¡Con las masas y las armas por la democracia revolucionaria, la soberanía nacional, la justicia y la paz!

¡CON LAS MASAS Y LAS ARMAS POR LA DEMOCRACIA REVOLUCIONARIA. LA SOBERANÍA NACIONAL, LA JUSTICIA Y LA PAZ!

El desgaste no es solamente del APRA, también de la democracia burguesa

No estamos viviendo momentos de estancamiento político o de discurrir pacífico. No solamente las profundidades del movimiento social se encuentran agitadas, sino que estas expresiones se manifiestan abiertamente en un país conmocionado por la crisis y donde los protagonistas enuncian más nítidamente los alcances de sus perspectivas y límites en la confrontación política.

El desarrollo de la o las coyunturas en este período pre-revolucionario son más acelerados y la presencia de la lucha armada y su extensión es un factor que sin ser aún determinante en la situación, presiona para el avance de la conciencia revolucionaria.

El fracaso histórico de las administraciones basadas en el sistema parlamentario, es el fracaso de esta democracia. No afirmamos categóricamente que en estos momentos en el sentir popular, en el deseo y la ilusión de las masas la democracia como noción se haya desmoronado completa y definitivamente.

Lo que sí afirmamos es que este recurso de las clases dominantes para mantener sus privilegios se está desgastando aceleradamente.

Luego de la dictadura de Morales tenemos más de siete años de ejercicio de democracia burguesa y los resultados son un empeoramiento generalizado del cuadro básico en todos los órdenes: alimentación, trabajo, vivienda, salud, educación, etc.

Es decir, estas formas de dominación en la medida que no han servido para aliviar la situación de agobio y penurias que acosan a las grandes mayorías y que más bien intervienen directamente en hacer aún más difícil, riesgosa y plagada de incertidumbres el diario discurrir, empiezan a devaluarse. Esta falsa democracia está hundiendo al más necesitado.

- La derecha tradicional a la búsqueda de su recomposición

A estas alturas es un hecho categórico el fracaso del APRA en el gobierno. Pugnar por más de 60 años para tomar la conducción del país mostrando un historial controvertido donde se mezcla el martirologio de los años aurorales, luego la claudicación y su alineamiento claro, convincente, al lado del enemigo y contra el movimiento popular, hasta la imagen renovadora, fresca, que intentó con Alan García y que generó extraordinarias expectativas. Pues nunca antes un gobierno había logrado tan amplio consenso y tanto apoyo a su favor que sin embargo ha despilfarrado en tan poco tiempo.

Este fracaso evidencia a las clases dominantes que no existe en la derecha el partido político capaz de representarlos dentro de los marcos de la democracia burguesa. El APRA no les ofrece esa seguridad. Por otro lado el PPC y AP no son opción, Bedoya no convoca y Belaúnde después de su catastrófica administración se encuentra relegado y sin posibilidades.

El APRA actualmente en el gobierno representa históricamente los intereses del sistema en su conjunto, pero no representa a ninguna clase o fracción de clase en particular, en otras palabras no existe una hegemonía capaz de orientar y/o dirigir a las clases dominantes. Porque lo concreto es que las clases dominantes se encuentran debilitadas y son conscientes de esa situación. Y esa debilidad tiene su expresión más evidente en que se encuentra atravesando por una crisis de representatividad, es decir la ausencia o el distanciamiento entre clase y partido. Los nuevos y viejos sectores empresariales no se sienten plenamente representados políticamente en ninguno de los partidos ya tradicionales como el APRA, el PPC o AP. Otro de los fracasos de esta democracia es que no ha sido capaz de fortalecer estos vínculos. Porque esta ausencia orgánica se arrastra desde el golpe de Velasco Alvarado.

Los que han vuelto a asumir la defensa política de los intereses empresariales han sido nuevamente los gremios. En el caso de la estatización, por ejemplo, fue la CONFIEP la que jugó un papel activamente en contra.

