República Mexicana, 3 de octubre de 2013

AL PERIODISTA RAYMUNDO RIVA PALACIO
AL PUEBLO DE MEXICO

¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!


Señor Raymundo Riva Palacios, por medio de la presente respondemos a sus puntos asentados en las entregas pasadas y en la reciente con respecto a nuestro partido PDPR-EPR.

De su puño y letra, o siendo más preciso por medio de yemas y teclas, reafirma usted, una vez más su posición política e ideológica, pero en esta ocasión citando una de las fuentes teóricas que conduce su oficio periodístico, por lo menos ahora ya no fue como en otras entregas producto de una divulgación premedita del aparato de inteligencia militar-civil del Estado, al menos en uno de sus apartados, porque en el último escrito queda también establecido el origen gubernamental de sus fuentes, en concreto el origen policíaco.

Pero antes de continuar, debemos aclarar que no proponemos debate a discusión pública, le hemos respondido a sus dichos, ateniéndonos al derecho de réplica y para desmentir lo que constituye una mentira y por consecuencia una calumnia, aunque usted esquive la esencia de este hecho.

Inequívocamente es avance para la discusión y claridad para los lectores, que permitirá aclarar su punto de vista y el nuestro con respecto a cómo concebimos cada cual la realidad presente y el pasado reciente del movimiento revolucionario en México, en ese mismo sentido, quedará asentada públicamente la definición personal -en su caso- fijando posición política con respecto al injusto sistema capitalista, al depredador régimen neoliberal, ante los antipopulares y represivos gobernantes en turno, la voraz oligarquía en México y la actitud política hacia la lucha organizada de nuestro pueblo.

Sobre la GPP.

La estrategia político-militar de Guerra Popular Prologada (GPP) no es sólo una batalla y su parte sustancial no es la insurrección. El punto principal es la incorporación consciente de todo el pueblo a la lucha armada revolucionaria desarrollando las distintas formas de lucha para derrocar al Estado burgués.

Es la incorporación voluntaria y consciente de los diferentes sectores populares como el resultado de toda una trayectoria de lucha que inicia por sus reivindicaciones inmediatas las cuales al fragor de la lucha y las respuestas represivas del Estado exponen crudamente que el origen de la negación o escamoteo de las demandas tiene un origen político y de clase, por lo tanto irremediablemente la lucha económica evoluciona en política a partir de la claridad del sector en lucha.

Resultado de la agudización de la lucha de clases los sectores populares organizados y en lucha reivindican las demandas históricas: la liberación de la opresión burguesa mediante la violencia popular-revolucionaria; la toma del poder político por el pueblo y esencialmente para el pueblo; y la construcción del socialismo, claro está, que dicho proceso se desarrolla de forma dialéctica y a partir de las condiciones propias de cada pueblo, sería absurdo atenerrnos a un manual o a la aplicación mecánica de otras experiencias, eso sólo existe en la imaginación de quienes desconocen la esencia de la lucha revolucionaria, lo demás cae en la especulación subjetiva.

En la estrategia de la GPP lo militar está supeditado a lo político ideológico, es ante todo un lineamiento político que cuenta con estrategia, táctica y método; tareas estratégicas y tácticas; objetivos a corto, mediano y largo plazo; con una metodología de construcción revolucionaria, reclutamiento, educación política y formación ideológica en las estructuras de partido, ejército, bases políticas y de apoyo. Por consecuencia la lucha revolucionaria no tiene nada que ver con las acciones delincuenciales que nos quiere adjudicar a fuerza de los informes policíacos que pretenden deslegitimar nuestra lucha.

Acierta usted al marcar históricamente que la GPP surge con ese nombre en la importante experiencia de la revolución popular en China, la cual fue un gran aporte como estrategia revolucionaria para el proletariado internacional, pero en si fue la evolución del los principios de organización político militar del proletariado y del marxismo adecuados a las condiciones específicas de la lucha de clases que libró el pueblo chino. Lineamiento que el pueblo vietnamita aplica de forma creativa en la guerra de liberación y revolucionaria probando su vigencia teórica-práctica y versatilidad una vez más en el planeta, Corea del Norte es otro gran ejemplo, de ahí devendrían diversas interpretaciones y desarrollos de la GPP en diversas partes del mundo incluyendo a nuestra América Latina, que culminaron parte del proceso de acuerdo a la composición político ideológica de sus vanguardias.

