, 66), él visitaba todos estos pueblos. Dura ahí escasamente un año y lo bajan a la cabecera municipal de Atoyac, concretamente a la escuela Modesto Alarcón que cuando se dio esto él daba clases y no era la escuela que estaba en conflicto. Ya había pasado el conflicto en la escuela donde él estaba y que había logrado sacar a la directora Genarita Resendíz “creo”, lo que el caciquismo no ve con buenos ojos ya que pensaron que eso se podía extender y así fue. El problema de él empezó en ese lugar en esa escuela, pero fue trascendiendo a otras escuelas. Después lo fueron a ver los padres de familia y los maestros de otras escuelas, como la Escuela Herminia L. Gómez, para que los apoyara en sus gestiones. Estuvo en conflicto [esta escuela] pero nunca hubo un estallamiento de huelga ni de paro. De ahí, fue la Juan N. Álvarez donde ocurrió la masacre. Estaba al frente la directora -le decían Julita Paco- y el presidente municipal que se llamaba Luis Ríos Tabera, que fue quien contrató a los sicarios que trataron de asesinar a Lucio.

Ya había un antecedente de lucha de él, de una preparación para un movimiento de magnitud clandestina. Ya había formado varios comités en diferentes lugares de la sierra. Por ejemplo, en Río Santiago participó en la construcción de una secundaria que no había y hubo conflicto. En Mezcaltepec la lucha que encabezó fue contra la tala inmoderada que hacían los caciques con el pretexto de abrir carreteras, caminos (las terracerías) que era lo que le decían a los ejidatarios y campesinos. Ese tipo de problemas se fueron dando y a partir de que se gana el conflicto en la Modesto Alarcón, cuando sacaron a la directora, también de la parte baja lo abordaban para plantearle problemas de diferente índole que se daban en el área. Entonces hay un antecedente desde antes, cuando él llega de maestro en todo el municipio de Atoyac. Ese es su antecedente. Y de ahí se le unen varios maestros como Félix Bautista, que daba clases en la escuela Herminia L. Gómez;, la maestra Hilda Flores que era maestra en la Juan N Álvarez, el maestro Serafín Núñez Ramos que daba clases en la escuela Modesto Alarcón pero lo apoyaron durante la etapa de lucha abierta y algunos siguieron trabajando con él en la lucha clandestina.

A partir de que sube a la sierra, solo, lo fueron a dejar dos señores como de 65 o 60 años, uno conocido como el güero Cedeño, güero nomás le decían, fue uno de sus primeros soldados. Con él, se fue a la sierra Lucio con una .32 y el señor con su machete. Así que como por el 69 se viene fundando el PDLP y su Brigada. Aunque era un poco reducido el grupo, el partido fue formándose paulatinamente.

Hay antecedentes y la misma experiencia nos dice que formar un movimiento -vamos a decir serio- con un proyecto definido, como es hacer la revolución, pues no es nada fácil. A él le costó trabajo.

El mero auge del PDLP se logra en el 73-74 en el que logra juntar a casi 120 personas que fue lo máximo de que se conformó el PDLP, pero de los años en los que se forma eran muy poquitos.

Se dicen estos antecedentes no porque haya andado sino por la relación y colaboración que teníamos, desde subir un mimeógrafo casero hasta cartuchos, armas...

P.- ¿Cuál fue la primera acción que hicieron?

R.- La primera acción que se hizo fue contra un pistolero, un ingeniero, Guadalupe Fierro que era como chacal de los caciques. Lo utilizaban para fines sucios y podemos decir que fue para fines del 68. Y de ahí empieza el fogueo del grupo y también de Lucio que aprendió también de la experiencia. También se fue formando con la decisión de él y el impulso del pueblo.

P.- En esos tiempos también se hicieron emboscadas ¿Recuerda en dónde? ¿Se hacían acciones militares? ¿Había bajas en ambas partes?

