En este 91 Aniversario, ¡Viva el Partido Comunista del Perú!

EN ESTE 91 ANIVERSARIO
¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERU!

El mundo se debate en un contexto de guerra por nuevo reparto del mundo, en el que las contradicciones interimperialistas se agudizan, muy en particular la potencia de los Estados Unidos pugna por defender su hegemonía en declinación disputando con la potencia de China que establece nuevas alianzas estratégicas en función de sus intereses y cuando se ha convertido en la segunda economía mundial más poderosa con un desenvolvimiento capitalista sustentado en los avances tecnológicos de la cuarta revolución industrial que genera y generará mayor desocupación al destruirse millones de empleos. A la misma vez, la protesta popular se expresa masiva y extensa contra los efectos nefastos de la opresión y explotación capitalista que ha hundido a la clase y al pueblo en la más feroz precarización del empleo arrasando conquistas laborales ganadas con ardua lucha y alto costo en vidas de la clase y el pueblo.

A lo que se suma el creciente empobrecimiento de las amplias masas populares, la lucha contra la destrucción de la tierra, única casa de la humanidad, así como la mayor esquilmación de los recursos naturales y una represión como la única forma de contener la lucha denodada de los pueblos, luchas que el PCP saluda y se solidariza con cada una de ellas. La extraordinaria participación de la juventud en la lucha contra la explotación capitalista en imperialismo que va destruyendo el planeta, es digna de tomarse en cuenta y saludarla, pues conduciéndola hacia el rumbo de la transformación de esta sociedad en crisis con una revolución socialista, encontrarán la real solución a los problemas de la clase y el pueblo.

Por otro lado, en el Perú la crisis económica, política y social que golpea al proletariado, al campesinado, a la pequeña burguesía y también a la burguesía nacional muestra un sistema en descomposición y el Estado se reaccionariza. Las causas de esta crisis generalizada se encuentran en el mismo modo de producción capitalista que el imperialismo monopolista, parasitario y agonizante impera con una globalización cuyo fin ha dejado la mayor concentración capitalista en menos manos, nunca vista, por un lado y por otro la mayor socialización de la producción, dentro de lo cual los más ingentes beneficios han recaído en el 0,01% y los perjuicios en el 99,9% de la población mundial. La más innoble e ignominiosa opresión y explotación que está manifestando la putrición del sistema, confirma lo establecido por el Presidente Mao Tse Tung: “…del imperialismo nada ha de esperar el pueblo”. Mas, como Marx lo expresara, el propio capitalismo ha generado la clase que dirigirá la revolución socialista como un paso a la meta: el Comunismo.

El siglo XX, siglo de la revolución socialista, lo ha demostrado; con todas sus limitaciones y errores probó que es posible y necesaria la revolución socialista dirigida por el proletariado con su Partido: el Partido Comunista.

La restauración capitalista de la burguesía usurpadora no se perennizará como se dijo hace varias décadas y hoy puede constatarse que la clase y los pueblos del mundo necesitan y exigen la revolución.

Sin Partido Comunista no habrá revolución. Recordemos la gran enseñanza del Presidente Mao Tsetung de que “Para hacer la revolución se necesita un partido revolucionario”. Hacer la revolución socialista es la tarea de la clase y los pueblos del mundo. Las masas hacen la historia y el Partido dirige la revolución.

Quienes han generado esta crisis generalizada en el Perú es la contienda entre grupos de la gran burguesía peruana al servicio de las diferentes expresiones del imperialismo. Así, en un momento, dos facciones de la ultraderecha enfrentaron al Parlamento con el Ejecutivo ocasionando la renuncia del Presidente elegido; en otro momento la contienda se libró entre facciones o grupos de la gran burguesía, una supuesta facción liberal entró a la contienda. Y los intereses de grupo o los intereses personales se pusieron por delante de los intereses del pueblo, la sociedad y de su propia clase, pugna agudizada que tampoco escapó de momentos de colusión que se usaron para reaccionarizar más al Estado y lanzar una ofensiva contrarrevolucionaria con todo un conjunto de leyes o proyectos de leyes y otras medidas.