Cada clase o fracción de clase requiere de un partido para que defienda sus intereses en el plano político. La derecha ya no se siente representada por estos partidos. Las iniciativas y acercamientos se intensifican preparándose para 1990. Los empresarios no estuvieron de acuerdo con el aprovechamiento político que hizo el PPC cuando la estatización y han manifestado que estarían trabajando la creación de un movimiento político.

Por otro lado, no pasó desapercibido el reciente “encuentro” entre Belaúnde y Bedoya, pero las posibilidades de un frente entre estos partidos en los actuales momentos es prematura y la contradicción, en todo caso será por quien asume el liderazgo.

Dentro de esta línea se acaba de formar la UNION CIVICA INDEPENDIENTE juntando la magra clientela de un mini-partido creado por Francisco Diez Canseco y el frente de Morales Bermúdez, agrupación casi inexistente.

Dentro de estos marcos es que han empezado los esfuerzos por converger en un frente que agrupe a toda la derecha tradicional, tratando de orientar todo el discurso hacia la captación de un espacio “no aprista y no comunista”. Se dan cuenta que no pueden ir por separado porque sería el camino a un mayor empequeñecimiento. Que una nueva derrota abrumadora en las actuales circunstancias tendría efectos más que traumáticos porque se alejarían cada vez de las fuentes de gobierno.

Hay pues agitación en los predios de la derecha tradicional. Incluso una supuesta aparición de una derecha liberal cuyo ideólogo, Hernando de Soto, renueva la concepción y el discurso y Mario Vargas Llosa que le otorga su autoridad como escritor e intelectual de nota, son los que aparentemente muestran un perfil más propio como principal punto de referencia para una aglutinación si es que la derecha tradicional decide unirse.

Esta misma situación de desconcierto o en todo caso de falta de uniformidad se notó en el último CADE, evento anodino que transcurrió sin pena ni gloria, donde se percibió claramente dos corrientes, cada una liderada, además, por sus gremios: IPAE que en todo momento hizo esfuerzos por impedir que el CADE se politizara abogando por la concertación con el gobierno y la CONFIEP porque los empresarios rompieran definitivamente con el gobierno. Ambas además, luchaban por lograr la mayor representatividad.

Lo que es constatable en estos momentos es la debilidad política por la que atraviesan las clases dominantes y los esfuerzos políticos que realizan para conjurar el desarrollo de una crisis incubada. Pero en cualquiera de los casos, incluso con una salida supuestamente liberal, dentro del proceso de recomposición y unificación interna que vive la derecha, lo que finalmente se impondrá será la derecha autoritaria, aquella que no vacilará en apoyar, buscar y participar en un golpe de Estado si lo considera necesario.

En este país no existe espacio para el desarrollo de una derecha liberal. La profundidad de la crisis y la emergencia de las masas desposeídas desnudan más bien opciones como las del general (r) Cisneros Vizquerra.

- APRA: Del lírico futuro diferente al presente decadente

En apenas más de dos años la erosión sufrida por este gobierno es más evidente. Fracasó como alternativa de cambio y se hunde en medio de la corrupción, las pugnas internas y la demagogia. Este desmejoramiento acelerado de la imagen, (último “balconazo” raleado, pifiadera en el estadio de Alianza Lima) esta pérdida de credibilidad no apareció repentinamente sino que es el resultado de la aplicación de una política destinada a favorecer a las transnacionales y a los grandes empresarios, por encima de las aspiraciones populares.

En un país estremecido por la crisis se demostró lo absolutamente demagógico de la consigna de un “gobierno para todos los peruanos”. La turbulencia que agita el Perú no ofrece terreno para la ambivalencia. El proceso de deterioro y corrupción que atraviesa el conjunto de las instituciones de las clases dominantes, así como el elevado nivel de violencia de la vida social, obligan en los hechos, a una definición clara, rotunda. El APRA, como era previsible, optó desde el inicio en contra el movimiento obrero y popular. Toda la verborragia encendida del Dr. García y sus posturas “antimperialistas en foros, discursos y entrevistas, muestran al demagogo y al inconsecuente.

