Nítidas luchas político-revolucionarias

Abril de 1975

NÍTIDAS LUCHAS POLÍTICO-REVOLUCIONARIAS

Mario Roberto Santucho

Los meses de febrero y marzo de 1975 han mostrado claramente el nuevo carácter de la lucha de clases, el nuevo carácter del potente auge revolucionario de la clase obrera y el pueblo argentino y de los propósitos y límites del accionar de las fuerzas contrarrevolucionarias.
El fracaso del gobierno peronista, la gravísima crisis económica y la experiencia de lucha y grado de organización adquiridos por nuestro pueblo particularmente en los últimos años, ha dado un nuevo contenido a los actuales combates obreros y populares.
En cuatro frentes principales se está hoy combatiendo y en ellos es posible comprobar fácilmente que se trata de enfrentamientos políticos, de fondo revolucionario. En el Ingenio Ledesma de Jujuy, en los departamentos de Famaillá, Monteros y Chicligasta de Tucumán en la ciudad de Córdoba y en las riberas del Paraná, la clase obrera y el pueblo se bate vigorosamente con todos sus recursos y motorizado por las fuerzas revolucionarias, frente a los personeros del capitalismo que empeñan también gran parte de sus fuerzas. En todos estos lugares los enfrentamientos han estallado por ataques de las fuerzas represivas hondamente preocupadas por el crecimiento de las organizaciones revolucionarias. Y en todos los frentes, el enemigo represor que confiaba obtener rápidos éxitos ha sido sorprendido se ha visto enfrentado a inmediatas respuestas masivas y bien organizadas.


LA LUCHA ES POLÍTICA Y REVOLUCIONARIA


Para comprender cabalmente el momento político que vive nuestra Patria es muy importante tener claro que estos cuatro frentes son las trincheras avanzadas del combate político-revolucionario que nuestro pueblo ha comenzado a desplegar en su búsqueda de la tan sentida liberación nacional y social de los argentinos. Son los primeros choques de una lucha por el poder, de una verdadera lucha revolucionaria que comienza a tomar fuerza de masas. Los obreros jujeños, los obreros y campesinos tucumanos, los obreros y el pueblo cordobés, los obreros de Villa Constitución, con distintos grados de conciencia, combaten de hecho en defensa de sus avances revolucionarios, resisten masivamente para proteger y fortalecer las unidades guerrilleras y la organización política clandestina, que han echado raíces en todos los frentes y que son el blanco principal de las fuerzas represivas.
El enemigo lo ha expresado abiertamente canto al lanzar el "Operativo Tucumán" como en relación al supuesto complot contra las acerías bonaerence y santafesinas.


LA REPRESIÓN EMPANTANADA


En los cuatro frentes señalados y particularmente en Tucumán y Villa Constitución, la situación del enemigo es muy difícil. En los montes tucumanos no han logrado ninguno de sus objetivos y han cosechado el franco repudio de un pueblo altivo que se resiste abiertamente y prácticamente no oculta su simpatía por la guerrilla. En Villa Constitución les ha salido el tiro por la culata, provocando una vigorosa reacción de masas que ha paralizado parte de la producción de blocs, insustituible en la industria automotriz. Mecida en el pantano de la represión gubernamental no encuentra cómo salir de él y en el caso de Villa Constitución se ve exigida por las propias empresas a encontrar una solución a corto plazo. De nada le valió el encarcelamiento de los dirigentes, la intervención al Sindicato, los allanamientos y matonaje. De nada le sirvió el vil asesinato de nuestro querido compañero Ramón Cabasi (Silvio), obrero papelero de la Celulosa Argentina de Zárate, secuestrado en esa localidad, bárbaramente torturado y asesinado en Theobald por la represión. Sirviéndose de la prensa domesticada, los asesinos de Cabasi han difundido la infame mentira de que fue muerto por traidor. ¡Traidor Silvio, inmaculado compañero que se comportó con elevado heroísmo y al que ni con las más bárbaras torturas pudieron sacarle un solo dato contra su organización! El insulto a la memoria de nuestros héroes es una deuda más que estos criminales deberán saldar.
El carácter político de la lucha y la existencia de dinámicas fuerzas revolucionarias populares y militares le ha dado consistencia al campo popular y excederá los combates mucho más allá de su desenlace inmediato.


