Cuando se pierde del todo la vergüenza

CUANDO SE PIERDE DEL TODO LA VERGÜENZA

Rubén Zamora/Comandante Farc/Magdalena Medio

Qué ironía, que show el de Álvaro Uribe Vélez en Cúcuta, resultó de portaestandarte de los cucuteños. Uno de los mayores responsables de clima de miseria social, de la violencia rapaz que no cesa en la ciudad y del caos en la economía regional. Y que tal, portaestandarte de la paz, ardoroso patriota e integracionista. Solo puede ocurrir cuando se pierde del todo la vergüenza.

Que no se equivoque nuestro pueblo ni se crea que Uribe represente a la patria, esa que han partido en pedazos y la entregan como baratija a las corporaciones extranjeras, bañada en sangre como está por cuenta de esta oligarquía y del imperio norteamericano. Falta la cuota de sangre a manos de las tropas mercenarias gringas.

Que llore si quiere el poder económico que no ha vuelto a sumar millones de dólares de exportaciones. Pero el pueblo, que va, ha faltado es organización e iniciativa para debatir la problemática fronteriza y precisar iniciativas de modo que el gobierno bolivariano sea más generoso con los desocupados y los pobres de las poblaciones fronterizas.

No haber fijado postura ante a la afrenta de Uribe a Colombia y los pueblos hermanos es que mantiene en sospecha a muchos compatriotas que van y vienen. Es que así pasan los paramilitares, los espías del gobierno de Uribe, los narcos y todos los enemigos de la revolución bolivariana. Como no estar alertas nuestros hermanos con tanto que se conspira desde Colombia.

Justificó la desigualdad como efecto de la violencia en una cronología desde los tiempos del libertador para concluir que la Seguridad Democrática al fin redimirá a los colombianos, derrotará al terrorismo y prometió que están cerca los tiempos de la justicia social. Sus millares de muertos se revolcaban en las tumbas en un coro a gritos reclamando justicia.

Reivindicó a Santander como el hombre de las Leyes. Las leyes, esas que hoy emanan de un poderoso antro de corrupción que maneja a su antojo. Hizo gala de las instituciones democráticas de Colombia, semejante vergüenza de poderes públicos con muy pocas excepciones.

No podía ser más cínico y perverso. Ha podido atreverse a amenazar con cruzar las fronteras para hacer respetar la vida de los colombianos. Lo dijo en norte de Santander donde estalló el escándalo de lo que llamaron falsos positivos, que datos de ONGs dicen de más de mil quinientos, donde cada mes mueren decenas de paisanos a manos de las llamadas bandas emergentes, lo dice habiendo indultado a más de diecinueve mil paramilitares que mataron a cientos de miles de colombianos, les robaron sus tierras, impusieron una imperdonable ola de terror inspirados en su escuela ideológica, que obedecieron a su proyecto político y por el se extendieron como una plaga fatídica.

Y qué de los paramilitares que cruzaron a matar al Presidente Hugo Chávez, de los policías y espías del DAS capturados en Venezuela, del secuestro de Rodrigo Granda, de las bandas paramilitares que cruzan la frontera, del asilo a Carmona Estanga. ¿Son estos actos de buena vecindad?

Qué vergüenza de aquellos que en ese momento se levantaron y le ovacionaron. O son tan fascistas como él, o son pobres abobados por el culebrero.

Qué puede dolerle la suerte de los puentes de Ragonvalia. Cuantos puentes, escuela y kilómetros de carreteras bombardeo la Fuerza Aérea en la zona de despeje con bombas de más de 500 libras de los aviones Kafir. Eran obras que las construyo las FARC-EP para los campesinos.

La patria, no más que frasecita de cajón. Si la amara no la hubiera endosado a la Casa Blanca a merced de su miserable y criminal voluntad.

Qué risa, como titubeaban altos funcionarios uribistas, que si esto que si lo otro, carreta. Y otros se escaparon, estaban durmiendo o despistados.

Los parlanchines congresistas norte santandereanos no podían quedarse sin darle lambetazos para que les bendijera las campañas al Parlamento.

Quien haga un análisis serio de los resultados de la visita sabe que no va solucionar nada. Cuando más se gana unos votos para el referendo y la reelección, si es que la Corte Constitucional ha perdido del todo la vergüenza.

Vino además a preparar el ambiente para instalar la artillería gringa contra el pueblo de Venezuela y a vomitar su soberbia en las puertas de la Patria de Bolívar, esa patria que amamos ardorosamente los pueblos libres de la magia mediática santanderista e imperialista, quienes creemos que la dignidad puede ser pisoteada pero que ella se recobra y se levanta en los espíritus que luchan invencibles camino hacia la independencia definitiva.

Catatumbo, dic 2009
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Fuente: Anncol.eu