El paramilitarismo y las mentiras del general Palomino

La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, septiembre 23 de 2014

“Odio eterno a los que deseen sangre y la derramen injustamente”.
Brindis de Simón Bolívar frente al español Pablo Morillo

EL PARAMILITARISMO Y LAS MENTIRAS DEL GENERAL PALOMINO

Releyendo la Agenda del Acuerdo General de la Habana, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo, reiteran la necesidad de abordar cuanto antes lo estipulado en el numeral 7 del punto 3 sobre Fin del Conflicto, que precisa, que dentro de un proceso integral y simultáneo, debe procederse con el esclarecimiento del fenómeno del paramilitarismo. Exactamente el texto del numeral indica: “En el marco de lo establecido en el Punto 5 (Víctimas) de este acuerdo se esclarecerá, entre otros, el fenómeno del paramilitarismo”.

Si ha empezado la marcha definitiva hacia el fin del conflicto colombiano, debe empezar también la del esclarecimiento de la verdad, y lo lógico es que no se demore más la resolución de un problema nodal como es el del surgimiento, permanencia y accionar nocivo de las estructuras paramilitares, independientemente del nombre que para efecto de la propaganda o de la justificación de sus acciones criminales, se les quiera dar. Sin el fin del paramilitarismo y sin el esclarecimiento de su origen y sus responsables, sería imposible cerrar las páginas sangrientas de nuestra historia escritas por la mano criminal de la guerra sucia y se haría incierto el fin del conflicto en el que estamos empeñados y haciendo nuestros mejores esfuerzos.

Para el efecto y para otras indagaciones que deben conducirnos a la verdad es necesario abrir todos los archivos; que se desclasifiquen y se levanten las prohibiciones legales encubridoras de máximos responsables, que se impida la destrucción de archivos que ha venido ocurriendo, y que los fiscales expliquen al país por qué las graves denuncias de los jefes paramilitares han sido arrojadas a los basurales de la indiferencia y del olvido calculado, que entreguen una explicación coherente al país sobre por qué han dejado perder horas y horas de grabaciones en las que éstos develan a los verdaderos autores detrás del autor.

Por otra parte, sobre el combate de 16 de septiembre entre las FARC, Bloque Iván Ríos, y una patrulla antiguerrilla de la policía en la vía Puerto Libertador- Tierra Alta, Departamento de Córdoba, que ha dado lugar a manipulaciones y engaños a la opinión pública nacional, expresamos lo siguiente:

El mentiroso general de la policía, Rodolfo Palomino, una vez conocida la noticia de la contienda esparció la especie de que la acción había sido ejecutada conjuntamente por las FARC y la agrupación paramilitar de los Urabeños. Hoy se conoce, luego del comunicado del Bloque Iván Ríos de las FARC, que la patrulla policial fue atacada cuando se movilizaba a asaltar unidades guerrilleras en el Alto San Jorge, en desarrollo de la exigencia incoherente de sus superiores jerárquicos de arreciar las acciones de guerra en medio de unas conversaciones de paz. Una vez más la Policía y el Ministerio de Defensa victimizan la verdad y logran hacer creer sus mentiras a personas bien informadas como lo es el Presidente de la Conferencia Episcopal. Piensan con el deseo, los que hoy se imaginan divisiones en las filas insurgentes motivadas en el proceso de paz que tiene lugar en La Habana.

Déjennos avanzar en paz en la construcción del acuerdo de paz. Dejen la perfidia de cercar con sospechas a la parte contendiente en diálogo generando desconfianza. Actúen con coherencia, no le hagan daño al proceso con mentiras y versiones fraudulentas. Dejen de victimizar la verdad y de engañar a los colombianos.

Desde el inicio de estas conversaciones hemos manifestado nuestra voluntad de convenir con el Estado un armisticio que evite continuar el derramamiento de sangre, pero la negligencia del gobierno es la que ha conducido a que se sigan presentando combates como el de Puerto Libertador y otras regiones.

Negar el cese al fuego bilateral que reclaman las víctimas del conflicto pretextando que dichas treguas son aprovechadas por las FARC para fortalecerse política y militarmente, es una forma de revictimizarlas, y una obstinación que en medio de un proceso de paz que avanza, solo puede causar perplejidad.

DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC-EP