Radio Rebelde: Conmemoración del fusilamiento de estudiantes en 1871

Colección
Archivo digital
Tipo
Documento
País
Organización
Fecha
1958-11-27
Categoría
Comunicado
RADIO REBELDE

Hoy se conmemora un aniversario más del fusilamiento de los Estudiantes en 1871.

El Ejército Rebelde, que tiene en sus filas de hombres y mujeres del pueblo a tantos estudiantes que han dado el ejemplo más alto de desinterés y sacrificio, saludan en este 27 de Noviembre la presencia de los compañeros dirigentes de la Federación Estudiantil Universitaria en las ya invencibles columnas que avanzan en la lucha final contra la Dictadura.

Esta fecha -que tantas veces celebramos del brazo de nuestros compañeros estudiantes, en las luchas de calle contra la Opresión- nos brinda una evocación de especial significación, en momentos en que se incorporan al Ejército Rebelde, cientos de soldados del Ejército de Cuba.

Junto al recuerdo de los mártires del 71, brilla en la Historia el nombre de Nicolás Estévanez, el bravo oficial español que quebró su espada en la Acera del Louvre, antes que hacerla cómplice de un crimen abominable.

Aquel gesto, valiente y resuelto del Capitán Estévanez, salvó, en días de oprobio, el honor del Ejército de España. No quiso Estévanez luchar contra sus compañeros, pero en gesto de noble hidalguía militar, supo quebrar su espada, antes que mancharla con la sangre de unos inocentes.

Aquella actitud de un militar de dignidad, capaz de volver sus armas contra el Abuso, la Injusticia y el Crimen; vuelve a repetirse 87 años después, al plantearse otra vez en Cuba, la lucha necesaria entre la Libertad y el Despotismo.

Como ayer el Ejército Español pudo dar un Nicolás Estévanez; hoy, el Ejército de Cuba tiene también militares de dignidad y pundonor que unen sus armas al pueblo:

Cada militar cubano -como los tenientes [Rodolfo] Villamil y [Ubineo] León, como los soldados y clases de la compañía de Charco Redondo, como tantos y tantos hombres de uniforme que diariamente se incorporan al Ejército Rebelde-, cada militar capaz de comprender que no puede haber dignidad, jerarquía ni mando honorable en jefes que sean vulgares ladrones o cobardes asesinos; cada militar consciente de su deber patriótico que procura su honra uniéndose a las columnas de la Libertad; cada militar que abandona la comodidad del cuartel por la vida esforzada del rebelde, merece respeto y gratitud de la Patria, y su gesto de hoy, sabrá registrarlo la Historia con igual consideración al que hoy evocamos de Nicolás Estévanez, el bravo oficial español que quebró su espada el 27 de Nov. de 1871, avergonzado ante el crimen repugnante e inútil.