Plan general estratégico que abarca los aspectos de: población-territorio, económico, político, ideológico y militar como los principales. El cual como todo proceso de transformación profunda de la sociedad no tiene fecha, eso lo decidirán la generalización de la agudización de la confrontación de la lucha de clases en el país, que es, entre el movimiento popular revolucionario y la burguesía nacional y su oligarquía. Y nunca ha estado, ni podrá estar limitada a una región geográfica mucho menos a un sector, por ser de carácter nacional la lucha. Realizamos como partido la revolución sobre la base de un principio, sobre la base de los propios esfuerzos de nuestro pueblo.

Surgimiento del EPR.

Documentado está en nuestros escritos partidarios, como en varias ediciones con finalidad académica, en publicaciones periodísticas y literarias sobre nuestro origen y desarrollo como proyecto revolucionario y en ninguna de las cuales se menciona al sector campesino como nuestro origen, en los cuales precisamos que los primeros núcleos militantes revolucionarios arribaron de los distintos sectores del pueblo que conforma a la sociedad mexicana el obrero, estudiantil, intelectual, popular, campesino, indígena, profesionistas de las distintas áreas, por lo cual el génesis, desarrollo y enraizamiento de nuestro partido se dio y está en los diferentes sectores populares y en la diversidad de la geografía mexicana, coincidentemente de eso dan cuenta cada uno a su manera los trabajos de investigación y literarios fuera de nuestras estructuras.

Precisamos sobre este punto por el mensaje entre líneas que envía con la intención de causar desánimo y derrotismo entre los sectores populares más consecuentes y combativos que aún no se incorporan a la lucha revolucionaria, al escribir usted de esa forma es con la finalidad de tratar de menguar simpatías y ocasionar aislamiento de nuestro partido. Es una de las tácticas contrainsurgentes a la que más recurre el aparato de inteligencia gubernamental: difundir y sembrar la idea entre el movimiento de masas y el pueblo en general que en estos tiempos “no se puede hacer la revolución por la vía armada revolucionaria”, además de buscar infructuosamente deslegitimar nuestra lucha y partido.

En la simetría política de la lucha de clases son unos cuantos los individuos que a título personal despliega recursos y medios a su alcance para desarrollar esta sucia tarea porque coyunturalmente así lo dicta su conciencia, otros por encargo, imprevisión, y los más rabiosos por intereses y/o convicción de clase. Que por cierto, son contados los tiradores mercenarios visibles en los medios masivos de comunicación que ponen la cara, micrófonos y sus plumas para atacar de forma frontal al movimiento popular-revolucionario.

La base social susceptible de incorporarse al proceso de la lucha revolucionaria no sólo se encuentra en el área rural y el sector campesino, la marginación, pobreza, desempleo, explotación, represión y opresión política no sólo se dan en el campo es un rasgo general del sistema capitalista mexicano, los cinturones de miseria y “ciudades perdidas” siempre han existido en los centros de desarrollo urbano y zonas suburbanas, son injusticias sociales y miserias que crea el propio sistema. Y ahí es donde está la lucha revolucionaria para transformar sus condiciones de vida y trabajo de las masas excluidas y desposeídas de todo derecho humano y constitucional.

¿Existen las condiciones?

Objetivamente siempre han existido las condiciones objetivas desde que se traicionó la guerra de independencia que protagonizó el pueblo mexicano -principalmente indígenas y criollos- por medio de una negociación entre los sobrevivientes de esta gesta del bando mexicano y el clero y la monarquía española; prevalecen desde la guerras antiimperialistas de intervención extranjera; condiciones que se generalizaron y profundizaron durante la dictadura porfirista que impone un retroceso de las leyes de reforma y devuelve los fueros al clero católico. En cada una de estas etapas de lucha la cifra de muertos por motivos políticos en millones han sido los hijos del pueblo.

Existen las condiciones porque desde la época postrevolucionaria, la “reconstrucción de la República” al gobierno progresista de Cárdenas a los más de 80 años de gobernar la burguesía mediante el partido de Estado-PRI -como instrumento político principal-, el relevo bisexenal temporal de la ultraderecha, ambos camarillas de gobernantes y políticos de oficio de la burguesía se impusieron y gobierna con el ejército federal, hasta la actualidad el pueblo trabajador que sobrevive en la pobreza y miseria es en decenas de millones; los oligarcas no llegan ni a diez familias y su entorno no alcanza ni una decena del millón; los muertos por enfermedades curables, muertes prematuras de infantes y madres al parir en cifras conservadoras están en cientos de miles; los presos políticos y de conciencia siempre ha sido como una constante que en el sistema político incrementándose en tiempos de auge de la lucha de clases; como también son miles los asesinados por motivos políticos; el crimen de lesa humanidad, la detención-desaparición, es una práctica sistemática del Estado que a mediados del siglo XX al incipiente S. XXI son más de 30 mil detenidos-desaparecidos por motivos políticos y sociales.

