El Che y su herencia contemporánea

Comunicado de prensa

EL CHE Y SU HERENCIA CONTEMPORÁNEA

Ernesto Guevara de la Serna, nace en la Argentina, un 14 de junio de 1928, en Rosario, provincia de Santa Fe (según acta de nacimiento), desde los dos años, empieza a sufrir de la enfermedad que lo aquejaría toda la vida, el asma.

Estudia medicina, graduándose en 1953, seguidamente realiza una serie de viajes por toda América Latina, mostrando un vivo interés por conocer la situación de las personas más necesitadas del continente y más profesionalmente la situación de los leprocronios.

En 1953 pasa por Bolivia, cuando en éste país fracasaba una revolución, luego se traslada a Guatemala, en donde apoya a Jacobo Arbenz hasta su caída, de allí tuvo que huir y llega a México iniciando una nueva etapa de su vida.

El Che y su temperamento personal, inteligencia, maduro, rebelde y tenaz con influencia de su largo viaje por tierras latinoamericanas, en el que contrasta la miseria de las masas de campesinos con la corrupción de los gobiernos, encuentra su verdadero destino: Ser revolucionario.

La experiencia personal de tres revoluciones truncadas: La revolución boliviana ahogada por un golpe militar, la revolución guatemalteca exterminada por la intervención yanqui y la revolución mexicana enquistada de oligarquía y en plena decadencia, hacen del Che un revolucionario consiente. Pasa de la indignación pasiva a la resistencia activa, de la observación a la decisión, y se trasforma en un líder de la liberación de los pueblos.
No es casual recordar aquí, cuando hoy la burocracia socialista ensucia la bandera roja del guevarismo y los tímidos “teóricos” de salón se jactan de revolucionarios, con dineros de la socialdemocracia gubernamental y de programas de asistencialismo social, que no remedian la situación real de las capas pobres de la región.

En América latina, el pensamiento revolucionario del CHE, antiimperialista y anticapitalista al mismo tiempo, sirve en el día a día para discutir, polemizar y combatir las falsa ilusiones de la “tercera vía” , el supuesto “capitalismo nacional”, el pretendido “capitalismo con rostro ético y humano” y otros tramposos cantos de sirena promocionados desde el poder.

Pero el che Guevara se merece algo más que consignas de volantes, gritos destemplados y actos de fe con golpes de pecho. Su reflexión teórica y política de alto grado de rigurosidad y honestidad, es un deber estudiarlo y debatirlo a fondo desde la actualidad. Nada más lejos del espíritu del Che que la superficialidad, la retorica sin contenido, la manipulación, el oportunismo y el utilitarismo como icono vacio para legitimar políticas burguesas y reformistas del neopopulismo.

El Che Guevara y su herencia contemporánea se merecen la seriedad, rigurosidad política y científica, no bufonadas retoricas de tarimas…

Cc. Mateo
Portavoz

La guerra de guerrillas revolucionarias es
invencible mientras haya razones
objetivas que la generan.

Comuneros – Ln
Ecuador

Junio / 2009