República Mexicana, 30 de junio de 2010

AL PERIODISTA RAYMUNDO RIVAPALACIO
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN


Estimado Raymundo Rivapalacio, para nosotros, de entrada es significativo el hecho que se responda y más aún cuando de manera directa expone qué posición le merece nuestra respuesta a partir de sus aseveraciones, y dueño del espacio determina qué amerita responder y qué no, y de manera “habilidosa” se escurre esquivando las preguntas que clara y frontalmente le hacemos para poder establecer una discusión cabal y transparente, para que éstas no den rienda suelta al mundo de las especulaciones y recreaciones reporteriles a partir de las fuentes “que no se pueden revelar”, aunque sabemos que el origen de sus fuentes es “estrictamente personal” como lo es la forma en como se analiza y conceptualiza desde una posición política que ésta también se ejerce desde el periodismo.

Dado que sólo se hacen algunos comentarios sobre el contenido de nuestra carta, nosotros también haremos varios comentarios sobre tu respuesta, con la diferencia que de nuestra parte asumimos con responsabilidad lo que planteamos sin descalificaciones y evasivas que encubren una posición política.

La aclaración necesaria de que no tenemos nada que ver con el secuestro del Sr. Diego Fernández de Cevallos está dicha con toda la sinceridad y la claridad política de parte de nuestro partido, que para nosotros la ética es muy importante, no es sólo un discurso coyuntural. La consideramos necesaria por lo que conlleva la intención política del Estado mexicano de crear condiciones para la persecución y una mayor escalada represiva, esos dichos y esos rumores filtrados o sembrados son las coartadas “perfectas” del apartado policíaco-militar para desprestigiar el carácter revolucionario de nuestra lucha y justificante para reprimir a quienes consideren dentro del movimiento popular y revolucionario.

Como partido y como ejército revolucionario respondemos por nosotros mismos, somos responsables de nuestros propios actos los cuales reivindicamos públicamente exponiendo con claridad nuestros objetivos; lo que hagan o dejen de hacer quienes estuvieron con nosotros eso no es nuestra responsabilidad y en todo caso es a ellos a quienes les atañe tal respuesta. Además le solicitamos que se sea más claro en su planteamiento de “discutir si uno de sus (nuestros) desprendimientos secuestró a Cevallos”, primero nosotros no tenemos por qué “profundizar” sobre un hecho que es completamente ajeno a nosotros, parece que a usted no le quedó claro, segundo ¿De qué se trata?, ¿Cuál es la verdadera intención sobre esta insistencia?, ¿Es un interés únicamente profesional o es coadyuvar a la investigación policíaca sobre el caso?, ¡Ahora resulta que tenemos que hacerle el trabajo al aparato policíaco! Porque se percibe la intención perversa de que a parte de deslindarnos señalemos o demos “pistas” de quienes son los responsables, esa no es tarea de los revolucionarios.

Sr. Rivapalacio, ¿Por qué tanta insistencia en seguir sosteniendo que hemos hecho secuestros en los últimos 10 años? Deslindarnos públicamente y políticamente de estos sucesos no es un hecho mediático, nosotros no buscamos los reflectores públicos que nos lleven a la fama. Nosotros no tenemos por qué aceptar algo que no es parte de nuestra política y de nuestros principios, le recordamos que para nosotros la política de los recursos para la revolución el factor estratégico es el recurso humano, los recursos materiales, entre ellos el dinero, son secundarios y cuando se requieren, éstos provienen del esfuerzo de hombres y mujeres que pertenecen al pueblo, porque el pueblo es quien hace la revolución, por eso también sostenemos que el pueblo es una fuente inagotable de recursos, por lo visto hay quienes no lo creen y se encasillan en experiencias de otros procesos revolucionarios que equivocadamente le han dado prioridad a los recursos materiales por encima del recurso humano, es decir, de los hombres políticamente conscientes, ideológicamente consolidados y técnicamente eficientes.

Pero si de su parte usted tiene pruebas de lo que sostiene, le pedimos que las exhiba públicamente. ¿Qué necesitamos hacer para que nos crea?

El hecho de que el Estado mexicano y sus instituciones y representantes nos criminalicen desde el momento que surgimos públicamente no nos asusta, tampoco nos apanica y mucho menos nos va a paralizar política-militarmente, porque esto de la criminalización es contra todos los que luchan por la transformación de la sociedad desde diferentes trincheras de lucha. Tan sólo nos estamos deslindando por enésima ocasión de algo que no hemos cometido porque no está dentro de nuestra política y porque en esos supuestos y afirmaciones está la intención de argumentar la tesis de la narcoguerrilla, el narcoterrorismo, conceptos acuñados por los cuerpos policíaco-militares como parte de la contrainsurgencia para deslegitimar las causas de la lucha revolucionaria pretendiendo restar base social, pero eso es abstracto, lo concreto es que ello se traduce en más asesinatos políticos, en más detenciones y persecuciones, en más desapariciones forzadas enmascaradas como “levantones sin intención de rescate económico”.

Estos comentarios e interpretaciones suyas pareciera que a usted le gustaría que aceptáramos o en su caso señaláramos “quienes” secuestraron a DFC, por fuerza quiere conducirnos por una de sus aseveraciones que sutilmente desliza suponiendo que hemos “abandonado el campo político y entrado a la delincuencia común”, ese es el mismo argumento del aparto policíaco-militar.