- Fracaso del programa económico heterodoxo

El programa antinflacionario y de reactivación económica fue diseñado para atraer al gran capitalista con el supuesto de que reacciona favorablemente, es decir con inversión a las exoneraciones tributarias, a los costos subsidiados, a la protección del mercado interno.

Este programa fue la respuesta al estancamiento económico, al desenfreno inflacionario como producto de la anterior política monetarista. Este programa “heterodoxo” tuvo como eje el estímulo a la demanda mediante salarios, la congelación de precios y la puesta en práctica de formas de empleo e ingreso complementario. En otras palabras se trató de reducir la inflación mediante el incremento y los estímulos a la producción e inversión con el atractivo del mejoramiento de los beneficios capitalistas.

Al incrementarse los salarios los empresarios fueron extraordinariamente compensados con una desgravación de impuestos del orden del 8% del PBI. Incrementos que siempre estuvieron por debajo del índice inflacionario.

Esta política hizo que no se gastara dinero del Estado el mismo que fue empleado entonces para apoyar programas como el PAIT. Lógicamente, esta política acentuó el déficit fiscal.

Supusieron -Alan García y el equipo que lo asesora- que mediante el aumento de sus beneficios los empresarios responderían no sólo con mayor producción, sino fundamentalmente con mayor inversión para un rápido y sostenido crecimiento económico. Sin embargo, este plan de emergencia fue exitoso, pero para mejorar la posición de los empresarios, pero no se logró las ansiadas inversiones.

El estimado de inversión privada a PBI real aumentó de 5.7% en 1985 a sólo 6.2%. Pero este aumento se explica fundamentalmente por el esfuerzo de las medianas y pequeñas empresas, porque según análisis del INP las 62 empresas más grandes invirtieron 26.3% menos que en 1985.

En estas condiciones, al año de la aplicación de este programa, empieza a descontrolarse la inflación, y se prevé que para fin de año sobrepase el 100%; aumenta el déficit fiscal con probabilidades de que bordee el 10% del PBI, y una tendencia a la disminución de las reservas internacionales; todos estos rebrotes presionaron entonces por la eliminación de los controles en el sector externo y la exigencia para la vuelta de la ortodoxia monetaria.

Lo cual significa en lo inmediato el incremento de los ingresos tributarios, alza del precio de la gasolina, reestructuración del gasto público para readecuar una política de subsidios necesarios para los exportadores a fin de pretender la competitividad en el exterior, además por cierto de las devaluaciones.

- La burla de la estatización

No es más que la respuesta al fracaso del programa “heterodoxo” y también la oportunidad que vislumbró Alan García para retomar la iniciativa política pues su protagonismo decrecía con las promesas incumplidas y al interior del partido Luís Alva Castro se hacía fuerte y derrotaba al elegido del mandatario para la presidencia de la Cámara de Diputados.

El 28 de julio de 1987 se quiebran las relaciones entre gobierno y empresarios. Alan García y los técnicos que lo rodean parece que recurren a una fórmula más expeditiva en su afán de “convencer” a los empresarios para que inviertan.

Tomarse el conjunto del sistema financiero es arrebatar a los banqueros un mecanismo que les permite controlar el crédito y que los dueños han utilizado incluso para colocar sus dineros en el extranjero. Se abre así una polarización pocas veces vista en el país. Los que estaban a favor y en contra. Pero la llamada polémica sobre la estatización no es lo que divide al país, pues esa división existe desde hace 500 años.

En un comienzo el APRA toma la iniciativa y acusa a 4 familias que son las que concentran el poder económico y agita también la democratización del crédito.

La propuesta inicial tiene sus limitaciones pues no toca a la banca extranjera y regional y tampoco a los monopolios industriales y comerciantes conexos.