A esta se le agregó la ofensiva antilaboral que arrasó nuevamente derechos conquistados, con un Plan de Competitividad y Productividad que no es el gran plan de desarrollo económico que el país necesita y que una vez más va a servir principalmente a garantizar los intereses del imperialismo. Téngase en cuenta que es el propio Fondo Monetario Internacional propiciando el llamado Estado regulador ante el fracaso de la absolutización del mercado, aunque sin abandonar la privatización.

Los grupos minúsculos de la llamada izquierda que llegaron al parlamento enfrentados y divididos, lamentablemente no constituyen más que la izquierda que la reacción necesita para demostrar su democracia burguesa. Peor aún, en los momentos más álgidos de la crisis, una parte de ella se puso a la cola de una de las facciones de la gran burguesía, provocando confusión y apartamiento del pueblo de su camino propio.

Producido el cierre del Congreso y la convocatoria a nuevas elecciones congresales, al margen el fujimorismo debilitado y repudiado y de la absurda negación de la realidad de su derrota, el problema no está resuelto; como hace tres años la crisis se manifiesta en olas que se suceden con enfrentamientos o avenencias y a espaldas de las necesidades del pueblo. Una muestra es que las proyecciones del crecimiento económico se van rebajando hasta alcanzar un 2.7%, índice que obviamente reflejará, si no una recesión, un nuevo ralentizamiento de su crecimiento, siempre en beneficio de la gran minería, la agroexportación, etc. y en desmedro de la producción nacional y las necesidades de las clases que conforman el pueblo.

Por su parte el pueblo toma más conciencia de la opresión y explotación capitalista, de la crisis económica que lo perjudica, de la desatención sistemática de los servicios básicos que al Estado constitucionalmente le corresponde atender, de la insultante corrupción de los políticos que gobernaron este país y que se apropiaron del 30 y 40% del presupuesto nacional para enriquecerse; también ha visto la crisis de la democracia burguesa desnuda ante sus ojos, el significado de la palabra “demos” que equivale a pueblo y “cracia” que equivale a gobierno son una irrisoria falsedad, pues los que mandan son un puñado de explotadores que hacen y deshacen del gobierno y sus instituciones; el Congreso por ejemplo o el mismo Ejecutivo, han utilizado su poder para estirar o achicar las leyes como un chicle en función de sus intereses particulares porque nada les interesa el pueblo.

Qué proponer en este momento, ante todo que el pueblo ha de desarrollar su conciencia política y no dejar que lo aparten de su propio camino, el pueblo tiene derecho a luchar para arrancar sus conquistas conculcadas, el pueblo tiene derecho a participar del poder con sus propios tribunos populares que defiendan sus propios intereses y el pueblo tiene derecho también a luchar por construir un nuevo mundo sin opresión ni explotación. El pueblo hoy necesita de una nueva Constitución que sirva a sus reivindicaciones específicas y a desarrollar la sociedad peruana en su conjunto, terminar de una vez por todas con el capítulo económico privatizador y oponer a este el desarrollo del agro y la industria con una producción nacional y trabajo para el pueblo; una educación que sea nacional, científica y popular, una salud atendida, sus recursos naturales protegidos y un alto a la represión derogando todas las leyes lesivas a sus intereses; entre otros, una nueva Constitución con el pueblo y para el pueblo y a través de un amplísimo debate a nivel nacional con ¡Asamblea Constituyente ya!

El PCP ha de cumplir el papel de dirigir la lucha del pueblo hacia el rumbo de la revolución socialista persistiendo en el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo y en la política principal y la política fundamental. Persistiendo además en la lucha por la libertad de la jefatura del Presidente Gonzalo y todos los dirigentes históricos del PCP. Compromiso que asumimos una vez más y hoy más que ayer, desarrollando además el internacionalismo proletario.

7 de octubre de 2019

Comité Central
Partido Comunista del Perú