R.- Pues mira, siempre las acciones que se llevaron a cabo en contra del Ejército era algo muy grande. En ese entonces era un mito atacar al Ejército, en este caso el nacional, el poder, el poder de la burguesía, el poder central y no cualquiera lo hacía. Entonces sí, se llevaron a cabo a partir del 70, 71; se llevaron a cabo las primeras emboscadas todas en dirección rumbo de Atoyac al Paraíso que en ese tiempo era terracería, era brechita. Entonces en la campaña que hacía el Ejército para aislar al movimiento de Lucio, sabían que no lo podían asesinar y que andaba armado ya en la sierra. Metieron un sinnúmero de campañas para que la gente lo entregara, cosa que ha sido muy común en todos los países donde se han dado movimientos guerrilleros. Siempre tratan de aislar al movimiento pero del pueblo y en el caso de Lucio tuvo que evadir diferentes campañas de este tipo sin atacarlos, siempre lo evadió. Lo evadió porque él consideraba que el principio de su fuerza no era lo suficientemente capaz tanto en recursos humanos como materiales ya que no se habían hecho trabajos de recuperación. Eran puras armas de las que los campesinos tenían.

Entonces cuando se hacen las primeras emboscadas estas ya se hicieron con carabinas de alto poder y concretamente la primera se hizo en un lugar que se llama “Arroyo de Piña” entre “Río Santiago y San Vicente.” Ahí hubo bajas del Ejército, tal parece que fueron once las bajas y 18 capturados y se recuperaron treinta y tantos mosquetones sin recibir un solo rozón y él en lo particular era que planificaba, junto con la dirección.

Después, cerca de “Arroyo oscuro,” se hace la siguiente emboscada a dos camiones. Se recuperó una buena cantidad de armas Fal (como once), cuatro M-2 y los demás eran mosquetones (el Fal tiene un peso considerable y eran armas modernas obtenidas para combatir a la guerrilla; sin embargo, aun imperaba el mosquetón y el M-2 y UZIS que usaban los oficiales), en total como 48 armas.

También se captura a la mayoría de los soldados. Había una persecución constante al partido y además la serie de injusticias que ya se venían cometiendo contra la población. Lucio les habla a los soldados diciéndoles que por qué contra el Ejército y a decirles a los rendidos que si querían seguir que siguieran, pero que si no, que se desertaran. Él respetaba a los heridos y también a los que se rendían siempre y cuando luego luego tiraran las armas. Ahí los orientó, curó a los heridos, les dio los primeros auxilios (andaban unas personas ahí que daban los primeros auxilios) y se recoge el campo de batalla. Se repliegan los compañeros sin bajas.

P.- ¿Para sostener el movimiento cómo le hacían?

Bueno, a partir de los años 69 al 70, se empiezan a llevar a cabo las primeras acciones de expropiación, se mandan comisiones a las ciudades a recuperar recursos de todos los bancos. Se dan algunos trabajos a los equipos, algunos bancos en Acapulco, algunos se van a la Cd de México
Y así empiezan a llegar recursos y en los años 70 se hace el primer secuestro del ganadero Juan Gallardo. Fue la primera experiencia del partido y se cometieron varios errores. Por ejemplo, se lo llevaron manejando su vehículo y por supuesto se quiso fugar, salieron heridos varios compañeros. La familia pagó rápido porque se pidió muy poco.

Otro de los trabajos que se hizo fue contra un cacique cafetalero que había despojado a buena cantidad de gente de sus huertas y se decide llevarse a su hijo y se dialogó con la familia ya que esta subía a la sierra como tres veces y pues se hizo un trato con él. Pagaría una cantidad en efectivo y lo otro en documentos, es decir, las huertas que se había adjudicado las tenía que regresar a sus dueños originales. Mucha gente, después colaboraba con nosotros como agradecimiento.

Otra forma de sostenernos era haciendo vales a la gente y nos proporcionaba fondos. Algunos vales todavía se deben.

