Frente de Guerra Central: Así la guerra no tendrá fin

ASÍ LA GUERRA NO TENDRÁ FIN

El Presidente Juan Manuel Santos dice que en 4 meses evalùa si continua o no con el proceso de paz, viejo truco politiquero, con el proposito de que todas sus fichas electoreras se pongan a canalizar para sacar las mayorias territoriales en las elecciones del 25 de octubre proximo. Se suma a esta campaña electoral en su discurso que va a inaugurar 56 obras, una diaria, en su correria conjunta con el Vicepresidente Vargas Lleras. Tiene 19 billones de pesos para gastar; eso le dará un aire con financiación a la campaña. Plantea para ganar mediaticamente que una de las propuestas de refrendaciòn puede ser un Congresito, o una comisiòn especial legislativa, entre el Congreso de la Republica y la Insurgencia, contradiciendose a la vez, cuando afirma que es el Congreso de la Republica quien debe definir el mecanismo de refrendaciòn. Esto para paliar su crisis de credibilidad. No reconoce el apoyo que le dieron muchos sectores para que se desarrolle el proceso de paz.

EL MODELO ECONOMICO NO SE DISCUTE, dice el presidente, porque èl es el màs interesado en que la situaciòn de los pobres no cambie, aunque en su discurso diga lo contrario. Ante la crisis economica que no quieren reconocer, para enumerar el caso màs significativo es el del alto precio del dòlar y bajò los ingresos por la industria petrolera de 23 billones a 3 billones ante la baja del precio del petroleo por debajo de los 50 dòlares el barril. Las exportaciones tradicionales (hidrocarburos y carbón, fundamentalmente) caerán este año un 34%, pero creen que va a ser financiado, según el Ministerio de Hacienda “con entradas de capital extranjero por un valor de US $18.756 millones. Se bajò de 4 a 2 el crecimiento economico y la inflaciòn no cumple la meta. Por ello se hace necesaria la reforma tributaria, 116 billones que se recogeràn en impuestos, los unicos que no suman a esta cantidad por recolectar son los empresarios y exportadores con el sofisma de que generan empleo. Tenemos que acomodarnos a esas medidas dice el gobierno. Que no se desmonte una serie de protecciones comerciales y que beneficiarían a los fabricantes (varios de ellos multinacionales).

Se debe mantener el mercado, la regla fiscal, ajustar la revaluaciòn, mantener el equilibrio fiscal. Dependemos del petroleo y la minerìa por eso debemos recoger los ingresos que compensen las regalias y lo que se deja de ingresar por el bajo precio del petroleo. El impuesto predial, una de las más importantes fuentes del creciente recaudo de impuestos oficinas de recaudo diseminadas en toda la geografía.Se subiràn para tal fin los impuestos excluyendo los exportadores y empresarios, por que ellos generan empleo y especialmente generaremos empleo en la construcciòn de vivienda porque los màs pobres son los que màs sufren, los màs vulnerables y les entregaremos casa de 52 metros cuadrados. Construiremos carreteras, dijo el presidente Juan Manuel Santos el 13 de agosto. Obras que seràn ignauradas en los proximos meses.

Con el supuesto de que ya llegò el postconflicto, sin llegar a acuerdos aùn con la insurgencia y mucho menos con las organizaciones sociales, donde el presupuesto que menos han tenido en cuenta es el agropecuario, motivo por el cual en varias oportunidades se han expresado en las vìas y los otros son los trabajadores, expecialmente los informales que se van a afectar con esa carga impositiva es decir los pobres del campo y de las ciudades.

Veamos la realidad con el Censo Nacional Agropecuario, donde sòlo un 0.4 por ciento son dueños del del 46 por ciento de la tierra, propietarios de màs de 500 Hectareas.

El 70 por ciento de dueños de la tierra sòlo son propietarios hasta de 5 Hectareas, 4 millones de predios rurales segùn el censo.

El 73 por ciento de campesinos trabajan la tierra, el 9 por ciento en arrendamiento y el resto tienen parcelas.

El 21% tienen titulos, o sea que el 79 % sin titulo.

Legalizan 2 millones de hectareas dice Minagricultura.

Se jactan diciendo que formalizan las tierras, que las legalizan, las titulan. Claro que no tienen titulos, porque la tierra no era de nadie, se la han adueñado esos pocos, ese 0.4 por ciento y que le sacan plata a los campesinos titulando ò escriturandoles la tierra que se las adjudican ellos mismos. Los que la trabajan son propietarios legitimos, no legales, son poseedores historicos de las tierras que son baldias, que no son de nadie, sino del que la trabaja.

El sector campesino es el doble màs pobre que los pobres de las ciudades, por ende con mayores carencias en salud, educaciòn y servicios pùblicos en general, esos son los de machete y azadòn. El recorte presupuestal ha sido para el campo. Importa poco el campo.

Que se puede esperar si el Ministro, Aurelio Irragorri, es de las familias terratenientes del Cauca, quienes no van a ceder un centimetro de sus tierras. Esa es la equidad que pregona el Estado en cabeza del presidente Juan Manuel Santos.

El presidente como si viviera en otro paìs dijo en su discurso del 20 de Julio que quiere: "Una Colombia moderna, equitativa, educada, segura y en paz.".

La verdad es otra, se impone desde el poder, para doblegar, acallar y destruir a quienes no asuman o acojan este injusto orden establecido. Un orden de miseria y dolor. Quieren un proceso de pacificación y de sometimiento de la insurgencia sin cambios posibles. El paramilitarismo tiene una larga y sangrienta historia y se diría que es una forma de reaccionar de la derecha, favorecida por sus íntimos vínculos con el Estado y con las fuerzas militares y de policía. Las cárceles en Colombia, no son otra cosa cruel, en ellas se encuentran -9.500- presos políticos, hombres y mujeres del pueblo en condiciones de tortura. Hasta lo que va corrido de 2015 hay 32.682 casos denunciados de desaparición forzada.

Es un panorama critico que requiere cambios. Confluir las múltiples iniciativas y acciones en favor de la paz, podrá llegar a la mayoría de colombianas y colombianas a los que se requiere llegar y ayudar a sembrar de nuevo la ilusión de un país en paz.

La Guerra es inhumana por eso siempre debemos hacer ingentes esfuerzos por lograr la paz con justicia social, con equidad de verdad. El presupuesto asignado a la Fuerza Pública, que bordea los 28 billones de pesos no hace bien a la paz. Será imposible alcanzar un cese al fuego bilateral mientras el Estado colombiano no se comprometa a atacar a las grupos paramilitares y controlando el hostigamiento de posibles unidades de las fuerzas militares a los grupos insurgentes. Sería necesario una revisión de la doctrina de seguridad que se ha impartido en las fuerzas armadas colombianas, donde los manuales ya no fueran los documentos Santafé (I, II, III Y IV), ni las escuelas fueran la antigua Escuela de las Américas. Con un marco de justicia basada en acuerdos iniciales para eliminar la continuidad de estructuras de desigualdad e injusticia ligadas tanto al sistema económico como a las formas tradicionales de gobernar con exclusión, que es lo que el gobierno trata de vetar en cualquier conversación, pero que es transversal a todo el sistema de derechos e ir resolviendo las demandas sociales negadas.Una verdadera paz solo se construye cuando hay voluntad de cambio. De lo contrario la guerra no tendrà fin.

Colombia para los Trabajadores,

Ni un Paso Atrás Liberación o Muerte.

Frente de Guerra Central, Darío de Jesús Calle