Manifiesto a los pueblos que habitan la larga y aguerrida tierra de Chile

MANIFIESTO A LOS PUEBLOS QUE HABITAN LA LARGA Y AGUERRIDA TIERRA DE CHILE

Llamamos a luchar todas y todos juntos por la emancipación y alzamiento de las fuerzas revolucionarias y populares para refundar la patria en este Chile de hoy. Con rabia y dolor, estamos evidenciando las consecuencias que nos ha dejado el neocolonialismo y su sistema neoliberal, durante las últimas 4 décadas.

Lo declaramos en noviembre de 1984, en nuestro “primer manifiesto” y lo volvemos a señalar hoy para que les quede claro: ¡nada ha cambiado! La burguesía, como clase, sigue construyendo un mundo feroz e inmodificable que asume intereses propios, como si fueran las necesidades del pueblo y con esto seguir saqueando las arcas fiscales para beneficio de su clase y de sus familias, a través de los gobiernos que han estado a su servicio y las fuerzas represivas que coaccionan la organización popular.

Estamos absolutamente conscientes que el estallido social del 18 de octubre del 2019, fue el resultado de la saturación y del cansancio de nuestra clase trabajadora del campo, el mar y la ciudad, que gracias a la lucha y determinación de los y las estudiantes de nuestro país, hicieron posible que el pueblo se empapara nuevamente de esperanza, se empoderara en las calles; incluyendo a muchos que observan con impotencia todas las aberraciones de este gobierno y los anteriores, desde el golpe militar de augusto Pinochet y sus secuaces.

Todas y todos a la calle, es la consigna, todas y todos sin miedo retomaremos las avenidas de otro Chile, con héroes y heroínas de estos tiempos, con justicia social y equidad para todas las miradas libres de la patria.

Vivir en Chile hoy, constituye una proeza. Somos millones de chilenas y chilenos las víctimas de un sistema despiadado, un sistema que atropella y avanza sobre la dignidad del pueblo, un sistema que no permite el desarrollo de las disidencias ni de las minorías. Las medidas que apelan a una supuesta seguridad del orden público, no son más que absurdas y evidentes formas de coacción. La violencia y el terrorismo son aplicados por las fuerzas armadas, el parlamento y la ambiciosa “Piraña” que se sienta en el sillón presidencial.

Recordamos a Alejandro Castro, dirigente pescador de Quintero asesinado en un montaje burdo que simulaba un suicidio y en él, a tantos dirigentes sociales que han sufrido los llamados “apremios” absolutamente ilegítimos de diversos aparatos represivos que actúan en la más completa impunidad. Situación similar de otra dirigente medioambiental que fue asesinada frente a su hijo, hablamos de Macarena Valdés, hermana, hija y mujer valiente. Siempre presentes ejemplos de consecuencia en nuestro quehacer, sin olvidar el brutal asesinato de Camilo Catrillanca, comunero mapuche, en la lucha por la libre determinación de la tierra; se suman entre los muchos desaparecidos, muertos, torturados y mutilados oculares por los que la justicia no ha hecho nada.

Es larga la lista, como la esperanza y extensa también nuestra vocación de lucha por la reivindicación de los DD.HH, así como por la construcción de un presente de entrega, un mañana de hermandad y solidaridad. Por eso seguimos en las calles, porque no podemos aceptar más atropellos a la dignidad de las chilenas y chilenos, no a la usurpación de los territorios a toda nuestra gente de la tierra, de los oprimidos, de los sin voz, porque el robo de siglos será juzgado a favor de los marginados. La rebeldía crece ante los excesos y la apatía de los poderosos que siguen lucrando a expensas del pueblo, tenemos la razón y la fuerza de nuestros principios, seguiremos en la lucha hasta la victoria.

Actualmente, nuestro país, como nuestras hermanas y hermanos latinoamericanos y de todo el mundo, está viviendo una gran emergencia sanitaria por el covid 19, pandemia que visibilizó la pobreza, desigualdad y explotación de un sistema corrupto y perverso. Se han evidenciado las condiciones inhumanas, se ha instalado el concepto de muerte y miedo; son los medios de comunicación, al amparo de quienes ostentan el poder económico, que solo contribuyen a desinformar y atemorizar a las chilenas y chilenos, los mismos medios que han sido cómplices de la corrupción, montajes y que hacen su acostumbrado “show televisivo mediático” para evitar que la opinión pública pueda reconocer, conocer y opinar sobre lo que verdaderamente está pasando en Chile.

La asamblea constituyente es el mejor escenario para construir un Chile más justo, donde participe y decida el conjunto del pueblo pleno y soberano. Nunca en la historia del país, el pueblo ha sido protagonista en la construcción de una nueva constitución, aunque como Rodriguístas lo hemos propuesto. Siempre sus resoluciones han estado en la oligarquía y en la de las élites nacionales. El desprestigio de la institucionalidad neoliberal y la conducta corrupta de los políticos burgueses, de las FF.AA y carabineros han generado las condiciones para que, en el seno del pueblo, se fortalezca la idea de la asamblea constituyente, obligando al gobierno de Piñera a proponer un “proceso constituyente” híbrido donde a la gente solo se le ve como un sector de consulta, pero no de resolución; dejando así, las decisiones principales y definitivas a los propios sectores desprestigiados y cuestionados por la ciudadanía, es decir; diputados, senadores y toda la institucionalidad neoliberal corrupta.