Era así como nos financiábamos.

P.-¿Cuándo se formó el Partido, participaban mujeres o sólo hombres?

R.- Desde que se formó el Partido, hubo un tiempo en el que estuvo equilibrado. La mayoría de las compañeras que participaba eran campesinas de diferentes comunidades. Que no estuvieron a la altura de ocupar cargos de dirección pero participaban en las acciones.

Se incorporaban a la lucha a través de campañas de propaganda armada que se hacían cada cierto tiempo y aunque no entrábamos a las comunidades se hacía contacto por medio de los compañeros que había en cada comunidad.

Pues sí. La participación de la mujer dentro del movimiento armado, en México y concretamente en el PDLP fue importante, tanto de forma directa como indirecta.

A finales del 74 había tantas mujeres que parecía que eran más. Una vez que se hizo una emboscada a una partida del Ejército, que eran poco más de 100, no se sabía por dónde se iban a desplazar y Lucio propone que se haga una doble emboscada cubriendo las dos posibles rutas. Y en las que se suponía que pasarían, se pone la emboscada más grande y en la otra ruta en la que sólo estaban siete compañeros (cuatro compañeras y tres compañeros) -que finalmente fue por donde pasaron los soldados y se les emboscó- se le hizo fuego a más de 100 soldados y se recuperaron once armas que equivalen al mismo número de bajas.

Así que repito que en toda la etapa del PDLP la mujer ha sido muy importante y determinante. Si además consideramos que en esos años el machismo era más arraigado, la mujer a la cocina, a la casa y el hombre a lo rudo, a lo pesado. Y aquí la mujer rompe con ese estado y participó en la lucha y en las reuniones y actividades del Partido. Contaban también con voz y voto. Podemos decir que, internamente, en el Partido, ya se practicaba la democracia, porque todo se hacía en base a lo que decía la mayoría aunque algunas veces la opinión de Lucio era determinante ya que siempre sabía qué hacer y cómo resolver problemas poniendo siempre por delante el beneficio colectivo y no el individual.


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MEGÁFONO
La carta que quise escribir a nuestro Comandante Lucio Cabañas Barrientos

Primero fueron las pintas que una mano sin nombre hizo en una pared de mi colonia. Así fue como lo conocí, a Usted y ese otro gran hombre que se llamaba Genaro.

¡Viva Lucio! ¡Genaro vive! Se repetían en las paredes de ese barrio marginal del sur de México. Luego los mayores empezaron a poblar las tardes calurosas, las noches estrelladas, las poblaron de su nombre, de su ejemplo, de esa manera que se conoce a los grandes hombres, aquellos que aman su pueblo como pueden amar los cielos azules.

Pero en la escuela no, ahí no. Pero sirvió para entender que el ejemplo no cabe en libros y que el ejemplo es libre, que va de boca en boca, llenando de palabras los corazones.

Cuando lo conocí por foto supe que no erraba mi idea, no era pues un gran héroe de nuestro país, entendido esto de los héroes con todo ese fétido olor que les da el poder en turno. Era humilde, y entendí que era pueblo, que era tierra, montaña, río, barro, maíz, en fin que no era héroe, no. Era un hombre cabal, dispuesto a luchar por una idea hasta la muerte. Y mire que hermosa idea: abatir a los que nos matan a diario, dar la libertad a los que se les ha quitado.

Ahora muchos siguen su ejemplo, unos se pelean por su nombre, como si el nombre hiciera al revolucionario y no las acciones diarias, las ideas adquiridas y asimiladas a nuestra realidad, el estudio. En fin, eso que usted hizo en la montaña, la montaña que lo quiso como a un hijo y aquella que usted tomó como protectora de su sueño, sueño que se multiplica para alegría de los más y dolor de cabeza de los menos.

