A 233 años del Grito de Tinta

“Quien no admite la revolución del proletariado
Mas que a condición de que marche fácil y regularmente,
De que su camino sea ancho, libre y recto, quien no admite verse
Obligado de vez en cuando, al marchar hacia la victoria,
a hacer los sacrificios mas penosos,
A marchar por los senderos mas estrechos, mas sinuosos,
Ese no es un revolucionario”.

Al pueblo peruano,
A los combatientes de la Patria Grande:

Parece que fue ayer, sin embargo 233 años han transcurrido del revolucionario Grito de Tinta, 233 años del Primer Programa de los Pobres y Desposeídos, y sin embargo las condiciones de explotación, saqueo y pobreza, continua como un flagelo sobre los hombros del pueblo y se profundiza dolorosamente cada 5 años con cada gobierno servil, con cada nuevo presidente elegido por los medios de desinformación masiva y el capital de unos cuantos “inversionistas extranjeros”.

El neoliberalismo modelo de explotación capitalista, con la manipulación, la mentira y el engaño, con la democracia de los ricos, con su circo electoral, reafirma su hegemonía, la validez de su pensamiento único y, sobrevive a su propia crisis, de forma consustancial a la clase que lo sostiene. No es mentira, cuando sostenemos y decimos, que este modelo de explotación prolonga su agonía a costa del hambre y miseria de las mayorías nacionales.

En esta línea, marcha el tren del capitalismo dependiente, y en ese norte, el programa saqueador de los ricos, fundamenta la necesidad de mantener la estructura de la continuidad fuji - montesinista, no es casual, entonces, ver como la prensa y el Estado, propalan a los cuatro vientos, ”acusaciones” y “procesos” a delincuentes de cuello y corbata como Alan García Pérez, Alejandro Toledo, al dictador Fujimori y su socio montesinos, pero callan sobre los contratos de “inversión transnacional” lesivos al interés nacional, callan sobre los daños ecológicos de mineras como Conga, callan sobre las muertes como consecuencia del modelo neoliberal de apropiación, callan del perjuicio que genera a la clase trabajadora la flexibilización laboral, callan sobre la mortalidad y morbilidad materno – infantil, callan sobre el modelo educativo impuesto por la necesidad del imperio y sus socios en el mercado, en fin, callan, todo aquello que pueda despertar al pueblo porque sueñan por siempre, con un pueblo de esclavos.

El crecimiento económico impulsado principalmente por los sectores: minero, construcción y la inversión pública en infraestructura, es un crecimiento mentiroso, porque no refleja la calidad de vida de los peruanos de a pie y, porque este crecimiento económico solo resulta favorable a los grupos de poder.

El afán del ala militar empresarial que sostiene al nacionalismo, impulsa la voracidad transnacional, al saqueo y al despojo de nuestra fuerza de trabajo, de nuestros recursos naturales; la militarización de la sociedad bajo el pretexto del combate a la insurgencia, la criminalización y penalización de la protesta social, pretenden mantener el nuevo “paraíso neoliberal”, las balas asesinas, busca impedir que las mayorías nacionales asalten las murallas de su fortaleza, conquisten el poder político y “tomen del árbol de la vida”.

El Perú profundo, el de todas las sangres: el indio, el cholo, el mestizo y el negro, que recorriendo nuestras entrañas patrias, y que desde las montañas de Vilcabamba defendieron la continentalidad de la Patria, los que desde Tinta, sentaron las bases del Programa Revolucionario, los que regaron con su sangre los campos de Junín y Ayacucho, y sentaron las bases de la independencia como masas anónimas, simplemente no existen, los apetitos de una minoría privilegiada, los intereses de una clase explotadora convertida históricamente en un sector anti nacional y vende patria, los ha invisibilizado.

Entonces, el capitalismo peruano, que se debate en crisis, necesita de la farsa, de la mentira y el engaño, así, como el imperialismo necesita de las guerras, necesita de la profundización de los niveles de injusticia social, necesita de un Estado – policial que le permita “mantener su orden” y, en el afán de renovar su administración gubernamental, necesita del teatro electoral, del circo judicial montado para simular justicia en el caso Fujimori – Montesinos, necesita victoriosas campañas en el VRAEM, de medidas psicosociales de impacto como aquella “guerrita de Tiwinza” hasta la repartija de migajas entre el oportunismo y la izquierda farisea. Los programas asistencialistas como instrumentos de contención a los conflictos sociales cumplen su papel.

Son entonces, las condiciones estructurales de pobreza y marginación, las que mantienen vivo el Programa Revolucionario de Tinta, la necesidad de la Unidad Continental, reafirma nuestro concepto de Patria Grande y, la posibilidad histórica de nuestro destino nos obliga a defender un Proyecto de Revolución Social, cuya esencia de construcción identitaria, encuentra su matriz ideológica en los postulados del Amauta Mariátegui entroncada a la centenaria aspiración de nuestro pueblo.

Sin calco ni copia, será nuestra revolución, porque ella será reflejo de un modelo critico – participativo de sociedad y su sello de clase tendrá en la “creación heroica” el Programa Socialista.

En este aniversario de luchas y victorias, de reafirmación revolucionaria, el tupacamarismo reivindica la dignidad y la soberanía de los pueblos que conforman la Patria Grande, y muestra con su terquedad histórica que son momentos para avanzar a la conquista de la unidad revolucionaria y latinoamericana en su objetiva proyección estratégica de construcción de una patria donde confluyan los pobres y desposeídos, de búsqueda de dignidad y soberanía como Venezuela, Ecuador y Bolivia.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias – Ejercito Popular Tupacamarista (FAR – EPT), continuará impulsando la construcción de la más amplia unidad revolucionaria, forjando Partido y Ejercito, organizando e impulsando la protesta social y popular.

Así mismo, ratificamos nuestra voluntad revolucionaria para construir un Perú Nuevo, en un mundo nuevo que nos lleven a una sociedad de paz con justicia social.

Ante el hambre, miseria, explotación y entreguismo…la lucha continúa ¡
Túpac Amaru, vive, vuelve y vencerá ¡
Con las masas y las armas,
Patria o Muerte…Venceremos ¡

Montañas de la insurgencia peruana, noviembre 4 de 2013.

Camilo Reyes
Estado Mayor FAR – EPT
Séptimo Frente Guerrillero