República mexicana, a 25 de mayo de 2015

AL PUEBLO DE MÉXICO
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES
A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS
A LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS, POPULARES Y REVOLUCIONARIAS
A TODAS LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO DE ESTADO

¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS!

A Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, militantes de nuestro partido, probado está que fueron detenidos-desaparecidos por el aparato policiaco-militar del Estado mexicano el 25 de mayo de 2007 en la ciudad de Oaxaca, en el marco de la represión generalizada que se ejerció por el gobierno estatal y federal contra pueblo el que exigía solución a sus demandas.

Nuestros compañeros Gabriel y Edmundo fueron detenidos-desaparecidos por su condición de revolucionarios; por sus ideas libertarias; por su congruencia en la lucha revolucionaria; por su apego a la defensa de los intereses del pueblo; por su alta sensibilidad y dignidad humana; por su actitud combativa ante el enemigo de clase. Fueron detenidos-desaparecidos, torturados, sometidos a tratos crueles y degradantes por ser militantes del PDPR-EPR.

A ocho años de este crimen de lesa humanidad se ha comprobado fehacientemente que con su detención-desaparición se consumaba la premeditación, la alevosía y ventaja desde el Estado contra luchadores sociales y los revolucionarios, porque por esas fechas se consumaron por el aparato represivo más de treinta detenciones-desapariciones en todo el país, todas ellas vinculadas a la lucha popular contra el régimen.

De la fecha de la detención-desaparición de nuestros compañeros Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, a hoy día, son cientos de miles de víctimas de este crimen, hecho que reconfirma que es una política de Estado y que la desaparición forzada en México la sigue implementando este gobierno antipopular y represivo. Las corporaciones policiaco-militares, los grupos paramilitares oficiales y no oficiales actúan por mandato y aquiescencia del Estado, los supuestos individuos "aislados" en los que quieren diluir los crímenes de lesa humanidad pertenecen al aparato represivo del Estado mexicano.

Al problema de la pobreza y la miseria que existe en el país se agrega el de la desaparición forzada como política de Estado, estos son los principales problemas que se viven en México, a los cuales desde el gobierno y sus instituciones rehúyen a su solución porque quienes detentan el poder han decidido dar una salida fascista a las contradicciones económicas, políticas y sociales que existen en el país.

El hambre y la miseria explica no solamente la pauperización de la sociedad, sino también el carácter profundamente antipopular del gobierno; la desaparición forzada por motivos políticos y sociales expresa el carácter represivo del régimen, ambas expresan la política genocida que se impone violentamente desde el Estado mexicano.

La desaparición forzada aparte de ser un crimen de lesa humanidad imprescriptible, en México por medio de estos aborrecibles crímenes se difunde el terrorismo de Estado y se generaliza la guerra de baja intensidad contra el pueblo, cobrando día a día nuevas víctimas y elevando a cientos de miles las cifras criminales del terrorismo de Estado.

El cinismo y su vocación profascista no tiene límites, ante los cientos de miles de detenidos-desaparecidos y de ejecuciones extrajudiciales burdamente se minimizan desde los personeros del Estado con estadísticas a modo y artilugios legaloides que pretenden imponerse como razón de Estado. Con el reconocimiento de cifras irrisorias los políticos de oficio y los personeros del Estado pretenden diluir una y otra vez la responsabilidad del Estado, buscan separar esta responsabilidad de las estructuras del Estado y hacerlas recaer sobre individuos aislados de las instituciones del régimen o en una mítica representación criminal.

Políticos de oficio, personeros del régimen, politicastros y el sector burgués más recalcitrante y profascista son corresponsables de los crímenes de lesa humanidad que se están cometiendo en el país, porque las únicas víctimas en las que se ceban con estos crímenes pertenecen al pueblo trabajador. Los crímenes de lesa humanidad como la desaparición forzada y la ejecución extrajudicial, la tortura y la violación sistemática de los derechos humanos sólo los comenten el Estado a través de toda la estructura policiaco-militar represiva legal e ilegal.

La lucha contra el terrorismo de Estado es una necesidad imperiosa que todos debemos enarbolar y asumir, pero ésta hay que organizarla, estructurarla y generalizarla antes de ser víctimas; los detenidos-desaparecidos de ayer y hoy son hijos del pueblo, pertenecen al pueblo, son del pueblo, por tanto nos corresponde a todos enarbolar la exigencia de su presentación con vida.

Los detenidos-desaparecidos no son ni uno, ni dos, tampoco decenas, son cientos de miles y nuestra lucha es por todos ellos, porque es la lucha de nuestro pueblo contra sus opresores que trasciende las afinidades sanguíneas y los estandartes políticos, las posiciones sectorialistas, localistas y sectarias sólo facilitan el cometido de más crímenes de lesa humanidad e impiden la unidad del pueblo, única arma político-organizativa en la lucha contra el terrorismo de Estado.

Día a día, mes a mes y año a año, en el campo y la ciudad, son miles de voces que exigen la presentación de los detenidos-desaparecidos, una expresión de la voluntad popular de combatir que está creciendo, en donde todos debemos sumar nuestros esfuerzos coadyuvantes para concretar la unidad para enfrentar y luchar a este régimen oprobioso. Son tiempos de forjar la unidad popular para poder desplegar organización y acción combativa, nadie debe asumir una actitud pasiva o timorata.

Desde esta trinchera de lucha revolucionaria un reconocimiento y agradecimiento para todos aquellos, organizaciones y ciudadanos, que nos han brindado su inapreciable solidaridad de diferentes formas en la exigencia de la presentación con vida y en libertad de nuestros compañeros.

Para los familiares de nuestros compañeros y a nuestro pueblo, deben saber que de nuestra parte seguimos firmes en la exigencia de la presentación con vida de nuestros compañeros; que los sentimientos generados por su ausencia forzada los hemos transformado en más energía revolucionaria fortaleciendo la convicción de seguir levantando en alto las banderas de la revolución socialista, única alternativa que tiene el país para superar la actual situación de explotación y opresión.

A nuestros compañeros Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya los desapareció el Estado, éste debe presentarlos con vida y en libertad.

¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡A SEGUIR EXIGIENDO LA PRESENTACIÓN CON VIDA DE TODOS LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS
DE AYER Y HOY!
¡A ORGANIZAR LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO DE ESTADO!
¡LIBERTAD A TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS DEL PAÍS!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!

COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR
COMANDANCIA GENERAL DEL EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
CG-EPR

AÑO 51
República mexicana, a 25 de mayo de 2015.