Luchadora, Guerrillera, Madre, Hermana, Amiga, Esposa

LUCHADORA, GUERRILLERA, MADRE, HERMANA, AMIGA, ESPOSA

Por Comandante Yesenia - ELN

No quiero desaprovechar la oportunidad para saludar y felicitar a las compañeras en nuestro día, con la esperanza que reflexionemos en cuanto a lo importante de nuestro aporte al proceso y que de manera crítica analicemos que nosotras podemos jugar un papel más protagónico, ya que es la única parte donde las mujeres tenemos los mismos derechos y oportunidades, para destacarnos en la actividad que mejor desempeñemos o de acuerdo nuestras capacidades y condiciones, lo importante es sentirnos útiles ayudando al fortalecimiento de nuestro proyecto de revolución.

Mujer Luchadora: eres digna del respeto ya que yendo en contravía a los designios de la sociedad capitalista, que nos educa haciéndonos creer que somos el sexo débil y por lo tanto, que solo fuimos nacidas para procrear y servirle al hombre, sin reparo alguno, por eso lo educan en la mentalidad machista y que como muestra de su superioridad debe maltratarnos físicamente y verbalmente. Pero nosotras en un acto de valor y deseos de libertad, nos emancipamos siguiendo el ejemplo de cientos de miles de mujeres de Colombia, América Latina y el mundo, que ofrendaron sus vidas en pro de la igualdad social, derechos laborales, políticos, económicos y la libertad negada a decidir y participar activamente en la construcción de la sociedad, que querían para sus hijos.

Si bien lograron grandes reivindicaciones en diferentes ámbitos de la sociedad, hoy continúa la explotación, el maltrato físico, la comercialización de la figura femenina como objeto sexual, inculcando la falsa creencia que para conseguir lo quieres en la vida solo necesitas un lindo rostro y un buen cuerpo, sin importar para nada los valores mas elementales de nuestro ser como mujeres, generando con ello el individualismo, la disputa entre géneros y la pasividad ante los grandes problemas que aquejan a la humanidad y la necesidad de nuestra participación decidida, en los cambios que necesitan Colombia, los demás países de América Latina y el mundo.

El mejor homenaje que podemos rendirle a estas Heroínas, muchas anónimas y olvidadas, es dedicar nuestras vidas a la gran causa de los explotados para construir un día, la sociedad donde el centro sea el hombre y la mujer.

Mujer Guerrillera: Dejando a un lado el concepto que en la guerra solo pueden participar los hombres, decidimos un día irnos a las montañas o desde las fábricas y grandes barriadas de las ciudades, participar activamente, porque no podemos quedarnos cruzadas de brazos, mientras vemos como el imperio asesina a hombres y mujeres indefensos, que solo reclamaban de manera pacífica que se les reconociera su derecho a existir. Fue el estado Colombiano quien nos impuso la vía armada como única posibilidad de emancipación y junto a los hombres nos encontramos luchando hombro a hombro por nuestros derechos.

Madre Guerrillera: Es muy difícil encontrar las palabras adecuadas para explicar el dolor que sentimos al no estar físicamente con nuestros hijos, pero al pensar en el futuro incierto que esta sociedad excluyente e inhumana nos brinda, nos debemos llenar de razones para entender que el sacrificio que hacemos al dejarlos, es nuestra cuota en la dura tarea de ayudar a construir una sociedad, donde no solo nuestros hijos sino los de todos los desposeídos puedan tener una vida digna.

Tenemos la capacidad de amar a nuestros compañeros afectivos y participar con moral y dinamismo en todos los quehaceres que nos traza la organización, pero en ocasiones nos olvidamos o priorizamos solo nuestra labor de amas de casa y relegamos nuestra participación a un segundo plano, mi llamado es a que sin descuidar los dos factores indispensables en nuestra realización personal, nos preocupemos más por nuestra formación política y en todos los aspectos, para que de acuerdo a las realidades concretas hagamos parte de las soluciones que necesita nuestra organización, para superar la crisis que nos aqueja, ya que es tarea de todos y todas trabajar por superarla.

Queda claro entonces que nuestra condición de mujeres, para nada es impedimento a la hora de luchar por nuestros ideales, somos tan capaces como los hombres y si nos complementamos seremos invencibles y perdurara por siempre en la historia de nuestro país que las mujeres guerrilleras. No solo parimos el futuro de la sociedad, sino que ayudamos a forjar otro mundo mejor y posible.

Bueno compañeras, mi objetivo es compartir con ustedes estas líneas, que espero sirvan para que interioricemos lo importante que somos. Felicitaciones y mucho ánimo, que el pueblo espera mucho de nosotras.