El enfrentamiento se torna agudo entre el APRA y la derecha tradicional que aparece con fuerza levantando las consignas de la libertad y la democracia contra el crecimiento estatal que identifica con totalitarismo y de pasada golpea a la izquierda que permanece desconcertada, acusándola, prácticamente, de ser la autora. Su contraofensiva es sólida, denuncian la medida como anti-constitucional y salen a las calles a protestar demostrando un ruidoso nivel de convocatoria. La clase media es arrastrada por la fanfarria derechista. La IU, permanece a la sombra, sin coincidencias, pues un sector como el PSR y los barrantístas proclaman abiertamente su apoyo a la medida encontrando así una forma de subirse al carro del APRA dentro de su estrategia de un pacto IU-APRA. Y otros sectores recién van a modificar su comportamiento cuando el proyecto pasa a senadores.

SL se opone a la estatización con los mismos argumentos que la derecha conservadora, acusando al régimen de fascista.

En el mismo partido de gobierno se abren fisuras pues muchos de sus dirigentes y militantes son empresarios y otros tienen relaciones con banqueros y con el sector financiero en general. Voces discrepantes como las del mismo Luís Alberto Sánchez, Torres Vallejo, Barnechea, sólo por citar algunos son las cabezas visibles de un sector al interior del PAP que no está de acuerdo con esta medida.

La contraofensiva derechista amenazó con el desabastecimiento, realizó un paro empresarial simbólico y hasta chantajeó con el golpe de Estado. Esta arremetida hace vacilar al APRA, le frena la campaña, lo hace retroceder y se reabre un período de negociaciones. Acuerdan suspender las concentraciones callejeras y logran que el gobierno levante la intervención de los bancos.

En la actualidad han proliferado los recursos de amparo y el presidente se refugia en que se respetará las decisiones del Poder Judicial, pero de la propuesta inicial que ya tenía limitaciones, se han agregado nuevas concesiones.

– La banca regional no será tocada y habrá una participación minoritaria del Estado (30 %).

– Con la creación del banco privado del Callao se abre la puerta para la reconquista del sistema financiero por los grupos de poder.

– Se deja el 30% en los bancos y 49% en compañías de seguros en manos de accionistas privados.

La inconsecuencia del APRA con su misma propuesta quedó ampliamente demostrada en el Parlamento. En la actualidad han dado marcha atrás y luego del inusitado alboroto parece como si quisieran que el pueblo se olvidara de todo lo que pasó y dejar las cosas como están.

El APRA no puede estar divorciado de los empresarios, menos aún ahora que ha girado en el contenido de su propuesta económica y se apuesta nuevamente a un esquema ortodoxo. Hay una evidente reformulación de la política con las instancias financieras internacionales; se ha producido nuevamente un acercamiento y se refleja más dramáticamente en la ley de hidrocarburos, completamente entreguista.

Este gobierno necesita de todos modos a los empresarios. Las negociaciones y el retroceso en la ley de estatización muestran que hay una voluntad política de recomponer la alianza con los “12 apóstoles”, sobre todo ahora en que se diseña una política que subrayará el aspecto exportador.

- El paquete navideño

La devaluación del 14 de diciembre no tiene precedentes en nuestra historia. Es de un 65% y sus repercusiones golpearán, como siempre, a los sectores mas empobrecidos. Casi inmediatamente los artículos subieron sus precios en más del 50%. El Dr. García aprovechó no sólo las expectativas y la atención del pueblo por las fiestas navideñas, sino también la tragedia de la desaparición del primer equipo del Alianza Lima, que conmociono al país, para largar el tremendo “paquetazo”.

Aún cuando en el cambio del dólar para la importación de alimentos haya retrocedido, esta decisión lejos de alegrar preocupa. No se trata sólo de la rectificación del presidente o del funcionamiento de los mecanismos de la democracia y que el mandatario se hizo eco de las aspiraciones populares. Porque se supone que la decisión inicial de 16 a 20 intis se toma luego de un concienzudo análisis y estudios técnicos diversos. Sin embargo, apenas pasan 7 días se vuelve atrás. Por eso esta contramarcha más que recoger las inquietudes populares lo que revela es imprevisión.

