Análisis político-militar del Plan Patriota

ANÁLISIS POLÍTICO-MILITAR DEL "PLAN PATRIOTA"

Por Iván Márquez

Integrante del Secretariado de las FARC-EP

Es la más grande ofensiva militar de los gobiernos de Washington y Bogotá contra las FARC en los últimos 40 años. Es el plan, sin antifaz, de la intervención militar directa del gobierno de Norteamérica en el conflicto interno de Colombia con profundo impacto sóbrela región.

Diseñado en el Comando Sur del ejército de los Estados Unidos, el "Plan Patriota" busca, mediante la fuerza, desbrozar el camino a las trasnacionales para el asalto neo colonial al continente. Y Colombia es cabeza de playa del cálculo rapaz. La quieren como enclave de dominación política, como base de agresión contra la Revolución Bolívariana de Venezuela, y como Puesto de Mando Adelantado para el saqueo, la imposición de los TLC y el ALCA.

La resistencia de las FARC, que es pueblo en armas y bandera bolivariana, constituye para los estrategas del imperio el primer escollo a eliminar. Por eso, su objetivo inmediato, fundamental, es la derrota militar de la guerrilla fariana para llevarla de rodillas a la mesa de negociaciones. Cimientan esta ilusión en la eliminación física de algunos comandantes del Secretariado de las FARC y el rescate militar de los prisioneros de guerra.

Conducción y medios tecnológicos

El cabecilla supremo del "Plan Patriota" es el general James Hill, jefe del Comando Sur del ejército de los Estados Unidos. Los oficiales colombianos solo juegan un papel subalterno en la conducción, pero en la confrontación y el choque armado, especialmente de coroneles hacia abajo, ocupan la primera línea, como carne de cañón. Como ocurre desde hace más de 174 años, y como herencia maldita de Santander, el Palacio de Nariño actúa como gobierno títere frente a los designios de la Casa Blanca.

Para el logro del objetivo tienen a disposición lo más sofisticado de la tecnología militar: información de satélites, aeronaves de detección tipo AWACS y Orión, aviones espías tripulados y no tripulados, y aparatos de goniometría y rastreo de comunicaciones de última generación. La Base Aérea de Tres Esquinas, a orillas del río Orteguaza, en silenciosa metamorfosis se está convirtiendo en un enclave o base militar gringa donde comienza la Amazonia codiciada. Día y noche, en sus instalaciones restringidas, decenas de agentes norteamerinos obtienen información que transmiten en tiempo real para su utilización en los combates.

Despliegue de la fuerza
Cerco ymodalidad operativa

Para finales de enero de 2004 el “Plan Patriota” había desplegado 20.000 hombres en el sur en un inmenso anillo de 1.200 kilometros de longitud. Este cerco comprendía EL Losada, San Vicente, Cartagena del Chairá, Remolinos, Peñas Rojas y la de Chiribiquete en el Caquetá; una gran porción del Guaviare hasta Cachicamo, y la línea que une a Macarena, en el Meta, con San Vicente del Caguán.

En febrero comienza el estrechamiento del cerco, ocupando posiciones en el lindero de la selva.En febrero comienza el estrechamiento del cerco, ocupando posiciones en el lindero de la selva. Se instalan nuevos Puestos de Mando Adelantados y se habilitan algunas pistas aéreas. Con antelación habían abierto trochas y helipuertos selva adentro. Todos los apoyos logísticos estaban listos: motosierras, botes inflables, motores fuera de borda. Simultáneamente con estos movimientos habían activado un riguroso bloqueo económico contra la región que motivó un enorme desplazamiento forzoso de la población. Luego de estas previsiones se inicia el desplazamiento de las tropas hacia los puntos establecidos por la inteligencia técnica. Las Brigadas Móviles -que ya ocupaban estas nuevas posiciones-, disponen el avance de sus batallones en hileras, distantes 200 metros unas de otras, en una especie de rastrillo que abarca 2 kilómetros de frente. La ruta a recorrer era previamente sometida a intenso bombardeo de la aviación y batida desde tierra con artillería pesada. La mira de esta embestida, los frentes guerrilleros de los Bloques Oriental y Sur de las FARC que operan en la zona.

