Una jornada que revitaliza

UNA JORNADA QUE REVITALIZA

La jornada de protesta convocada por la gran coalición democrática y bajo la conducción del Comando Nacional Unitario y que contó con la participación de las organizaciones regionales indígenas, campesinas, de pequeños productores, estudiantes, intelectuales, de mujeres y juveniles, demostró una vez más que a pesar de los que nos quieran mostrar los medios masivos de comunicación y la epidemia de optimismo que pregona el gobierno de la seguridad democrática, la disposición de lucha de los sectores organizados de nuestro pueblo se mantiene a pesar de los asesinatos selectivos, incrementados en los meses anteriores de la fecha de la jornada Nacional de protesta y de la criminalización de la protesta social y política que ha ejercido sin tapujos el gobierno de Uribe Vélez.


Las reivindicaciones no podían ser más justas y unitarias, el rechazo al TLC, La oposición a la reelección y el No a la política de seguridad ciudadana del actual gobierno que mantiene en lo social, en lo político y pretende en lo organizativo mantener postradas las justas aspiraciones de nuestro pueblo.

Como era de esperar la respuesta del Gobierno fue la represión, con muertos abordo y violencia contra las marchas pacíficas que se desarrollaron en diferentes partes de nuestro territorio. Sin embargo la cercanía a la definición de la corte sobre la reelección, los recientes informes de la Organización de las Naciones Unidas, que rajan al gobierno en el respeto a los Derechos Humanos, en los índices de distribución de ingresos, en los índices de bienestar y corrupción ayudaron a evitar que la respuesta del gobierno fuera más represiva.

Estos nuevos esfuerzos de organización, de marcha y de protesta popular deben ayudar a confluir en un gran movimiento y organización Nacional por la búsqueda de un gobierno proclive a la paz, a la solución política del conflicto, al rechazo de la legalización del paramilitarismo y a la resolución definitiva de la deuda social que la burguesía y los poderosos de nuestro país tienen con todo el pueblo Colombiano. Pues en nada a disminuido la precaria situación de tenencia de tierras para los indígenas, negros y campesinos y por el contrario está se ha concentrado en los Narco-terratenientes, tampoco se han resuelto los problemas de crédito y comercialización de los pequeños y medianos productores y ni que hablar de la situación de la salud en el campo y en la ciudad, o de la carencia de vivienda digna a lo ancho y largo del país, o que tal si habláramos de Educación de trabajo, de igualdad de oportunidades.

Punto aparte ha sido la protesta de los diferentes prisioneros políticos, prisioneros de guerra y detenidos sociales. La lucha por la dignidad del ser humano, por su resocialización y contra las políticas represivas impulsadas por la oficina de prisiones de los Estados Unidos se pone al orden del día del movimiento social y político de nuestro país.

De ahí la necesidad de mantener activa y beligerante la búsqueda de la organización de nuestro pueblo y el rechazo a todo lo que venga del oficialismo de los partidos y de los mal llamados Independientes que no son otros que la nueva narcoburguesía y promotores de un estado autoritario y excluyente aún mayor al que nos ha tocado vivir después de la primera Independencia.

Frente de Guerra Central
ELN