Respuesta a carta de la Asamblea Colombiana de las Religiones y Espiritualidades

Julio 20 de 2014

Señore(a)s
Asamblea Colombiana de las Religiones y Espiritualidades
Reverendo Luis Fernando Sanmiguel, Presidente Pro-Témpore 2013-2014.
Rabino Richard Gamboa Ben-Eleazar, Secretario General y demás firmantes de la carta.

Leímos con atención su comunicación recibida por nuestros correos electrónicos (Leer carta). De nuestra parte y al tiempo que la agradecemos les manifestamos.

1. Saludamos toda expresión de respaldo al proceso de diálogos que se adelanta entre las FARC y el Gobierno Nacional, así como las manifestaciones favorables a una salida política dialogada para alcanzar la paz con justicia social.

2. Compartimos con ustedes que estamos ante una oportunidad histórica de poder alcanzar un acuerdo final que siente las bases para esa anhelada paz, por cuanto constituye un derecho inalienable de todos los colombianos y colombianas y es condición indispensable para garantizar el buen vivir de las mayorías, el desarrollo sostenible e incluyente de una sociedad en democracia.

3. Los importantes avances obtenidos hasta ahora en el proceso, y que se han expresado en la elaboración de tres acuerdos parciales, son el resultado del trabajo serio, diligente y comprometido no de una, sino de las dos Delegaciones. De nuestra parte, ello ha quedado demostrado en las 250 propuestas mínimas que hemos presentado formalmente, con suficientes argumentaciones en La Mesa, a partir de las iniciativas que las comunidades han dejado sentadas en sus foros y otros espacios de participación.

4. En un esfuerzo constante, pensando en contribuir a aclimatar de mejor manera los diálogos, damos pasos adelante en brindar iniciativas y gestos que pongan fin al sufrimiento que produce la guerra entre la población, hemos propuesto el cese bilateral de fuegos, sin encontrar respuesta favorable de parte del Gobierno. Aún así, hemos declarado en cuatro oportunidades, treguas unilaterales, que nunca exigieron ni encontraron gesto de reciprocidad de parte del gobierno.

5. La participación de la sociedad, pese a la resistencia del poder, es importante y lo sería aun más si creciera y Colombia y su gente contara con amplia difusión del transcurrir de los diálogos en La Habana y mayor compromiso para exigir y conminar a quienes corresponde producir el cese bilateral de fuegos, generar las transformaciones estructurales urgentes requeridas por el país, para salir de la miseria y la desigualdad que lo abaten y que guardan en su seno las causas de la confrontación que nos desangra.

6. Los llamamos a no cejar en su empeño de apoyar este proceso, de participar en él. El horror de la guerra y la violencia deben terminar. Colombia merece esa oportunidad histórica y a ese objetivo nos hemos entregado de manera plena y transparente, por alcanzar la paz con justicia social, estable y duradera.

Acompañémonos “en el caminar hacia el fin del conflicto armado y la bienvenida a la era de la reconciliación nacional”.

Hagamos realidad la enseñanza de Isaías “La justicia producirá paz, tranquilidad y confianza para siempre”.

Fraternalmente,

Delegación de Paz de las FARC-EP