SITUACIÓN REVOLUCIONARIA Y PODER LOCAL


Estos combates de avanzada desarrollados en el marco de numerosas luchas proletarias y populares que se libran en todo el territorio nacional, confirman categóricamente los justos análisis y resoluciones del Comité Central de nuestro Partido. En setiembre de 1974, el CC del PRT previó la proximidad de una situación revolucionaria, de grandes choques de clases a partir de los cuales se abrirá un período de lucha por el poder, en el que nuestro pueblo necesita fortalecer paso a paso sus fuerzas revolucionarias armadas y no armadas y desarrollar progresivamente su propio poder popular embrionario, el denominado Poder Dual, principalmente en su forma de Poder Local.
Como resultado de la experiencia de nuestro pueblo y el desarrollo de nuestro Partido se ha logrado una primera acumulación de fuerzas revolucionarias que están enfrentando a pie firme las embestidas de contingentes opresores seleccionados y masivos. Esa presión del enemigo está siendo resistida victoriosamente; es fuente de enormes enseñanzas que nos apresuramos a recoger. El enemigo empantanado y sin iniciativa es muy posible que se vea obligado a retirarse derrotado para ensayar nuevas maniobras más salvajes y peligrosas. Porque él también es consciente que ha comenzado la lucha por el poder, que están en juego sus grandes intereses y si no actúa con todos sus recursos terminará perdiéndolo todo.


Por ello es que los actuales combates nos deben servir para templarnos más, para organizarnos mejor, para fortalecer lo máximo posible al PRT y al ERP Aprender a combatir en el combate, difundir las experiencias de lucha y principalmente concentrar los mejores esfuerzos en la construcción y desarrollo de las células del PRT y las unidades del ERP nos permitirán contar en el momento oportuno con la fuerza y la organización necesarias. El enemigo redoblará sus ataques, si debe retirarse volverá con más fuerzas; y será siempre sorprendido si la clase obrera y el pueblo logran prepararse adecuadamente. La llave maestra de una completa preparación obrera y popular es el desarrollo del poder local, el ejercicio del poder por el pueblo a nivel local. que unifique y movilice a toda la población en la solución de sus problemas; interesar a todo el pueblo, acercar a los villeros; campesinos, estudiantes, maestros, empleados, comerciantes, pequeños productores, profesionales, etc., de la zona de influencia, incluir sus reivindicaciones, apoyarlos en sus luchas contra el gobierno y las grandes empresas; difundir la solidaridad y compañerismo entre las masas de la zona contra la Federal, el Ejército, e1 Gobierno antipopular, las empresas imperialistas y la burocracia sindical; formar organismos de lucha que se ocupen de solucionar los distintos problemas más sentidos, que se ocupen de la salud, la vigilancia, la educación, etc., actuando siempre con decisión y prudencia, cuidando el enmascaramiento y la seguridad. Tales son algunas formas, y hay muchísimas más que escapan a nuestra imaginación, por las que surgirá el Poder Popular Local capaz de unir y movilizar a todo el pueblo como un solo hombre y enfrentar victoriosamente la máxima furia represiva de explotadores y opresores.



RESPONSABILIDAD REVOLUCIONARIA


La indoblegable lucha del pueblo argentino ha llegado a un punto álgido. La Gran Marcha iniciada en el "Cordobazo" y jalonada por toda clase de sacrificios, comienza a encarrilarse definitivamente dejando de lado confusiones y limitaciones. Nuestro pueblo se moviliza y combate con más decisión que nunca, con creciente fe en la posibilidad de triunfo de una revolución verdadera. Y en esa gloriosa determinación combativa que gana a amplios sectores de nuestro pueblo, cabe a los revolucionario un pequeño y honroso mérito, el de haber contribuido con su energía y con la sangre y el ejemplo de sus-héroes, a generar activas esperanzas en las masas. Ese pequeño y honroso mérito implica una enorme responsabilidad, la grave responsabilidad revolucionaria de responder positivamente a lo que nuestro pueblo espera de nosotros, de ser capaces de proporcionar al combativo pueblo argentino el encuadramiento y la organización que lo llevará a la victoria. Consciente de ello, el CE del PRT, reunido recientemente, ha tomado una serie de resoluciones y orientaciones sobre organización que publicamos parcialmente en este mismo número de El Combatiente, y que apuntan a elevar la realidad de nuestra organización, a forjar el partido proletario de combate, eficiente, clandestino, de alta calidad, capacitado para cumplir su gloriosa misión revolucionaria. Así el PRT se presenta cada vez más nítidamente como la organización revolucionaria que necesita y merece el aporte revolucionario de los mejores hijos de nuestro proletariado y nuestro pueblo.