Llamamiento al pueblo peruano

LLAMAMIENTO AL PUEBLO PERUANO

Hermanos campesinos, Obreros, Estudiantes
La revolución ha comenzado.

Los obreros, campesinos, estudiantes e intelectuales del MIR han tomado las armas y se han organizado en guerrillas en todo el Perú para comenzar la lucha armada y liberar definitivamente a nuestro pueblo de sus tradicionales opresores: los latifundistas, los grandes burgueses y el imperialismo norteamericano.

Las guerrillas "Pachacutec", "Túpac Amaru", "Manco Inca", César Vallejo" y "Atahualpa”, son el brazo armado del pueblo, bajo la dirección del Movimiento de Izquierda Revolucionaria.

Ha llegado la hora de la liberación.

Todos los explotados (campesinos, obreros, estudiantes, empleados. intelectuales, técnicos, profesionales, los pequeños y medianos comerciantes, industriales y propietarios) no podemos permanecer indiferentes. Todos tenemos que cumplir con nuestra tarea histórica para destruir a los enemigos de nuestra Patria que desde hace siglos explotan, masacran, usurpan las tierras, roban el trabajo, se enriquecen insaciablemente, insultan y denigran a las mayorías nacionales.

El MIR llama a todo los explotados a la lucha sin cuartel contra los explotadores y contra sus sirvientes, civiles y militares.

La tierra pertenece a los campesinos que la trabajan. El latifundio es fruto de la conquista, de la usurpación y del robo. 'Vía llegado la hora de recuperar las tierras y sancionara todos los que han cometido delitos contra los trabajadores y contra los humildes.

Los grandes burgueses e imperialistas, no sólo saquean nuestras riquezas nacionales, sino que roban el trabajo de los Obreros, en las minas, en las haciendas capitalistas de la costa, en las fábricas, en los transportes, en el comercio. Ha llegado la hora de recuperar nuestras riquezas nacionales y de recuperar los instrumentos de producción en manos de los grandes burgueses e imperialistas.

La educación es un privilegio. La oportunidad de empleo y las condiciones de vida y de trabajo de los intelectuales, técnicos y profesionales son mínimas. La pequeña burguesía y la burguesía nacional están postradas por obra de la oligarquía y del amo imperialista.

Las campanas de la liberación están sonando y el fuego se extiende por los Andes milenarios. Pero, para que nuestra lucha popular conquiste el triunfo, necesitamos organización y disciplina. Hay que organizar o fortalecer los sindicatos obreros y dé empleados, las federaciones estudiantiles, las asociaciones de barriadas, los agrupamientos de pequeños propietarios, comerciantes, industriales. Al mismo tiempo hay, que organizar las células del MIR, en forma secreta, con los compañeros de mayor confianza, de mayor decisión, de mayor heroísmo.

Hay que estar listos para el momento en que la dirección del MIR ordene el asalto general de los latifundios, de las minas, de las fábricas, de las universidades y colegios y la organización de Milicias para defender todo lo que pertenece al pueblo.

Sin las armas en la mano y sin la organización revolucionaria, no será posible liberar a nuestro país de sus amos extranjeros y nacionales; no será posible reconquistar las tierras, no será posible que los obreros sean dueños de su trabajo y de los instrumentos de producción; no será posible que los sectores medios de la sociedad se desarrollen, no será posible que la educación, la salubridad, la dignidad humana la igualdad y la Justicia estén al alcance de todos.

La experiencia de los años pasados es aleccionante. Cientos de campesinos y de obreros muertos, y miles de encarcelados y perseguidos por reclamar sus derechos. El fracaso y la decepción fueron las consecuencias porque el pueblo no estaba armado y porque no estaba organizado bajo una dirección auténticamente revolucionaria, como la del MIR.

Las fuerzas armadas, que defienden los intereses de los explotadores demostraron su valentía, masacrando a peruanos humildes y desarmados. Hoy que ha llegado la hora de la venganza, lloran y levantan las manos al cielo, pidiendo justicia, porque han caído algunos mercenarios en su lucha contra las guerrillas del MIR. El Mayor de la Policía Horacio Patiño, que dirigió las masacres de la Convención, de Cerro de Pasco, y de Pomalca, ha recibido el castigo que merecen todos los verdugos. Poco a poco iremos vengando la sangre campesina y obrera derramada por los mercenarios.

Hoy la situación es diferente. El MIR tiene guerrillas en todo el país, que paulatinamente irán entrando en la lucha para defender a los explotados, para reconquistar la tierra, para construir una Patria con libertad, con justicia, con igualdad, con progreso para todos los peruanos, y para sancionar a todos los masacradores, a todos los ladrones, a todos los explotadores, que hoy tienen el poder.

Para que la lucha triunfe, lo más pronto posible, es indispensable la participación de todos los explotados. Por eso te decimos:

Prepárate para la lucha.

Organízate en tu sindicato, en tu comunidad, en tu asociación, en tu federación;

Forma células del MIR secretamente, en tu sindicato, en tu comunidad, en tu universidad, en tu colegio, en tu barrio, en tu asociación;

Y, espera la orden definitiva de la dirección del MIR, para asaltar en todas partes los latifundios, las fábricas, las minas, las universidades, los colegios, los puestos policiales y las residencias de los verdugos y de los explotadores del pueblo.

La victoria es nuestra. La Historia está con nosotros. Nuestros gloriosos antepasados del Imperio de los Incas nos contemplan con orgullo y esperan que cumplamos nuestro deber.

Los AUQUIS y los APUS legendarios están con nosotros, porque nuestra causa es noble, es justa, es patriótica, es popular. Los hijos del pueblo que sirven por la fuerza o la necesidad en el Ejército o en la Policía, tendrán que darse cuenta de la verdad y volverán sus armas contra sus verdugos; ellos están engañados. Hay que hacerles ver la luz. La bandera verde con una estrella roja en el centro, que representa la alianza obrero-campesina y la lucha armada en el campo, es la bandera del MIR, es la bandera del pueblo. Todos deben conocerla, todos deben confeccionarla, todos deben guardarla. Todos deben defenderla.

El MIR, como vanguardia de la Revolución Peruana, dice a todos los explotados:

TODOS A LA LUCHA.
TODOS A ORGANIZARSE EN SUS INSTRUMENTOS DE CLASE.
TODOS A FORMAR CELULAS SECRETAS DEL MIR.
TODOS A ESPERAR LA ORDEN DEFINITIVA DE LA DIRECCION DEL MIR.

¡Viva la Revolución!
¡Viva la Lucha Armada!
¡Vivan las Guerrillas!
¡Viva la unidad de todo el pueblo!
¡Abajo los explotadores!
¡Viva el MIR!