Discurso del MIR de Villa Francia en el aniversario del 11 de septiembre

Vecinas, Vecinos, Compañeras y Compañeros

Otra vez aquí, con el Rojo y Negro de siempre, en una fecha tan emblemática como lo es el 11 de Septiembre, con sentimientos encontrados, donde recordamos la memoria de los caídos, no con el propósito de llorarlos, sino que de acoger y rescatar sus ejemplos de lucha, fortaleza ideológica y aporte al proyecto revolucionario; tales como, José Villagra, Miguel Enríquez, Pablo, Eduardo y Rafael Vergara Toledo, Luis Alberto Silva, Mauricio Maigret, Paulina Aguirre, Araceli Romo y tantos otros hombres y mujeres, que entregaron sus vidas sin vacilar.

Hoy estamos aquí para revitalizar aquellos ejemplos, con este rojo y negro histórico en nuestras capuchas y nuestros corazones, y también para continuar impulsando un proyecto político revolucionario que el 15 de Agosto recién pasado cumplió 40 años y del que por supuesto nos sentimos continuadores, en conjunto con otros colectivos miristas que siguen dando vida y combate a los ideales impulsados desde 1965.

Somos combatientes que con esfuerzo, cada día construimos y resignificamos nuestra realidad en función de un proyecto revolucionario para Chile; lo hacemos aquí en la calle, en nuestra Villa Francia y otras poblaciones, con las armas en la mano, ya que creemos que es la única forma de enfrentarnos al sistema neoliberal y su máximo representante, el imperialismo yanqui, que destruye sin compasión nuestras bases sociales; opresión que se materializa en las pseudodemocracias representativas que incrementa la derechización de la política.

Ellos quieren seguir vendiendo pomadas con reformas constitucionales, con reforma procesal penal, con reformas a la salud (AUGE), con reformas al transporte público y reformas a la educación, cuando lo que necesitamos no son reformas. Lo que se requiere son cambios profundos a la estructura capitalista que nos oprime. Nos quieren hacer creer en la igualdad, en una supuesta justicia social en que el voto es sinónimo de participación social y que la lucha de clases se terminó. ¡¡Nada de eso es cierto!!

Lo más preocupante vecinas y vecinos, compañeros y compañeras es que un amplio sector de los chilenos está comprando este cuento; el pueblo no debe dejarse engañar por adornos o edificios modernos donde trabajaremos sólo como empleados de segunda mano, el pueblo debe entender claramente quienes son los dueños de este país y quienes son los trabajadores, quienes son los que explotan y quienes los explotados, quienes suben los precios de las micros, del pan, de la luz, del agua y quienes somos los que tenemos que pagar esos aumentos.

Es por todo lo anterior, que hacemos un llamado a la población, al pueblo más conciente y rebelde, a los vecinos más polítizados a organizarse y participar en procesos de articulación territorial donde politicemos nuestras demandas y exigencias. Ya que es en la organización donde tendremos más fuerza para conversar, convencer y despertar a nuestros vecinos y vecinas.

Este despertar no es en el voto electoral que se aproxima en Diciembre y donde la verdad, es difícil observar diferencias entre los 3 payasos del circo, este despertar es en las calles, exigiendo que bajen las micros o quemándolas, exigiendo que nos bajen la parafina o recuperándola en las bombas, que nos bajen la luz y el agua o movilizándonos en contra de ello.

Por último queremos decir que la participación miliciana hoy, es una expresión de articulación entre organizaciones hermanas que ven en el combate directo y callejero, la mejor alternativa de exigir nuestros derechos, a la vez que construimos proyecto revolucionario en las poblaciones para que nos respeten como ciudadanos dignos de respeto.

Compañeros caídos en la lucha antidictatorial por manos fascistas: Presentes, Ahora y Siempre.
Nos Preparamos para Resistir: Combatimos para Triunfar.
Articulación Revolucionaria Territorial (ARTE): Para Vencer al Capitalismo.
Hace 40 años, somos Milicianos del Pueblo y Combatientes de la Revolución: La Lucha Continúa.
Pueblo, Conciencia, Fusil: MIR, MIR, MIR

Santiago, Septiembre del 2005