Lo de la “retención” (entre comillas) pone en nuestra boca palabras del yunquista José Antonio Ortega Sánchez quien ha estado cuidando el lenguaje al igual que todos los funcionarios públicos el referirse al secuestro del DFC como “desaparición”, “retención”, “ausencia”, utilizando efectivamente estos eufemismos porque aceptar que fue un secuestro sería aceptar el fracaso de su política de “seguridad pública”, visto está que la militarización de la sociedad no resuelve el problema de descomposición social que vive el país. El manejarlo de manera vulgar como desaparición pretende restar validez a la lucha por la presentación con vida de los detenidos-desaparecidos de ayer y hoy por motivos políticos.

Desde un principio fuimos claros al señalar que en este secuestro sus posibles motivaciones podían ser de carácter político, es decir, por pugnas interpartidarias o por la descomposición social de este régimen neoliberal; y posteriormente señalamos que en el caso de la “retención” del Señor Diego Fernández lo hubiese hecho un grupo o una organización revolucionaria, en las demandas y exigencias prevalecería más el aspecto político que el económico, pensamos que dentro de esas demandas estarían la libertad sin excepción de todos los presos políticos y la presentación con vida de todos los detenidos desparecidos por motivos políticos. Obviamente a la fecha no se ha dado ningún viso de este aspecto.

Sr. Rivapalacio, es fácil escudarse en otros o usarlo de argumento en una discusión en la cual en este caso no tiene motivo para ser citado, más pareciera el clásico amarre de navajas para desviar la esencia de esta discusión, esa fue la opinión del Subcomandante Marcos, ¿Usted piensa lo mismo? Porque de ser así es mejor decirlo y no usar prestanombres. Cabe señalar que el Subcomandante Marcos dijo eso y otras cosas, sin embargo, en otro momento ha corregido su posición con respecto a esta primera apreciación, de nuestra parte respetamos sus opiniones aunque difieran de las nuestras. Para el punto que nos atañe, le mencionamos que la estrategia, táctica y metodología de la Guerra Popular Prolongada no tiene nada que ver con el militarismo y las acciones propias de la delincuencia ya sea común u organizada, pero si usted tiene otra consideración o interpretación de la GPP sería bueno que lo planteara.

En cuanto a que le parece “lógico que nieguen el canal con el gobierno federal, a través del Cisen y la Secretaría de Gobernación, a donde ha ido varias veces a dialogar uno de sus miembros del aparato político, que no está en la clandestinidad, y miembro de una de las familias históricas que dieron forma primero al PROCUP y más adelante al EPR” carece de todo sustento desde el momento en que en nuestra estructura orgánica no existe ningún aparato político y tampoco tenemos emisarios para que dialoguen con el gobierno, eso es totalmente falso.

Como también es erróneo plantear que nuestro partido se fundó y se componga a partir de núcleos familiares, cuando por principio la integración a la participación revolucionaria en nuestro partido es una decisión personal y política, precisamente para que predomine una relación política y no una relación consanguínea, de amiguismo o paisanismo. Lo histórico es la abnegada participación de nuestro pueblo en nutrir y fortalecer a nuestro partido-ejército por más de 46 años de lucha revolucionaria.

En cuanto al presunto y misterioso “miembro del aparato político” que según usted se apersona en representación nuestra, le pedimos que nos de nombre y apellido, porque de ser así o alguien se está haciendo pasar por nosotros, o desde la parte oficial mienten descaradamente.

El concepto depuración no es ningún eufemismo, es preciso porque independientemente de las circunstancias que se dieron en tiempo y forma, lo vivido por nuestro partido constituyó como tal un proceso de depuración en tanto que quienes no compartieron el lineamiento político de nuestro partido, unos fueron expulsados y otros se autoexpulsaron, lo cual constituye en todo el contenido y extensión de la palabra una depuración. Efectivamente esta situación fue de dominio público donde se dan a conocer los errores, la crítica y la autocrítica en este proceso, por lo demás, los que hoy dejaron de ser parte de nuestro partido responden por sus propios actos.

Por lo consiguiente percibimos que lo fundamental de sus comentarios es que tenemos que aceptar que nosotros secuestramos a DFC o señalar quiénes lo hicieron, que aceptemos que nuestras motivaciones de lucha se fincan y financian con dineros de la delincuencia. Cosas que no aceptamos porque es inexistente, además va en contra de todo lo que somos y los principios políticos e ideológicos que rigen nuestra lucha.

Ante sus comentarios nosotros respondemos con claridad y disposición a clarificar las apreciaciones políticas de su parte, con la única finalidad de exponer nuestros argumentos a los diferentes actores políticos y siempre de frente a nuestro pueblo, por lo que debe creernos que no hay nada estrictamente personal, todo es político y como tal tiene que tratarse.

RESPETUOSAMENTE.


¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡POR LA PRESENTACION DE TODOS LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS!

¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARA!

COMITÉ DE PRENSA Y PROPAGANDA
DEL
PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR

Año 46
República mexicana a, 30 de junio de 2010