Comunicado de la Tendencia Proletaria del FSLN

COMUNICADO DE LA TENDENCIA PROLETARIA DEL
FRENTE SANDINISTA DE LIBERACION NACIONAL (F.S.L.N.)

Los enfrentamientos armados ocurridos en Nicaragua en la segunda semana de Octubre, han actualizado la situación opresiva que vive nuestro país bajo la Dictadura Militar Somocista. Los medios de información han seguido de cerca los acontecimientos que se han precipitado, dando un destacado lugar a declaraciones y entrevistas que han aparecido avaladas oficialmente por el FRENTE SANDINISTA DE LIBERACION NACIONAL (FSLN), cuyo contenido y alcances de no ser aclarados pueden sembrar la confusión y la desconfianza sobre lo que son y han sido los propósitos libertarios que guían a nuestra Organización.

Aunque en tales declaraciones publicas están a la vista conductas políticas que no han sido jamás sustentadas por el FRENTE SANDINISTA, consideramos un deber aclarar a la opinión pública y Organizaciones hermanas que han brindado su firme solidaridad a la lucha del pueblo de Nicaragua; la posición de la Tendencia. Proletaria del FRENTE SANDINISTA que hoy más que nunca se siente comprometida de mantener su deber político de preservar la continuidad de los altos principios que sustentan el Sandinismo, mientras se empeña en la misión dé luchar contra la Dictadura Militar.

Las acciones armadas de San Carlos, Ocotal y Masaya han sido organizadas y llevadas a cabo por una fracción del FSLN -terceristas-. Las declaraciones y entrevistas publicadas como oficiales del FSLN en distintos medios, son de la exclusiva responsabilidad de miembros de esa misma fracción. Ambas, ocurren dentro de una coyuntura particularmente compleja en la que se sintomatizan cambios de trascendencia política en un país que como Nicaragua, ha sufrido la feroz imposición de cuarenta años de dictadura militar sin dejar por un momento de haber ofrendado los mayores sacrificios para alcanzar su redención nacional. Dos instancias de influyente gravitación política se conjugan para regir los acontecimientos de la coyuntura actual:

- El agotamiento de la Dictadura Militar Somocista como instrumento de preservación de los intereses del imperialismo y la burguesía y su dominación sobre las clases explotadas y oprimidas de Nicaragua y,

- La debilidad objetiva de las clases revolucionarias -obreros y campesinos-, para imprimirle al cambio que se avizora la determinación de sus intereses, y menos ponerse a la cabeza de estos cambios en la presente coyuntura.

El deterioro de la Dictadura es causa de temor para el imperialismo y la reacción local. Su incapacidad para contener la creciente resistencia de nuestro pueblo pese a una sobresaturada dosis de terror; su desnudez ante el mundo como régimen de oprobiosa barbarie, y el ser un aliado además de inestable, incómodo para la nueva estrategia de los Derechos Humanos trazada por la Administración Cárter, ponen al somocismo en entredicho como una pieza de dominación.

Por su parte, las clases trabajadoras de Nicaragua sufren hasta hoy de bajos niveles de organización, producto de cuarenta años de sistemática persecución; su capacidad de movilización política se encuentra deprimida y sin restablecerse aún como efecto inmediato de la monstruosa escalada represiva que ha caído especialmente sobre las masas revolucionarias en los últimos tres años. De otra parte, la búsqueda de mejores caminos y formas más efectivas de acción que ha dado lugar a la lucha entre tendencias que representan distintas posiciones de clase tanto dentro del Partido Socialista Nicaragüense como dentro del Frente Sandinista, ha debilitado temporalmente al movimiento revolucionario en su capacidad de conducción y en su unidad para combatir al enemigo inmediato común, la Dictadura Militar.

De este modo, una participación decisiva de las clases y organizaciones revolucionarias se presenta con serlos limitantes en la presente coyuntura. Y es por ello mismo que nuestra Tendencia se ha impuesto como cruciales tareas políticas, la organización de los explotados y la Unidad de las fuerzas revolucionarias.

Con estos antecedentes, puede comprenderse porqué -aún con la incidencia de las acciones de Octubre - ha sido la reacción burguesa la que ha tomado la iniciativa política, lanzándose frenéticamente para salirle al paso a las imprevisibles consecuencias de un precipitante deterioro político de la Dictadura. Las viejas componendas, las manidas "soluciones nacionales" están a la orden del día; cada sector de la burguesía adereza su propia componenda mientras compiten en odiosa servidumbre por obtener el espaldarazo del Departamento de Estado.

La burguesía adicta al régimen, se empeña en apoyar la continuidad del somocismo u otra fórmula favorable a los intereses de la familia Somoza; el grueso de la burguesía se ha colocado temporalmente en la oposición desde donde alienta la sustitución de Somoza por un militar o civil no adicto al régimen, pero preservando las bases de la Dictadura. Por último un pequeño sector de la burguesía no comprometida con el régimen político, favorece el derrocamiento de Somoza mediante una fórmula que pondría a un Gobierno Provisional con la presión de contundentes golpes militares.

En esta última alternativa aparece ligado el FSLN con el papel de ejecutar el operativo militar que daría eficacia a la fórmula política ofrecida por un grupo de elementos de la burguesía quienes como contrapartida le proporcionarían al FSLN y a la misma alternativa, una aceptable cobertura democrática.

Nuestra tendencia apoya por principio cualquier lucha encaminada a derrocar a la Dictadura Militar Somocista, y entiende que el intento llevado adelante por la fracción tercerista del FSLN y un sector de la burguesía local, merece ser respetado por la causa justa en que se inspira. Pero al mismo tiempo, es deber para la Tendencia Proletaria, pronunciarse de modo vertical sobra los criterios políticos y los medios que han utilizado, algunos de los cuales han carecido de elementales normas de conducta revolucionaria.

