Doce propuestas para construir una estrategia de paz

DOCE PROPUESTAS PARA CONSTRUIR UNA ESTRATEGIA DE PAZ

CARTA ABIERTA AL PARLAMENTO

Señores Congresistas:

Un logro importante de los diálogos de Caracas, ha sido la elaboración conjunta de una agenda de negociación que trasciende los elementos exclusivamente militares del cese de fuegos y toca con aquellos que sirven de soporte a la crisis nacional.

Abordar estos temas de la agenda para su tratamiento no puede ser solo competencia de los negociadores o de especialistas, sino responsabilidad de todos quienes pueden contribuir a despejar el futuro de la nación: empresarios y trabajadores, políticos y militares, clérigos y laicos, estudiantes, artistas, intelectuales, gobierno y guerrilla, periodistas, indígenas y campesinos, todos tenemos algo que aportar en favor del acuerdo y de la paz.

Por ello hemos propuesto la realización de tres encuentros de la nación que puedan recoger el sentir de los colombianos en torno a los grandes problemas de nuestra sociedad. En este marco, será de enorme trascendencia la convocación a los diálogos regionales por la paz, que con la presencia de las autoridades, las organizaciones políticas, sociales, cívicas, y la comunidad, empiece a incorporar efectivamente la opinión popular en la orientación de los destinos de cada región y de la nación.

Próximos a reanudación de las conversaciones, y ya iniciadas las sesiones del Parlamento, reclamamos su atención en torno a opiniones nuestras de temas incluidos en la Agenda de Caracas.

A. ASPECTOS SOCIOECONÓMICOS

Sustitución de la apertura económica por una política que estimule ante todo la industria nacional y la producción agropecuaria, facilitando créditos, construcción de infraestructura, importación de moderna tecnología y mercado para los productos. En donde desarrollo y progreso económico signifiquen bienestar social, respeto por los derechos de trabajadores y empleados, que abra nuevas fuentes de empleo y estimule formas de producción asociativas y la microempresa.

Nuestra incorporación al mercado internacional no puede ser la imposición de las políticas de choque del FMI, ni de la banca mundial, sino consecuencia de una reflexión nacional que proteja las ramas vitales de la producción del país. Es imperioso renegociar la deuda externa para impedir la exportación de capitales que requerimos para nuestro desarrollo.

B. RECURSOS NATURALES Y ENERGÉTICOS

Los recursos naturales de Colombia deben ser explotados, administrados, y comercializados con criterio patriótico, haciendo valer nuestra condición de propietarios. Los beneficiarios de la producción mineral del petróleo, carbón, oro, esmeralda, platino, níquel, cobre, etc., deben revertir prioritariamente en el desarrollo de las regiones, como fruto de un plan nacional concertado.

Hay que revisar para modificar, los contratos de asociación existentes con las compañías multinacionales para la explicación cumpliendo sus términos reviertan inmediatamente al Estado colombiano y no a manos de ningún particular. Debemos construir nuevas refinerías y desarrollar la petroquímica para así lograr nuestro autoabastecimiento.

La Comisión Nacional de Energía debe ser la planificadora de la política energética del país.

C. FUNCIÓN SOCIAL DEL ESTADO

Fortalecer la función social del Estado garantizando su eficacia administrativa protegiéndolo de la politiquería y desarrollando su capacidad productiva a través de empresas de alta eficiencia y productividad.

El Estado debe garantizar en salud, educación, vivienda, transporte, cultura, recreación, equilibrio ecológico y en servicios públicos, el bienestar de todos los colombianos.

D. CORRUPCIÓN

La corrupción administrativa es uno de los principales factores de violencia en nuestro país. Hay que fortalecer mecanismos de fiscalización popular; aumentar las penas de sanción a los Corruptos, llevar a juicio a los servidores públicos comprometidos en enriquecimiento ilícito y regresar los dineros y bienes malhabidos al Estado.

E. FUERZA PÚBLICA

El Estado colombiano debe cambiar su política militar de guerra total y de enemigo interno. La aplicación de la Doctrinas de Seguridad Nacional y de Guerra de Baja Intensidad cuando se ha terminado el conflicto Este-Oeste y la Guerra Fría, continúa sembrando de odios y tragedias a nuestra patria.

Debemos desmilitarizar la vida nacional: reconstruir la fuerza Pública con una doctrina democrática, nacionalista y patriótica que represente las diferentes corrientes de pensamiento, reducir sus gastos y números de efectivos, desintegrar sus servicios de inteligencia, regresar la Policía Nacional al régimen y control del Ministerio de Gobierno y cancelar la participación de Colombia en los pactos militares internacionales.

F. PARAMILITARES

Se deben desmontar los grupos paramilitares y de autodefensa. Castigar a sus inspiradores, instructores, financiadores, y jefes , así como a los responsables de asesinatos y masacres. Depurar la Fuerza Pública de sus miembros comprometidos en la guerra sucia.

G. DERECHOS HUMANOS

Restituir y hacer vigentes los Derechos Humanos en Colombia, garantizándole al ciudadano, vida, dignidad, respeto y condiciones básicas para su realización como ser humano.

H. IMPUNIDAD

Terminar con la impunidad. Supone revisar integralmente el sistema de la Rama Judicial para dotarlo de todos lo elementos posibles que hagan pronta, eficaz e imparcial muestra justicia. Terminar con el Fuero Militar, alcahuetería suprema convertida en el principal factor de impunidad existente.

I. DEMOCRACIA

Colombia necesita una democracia sin trampas, sin Estatutos antiterroristas, que sólo golpean a la oposición y a los inconformes, sin privilegios para los poderosos de los medios de comunicación, sin militarización de las campañas electorales y con una Registraduría como rama independiente del Poder Público.

Es urgente llenar de libertad el proceso electoral, instrumentar más y mejor la democracia directa del referéndum del plebiscito, de la revocatoria del mandato, defender el pleno Derecho de Tutela y acrecentar el papel de órganos elegidos popular y directamente. Pero por sobre todo garantizar la vida de ciudadanos y organizaciones que quieran hacer oposición.

J. EL TEMA AGRARIO

Hay que redistribuir la tierra allí donde impere el latifundio. Construir la infraestructura vial y dotar del transporte necesario los campos del país, fijar créditos baratos para la agricultura y la ganadería, seguros de cosecha, facilitar insumos y tecnología moderna a todos quienes generan riqueza en nuestros campos y garantizar la venta de sus productos.

K. UNIDAD NACIONAL

Fortalecer la Unidad Nacional. La arrogancia centralista de los gobiernos y la ausencia de una concertación sobre planes sociales y de desarrollo, han relegado a las distintas regiones del país, a los indígenas y minorías étnicas, al marginamiento, sumidos en la injusticia. Integrar armónicamente a Colombia, es prioridad de carácter estratégico para cimentar la paz.

L. REPARACIÓN DE LOS AFECTADOS POR LA VIOLENCIA

Indemnizar a los afectados por la violencia. Debemos elaborar y desarrollar un plan serio que comprometa al Estado a la empresa privada y a la Comunidad Internacional para que sin paternalismos, vayamos restañando las profundas heridas que ha dejado la confrontación.

Estamos seguros que un Gran Acuerdo Nacional sobre estos temas, sentará las bases de la reconciliación, contrasta nuestra propuesta con la conducta de los estrategas de la guerra que al recrudecerla con el ataque de Casa Verde el 9 de diciembre de 1990, llevaron al país hacia el abismo confirmando una vez más el fracaso oficial de la vía militar para la solución de la crisis.

Secretariado del Estado Mayor Central
Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar

Montañas de Colombia, Enero 25 de 1992.