Sobre todo cuando este cambio no podrá ser mantenido, pues en el otro mes, en enero, deberá colocarlo otra vez a 20 o más intis. Porque el nuevo modelo al que han ingresado les exigirá el próximo año actuar de acuerdo a la fría realidad monetarista. Más aún cuando en el rubro de alimentos dependemos de la importación del trigo y del maíz. De modo que subirán el precio de las harinas, pan, fideos, grasas, pollos. Entonces, ese dólar de 16 con respecto al MUC de 33 intis no pasa de ser también otro demagógico gesto de desesperación, ante la bancarrota de su imagen.

Las modificaciones en la tasa de cambio, el dólar MUC a 33 intis (cuando hace apenas 2 meses hubo otra devaluación, pues el dólar MUC pasó el 26 de octubre de 16 intis a 20) producirá un encarecimiento general en el costo de vida, principalmente en alimentos. Esta devaluación, por mucho que el presidente afirme que no perjudicará a los más pobres, no es más que una de sus típicas frases completamente devaluadas en el consenso popular. Esta devaluación implicará un alza de por lo menos el 25 % en casi todas las cosas.

Esta devaluación impactará negativamente en el proceso inflacionario, pues a fin de año estará sobrepasando el 100%.

El panorama económico se presenta por demás sombrío. Es poco lo que este gobierno podrá hacer para afrontar el peligro de una mayor recesión económica, pues fracasado el plan de emergencia, carecen de un programa de mediano o largo plazo.

La economía, producto del fracaso del modelo presenta un cuadro con una caída de las reservas internacionales a un promedio de 120 millones de dólares mensuales, aparte de un porcentaje por importaciones suntuarias más allá de nuestras necesidades históricas y un descenso de las exportaciones, sobre todo en petróleo.

Si bien las negociaciones con el sector empresarial se mantienen, pasarán todavía por un período de desencuentros y la armonía se tomará su tiempo en restablecerse. Estando en lo inmediato cerradas las fuentes de financiamiento e imposibilitado de lograr un desarrollo interno, el gobierno trata de sostenerse a través de las exportaciones. Y una fórmula clásica para impulsar las exportaciones es precisamente devaluando, de modo que los productos puedan ser competitivos en los mercados mundiales.

Aquí se repite la historia pues esto conllevará a reforzar la alianza con el capital transnacional y se entregará de la manera más vergonzosa al capital extranjero a fin de conseguir los recursos externos necesarios para salvar los años que le resta al gobierno.

La supuesta posición dura de esta administración con el Banco Mundial, Club de París e inclusive con el FMI ha cambiado. Han iniciado las negociaciones y los que de verdad se están endureciendo son estos entes financieros. Pues en la medida que se ahonde el deterioro económico, será mayor la urgencia por negociar y serán más estrictas las condiciones que nos impongan.

En la actualidad el gobierno ha modificado su relación con el capital privado extranjero. La nueva ley del petróleo y los cambios de dispositivos que limitaban la remesa de utilidades al exterior son otra muestra de su realineamiento servil con el capital transnacional, a fin de que invierta. Esta política sólo promoverá mayor crisis, mayor desempleo, inestabilidad y desnacionalización de nuestra economía.

- La Asamblea Nacional Popular

Desde mayo de este año en que se producen la huelga policial y el paro nacional, hay un cambio importante en el movimiento obrero y popular. Hay una importante recuperación en la combatividad de las masas. Pues han asumido de manera práctica, rotunda, su descontento con el gobierno. De mayo para adelante el movimiento obrero y popular ha incrementado significativamente sus medidas de lucha y su rechazo a la política del gobierno aprista.
1987 ha sido un año importante también porque ha permitido que casi todos los sectores del movimiento social realicen sus eventos y se expresen de acuerdo al ejercicio de la democracia popular: congresos de ronderos campesinos, de la CCP, SUTEP, Federación Minera y sobretodo la realización de la Asamblea Nacional Popular.