¿Cómo terminaré esta carta pequeña para Usted? Acaso diciéndolo que vive (no sabe cuanto ) cuando más muerto lo creen aquellos que lo mataron. Vive en cada rostro que asoma una ventana, o en la sombra de palmeras en Coyuca, en la marcha de los desposeídos de siempre, pero que ya no lo están tanto por que ahora y siempre lo tienen a Usted.


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Frenando a la soberbia

Elenco: Ciudadano, Fox, Bush padre, la compañera Josefina.

[En esta escena, un ciudadano le hace varias preguntas a Fox. Una compañera nuestra, Josefina, escucha la conversación mientras refuta las ‘soluciones’ que ofrece Fox.]

Ciudadano: ¿Por qué no cumple con sus promesas de justicia social que hizo a lo largo de su campaña?

Fox [medio responde]: Qué bueno que me preguntes eso manito. En estos momentos precisamente, me estoy reuniendo con Bush padre, Carlos Slim Helú, Angel Losada y Henry Davis Signoret para resolver los problemas de las y los mexicanos, las y los chiquillos, las y los ancianos y las y los fregados como tú. Entonces, ves, yo estoy poniendo de mi parte, tú tienes que poner de tu parte. Así que búscale.

[En un cuarto lateral, Bush padre, Creel y Slim Helú platican sobre el golf y los negocios, entre ellos nuestra soberanía nacional. Entra López Obrador fugazmente para encenderle el puro a Slim.]

[La compañera Josefina se comunica con el ciudadano por medio de una radio. ]

La compa Josefina: Mire nada más con quienes se reune. Está poniendo de su parte para que los grandes empresarios de México y del mundo salgan adelante. Esos son sus verdaderos amigos. Él habla de democracia pero en esa reunión seguramente se están tomando decisiones que le pertenecen al pueblo mexicano, no a unos cuantos oligarcas.

Ciudadano: Otra pregunta. Nuestra soberanía y economía peligran con todos esos acuerdos de libre comercio, de los que se presumen tanto por la tele. Los trabajadores mexicanos no nos hemos beneficiado. Entonces, ¿cómo le hago para mejorar la situación de mi familia pues trabajo de 60 a 70 horas a la semana y no me alcanza?

Fox : Bueno... qué bueno que me sigas preguntando. Ya te dije, búscale mano. Yo empecé como tú. Hay muchos trabajos disponibles. Si no sabes leer, no te preocupes porque de nada te sirve - con que te sepas el número de Chambatel, ya la hiciste. Hay que trabajar aún más y encomendarse a Bush, perdón, a Dios y todo saldrá bien.

Josefina: Solamente el 20 por ciento de quienes llaman a Chambatel recibe un trabajo, mal pagado por demás. Estos trabajos en condiciones precarias y con un bajo nivel de protección social pretenden hacer de nuestro país una maquila mediocre. Es más, el obispo Abascal y sus discípulos quieren formalizar esta explotación a través su propuesta de reforma laboral.

Ciudadano: El otro día, mis compañeros de trabajo y yo estábamos platicando sobre nuestra situación laboral. Tenemos una pregunta sobre el proyecto de reforma laboral de Abascal.

[Fox mira hacia el cuarto donde se está llevando a cabo la reunión. Está visiblemente molesto, queriendo deshacerse del ciudadano para poder atender a Bush padre.]
Fox: Ya estuvo bien de preguntas, ¿no?. Mira, debo irme para poder hacer mi trabajo.

[el señor ciudadano se retira decepcionado, Fox regresa a la reunión con Bush, Slim, Losada y Signoret.]
Fox: Sorry Mr. Bush.

Bush: No problemou amigou. Nosotros estar platicando de Pemex.

[Afuera, platican el ciudadano y Josefina.]
Ciudadano: Fox ya no quiso contestar mis preguntas.

Josefina: No hay que olvidar que Fox solamente «responde» a los intereses de los multimillonarios. Usted y yo, junto con millones de mexicanos, tendremos que acabar con la soberbia de esos vendepatrias y construir una alternativa digna.