Las condiciones persisten pero como no es un asunto de frustración, resentimiento, venganzas, sino de claridad política, conciencia y definición de clase es todo un proceso de construcción de la nueva revolución y sus pilares donde la violencia es tan sólo una parte de la lucha más no la fundamental y determinante. Porque debe de saber las diferencias entre estallido social, insurrección, guerra de liberación y revolucionaria. Aceptado está lo desfavorable de la correlación de fuerzas entre los que actualmente detentan el poder y el movimiento popular-revolucionario, sin embargo, no es sinónimo de imposibilidad de luchar por la transformación de la sociedad.

Sobre Ted Robert Gurr.

Retomando los párrafos iníciales sobre la fuente en la que basa en está ocasión su escrito, es parte de la intelectualidad orgánica del imperialismo Estadounidense que justifica las políticas de seguridad nacional que van más allá de las fronteras con acciones militaristas, guerras de rapiña, anexión y neocolonialismo, con la premisa maniquea del bien y el mal, con un lenguaje postmodernista que no se plantea nada nuevo con respecto a los clásicos universales de las ciencias económicas, sociales y humanistas, empaniza términos y categorías del marxismo, le quita todo el contenido transformador para ubicarlo en la constitucionalidad del estado de derecho burgués y su democracia.

El lenguaje puede confundir a un novel de estas ciencias, aún cándido en política, pero se identifica al grado de alienación con quienes comparte esa forma política de coexistir con Estados capitalistas e imperialistas, desde la simulación de entes progresistas y ejercer “crítica” al gobierno recubierta con el lenguaje de movimiento social, civilidad, horizontalidad; ensalzan los fracasos y glorias de las “revoluciones tersas”, pero la esencia es justificar literal y “científicamente” que las revoluciones sociales impulsadas por el pueblo ya no proceden es estos tiempos de globalización neoliberal y hegemonía violenta del capital oligárquico nacional-transnacional.

Todo, absolutamente todo, lo que no sea socialdemocracia y bipartidismos burgués; dictaduras del capital y democracias burguesas de oropel; Estados policiacos-militares y dictaduras militares no procede en el orbe, porque así lo dictamina el gendarme internacional (EU) al que servilmente se pliegan gobiernos lacayos -como el mexicano- cuyos escuderos domésticos de toda estirpe defienden con argumentos tan inverosímiles como perversos sobre la “viabilidad” del modo de producción capitalista, justificando sínicamente la brutalidad de los cuerpos represivos que cometen masacres y crímenes de lesa humanidad en nombre del estado de derecho oligárquico y la democracia burguesa.

Asimilando las experiencias de lucha de nuestro pueblo y otros pueblos del mundo concluimos que ningún proceso de transformación radical de la sociedad puede estar motivado e impulsado por sentimientos ya sean personales o colectivos como el resentimiento, la venganza, frustración y desesperación, sino por una determinación voluntaria y consciente de la necesidad de incorporarse a la lucha, pues el personaje justiciero que se mueva por esas motivaciones y “triunfa” como libertario eso sólo ocurre en los dramas y guiones hollywooodenses con la intención de imponer esa falsa idea en los distintos extractos sociales a nivel mundial. Los procesos revolucionarios se construyen y son una obra colectiva de conglomerados populares con convicciones de clase.

La contrainsurgencia en México es la GBI que es el plan global imperialista de intervención en todas las regiones del mundo contra los pueblos en lucha por su legítima transformación, es la agresión imperialista contra gobiernos progresistas y socialistas; es el conjunto de acciones que abarcan principalmente los aspectos político, militar, psicológico, propagandístico e ideológico en todos los ámbitos de la vida de las naciones que agrede con la complicidad de los gobiernos burgueses lacayos y escuderos mercenarios que van desde el que vocifera en los sacrosantos púlpitos de los medios masivos de la comunicación hasta el sanguinario paramilitar, entre los cuales la única diferencia la hacen los instrumentos para combatir al pueblo.