Igualmente las luchas de los gremios en conflicto han sacudido a este gobierno. Finalizando el año las exigencias de INDUMIL, INPE, del sector Salud, del Ministerio de Transportes e innumerables conflictos de todo orden, grafican el alza del movimiento popular.

En el marco de esta crisis que se profundiza en el país, del desgaste de este gobierno, del incremento de las luchas populares y de la extensión de la guerrilla, es que se produce la realización de la ASAMBLEA NACIONAL POPULAR. Hecho político de indudable trascendencia. No pasó desapercibida y su convocatoria de cerca de tres mil delegados constituye uno de los eventos populares más representativos de estos últimos años. La derecha editorializó en casi todos sus medios de comunicación. Líderes apristas salieron en todos los periódicos despotricando en todos los tonos contra la ANP. Pretendieron minimizarla pero no pudieron ignorarla.

El aspecto central con relación a cómo orientar y construir la ANP está estrechamente vinculado a la evaluación que se haga de la coyuntura y más propiamente del período. En función de este análisis es que cada quien pretenderá que la ANP actúe de determinada manera.

Para el MRTA está claro que la ANP es un instrumento vasto para organizar y dirigir a las masas en sus luchas reivindicativas proporcionándoles unidad, contundencia y orientación política. Es un instrumento de contenido estratégico en la lucha contra el enemigo, en este caso contra el APRA. La ANP contiene también el embrión de una nueva forma de democracia que puede ser el antecedente de las formas de poder popular.

Una primera constatación importante es que su realización fue exitosa y que la ANP ahora existe. Sin embargo, se encuentra atravesada, por pugnas en muchos casos mezquinas, pues el “argumento” de la lucha por la supuesta hegemonía pueden paralizar a la ANP. La misma “táctica” mantiene inoperante a 1U.

La ANP debe ser la instancia más amplia de centralización y conducción permanente del movimiento obrero y popular. Es una convergencia que va más allá de IU.

La ANP en la medida que contiene a la CGTP no son excluyentes, por lo tanto el espacio de la ANP es mucho más amplio porque la CGTP no puede representar al conjunto, al nuevo rostro del Perú que es esa emergencia cambiante, dinámica, que son los informales, y las diversas agrupaciones de masas como los Frentes de Defensa, los gremios barriales, los clubes de madres, vaso de leche, etc. que constituyen una nueva institucionalidad que se forja en la práctica y que no son obreros. La CGTP debe contribuir con su importante convocatoria más bien a fortalecer la ANP.

El próximo año será muy importante y es previsible que el descontento aumente y se haga más generalizado, por lo tanto se requerirá proporcionar una conducción política y no solamente gremial del movimiento de masas. Es aquí donde la ANP debe desempeñar un rol fundamental y legitimarse ante la nación porque está participando y dirigiendo los enfrentamientos y por supuesto también con sus propuestas.

La ANP no debe reducirse a un espacio de confrontación interna de las fuerzas políticas, sino a planificar desde ahora el enfrentamiento contra el gobierno.

- IU: ¿Esperando el 89, 90 para reactivarse?

El 24 y 25 de octubre se llevó a cabo el V Ampliado de IU. Se acordó como fecha expresamente inamovible septiembre de 1988 para la realización del congreso. Este ampliado se desarrolló como es evidente en medio de una profunda crisis que azota el país. Sin embargo, salvo para los componentes de este frente que atraviesan una crisis crónica y acerbas pugnas internas, este ampliado tuvo resultados alentadores.

Pero con respecto a cómo encarar la situación política nacional existen divergencias. El barrantismo no sólo no ha desaparecido, sino que se encuentra trabajando febrilmente para convertirse en opción de 1989 y 1990. Por otro lado esta posibilidad puede abonarse en perspectiva porque los principales partidos de IU tienen en su seno tendencias aun más moderadas de distinto signo que podrían finalmente coincidir en respaldar una candidatura como la de Barrantes.

