Comandante Milton Hernández. A dos años de su siembra

COMANDANTE MILTON HERNÁNDEZ, LA UNIDAD ES UN GRAN PARTE DE VICTORIA

A DOS AÑOS DE SU SIEMBRA, IN MEMORIAM.

“Hoy ya nadie podrá dudar de la certeza histórica de la victoria de nuestro pueblo en su lucha por construir una patria libre, soberana y socialista. Tampoco quedan dudas de que esta revolución sólo es posible materializarla con la unidad de todo el pueblo, de los amantes de la vida, de los sin tierra, de los desposeídos, de los sin voz, de los humildes, de los que no temen a la luz de las palabras, de los enemigos de la muerte, pero principalmente, esta revolución comienza a ser posible con la Unidad de los revolucionarios, con la Unidad de la vanguardia.”

(Milton Hernández. La Unidad revolucionaria: utopía y realidad. 1993.)

A pesar de sus muchos escritos, nuestro Comandante dejó un gran legado sin sistematizar: su modo particular de hacer diplomacia revolucionaria. La elevada importancia que le concedía a este trabajo y cómo lograba hacer de él, una herramienta para los más altos ideales revolucionarios. Su infinito compromiso por consolidar la Unidad (con U mayúscula como solía escribirla) está en el corazón de quienes compartimos su compromiso y sus búsquedas.

Si se le pregunta a un revolucionario internacionalista que haya tenido contacto con él sobre quién era Milton Hernández, probablemente responderá: era en primera instancia un gran amigo. Un maestro, un Comandante, un profesor, un humanista profundo. Pero a la inversa de la diplomacia burguesa, cultivaba un afecto sincero que se basaba en un profundo respeto por las diferencias y una valoración objetiva de la importancia de tejer redes de solidaridad activa, de amor eficaz entre las revolucionari@s del mundo.

Siempre nos enseño a escuchar por sobre todo, y a enlazar, como quien se sienta pacientemente a tejer con hilos de oro, horas enteras dedicó a conversarnos sobre la importancia de convencer a los compañer@s de otras latitudes de la urgencia de forjar la Unidad en sus propios países. Nos recordaba constantemente como lo hacía Camilo, que la unidad en la lucha de los pueblos, que la unidad entre las fuerzas populares es primordial para el avance de la revolución.

En más de una ocasión nos dio lecciones de humildad, su gran alegría nos hace sonreír al recordarlo. Su fortaleza y tesón en medio de las adversidades propias y las dificultades de la guerra perpetuaban en él, el temple de los imprescindibles.

Aprendimos con él a ver con más objetividad nuestras limitaciones y jamás a utilizar el espacio internacional para acentuar discrepancias. Aprendimos que ser con otros podía ser más que una consigna. Ante la proximidad de la conmemoración de su partida (el mismo día que la de Jorge Eliécer Gaitán- 9 de Abril), ante la vigencia de la Unidad en la patria latinoamericana, queremos refrescar nuestros corazones con sus gratísimos recuerdos y reafirmar con ello nuestra convicción de que la Unidad es un gran Parte de Victoria.

¡Comandante Milton Hernández, Presente!
¡Ni un paso atrás!... ¡Liberación o muerte!

Ejército de Liberación Nacional
Frente Internacional Milton Hernández.