Por lo que resulta falso que nosotros señalemos únicamente como contrainsurgencia en el país a los autores diligentes que elaboran artículos por consigna o convicción y al paramilitarismo enfundado en distintos ropajes, denunciamos ante el pueblo a estos dos instrumentos del Estado e imperialismo para que ubiquen a los frentes más visibles y beligerantes de la contrainsurgencia.

Los primeros (periodistas e intelectuales orgánicos de la burguesía) que forma parte del aparato ideológico por medio del cual manipulan la realidad nacional y a nivel mundial del diario acontecer sociopolítico y el desarrollo de la lucha de clases, son los propagandistas del capitalismo que despliegan su leguas viperinas y mezquino intelecto contra la lucha del pueblo. Los paramilitares como la fuerza irregular represiva militar del Estado.

Además, resulta significativo resaltar el reconocimiento que usted hace a priori del supuesto ERP, como “nueva guerrilla” y hoy lo sostiene como si contara con los pelos de la burra en la mano, de ser así, está obligado a exponer los hechos y argumentos que lo hace sostener con obcecada convicción la autenticidad de la “nueva guerrilla”. Sólo dos cosas se vislumbran en tan aferrado convencimiento es un encargo la promoción del ERP, para abonar mediáticamente una supuesta confrontación entre la “guerrilla a partir de una inexistente ruptura interna de nuestro partido.

Preguntamos: ¿Acaso no será el umbral mediático de fabricar el escenario sobre la conjetura de una confrontación entre nosotros y el denominado ERP? O es ¿El justificante político-jurídico para la detención, asesinato y detención-desaparición de alguno de nuestros militantes, de un luchador social que se mueve en la legalidad que le señale como integrante de nuestro PDPR-EPR o eliminar físicamente a un personaje público progresista incómodo para el gobierno atribuyendo la muerte como parte de la “confrontación”? Bueno ya estará de usted…

Claro que la delincuencia organizada es un agravio más para el pueblo desde el momento que esta surge desde y para el Estado, al igual que la descomposición social el origen vienen desde las más altas esferas de poder político-económico. Son males sociales inherentes al sistema que no se pueden separar: desempleo, pobreza, marginación, miseria, opresión política, hambruna, descomposición social, etcétera, etcétera. Si le llama la atención que destaquemos la delincuencia organizada, ¿en lugar de país, quién no se refiera a ella? es el PAN de cada día, que el PRI con Peña Nieto son la continuidad de pretender encubrir los fines contrainsurgentes del combate a la delincuencia organizada.

No podemos quedarnos callados con el estigma delincuencial que hace de la pobreza, protesta y lucha popular, como pueblo se nos cobran todas las facturas de las atrocidades que hace el sistema, gobernantes, oligarcas y políticos de oficio que va desde los ecocidios, “excesivos” gastos por seguridad social y pensiones del pueblo trabajador, hasta los crueles ajustes de cuentas y matanzas entre “criminales” no señor Riva Palacio, no enmudeceremos, no lo permitiremos jamás y cuantas veces sea necesario desmentiremos lo que constituye grotesca mentira, lo que se enfila como maniobra para justificar la represión contra los revolucionarios y los luchadores sociales, tiro por viaje en sus escritos señala a personalidades democráticas como parte de nuestra militancia, recientemente lo ha hecho contra profesores democráticos que militan en la CNTE, por cierto ¿ya está en paz con usted mismo con la represión que se ha dado contra los trabajadores de la educación?

De parte nuestra no hemos planteado que los agravios contra el pueblo terminen en insurrección. Cuando estos acontecimientos sociopolíticos legítimamente válidos se desenlazan son el resultado de la profundización y generalización de la polarización social y, del desarrollo cualitativo y cuantitativo de lucha de clases, por lo consiguiente, las insurrecciones en su mayoría no son espontáneas son todo un proceso histórico de resistencia, persistencia, estructuración, de fuerzas y dirección de la voluntad de un pueblo a combatir mediante las distintas formas de lucha. La insurrección es la coyuntura histórica determinante la correlación de fuerzas en las distintas etapas de la confrontación las cuales se caracterizan generalmente en dos parciales y generales.

Otro suceso dentro de la confrontación entre clases cuyo origen y motivación son también del orden económico, social y político, pero de carácter espontáneo, es el estallido social, levantamiento popular legítimo por la exigencia del respeto y defensa de los derechos humanos y constitucionales. Como acción política del pueblo es un elemento necesario para el desarrollo integral de la lucha de clases, en el aspecto de desgaste al enemigo, acumulación de fuerzas y experiencia en el combate de las fuerzas populares en la lucha callejera.