No tomar en cuenta el papel revolucionario de las masas, la necesidad de fortalecer la organización de nuestros obreros y campesinos para la defensa independiente de sus intereses de clase; no contemplar la necesidad de principios, de fomentar antes que ninguna otra, la unidad de las organizaciones revolucionarias, democráticas y progresistas, hacer a un lado los postulados y las experiencias del socialismo, han encaminado a la fracción tercerista del FSLN a una serie de graves errores políticos y un grave perjuicio a un pueblo en lucha y particularmente al FRENTE SANDINISTA DE LIBERACION NACIONAL.

¿Cuáles medios y conducta política merecen nuestra reprobación y condena?

1. Organizar sus planes sobre un azaroso esquema de acciones militares improvisadas cuya viabilidad queda librada a la suerte de ciertos factores convergentes, pero en la realidad imponderables, como serían: participación espontánea y masiva del pueblo -sin previo y serio trabajo de organización-, desmoronamiento del aparato político de la Dictadura, fracturas en la Guardia Nacional, y centralmente, nada menos que obtener la venia de la Administración Cárter.

2. Adulterar los fundamentos históricos y de principio que han regido al FSLN con el propósito de adecuarse a la oportunidad de un reconocimiento por parte del imperialismo norteamericano y la reacción criolla. En este punto la fracción tercerista no puede dejar de descubrir un abandono de arraigados principios revolucionarios, como son:

a) Tomar la opción de sumar fuerzas por el lado de la derecha asumiendo para ello una concepción y una programática burguesa; procurar aparecer como un saco abierto de clases persiguiendo exportar una fisonomía de Organización de derecha, mientras tanto se agudiza el sectarismo y los ataques contra la tendencia que como la nuestra ha declarado con aplomo y orgullo su carácter Marxista-Leninista. De este modo la fracción tercerista cede su independencia y su dirección política a la burguesía;

b) Hacer concesiones a los enemigos del socialismo tratando grotescamente de presentarse ante la prensa burguesa como los abanderados de una "democracia" que apunta claramente a atacar como totalitaria la verdadera democracia, la socialista de obreros y campesinos. La misma por la que lucharon llamándose COMUNISTAS los obreros rusos de la gloriosa revolución de Octubre; los veinte millones de trabajadores de la Unión Soviética que ofrendaron su vida por defender los ideales socialistas contra el fascismo, los obreros cubanos, los patriotas vietnamitas, y también los revolucionarios nicaragüenses que, desde Sandino han recogido la bandera de la Liberación Nacional y el Socialismo;

c) Presentarse a las viejas maniobras entreguistas, al permitir e impulsar la intromisión del Departamento de Estado en los asuntos de Nicaragua, a través de la gestión directa de elementos vinculados a la fracción tercerista y sus planes.

3. Proporcionar a sus planes y declaraciones publicas la cobertura oficial del FRENTE SANDINISTA DE LIBERACION NACIONAL, sin hacerse cargo de responsabilizar de los mismos a su propia fracción; por extensión, darle a sus dirigentes -no reconocidos por las otras dos tendencias - el carácter de "DIRECCION NACIONAL", todo lo cual no considera la confusión y el desconcierto que ésta impostura puede ocasionar, incluso para el compromiso de patriotas que creyendo luchar por los objetivos reconocidos del FSLN, se inscriben en los planes de esa fracción.

4. El sectarismo político de la fracción tercerista la condujo a faltar a la obligación fraternidad de no contemplar las providencias correspondientes, a fin de que las estructuras y trabajos de organización de las otras Tendencias del FSLN estuvieran debidamente protegidas al ocurrir las acciones de Octubre, La sorpresa de las mismas fue sin duda alguna contribuyente para la caída de cinco militantes de la Tendencia Populista, entre ellas el jefe de la misma Pedro Aráuz Palacios. Las descuidadas afirmaciones hechas desde el exterior por un dirigente de la fracción tercerista en el sentido de que funcionan 50 escuelas militares en la zona del Pacífico, no valoran con sensatez entre un efecto propagandístico y las consecuencias represivas sobre el paciente trabajo de organización revolucionaria en esa zona.

La Tendencia Proletaria considera hoy más que nunca la importancia de preservar la continuidad revolucionaria del FSLN, y levantar en alto las tradiciones de combate que han otorgado a nuestra Organización el reconocimiento del pueblo nicaragüense, y de los que se hermanan en nuestra lucha. Marchar hacia la UNIDAD de todas las fuerzas revolucionarias, democráticas y progresistas por el derrocamiento de la Dictadura Militar, se inscribe como una tarea de primer orden para nuestra Tendencia, cuyo compromiso se ratifica al lado de los intereses de las clases explotadas y oprimidas.

Estamos con toda firmeza por el derrocamiento de la Dictadura, no para entregar el poder a la reacción burguesa, sino para dar paso a un régimen social sobre el que se construya la democracia de obreros y campesinos.

POR LA UNIDAD DE LAS FUERZAS DEMOCRATICAS.

NO A LAS MANIOBRAS DE LA REACCION Y EL IMPERIALISMO

OBREROS Y CAMPESINOS, TODO EL PUEBLO CONTRA LA DICTADURA MILITAR SOMOCISTA

Patria Libre o Morir

FRENTE SANDINISTA DE LIBERACION NACIONAL
-Tendencia Proletaria-'"'

Octubre 1977