Mientras las fuerzas de IU -las principales- juegan a bloquearse paralizando IU, las otras tendencias trabajan a la sombra fortaleciendo este proyecto de persistir en una salida electoral donde supuestamente el éxito sería para IU y sólo podría lograrse con Barrantes encabezándola.

Ahora aparecen como minoritarios pero desde dentro y fuera de IU –“Socialismo y Participación”- se barajan como alternativa para mantener la democracia formal y a partir de su seno realizar los cambios estructurales. Lo que remite a estos sectores planteamientos de que IU establezca un pacto histórico con el APRA. Son los sectores que nunca vieron con buenos ojos la ANP, que están porque se derrote al movimiento guerrillero y se aplaque la efervescencia de las masas o encaminarlas hacia una salida electoral.

La unidad de IU se mantiene pero también su inoperancia política. Y son los sectores reformistas, los barrantistas, los que pueden poner en riesgo esta unidad. Barrantes candidateará con la IU sometida a sus caprichos o con la IU dividida.

Lo efectivo es que IU como inactivo conglomerado de partidos ya no cumple de manera consecuente ni en el Parlamento que es su ámbito principal de acción, algunos de estos partidos han evolucionado fundamentalmente en el terreno de la democracia representativa y si bien sus estructuras pueden ser utilizadas para la lucha de masas tácticas, limitadas, no podrían o pasarían enormes dificultades para convertirse en instrumentos para el desarrollo de objetivos revolucionarios.

Esta práctica partidaria signada básicamente por la actividad parlamentaria produce una política que los aleja del movimiento obrero y popular.

El conglomerado IU no está en condiciones de proporcionar una medida coherente a la actual situación. Se encuentra desconcertada y disminuida. Su posición es la del boxeador que está esperando la campana del 89 y el 90 para que los salve. Apuestan a ese momento para reactivarse y volcarse nuevamente a captar votos.

Pero lo que ocurre en estos años por lo tumultuoso del discurrir político es imprevisible. No se puede apostar en un mar que tiende a encabritarse por esa sola opción pensando que esa es la forma de defender o mantener la democracia burguesa. Sobre todo cuando lo más previsible es que desemboquemos en una guerra civil, y cuando las masas se encuentran atrapadas por los conflictos capitalistas y condenadas sin apelación a que sus derechos civiles que deben ser respetados en estas formas de democracia, sean pisoteados y que, como están haciendo ahora, rompan de manera masiva las formas de la democracia burguesa y dejen también de lado la legalidad de la Constitución porque todos sus canales de expresión son atropellados y cerrados.

- La guerra revolucionaria

La aparición de la columna guerrillera del Frente Nor Oriental del MRTA significó un salto superador no sólo para nuestra organización, sino también en el proceso de la guerra revolucionaria. Por vez primera en estos años de ejercicio de la violencia, se produjo la captura total de una capital de provincia. La ciudad de Juanjuí con aproximadamente 20,000 habitantes y protegida por cerca de un centenar de efectivos entre GC, GR y PIP, premunidos de una enorme capacidad de fuego, fue ocupada por la columna. Y durante una semana la columna se tomo todos los pueblos del Valle del Sisa.

Paralelamente el Perú conocería el rostro de una guerrilla diferente a la de SL en el campo. Respetuosa de las organizaciones populares y de la vida. La presencia de la guerrilla demostrando primero su audacia y decisión en el combate, así como su comportamiento ejemplar con el pueblo, han generado una simpatía desbordante de la población hacia la columna guerrillera. Una excelente predisposición de las masas hacia los revolucionarios. Esto, aunado al trabajo de la zona, abre magníficas posibilidades para que la organización política fructifique en una acertada combinación de sus luchas reivindicativas y políticas con los golpes militares de las unidades guerrilleras.

- Sendero Luminoso

Ha mantenido en los últimos meses su práctica de causar solamente bajas a la población civil. En diversos puntos del país no hacen otra cosa que matar autoridades edilicias o técnicos y profesionales indefensos.