El tiempo en días, meses, lustros y décadas para los revolucionarios es asunto insubstancial, pues la velocidad, espectacularidad y protagonismo no van con nuestra línea política y procedimientos metodológicos, estamos convencidos que el autor principal y determinante en el avance y triunfo de la revolución en México es el pueblo conscientemente organizado y en lucha, con una posición político-ideológica de clase. Nuestro compromiso es hacer la revolución y esta no inicia ni culmina con una insurrección, lo políticamente necesario e indispensable para el proceso de transformación radical que los sectores populares requieren es construir conjuntamente con un partido revolucionario los pilares de la revolución. Vivir, organizar, luchar y construir las bases del proceso de transformación en el seno del pueblo ¡NUNCA! Será un fracaso.

Quienes admiten la revolución como un proceso de velocidad y tiempos esquemáticamente establecidos, y ven la persistencia por décadas en la lucha revolucionaria como intento fallido, primero: es la expresión de un conocimiento teórico subjetivo carente de una praxis del proceso popular revolucionario; segundo, la interpretación y análisis que se produce de la realidad es limitado y parcial; tercero, innegablemente dichos y escritos del cual género y medio lleva una posición política-ideológica; cuarto y se mueven por interés mezquino que únicamente busca el éxito burgués por lo tanto son unos advenedizos con respecto a las necesidades e intereses de las mayorías populares.

¿Conexión guerrillera?

Como siempre desde sus escritos lanza no sólo el señalamiento sino también va implícita la exigencia para la represión gubernamental. Por enésima ocasión, desmentimos todo intento por tratar de vincular a nuestro partido con luchadores sociales que realizan su protesta dentro de los marcos constitucionales de la lucha popular, tal es el caso de los trabajadores de la educación de la sección 22, agrupados en la CNTE.

La PGR en el informe aludido no dice nada nuevo, por el contrario, es el típico ardid policíaco para lavar imagen y legitimidad ante una sociedad azotada por la delincuencia desde y para el Estado, por un lado, y por el otro, burda maniobra para incriminar luchadores sociales y armar expediente policíaco para ejercer la represión contra la CNTE. La versión policíaca que usted recoge sin investigar si esos dichos son reales o UN INVENTO POLICÍACO, QUE A BASE DE TORTURA FUERON ARRANCADAS ESAS DECLARACIONES INCULPATORIAS.

Hay que recordar que en diversos escritos, como usted mismo acepta, ha exigido la acción del Estado contra los profesores de la Sec. 22 en general y en específico contra algunos profesores que militan en ella, basando su acusación en versiones policíacas.

Por reiterada ocasión, no hemos tenido nada que ver con el secuestro de los sobrinos de Gutiérrez Candiani, y si la PGR dice que encontró propaganda del EPR, es parte de la maniobra policiaca, además recuerde que nuestra propaganda está en manos de mucha gente, eso es una cosa y otra que la siembren para tratar de armar expediente jurídico contra luchadores sociales.

Igualmente, pone como pruebas videos y manuales que han encontrado en Michoacán para configurar delitos y armar la militancia revolucionaria de tal o cual organización estudiantil o popular. ¿Desconocimiento o perversidad?, los documentales del canal 6 de julio sobre nuestro partido y ejército se consiguen en cualquier lugar; manuales para la insurrección hechos por nuestro partido no existen. Lo que ha quedado claro es la conexión policíaca de donde funda sus especulaciones, las fuentes policíacas son la base de sus acusaciones que pretende presentar como una gran investigación periodística.

Por último, aunque le cueste trabajo, como a muchos que han renegado de la lucha revolucionaria, 49 años de lucha revolucionaria significan acumulación de experiencia y de fuerzas en la lucha que nuestro pueblo está desarrollando, nosotros estamos del lado de nuestros hermanos de la ciudad y del campo que son objeto de explotación y opresión, y como dice, en efecto, tenemos definición política e ideológica y estamos determinados a seguir desarrollando la lucha por el socialismo en nuestro país por medio de métodos revolucionarios.

¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡POR LA PRESENTACION DE TODOS LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS DE AYER Y HOY!
¡A EXIGIR LA LIBERTAD DE TODOS LOS PRESOS POLITICOS DEL PAIS!

¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR¡
¡EL EPR TRIUNFARA!

COMITÉ DE PRENSA Y PROPAGANDA
DEL
PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR

Año 49.
República mexicana, a 3 de octubre de 2013.