Los Temores de Uribe

LOS TEMORES DE URIBE

Por: Rodrigo Granda/Integrante de Comisión Internacional de las FARC

Cuando en el mes de agosto Uribe nombra como intermediaria del Canje Humanitario a la senadora Piedad Córdoba y llama al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, para el mismo propósito, nadie podía imaginar que en ese mismo instante, el “fantasma” que tanto pavor causa al Presidente colombiano, comenzaba sus preparativos para relanzarse, con fuerza centuplicada sobre la arena de la política nacional e internacional.

La sola mención de Marulanda o de las FARC-EP en los medios masivos de comunicación del mundo entero, crispaban los nervios del arrogante mandatario y más lo atormentaba el saberse gestor involuntario del retorno triunfal de los hijos de Manuel.

“Marulanda…Marulanda…quiero hablar contigo”….”Marulanda recibí tu carta”…”Uribe déjame ir a hablar con Marulanda”…”Marulanda envíame a tu representante”; eran frases pronunciadas en el Programa Aló Presidente, por Chávez, y sin que éste lo supiera llegaban a los oídos de Uribe, entrando de lleno a su cerebro e instalándose en él como un eco repetido, a todo volumen, un millón de veces que no permitía conciliar el sueño.

Pero su desgracia no paraba ahí. Era insoportable que otros jefes de Estado y de gobierno, Ong’s, países No Alineados, personalidades del mundo de la cultura, senadores demócratas de los Estados Unidos, familiares de los retenidos en poder de las partes, iglesias y las gentes de buena voluntad, vieron, que se había creado la posibilidad real para el arreglo del Canje Humanitario entre las partes contendientes en Colombia y se congratulaban que así fuera.

Esa percepción creció, entre los amigos del Canje, cuando el Comandante Iván Márquez a nombre y por mandato del Secretariado Nacional de la Organización Guerrillera, pese a los riesgos, en seguridad que ello implica, hace presencia en el Palacio de Miraflores. Solo Uribe y su reaccionario entorno entran ya, en pataleta y estupefacción cercana al pánico. ¡No puede ser que un “terrorista” merezca el recibimiento de Jefe de Estado!, mascullaba Uribe.

Las fotos de Chávez abrazando a Márquez y de Márquez entregando hermosas y frescas flores a Piedad, muestran que el rostro de las FARC-EP, no es el de las fieras y exhala ese suave aroma de las rosas montañeras. Era un potaje demasiado fuerte para ser digerido por quien siempre emplea los epítetos de “terroristas, “bandidos” y “delincuentes”.

Y viene la visita de Chávez a París. El viejo mundo escucha la voz bolivariana del nuevo mundo que nace en nuestra América y de cómo la paz para Colombia es imprescindible y que Manuel y su guerrilla serán protagonistas de primer orden de ese ansiado nacimiento.

Esto revienta los nervios del hacendado del Ubérrimo, quien en su loco desespero, y con los temores de la impotencia de frenar a las guerrillas, suspende a Chávez y a Piedad las funciones de su encargo, creyendo ahuyentar fantasmas, que no se irán, porque las FARC-EP son realidad palpitante que busca y logrará el Canje y la paz para Colombia. Cada quien con sus temores pero la historia no se puede detener y ella nos dará la razón de nuestra lucha.