Salvo el asalto a la planta de NISSAN que fue un fracaso desde el punto de vista político y militar, y fue ejecutado como una respuesta desesperada para tratar de incidir en la coyuntura en un momento en que todo el país estaba impactado por las incursiones guerrilleras del MRTA en San Martín, no hay ningún hecho o cambio que indique avances significativos.

- Frente por la Democracia la Justicia y la Paz

Los espacios democráticos que el pueblo conquistó con sus luchas enfrentando a la dictadura fue usufructuada por las clases dominantes. Partidos como AP y el APRA son los que se montaron sobre estas conquistas y a nombre del pueblo han gobernado y gobiernan contra el pueblo.

En estos dos años y medio de ejercicio parlamentario la democracia, mejor dicho esta democracia solamente la está disfrutando o aprovechando las clases dominantes. Derechos elementales de la población como alimentación, trabajo, vivienda, salud, educación, incluso el derecho a la vida, son históricamente vulnerados.

Los derechos humanos no existen para el pueblo. No hay democracia para el pueblo. Y ahora es el gobierno aprista como antes lo fue AP que demuestran claramente que no son las aspiraciones populares las preocupaciones de su administración.

Hay que luchar por la democracia, pero no por esta democracia. Sino por una democracia que resuelva de manera fundamental los problemas más urgentes de la población. Para la conquista de esta democracia debemos comprometer a las fuerzas sanas, honestas, en un frente que combata políticamente a este gobierno.

La ANP debe convertirse en el instrumento que desarrolle una convocatoria más amplia. Sobre cuyo eje se vincule con los sectores progresistas, patriotas, democráticos, la Iglesia, sectores populares del APRA, la IU a fin de concretar una iniciativa frentista que aísle a este gobierno, lo enfrente y lo derrote políticamente.

Este es un frente que debemos construir para el período. Solamente resolviendo los problemas básicos, garantizando y salvaguardando los derechos del pueblo así como erradicando el pavoroso cuadro de injusticias es como accederemos a la Paz. Si antes no hay justicia no podrá haber paz.

- Plataforma de lucha

Contra la política proimperialista y antipopular del gobierno aprista, por una democracia revolucionaria, la defensa de nuestra soberanía nacional, la justicia social y la paz:

1. Expulsión de la banca extranjera
Estatización sin pago de la banca y democratización del crédito.
Estatización sin pago de financieras, seguros y sus empresas industriales, comerciales e inmobiliarias.
Estatización sin pago de la industria alimentaria y farmacéutica.

2. No al pago de la deuda externa. No a las concesiones a las transnacionales. OXI y Southern fuera del país.
No a los contratos entreguistas del gas e hidrocarburos.

3. No a la devaluación del inti e incremento de la carga tributaria a los millonarios.

4. Aumento de sueldos y salarios reajustables de acuerdo al costo de vida. Eliminación de los topes salariales.

5. Subsidio a los productos básicos para alimentación popular. Efectiva congelación de precios de los alimentos, medicinas y servicios. Control de precios mediante organizaciones populares.

6. Por la estabilidad laboral de los trabajadores y respeto a sus conquistas gremiales y democráticas. Derogatoria del D.S. que forma el PROEM.

7. Defensa de las comunidades campesinas y nativas. Apoyo técnico a los campesinos, empresas campesinas y congelamiento del precio de los insumos y herramientas. Precios justos para los productos agropecuarios y comercialización sin intermediarios.

8. Procesamiento a los funcionarios del régimen acusados de corrupción.

9. Contra la militarización y la guerra sucia. Levantamiento del Estado de Emergencia en Lima y demás departamentos y provincias y la restitución de las garantías individuales en todo el país. Fuera las FF.A A. de las zonas de emergencia.
Procesamiento y sanción por el Fuero Común de los asesinos uniformados.

10. Libertad de los presos políticos y sociales.

DIRECCION NACIONAL DEL MRTA

Diciembre de 1987