En el resto del país, contra los Bloques José María Córdova, Caribe, Magdalena Medio, Central, Occidental y los restantes frentes del Oriental y Sur, fueron lanzados grandes operativos en profundidad. Las acciones contrainsurgentes son desarrolladas por fuerzas combinadas de ejército y paramilitares. El saldo de campesinos muertos y de civiles capturados en redadas, es enorme. El campo fue abandonado como ocurre en oriente de Antioquia, la Sierra Nevada, los Montes de María, la cordillera del Perijá y otras regiones. El bloqueo económico, el exterminio de indígenas, el asesinato de dirigentes sindicales y populares hacen parte de la agenda de "Seguridad Democrática" del gobierno títere. En Urabá y Santander, los paramilitares y el gobierno, están experimentando un proyecto contra -insurgente de repoblación del campo a través de cultivos de palma bajo su control.

El enfrentamiento armado:
choque de dos tácticas operativas

Firmes las guerrillas de Manuel esperan con comandos tácticos y otras unidades de combate a los agresores. Muchos soldados profesionales han caído bajo el certero fuego guerrillero y la mira precisa de los francotiradores. Los que maniobraron a izquierda o derecha volaron por los aires catapultados por las minas. Otros cayeron en trampas letales en las bejuqueras de la selva, y todos ellos han sentido el poder de la artillería fariana. Combates con tropas de vanguardia y ataques sorpresivos a Puestos de Mando en la retaguardia y a objetivos ubicados en las lineas más externas del cerco estratégico.

En mayo ascendió el fragor de los combates. Los bombardeos y ametrallamientos de la aviación se intensificaron día y noche. Las bombas retumban erráticas en la selva contra blancos invisibles. En El Billar fue aniquilado el mando de la Brigada Móvil número 6. Un coronel, un mayor y tres capitanes fueron abatidos. La fuerza enemiga retrocede y los muchachos incautan material valioso. Ataca la guerrilla y ataca el tiempo atmosférico. La digna respuesta guerrillera, los caños desbordados, la lluvia pertinaz y el pantano causan graves estragos en la moral de las tropas. 20 soldados profesionales del batallón Los Guanes se toman por la fuerza un helicóptero Black Hawk del mismo ejército y obligan a su piloto a sacarlos de la zona de combate. Es la dureza de la confrontación, como lo reconoce el propio ejército. En el ejército pasan de 1500 entre muertos, heridos, mutilados y desertados.

En realidad el "Plan Patriota" afronta situaciones cada vez más complejas. Se enfrenta a una guerrilla fluida que lleva en sus genes la guerra de guerrillas móviles. Quizá las tropas puedan llegar a los puntos que se han propuesto, pero es que las FARC no están librando una guerra de posiciones. Todo es movimiento y nuevas posibilidades de ataque, y mucho más si el escenario es la selva profunda. No importa que el desplazamiento enemigo sea en masa o como ordenen desde el Pentágono. ¿De qué sirve gastar tanta pólvora cuando la causa del alzamiento es político, económico, social y se nutre con el anhelo inextinguible de independencia y libertad que bulle en el pueblo de Colombia? Es claro que el interés del "Plan Patriota" pretende volar más alto que la solución diplomática porque de por medio está una estrategia geopolítica que apunta a la dominación de todo el continente.

La chispa de la solidaridad

Los verdaderos estrategas del "Plan Patriota" y el gobierno títere de Colombia, han mantenido en el más bajo perfil el desarrollo de sus acciones ofensivas e intervencionistas para evitar que se encienda la chispa de la solidaridad bolivariana de los pueblos, de América Latina, del Caribe, del mismo Estados Unidos y del resto del mundo, con un pueblo en armas que resiste por su patria y por el continente. Ellos más que nadie entienden que esta guerra no es de las FARC, sino de todos. La verdadera preocupación de Washington es Bolívar que ha regresado con su espada y la espléndida bandera de unidad y garantías sociales de su proyecto político.