Proponemos trabajar para construir el nuevo “Pliego de Chile” y la elaboración de esta plataforma, que debe ser necesariamente colectiva. Algunos puntos que creemos, debemos empezar a trabajar, para la construcción de esta hoja de ruta que nos conduzca a la liberación de nuestros pueblos y al derrocamiento del actual modelo de dominación neoliberal. Como primer paso hacia esa construcción, “Asamblea Constituyente”, que sea definida por el conjunto del país para refundar la patria y ponga fin a la actual constitución que no garantiza los derechos a la salud, vivienda, educación gratuita, el derecho al pleno trabajo, ni el ejercicio profundo de una verdadera democracia de las mayorías.

- Democratización de las fuerzas armadas y carabineros, instituciones que deben velar por la seguridad del pueblo y no actuar contra el pueblo, poniendo fin a la doctrina de seguridad nacional y el consejo de seguridad nacional.
- Generar una política patriótica de defensa nacional, fin de la ley antiterrorista y libertad inmediata de todas las y los presos políticos, de la revuelta y presos políticos mapuches.
- Revisión de todos los tratados de libre comercio.
- Búsqueda de nuevas fórmulas y acuerdos que permitan la integración de Chile con las naciones latinoamericanas.
- Fin del actual modelo neoliberal y la generación de condiciones para una nueva economía que ponga en el centro al ser humano y sus necesidades.
- Una política estatal que intervenga en las aéreas estratégicas de la economía nacional, que vaya en el resguardo de los oficios y artesanos, a las pequeñas y medianas empresas en concordancia con un proyecto de desarrollo nacional.
- Un sistema de salud universal, que garantice pleno acceso y gratuidad. Que incluya mejoramiento y construcción de nuevos hospitales
- Gratuidad de la educación en todos sus niveles. Fin de la municipalización. Fortalecimientos de las universidades estatales y creación de institutos técnicos del estado.
- Condonación de las deudas por vivienda de los sectores populares y medios, implementando una nueva política que garantice pleno acceso a la vivienda propia.
- Creación de un transporte público y estatal.
- Industrialización del país y nacionalización de todas las empresas en manos de las grandes transnacionales.
- Nacionalización de la explotación de todos los recursos naturales preservando el ecosistema y la biodiversidad (cobre, litio, agua, mar, bosques, etc.).
- Rechazo a todo acuerdo internacional que atente sobre nuestra soberanía alimentaria y que ponga en riesgo nuestra salud (alimentos transgénicos y manipulación genética en los animales).
- Fin al código laboral vigente y la creación de un nuevo código elaborado por los y las trabajadoras sindicalizados.
- Fin al actual sistema previsional de AFP, la creación de un nuevo sistema de reparto solidario tripartito, donde aporten trabajadores, estado y empresas, para asegurar una jubilación digna.
- Abolición del patriarcado y plena igualdad de derechos entre mujeres, hombres y comunidad LGTB.

Por lo anterior, hacemos un llamado a todas las fuerzas del pueblo chileno, a la clase trabajadora en su totalidad (rurales y urbanos), trabajadores del mar, a los que rasguñan la tierra para extraer los recursos naturales, agricultores y crianceros.

A los dirigentes del sector público y privado, a los partidos políticos, organismos de derechos humanos, organizaciones políticas revolucionarias, territoriales, sociales y pueblos originarios, agrupaciones ecologístas, a los jubilados y organizaciones no más AFP, agrupaciones feministas, agrupaciones de disidencias sexuales, a las y los trabajadores del arte y la cultura, a los migrantes, dirigentes estudiantiles, colegiados, sindicatos, representantes del área de la salud, educación, vivienda, infancia y juventud, familiares de ejecutados políticos y detenidos desaparecidos de la dictadura y de la revuelta, a comenzar la tarea de organizarnos, unir criterios, políticas y acciones, para la construcción de un gran frente de lucha popular.

Las y los Rodriguístas asumimos y hacemos nuestra todas las formas de lucha que conduzcan a la unidad más amplia del pueblo y de sus organizaciones, como de la sociedad civil. Marchando hacia la transformación de la sociedad capitalista con toda bandera de justicia, libertad, fraternidad y solidaridad. Convocamos a unirnos en función de tres objetivos básicos:

1. Renuncia de Piñera
2. Gobierno provisional
3. Asamblea Constituyente anti patriarcal y plurinacional; que escriba una nueva carta magna, soberana, que permita llamar a elecciones libres.

¡Porque aún tenemos patria ciudadanos!
¡Pueblo, Unidad y Lucha!
¡Frente Patriótico Manuel Rodríguez!

Dirección Nacional
Frente Patriótico Manuel Rodríguez

Chile, 17 Julio 2020